"Le pedí mil disculpas a Marta por el comportamiento del perro, diciéndole que no sabía que el perro fuera agresivo. Ella, sonrojada y avergonzada, me dijo que no era mi culpa y se fue de vuelta a su piso".
Sonó un teléfono móvil en el bolsillo de la bata de la doctora Beiroa. Sin bajarse el vestido, con la otra mano sacó el teléfono y respondió a la llamada. Si cariño, dime.
¿La dejamos así? Fue lo único que se me ocurrió decir. El viejo me miró. Ya está regada, ¿no?. Asentí con la cabeza y salimos de la casa.
La ví y decidí parar el coche a probar mi suerte. Aunque levantó la mano tímidamente, antes yo había empezado a reducir la velocidad hasta detenerme unos metros más allá de ella.
...terminé corriéndome dentro de su coño mientras bebía la leche de sus pechos...
Supongo que alguno aun recordará aquel programa concurso, o alguno aun verá las reposiciones que hacen.
Saltó el contestador: Julia cariño, ya estoy aparcando el coche, en cinco minutos estoy en la consulta
Delgada44 era su apodo en el chat, 44 años tenía, pero de delgada nada.
Alguna vez has tenido un compañero que te pasaba el trabajo a ti? Yo sí, y me vengué.
Seguíamos bailando agarrados mientras ella bajo su mano de mi hombro, bajo la cremallera y me sacó la polla tiesa.
Me tuvieron caliente toda la noche, caliente pero no empalmado, porque eso fue cosa de mi suegra
Mejor vete a otro lado porque no me vas a dejar dormir, y tengo mucho sueño. Esas palabras de mi novia que jodieron el polvo.