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Nadeshda

en Hetero: General

HOLA: Desde hace tiempo que tengo ganas de escribir, pero siempre por alguna razón me detenía, pero hoy lo quiero hacer un poco para recordar a mi querida (por un tiempo) Nadia, esto es realmente verídico, y como me encuentro muy lejos de todo no tengo que cambiar ni situaciones ni nombres.

Nadeshda (porque así se llama) es rusa, y esto aconteció cuando estuve por su terruño, ya que por mi trabajo viajo mucho, y el idioma no es ningún problema para mí, porque lo aprendí en casa (soy hijo de rusos), aunque vivimos en un país hispanohablante, desde que yo tenía dos años.

Bueno, todo comenzó un día en que fui a cortarme el cabello, me encontré con una joven de 18 años, rubia, de 1,80 y muy delgada, lo que daba la sensación de que aún tenía mucha menos edad. Ese día me hice cortar, pedí un masaje capilar, de más está decir que a medida que me cortaba, o me masajeaba, por momentos me pasaba sus pechos casi infantiles sobre mi espalda lo que en realidad me empezó a calentar, pero ese día no pasó nada, sólo que me despedí, dándole una generosa propina.

A mi me gusta llevar barba, pero muy corta, así que cada 10 días aprox. voy a hacérmela cortar, y, por supuesto, fui un día en que ella estaba, ya que allí ellas trabajan día por medio, enseguida me puse a hablar, y de pronto cuando se agachó vi que no tenía sujetador, así que puse mucha más atención, hasta que le pude ver completamente una tetita, lo que me calentó bastante, y así seguí, pero no podía hacer nada ya que no estábamos solos, sino que también estaban sus compañeras, pero llegó el momento en que tenía que lavarme el cabello, y (para quienes no conocen estos lares), les cuento que aquí los salones no son como en otros lados, en que esta todo junto, sino que hay muchos (la mayoría) en que para lavarse hay que ir a otro lado, puede ser un rincón u otro cuarto, así que como nadie me conocía, me jugué el todo por el todo, ya que más que una cachetada no me podía dar, y cuando estuvimos solos en el otro cuarto, aunque con la puerta abierta, busqué un ángulo desde donde no nos vieran, y le dije ¿moshna? (se puede) mientras le tiraba hacia delante el escote, a lo que no dijo nada, solo sonrió, y allí tenía unas tetas casi de adolescente, casi sin pezón delante de mis ojos, ya totalmente descontrolado le besé un pecho, y sólo sonrió, sinceramente ¡¡¡nunca en mi vida había sido así de atrevido!!!, era la primera vez, y me salía bien, lamentablemente no pude hacer mucho más, así que le di otro beso pero esta vez en la boca, que no fue muy largo, y al despedirme le pedí su teléfono, por la calentura que tenía no sabía que más hacer, o decir.

Al otro día la llamé, y quedamos en vernos al día siguiente en que ella trabajaba, porque su madre no la deja salir mucho. Lo que más amo de este país, es que ahora como antes mucha gente quiere emigrar, irse lo más lejos posible, así que los extranjeros somos muy "codiciados" por las mujeres, porque ven en nosotros el pasaje de salida hacia una vida mejor. Lo primero que hice fue invitarla a mi piso, y una vez allí, apenas entró la empecé a besar apasionadamente, o mejor dicho con toda mi calentura, ella no respondió de la misma manera, por lo que no me quise apresurar demasiado, para que no piense lo que yo tenía en mente, así que una vez en la sala le invité un capuchino, y mientras lo tomaba, de nuevo comencé a besarla, como estábamos sentados me puse de lado y con mi mano izquierda empecé a tomarla por la cintura, juguetonamente le hice cosquillas, mientras disimuladamente mi mano iba subiendo hasta sus tetas, a mí me parecía irreal, pero se dejaba hacer, así que allí mismo la acosté en el diván y le levanté la ropa, y por fin, pude ver esos pechitos infantiles, sin dudar ni un minuto se los empecé a mamar, en mi vida he tenido más mujeres de las necesarias, pero esas tetas me enloquecían por ser tan chiquitas y duras, que de pronto hasta pensaba que se trataba de una adolescente, mientras le daba lengüetazos, y los mordía frenéticamente, le quité la blusa, y pude ver su torso completamente desnudo, es muy delgada, y eso me excitó aún más, así que como pude me bajé el pantalón, y le empecé a refregar mi pene por sus pechos, y ella sólo se dejaba hacer, pero como yo también estaba caliente, la hice parar, para llevarla hasta la cama, en ese momento le di un abrazo, y es tan pequeña que con mis manos pude tocar mis codos, encerrándola en ese pequeño espacio, mientras la tenía pegada a mi, y eso me estaba enloqueciendo.

