Andrés recibe a su familia con extrema sumisión y después de ser una tarde llena de hummillaciónes a manos de su familia vuelve a la consulta de Cristina.
Es lunes y Amanda llega para limpiar la casa, pero se encuentra con que Andrés es quien debe limpiar y Amanda se convierte en su supervisora.
Andrés se queda atónito con el cariño que muestra a su familia, pero ellas le corresponden de forma muy desagradecida.
Andrés y Sara pasan la tarde de compras y finalmente Sara lleva a su hermano a una consulta de psicología.
Andrés le cuenta la situación a su madre y ella no duda en imponer su autoridad sin miramientos.
Un chico pierde una apuesta con su prima y tiene que obedecerla todo el día. Sin embargo ella le traiciona y él estará obligado a ser un esclavo toda la vida y poco a poco la lista de féminas a las que debe obedecer irá aumentando.