Nunca hubiera imaginado que existiera un lugar así, pero existe. Aquel rato allí fue fantástico, pienso repetir mas veces.
Algo tan intenso y morboso que no sabía si publicarlo, pero necesitaba contarlo; al igual que necesitaba hacerlo cuando lo hice, como unas ganas intensas de vivir en libertad.
Lara y su marido, ella con treinta y su marido con treinta y cinco años, me hicieron vivir una experiencia increíble. A mis cincuenta y cuatro años no creía que podría vivir algo así. Con sensualidad y con respeto, pero también con intensidad.