Una vez que la acosté en la cama, y como ella no hacia mucho, tomé su propia mano y la hice acariciar mi pedazo, en realidad no era muy buena, así que le dije que me lo chupara, y me dijo que no sabía cómo hacerlo, porque nunca había estado con un hombre; Era la primera vez que salíamos, y ya la tenía semi desnuda en mi cama, con mi verga dentro de su boca, y por supuesto que no le creí, así que se la introduje lo más que pude, no soy muy bien dotado, 16 cm más o menos, aunque eso sí la tengo un poco gorda. Como decía, me la cogía por la boca aunque me hacía doler un poco con los dientes (luego vi que me había lastimado un poco en la parte de abajo), cuando ya no aguantaba más, se la saqué, y comencé de nuevo con las tetas, a pellizcarle y tironearle de los pezones, porque me decía que eso le gustaba, que lo haga fuerte, así que se las apretaba, y le hacía de todo, aunque mi sorpresa aún no había llegado. Ya tenia la leche en la punta, pero no quería derramarla aún, así que mientras le chupaba el ombligo, fui bajando hasta llegar a su cintura, y lentamente fui bajándole el pantalón, tenía ropa interior negra, aunque no muy sexy, el contraste con el blanco de su piel era fabuloso, después de acariciarla por arriba, fui metiendo mi mano dentro mientras le chupaba las tetas, un vez dentro me encuentro con una vagina preciosa, con unos grandes labios y totalmente depilada, lo que por un momento me hizo pensar de realmente estaba con una adolescente, aunque a esta altura, yo no me hubiese importado nada, lo único que yo quería era chuparla toda, así que seguí chupando, y fui bajando hacia ese sexo hermoso, ya que sólo en fotos había visto un coño así, con esos labios perfectos que invitaban a saborearlos, de más estaba decir que yo estaba como una locomotora y primero le fui pasando la lengua de arriba abajo, muy, muy suave, a lo que ella empezó a gemir muy suavemente, luego fui introduciendo mi lengua un poco más, probando sus jugos abundantes, mientras le lamía la almeja, estiré mis manos hasta las tetas, e hice que me abrazara con sus suaves muslos, en esa posición no me quedaba más que apretar mi verga contra la cama, y de pronto hasta parecía que me iba a venir, mientras estaba en esa pose, hice que levantara un poco más las piernas, y no sólo le fui lamiendo la concha, sino que mi lengua fue alargando su recorrido hasta su culo, que lo fue abriendo y cerrando, le estuve chupando un largo rato, y también comencé a meterle un dedo en el ano, no puedo decir que le salió un gas, pero sí que se sintió un olor no muy agradable, que por un momento me turbó, pero ninguno de los dos ya podíamos parar, le chupé nuevamente el cuello, y sus tetas, mientras la masturbaba mis dedos, ella estaba tan caliente que por momentos me clavaba las uñas en la base de mi tranca, una de las cosas que me gusta hacer es abrazar desde atrás, mientras juego con mis dedos ya hábiles en estos menesteres, mientras ella estaba desesperada, y me pedía que le apriete fuerte las tetas, y que le tire fuerte de sus pezones, así que yo tiraba , y luego apretaba de esas tetas tan firmes, estuve así por un rato, hasta que volví a bajar, y seguí chupando esa vagina, que por lo delgado de sus piernas, resaltaban más sus labios, no me costó mucho tiempo más hasta que terminó en un orgasmo revolcándose hacia los costados, mientras me apretaba la cabeza hundiéndola más en su vagina, hasta que dio un pequeño alarido y quedó exhausta. Bien, ya ella ya había gozado, pero yo estaba intacto, así que hice que me la chupara nuevamente, y no aguanté más corriéndome en su boca, mientras mis chorros de placer iban saliendo en, ella en ningún momento dejó de chupar, lo hacía, y