Mi suegra y yo seguiamos con nuestro folleteo , pero cada vez se nos hacia mas largo esperar a los jueves para poder gozar de nuestros cuerpos. Así que un día ya no pudimos más y volvimos a hacerlo en casa mientras mi mujer dormía y entonces ocurrió algo que cambio por completo nuestra relación.
Después de nuestro primer encuentro sexual, no podíamos dejar de buscarnos, pero mi suegra tenia un regalo para mi que no deje de aprovechar.
Mi suegra habia sido una mujer que sin ser un bellezon siempre me habia atraido. Nunca pensé que despues de tantos años acabaría siendo a parte de mi suegra mi amante.