Hola querida amiga: Supongo que te extrañará que te escriba después de tanto tiempo sin saber de mi. Creo que la última vez que hablamos estabas tú planchando en tu casa..¿lo recuerdas?.Pues la cuestión es que me he acordado de ti y se me ha ocurrido escribirte y contarte cosas de mi vida.
Había llegado el día tantas veces imaginado, tantas veces hablado, tantas veces soñado. Llevábamos algunos años de relación D/s y solo habíamos quedado anteriormente un par de veces para comer. Pero, por fin, quedamos para ir juntos a una fiesta en el Fetish Café.
Suspiros, gemidos y el vaivén de una cama inundó mis oídos y empecé a excitarme. Acerqué la mano sobre mis braguitas mojadas y me concentré en escuchar. Cerrando los ojos, me imaginé yo en esa cama con mi hermano. Sus brazos me abarcaban toda y sus besos me estremecían. Me quité las braguitas y seguí rozando mi sexo. El clítoris se endureció.
Las 12:00 AM y ya siento unas cosquillas recorrerme el cuerpo. Aprieto las piernas una contra la otra fuerte y al cerrar los ojos se escapa un pequeño suspiro.