Mi hermano me pide disculpas y me deja con la boca abierta.
Todos juntos siempre es mucho mejor
Papá cumple su promesa de romperme el culito y algo más.
Todo empezó cuando a finales de curso vino a casa Arthur, a pasar las últimas semanas antes de las vacaciones de verano..., un muchacho inglés de intercambio compañero de mi hijo mayor Samuel, gracias a una beca Erasmus. Un chico de 18 añitos y según mi mujer guapísimo.
Empujé con las caderas, resbaló hasta el interior del recto. La sensación era de tener un anillo apretándome el tronco mientras penetraba, caliente y apretado.
Emi me contó la fiesta desde su punto de vista, no difería mucho pero me interesaba saber su opinión, después me demostraron que ella y mi tía eran muy buenas amigas…. También acudí invitado a una fiesta de cumpleaños, lo pasé muy bien por supuesto.
— ¡Oh Teo, esto no está bien! Definitivamente es muy inapropiado...
Sexo hijo madre
Platicaré como fue mi primera vez y con quién fue y aún no lo puedo superar.
—No pasa nada Guille, mami te complacerá de otra forma verás cómo te gusta.
M llamo Juan,tengo 25 años y vivo en un barrio obrero de Madrid.
Relato escrito a dos manos de encuentro sexual con mis primos, los mellizos, Carola y Jon. Follamos, nos divertimos y hay mucho morbo por en medio.
Padre e hija siguen descubriéndose con el peligro de ser descubiertos.
— ¡Qué pasa chicos! ¿Ya os habéis matado a pajas hoy? —dijo y soltó una carcajada la poco respetuosa panadera.
La madre seducida por su hijo se va metiendo en su juego...
Mi cuñado me hace viciosa y me gusta
Me encontraba hambrienta de verga y lista para demostrar que mi estado de preñez no era impedimento para cogerme a mi hijo.
Me llamo silvia,tengo 18 años,mi padre Juan de 45 y mi madre Montse de 40 son mi familia.
— ¿Tú te masturbas? —dijo Flori a bocajarro al joven.
La visita de un amigo de la universidad me hizo ver a mi madre con otros ojos. Con los ojos de la perversión. Ella, ingenua y mojigata, no se percató de mis intenciones. Al principio…
Padre e hija se rasgan los sentimientos para desnudar la carne
Deseo su cuerpo, deseo acariciarla, besarla y tocarla, aunque me siento culpable por ello...
La estancia de mi familia aunque corta fue muy provechosa, Rosa y yo hicimos los honores y marcharon contentas con promesa de volver. Un extraño caballero me propuso un trato que no tuve más remedio que aceptar, por el bien del negocio, claro