Siempre es bueno tener un primo cómplice con el que hacer las fechorías de los mayores.
A mí también me pasa a veces. Mis hormonas se revolucionan de repente y me apetece jugar un rato después del trabajo. Calentando motores...
Mi amante es un buen gourmet. Siempre está dispuesto a comer el mejor menú de la casa.
Hay días que mi vecino se levanta malhumorado. Entonces abre la puerta de mi casa y entra sin permiso para darme el desayuno...