¿Sabes esa criada Dominicana tan mona que tienes? La del culo potente y jugoso y esos ojos grandes y castaños que siempre mantiene bajos, pero que cuando los levanta son capaces de traspasarte como si fueses de papel. Pues ahora podría estar en tú cama, conmigo, desnuda, esperando pacientemente que le dedique mis atenciones.
Dios, que difícil era aquello. Decirle que no a aquel dios desnudo, separarse de ese torso musculoso, de esos labios sensuales y de esa mirada dulce y traviesa...
¿Ves como tenía razón? Pelirroja natural, no falla. la ignoró Hércules mostrándole triunfante un par de pelos rizados de un intenso color rojo
Tras unos segundos... ¿O habían sido años? Afrodita se separó y le quitó la ropa, aprovechando para dejar que sus manos tropezaran y acariciaran el duro cuerpo de su hermano.
A pesar de que ya habían acudido a aquel club varias veces nunca se acostumbraría a aquello. Joanna se sentía tan nerviosa y vulnerable que estaba a punto de salir corriendo. Solo una sonrisa de aliento y un ligero cachete de su novio le animaron a continuar.
Cuando Joanna logró recuperarse se levantó y solto las trabillas del liguero quitándose las medias con lentitud delante de Julio. Los ojos de Julio estaban fijos en las manos de Joanna acariciándose las piernas mientras se masturbaba.
El hombre, a pesar de sus cincuenta y pico años sonrió como un chiquillo al levantar la falda de la joven y descubrir un culo blanco, grande y terso. Lo acarició como si fuese un preciado juguete antes de acercarse y golpearlo con su polla.
Francesca fijó el micrófono al pie y acariciándolo con unas manos de dedos largos y suaves comenzó a cantar de nuevo, esta vez meciéndose suavemente, sin dejar de envolver con sus manos el aparato y acercando sus labios sensualmente hasta casi tocar la superficie cromada...
Empezaremos por la más básica, la fusión, dijo sentandose sobre Hérculesprobablemente la habrás experimentado más de una vez. Permite una penetración profunda y al tener nosotras el control nos resulta especialmente placentero.
El recuerdo de su amante le hizo sentirse a Hércules un mirón y un gilipollas, pero la belleza y la sensualidad de aquella mujer hacían que no pudiese despegar los ojos de ella.
Un momento señoría. gritó una mujer despampanante entrando apresuradamente en la sala del tribunal con unos papeles en la mano
Una sombra pasó como una centella por delante de sus ojos, tapando por un instante la luz del astro. Hércules se incorporó e intentó seguirla con la mirada, pero era demasiado rápida.
Te acostumbrarás a este sitio, en realidad no es tan malo como parece, al contrario de lo que puedas creer, la gente de este lugar exuda amor.
Tras diez minutos dando vueltas como un león enjaulado, decidió leer las pintadas de la pared para pasar el rato.
La rubia ya estaba desnuda, solo conservaba las medias y los zapatos de tacón. Sunday y sus dos colegas estaban frotando sus pollas contra el cuerpo y la cara de la joven que se estremecía y acariciaba los huevos de los tres hombres alternativamente.
La mirada de la mujer volvió a desconcertarle era distinta de lo que esperaba. Había terror en ella, pero inexplicablemente también veía un punto de excitación.
Con aquel vestido blanco estaba espléndida. Su curvas llenaban y estiraban el tejido dándole una formidable figura de reloj de arena y su piel oscura y satinada hacía un contraste perfecto.
Con una sonrisa de lujuria me amasó los pechos y magreó mi cuerpo diciéndome que era muy bonita y que iba a ganar mucho dinero conmigo.
Finalmente abrieron la boca y sus lenguas se tocaron. Akanke gimió quedamente y se sentó sobre Hércules. Agarró a Hércules por la nuca y sin separar sus labios de los de él, comenzó a mover las caderas con lentitud rozando la polla del hombre con sus diminutas braguitas.
La mujer se arrodilló sin que se lo pidiese dejando todo el cuerpo por encima de su cintura fuera del agua. Su piel brillaba como una perla negra y sus pechos grandes y redondos con unos pezones pequeños y aun más negros le atraparon.
Empezó agarrando a ambas por las caderas, bailando con una mujer a cada lado para luego ir girándose poco a poco hacia Nina y bailar estrechamente abrazado a ella, frotándose contra su cuerpo y explorándolo con una mano mientras invitaba a Bianca apretarse contra su espalda.
Hubiese deseado fulminar a aquella jovencita convertirla en una rana, en árbol, en una mierda de grillo, pero al contrario que él, se tomaba en serio sus juramentos y prefería no mancharse las manos. Necesitaba un aliado alguien que le hiciese el trabajo sucio...
A continuación se apartó de nuevo y acariciándole de nuevo la polla con su melena le masturbó una vez más antes de subirse a horcajadas y meterse aquel miembro hasta el fondo de su sexo.
Con un grito salvaje se desembarazó del camisón y agarrada con una mano a las crines del animal lo levantó en alto dejando que el viento lo desplegase como una bandera.
La joven sintió las manos ásperas de la mujer en sus mejillas mientras observaba los ojos grandes y marrones acercarse poco a poco. Segundos después unos labios finos y suaves acariciaron los suyos.