Aun tengo desagradables recuerdos fugaces y borrosos de la noche en la que mi amiga y yo caímos en las garras de un par de policías corruptos con muy malas intenciones...
Nunca he sido precisamente un semental, así que tengo que encontrar la forma de que me coman la polla con métodos menos... convencionales. Y mi profesora cañón cometió un error que no podía desaprovechar.
¿No dicen que los que se pelean se desean? En mi caso, lo reconozco: es absolutamente cierto. Desde que vi a la friki de la clase, Laura, mi cerebro sólo ha tenido una ocupación y solo una: encontrar la forma de convertirla en mi putita.