aunque no lo trababa (o todo al menos), seguía chupando y dejando caer parte del semen de su boca que abría por momentos para meterse mi pene más adentro, eso de volcárselo en la boca me tenía a mil, así que aunque algo ya había descargado, aún seguía con muchas ganas, así que nos higienizamos y volvimos a la cama, esta vez la abracé, y la situé encima mío, así que empece a besarla nuevamente, mientas con mis manos iba acariciando ese hermoso culo, y sus piernas. Enseguida ya estaba empalmado y la tumbé a mi lado, para poder acariciarla mejor, así que arremetí nuevamente contra sus pechos, y mi mano se fue hundiendo en su vagina, ella permitía que la acaricie, pero no quería que le meta nada adentro, porque me decía que era virgen, en realidad mucho no le creí, pero luego ante tanta insistencia, metiendo un dedo, pude comprobar que era verdad, así que eso me calentó más aún, y ya estaba enloquecido por poder desvirgarla, pero me pidió por favor que no, que le haga cualquier cosa, pero que eso no, y puedo ser muchas cosas, pero siempre me gusta respetar a las mujeres, así que le dije que si no me daba eso, tendría que darme su trasero, a lo que me preguntó si no le dolería, y yo le dije que no se preocupara, que lo haría con mucha suavidad, así que tomé el pomo de vaselina de debajo de la almohada (yo ya tenía todo listo, para darle por los dos lados), así que lentamente le empecé a poner vaselina, y le fui introduciendo mi dedo índice, al principio se quejó, pero le gustaba que le haga doler un poco, así que empecé a apretar las tetas con una mano, y con la otra le fui abriendo cada vez más su hoyito, primero metiéndole un dedo hasta el fondo, y luego ya no fue sólo el índice, sino que el mayor también se fue abriendo paso en ese culito aún virgen, era formidable ver cómo mis dos dedos se perdían en ese culo tan pequeño, y cómo el agujero se iba dilatando cada vez más, como era la primera vez, pensé que lo mejor era ponerla boca abajo, y yo subirme por detrás, así que eso fue lo que hice, lentamente la fui tumbando, y llegado el momento me arrodillé detrás de ella, la abrí bien, y le puse la punta de mi pene en su orificio, luego de a poco fui empujando, primero se resistía un poco, pero era imposible que se me pudiera escapar, ya que a esta altura yo la había tomado por las tetas, mientas se la metí lo más profundo que pude, aunque siempre lentamente, trató de moverse, lo que ayudó a que la penetrara hasta el fondo, y allí me quede por unos segundos que parecieron eternos. Luego empezó el mete y saca, pero como yo quería que le entre bien hasta el fondo, cuando la sacaba un poquito, me agarraba el cuero del pene, y me lo tiraba hacia atrás, luego penetrándola con más ganas, y bien hasta el fondo. Pasado un momento le empezó a gustar, y ella misma me empujaba con su culo, para metérselo hasta el tronco, y así estuvimos por un rato, hasta que al fin volví a volcar todo mi esperma sobre ese culo tan delgado, me parecía mentira, que en un cuerpo aparentemente tan frágil, hubiese entrado toda mi tranca sin lastimarla.

Después de esta primera vez, hubo otras, y ambos ya fuimos adquiriendo experiencia, muchas veces yo me acostaba, y ella era la que se sentaba en mi tranca, metiéndosela hasta el fondo, y cabalgando mientras yo le apretaba los pechos, o bien yo me acostaba detrás de se la daba por el ano, mientras con una mano le agarraba las tetas, y con la otra le acariciaba la vagina, etc.

Este relato es 100 \% verdadero, y me gustaría poder recibir cartas, especialmente de mujeres, para ir aprendiendo cada día más qué es lo que a ellas le gustan que uno les haga en la cama.

Un chupón bien fuerte: Angel

angel_desviado@yahoo.ar