Cuando la tentación está ahí, a la mano, y se quiere aprovechar el momento olvidando la vida de siempre, pase luego lo que pase.
Una noche de fiebre, sola en la cama...
En ocasiones un poema no busca decir cosas, sino crear un especial estado de ánimo. Ese es el caso de este poema.
A las ocho de la mañana el autobús del colegio recoge a Fernandito. Tengo entonces dos horas tontas para ponerle los cuernos a mi marido...
Hay momento en que apetece rebelarse contra la aburrida vida de cada día. De esa rebeldía habla este poema.
Esos momentos en que se descansa de lo de siempre...
Poema de desamor en el momento en que la vida pierde su sentido.
Esa ida a los dominios del sueño y de los sueños y esa vuelta a la realidad de cada día.
Ese momento amargo en que, el amor recién muerto, se tiene a la soledad por única compañía.
Soy una niña complaciente. ¿Quieres que pasemos un ratito juntos?.
Cuando el deseo es tan poderoso que lo llena todo...
Ese amor que se vive a escondidas y que, tal vez por ello, es fortísimo.
Amo a la mar y te amo a ti. Por ello os dedico a ambos estos romancillos que quizá continúen algún día.
Comencé formalita, seguí masturbándome y acabé haciendo un trío. ¿Queréis saber cómo?
También nuestros objetos más preciados merecen un poema. Dedico éste al vibrador que me hace pasar tan buenos ratos.
Unos versos ligeros y agradecidos a tí que me hiciste descubrir tantas cosas.
Poema dedicado a esa dulce "cosa" que los chicos lleváis entre las piernas.
Sueño con que me poseas y pensando en nuestro abrazo te escrbí este poema.