Dos semanas más tarde, le quitaron las vendas. Casi diez dias antes de lo previsto. Durante esas dos semanas y media, vivimos, mi hijo y yo, una actividad sexual que dificilmente podría reproducirse. Eramos como dos perros callejeros en periodo de celo. Hice un esfuerzo monumental para airear y limpiar la casa pues ésta olía a sexo consumado, a fluídos vaginales, a semen
Mi tia me sigue ayudando a cumplir mis fantasías, y yo la ayudo a liberarse de sus prejuicios sexuales haciéndola disfrutar de cosas que ella nunca penso hacer
Vuelven las travesuras de la tía Eloísa y el regreso de Lucas
Una madre observa que su hijo empieza a tener una extraña actitud, coincidiendo además con escenas de acoso.
El hijo al fin consigue su objetivo con final sorprendente para él
La escena era truculenta, un sexo femenino era atravesado por una gruesa verga en un plano muy cercano. Me quedé tan impactada que...
Ya era tarde. La puse sobre mis rodillas. Pataleaba cómo una gata. Era igual, le levanté el vestido, le bajé las bragas y le calenté sus duras nalgas.
Comenzó a besarme por el pecho, entre mis senos mientras los acariciaba tímidamente con la yema de sus dedos, mi ombligo… hasta llegar a la fina línea del encaje asomando por mis vaqueros. Desabrochó el gran botón plateado «Levi´s Jean», bajó lentamente la cremallera. Alzó la mirada a mis ojos....
La vida me sonreía por lo menos aparentemente, los negocios subían como la espuma pero pese a tener mis tres mujeres siempre dispuestas me faltaba lo principal y no sólo a mí, tuve que tomar decisiones difíciles pero en su momento pensé que era lo que debía hacer.
La muerte prematura de mi padre dejó una viuda madura, lo suficientemente joven para retraerse en su pena obviando la calentura de coño que se tiene cuando rondas la cuarentena..., máxime cuando posees un cuerpo hecho para el pecado. Esa era mi madre, una viuda dispuesta a probarlo casi todo.
Descubriendo la sexualidad entre hermanos.
Una casa con costumbres muy ardientes....
Luego que los padres de Wanda y Zaira se separan, ellas deciden demostrarle a su padre que son mejores que su nueva novia
¡Pero René, te importaría ponerte algo más apropiado! —dije yo protestando por su inadecuada indumentaria...
Después de seis años de convivencia con Stella y su hija, una noche de whisky y películas en el sofá hicieron que la noche se pusiera muy caliente con Andrea.
María es una señora madurita de treinta y siete años. Es madre de un chico adolescente, John de dieciocho años. A pesar de haber tenido un hijo, tiene una figura esbel-ta. Su horario como dependienta en un centro comercial, la deja tiempo libre, para ir al gimnasio dos veces por semana.
Un hijo mete en compromiso a su madre metiéndole mano, aprovechando que ella no puede hacer nada
Historia de como mi amigo y yo hicimos feliz a mi madre
Mis dedos entraban y salían de mí con fluidez, tremendamente lubricada terminé por quitarme las bragas y me entregué al goce y al disfrute,
Con el primer chorro de leche se me cerraron los ojos, al abrirlos vi que Ariadna tenía sus pupilas clavadas en las mías. Estaba viendo mi mirada llena de gozo y sentía cómo mi polla dentro de su coño latía y soltaba leche calentita...
Mi hijo me complace con su boca antes de que ambos nos vayamos a dormir.
Al principio todo nos costó mucho, lo más engorroso fue, aunque pueda extrañar el ir al baño. La selva nos daba miedo y yo le pedía al pequeño Daniel siempre que me acompañase mientras hacía mis necesidades. El mayor también se ofrecía, pero...
Al tercer día, cuando comenzaron a llegar a la playa restos de maderas de barco destrozados, nuestras esperanzas de volver a ver a mi marido o los marineros se habían desvanecido por completo...
Una madre se ve abandonada a su suerte en una isla desierta con sus dos hijos, sin esperanza de ser rescatados, se resignan a vivir en la isla, pero ésta guarda sus secretos, y ellos, ajenos a éstos, no sospechan lo que les depara el destino...