No sentí su proximidad pero si la tibieza de su lengua aprisionando la mía, mis manos en el teclado se quedaron petrificadas, Jon me tomo por la nuca y se introdujo en el hueco de mis brazos, quedando entre mi pecho y el teclado del servidor.
Estábamos sentados el uno frente al otro, el ambiente en el restaurante era muy relajado por alguna razón nos asignaron una mesa que estaba rodeada por unos muros bajos muy simpáticos con lo que se lograba obtener cierta intimidad.
Su estado de ánimo era inmejorable, la ocasión, una cena; el pretexto, cerrar un proyecto muy importante; pero esto no era realmente el motivo que le dibujaba una sonrisa que atravesaba todo su rostro y le tenía brillando sus ojos verdes; NO realmente su ilusión era que iba a acompañarla a la cena su “Sexy Ingeniero”.
Al entrar al privado de desarrollo veo a mi ingeniero sexy y está solo, sentado frente al ordenador; él no se ha percatado de mi presencia porque está evaluando unas líneas de código que recién ingresó, sin que él lo note le pongo el pestillo a la puerta.
En época de verano no soporto ni el camisón; está muy caliente el clima…
Bastó un segundo en que el clima empezó a funcionar y el sentido del olfato remitió a Surimar de inmediato a la cocina de su casa tres días atrás, de algún lado le llegaba el olor a la loción que utilizaba “Su Ingeniero”, los demás sentidos entonces hicieron su aparición...