Holaaa soy yo otra vez. 💕 Ani Carlita 💕 Esta vez les contare una historia de intercambio de regalos... Por placer :3
Una superheroína aprende la dura lección de subestimar la tecnología de su enemigo.
Después de la incómoda sensación de tener a cuatro chicos baboseando en presencia de mi novio empecé a relajarme, pues, al fin y al cabo no iba a ser tan malo...
Hasta aquel día, mis perversiones mentales solo habían sido eso, mentales. Lo que nunca imaginé fue que esas fantasías iban a hacerse por fin realidad.
Hace bastantes años atrás, durante una crisis matrimonial, casi realizo una fantasía sexual, que mantengo desde muy jóven; pero, a pesar de la adrenalina de esa época, no me animé a participar. Pasarían unos cuantos años, y la manipulación de mi actual marido, para cumplirse.
Esto es lo que sucede en el hotel, después del polvazo mientras el chico nos miraba. Esta vez soy yo, Jorge, quién termina de contaros la historia.
Como hago el amor con mi marido, en un hotel, mientras disfruto de ser observada por un jovencito
Una siesta en la playa de una mente calenturienta
Me convertí en una prostituta que durante años no obtuvo ni un peso, lo único que tenía claro es que tenía que obedecer la orden de mi amo, sin conocer la finalidad de mi prostitución, acepté sin objeción.
La primera vez que asistí a un club swinger tuve mi primera orgía y fue el comienzo de mi prostitución.
Mi querida y amada esposa un día me contó que había tenido un sueño, y desde entonces no he dejado de pensar en ello... así es como me lo contó y así es como lo detallo también para que ella se caliente cada vez que lo lea y se haga una paja con este relato.
Una escapada loca, de fin de semana, con mi querida mujer Carla
Visita al ginecólogo con mi marido.
Un hombre decide hacer cumplir una de las fantasías de su mujer el día de su cumpleaños.
¿Qué prefieres juventud o experiencia?
Desvaríos de un idiota, algo de lo que me gustaría hacerle a una de las tantas chicas que me traen completamente loco.
Nunca ha sido ni será bueno entrar a un baño cuando ya hay alguien dentro...
Una ejecutiva se estrena ante sus empleados en una cena cargada de erotismo.
Venia una de las azafatas por el pasillo, y para que no se diera cuenta, me recosté sobre las piernas de mi novio (me di cuenta que había encontrado la posición perfecta para chuparsela)
No fue culpa mía lo juro, fue ella quien me obligó...
Cuando pensabas haber hecho todas las posturas sexuales pero descubres el cien pies sexual.
El juego por fin llega al final. ¿Pero será el que yo quería?
Esta no es una historia convencional, esta es “mi” historia. ¿Que quién soy? Soy Cameron Carter. ¿Ves a ese tipo de ahí, ese que luce un precioso traje gris carbón con una flamante corbata azul y que está inclinado sobre un Camaro del sesentainueve? 69, hmm… me encanta ese número. Pues ese tipo tan atractivo soy yo. Nunca nadie había podido batir mi récord de ventas mensuales; los coches son lo mío desde que tengo conciencia. Cuando todavía llevaba pañales, mi padre empezó a llevarme a las carreras, no importaba si eran de Fórmula 1, Rally o Monster Truck, ni tampoco si tenía que dejarse el sueldo para que pudiéramos viajar al extranjero para verlas. Así fue como fui creciendo y convirtiéndome en un absoluto apasionado del motor… y de las azafatas hermosas y ligeras de ropa. Lo sé, suena machista, pero eso fue hace años. De todos modos, todo aquello me sirvió para aprender. Siempre tuve claro que no quería hacer nada relacionado con la mecánica, y también que mi vocación era la parte comercial. Así que me decanté por la venta de automóviles, que me permite tener contacto con mucha gente —algo que adoro, y que también implica muchas mujeres— y coches; coches de todos los modelos y años, coches preciosos como este Camaro que te mencioné antes y que me encontraba en aquellos momentos acariciando. Ser atractivo tiene sus beneficios; los hombres te admiran y desean ser como tú, y si les dices que tienes ese modelo de coche con el que todas las chicas sueñan, y que con él te las ligas a pares, la venta está prácticamente asegurada. Y en cuanto a las damas… una sonrisa, unas palabras dulces bien dirigidas y tu atractivo consigue el resto. Me metí en unos cuantos líos con mujeres casadas antes de aprender esto: “nunca seas el tercer vértice de un triángulo, siempre acaba mal”. Confiad en mí y hacedme caso, no lo hagáis. Las mujeres casadas siempre preferirán a sus maridos antes que a un tío con el que follan de vez en cuando, es una ley universal.