La verdad es que no pensaba escribir más relatos, pero animada por mis seguidores de mi cuenta de ig y tras los emails que he recibido, he decidido seguir escribiendo.
Historia corta erótica ambientada en una época neolítica entre dos personajes de diferentes culturas.
Coincidir contigo fue el mejor de los choques... Para mi más bonita casualidad. Léeme hoy, mientras mi cuerpo, que no mi mente, está anestesiado. Así siempre tendrás una parte de mí, aún en días donde me ausento. Una pequeña parte de mi mente/corazón que por fin, sale a la luz.
Me volví a ver con Alex y aprovechamos un hotel que estaba cerca
Volví a ver a un compañero de universidad pero no recordaba como me sentía a su lado
Segundo Capítulo del Diario de una adicta al sexo, titulado "La primera..."
Todavía nos quedaban por vivir muchas cosas, pero esa fue nuestra primera vez y la voy a tener siempre en la memoria.
Quería hacer una maldad a mi amigo de dejarlo caliente y me ternina cogiendo
Segundo Capítulo del Diario de una adicta al sexo, titulado "Con la boca..."
En mi primer relato cuento la historia de cómo, después de muchos meses sin hablarnos vuelvo a ver a mi ex, Alex. Una historia en la que, para variar, todo se tuerce a lo sexual.
Mi nombre en Sofia Washburn… Y soy una adicta al sexo. No sé cuándo comencé a serlo. Tal vez lo he sido toda mi vida, pero el mayor impulso nació al comenzar la adolescencia. Las hormonas, supongo. Ahí, esas diminutas sustancias llenaron mi torrente sanguíneo transformándome de niña a mujer...
Alex es jardinero en una casa de unos señores muy selectos. Un día, vio algo que quizás, no debió haber visto
Mi vida es aburrida pero poco a poco me irán conociendo.
Llegan a la pareja las consecuencias del huracán Lara. La teoría del florecimiento sexual es un hecho.
Cuando mi marido y yo hemos descubierto los límites de nuestro placer, comienza el romanticismo de los pequeñoa detalles fuera de nuestro hogar.
Continuación de la celebración de los 20 años de casados de una pareja madura que introduce en la cama a una conocida suya veinteañera.
Un rechazo se convirtió en un intercambio
Mi marido, ya habia explorado todo el placer que mi cuerpo podía darle, pero...¿Será todo?¿O habrá más?
Una pareja que aguanta 20 años casados, bien merece darse un homenaje. La mejor forma de hacerlo es disfrutando nuevamente de la juventud. En el sentido más ámplio de la palabra. Una inocente y dulce chica veinteañera.