Cursaba yo el bachillerato cuando todo esto ocurrió, tenía yo l6 años y me llevaba muy bien con las compañeras de mi grupo, pero en especial con Alicia que era un año mayor que yo, de cabello castaño claro, ojos café claro, de un cuerpo firme, pechos no muy grandes, y una cintura que acentuaba a la perfección sus caderas y sus nalgas. Regularmente ella vestía de jeans y blusas holgadas, así que no prestaba mucha atención a su cuerpo.

Yo frecuentaba ir a su casa, y su familia me conocía muy bien, y sabían que no había problema al dejarme pasar a su casa.

Cierta ocasión fuimos de la escuela directo a su casa, ya que habíamos quedado que me iba a prestar uno de sus CD’s, en el trayecto a su casa me preguntó

¿Quiero saber que les da a ustedes los hombres por ver revistas porno?- la pregunta me tomó por sorpresa y no supe que responder – te pregunto porque mi hermano tiene muchas de ellas bajo su cama- , tragué saliva y respondí, -pues a nuestra edad puede que sea más por curiosidad- y terminamos con la plática.

Pero ya me había calentado el pensamiento y no dejaba de fantasear el compartir mis revistas con mi amiga. Cuando llegamos a su casa , su madre iba de salida y nos dijo que había comida en el microondas y que no hiciéramos mucho alboroto, ya que su esposo dormía en su alcoba, en el segundo piso. Entramos y Alicia puso una película en la VHS, mientras ella se cambiaba de ropa, subió las escaleras rumbo a su cuarto y fue entonces cuando me asaltaron todo tipo de ideas calientes, Alicia y yo solos, su padre dormido y revistas XXX en la alcoba de su hermano.

Apenas subió Alicia la escalera, la seguí y me puse a observarla cuidando que ella no se percatara de mi presencia. Dejó la puerta de su cuarto entreabierta y por ahí me colé a su intimidad, se fue despojando de sus ropas primero su blusa, después sus zapatos y sus jeans, y tal perece que en su casa le gustaba estar extremadamente cómoda, se despojó de sus panties y su sostén, y se puso una tanga negro y un top blanco, jamás hubiese previsto que estaría yo allí, atisbando y excitándome con mi mejor y buenísima amiga. Yo ya tenía la verga paradísima y en lo único que pensaba era en tirarme a Alicia.

Torpemente me escondí y vi que Alicia salía de su cuarto y entraba en otro, el cual era de sus padres. Su padre estaba en la cama dormido boca arriba y se cubría sólo con una ligera sábana, lo que ví ha sido lo más excitante de mi vida, vi que Alicia despertaba a su padre, y se acostaba junto a él, el tipo le preguntaba por su madre a lo que ella respondía lo propio, que acababa de salir, su padre le tomó su mano y la llevó por dentro de la sábana, y mientras ella le hacía una paja, él le sobaba sus preciosas nalgas. Alicia quitó la sábana y lentamente fue bajando por el cuerpo de su padre, hasta que en su boca quedó un miembro semiflácido, ella comenzó a mamársela y el padre realmente lo gozaba, cuando aquella verga se paró por completo alcanzaba fácil como 22 cm Alicia le lamía los huevos y los metía a su boca, la mamaba tan rico que su padre no tardó mucho en venirse, brotaban de él cantidades muy grandes de leche y ella no dejaba escapar ni una gota y se la tragó toda, cuando acabó, el viejo seguía con la verga a media erección y Alicia no tardó mucho en llevarla de nuevo a sus proporciones máximas, cuando esto ocurrió, su padre le susurraba no se que cosas , entonces Alicia se corrió a un lado la tanguita y empezó a montarlo, arriba y abajo sin parar, le encantaba y sus ojos lo decían todo, y yo no me lo creía, mi mejor amiga, esa carita de ángel y que forma de coger, su padre acabo dentro de ella, le dio un beso y volvió a dormir.

Yo bajé de inmediato y como si nada hubiese pasado esperé a Alicia en el sofá. Ella bajó ahora con un lycra negro y una camiseta encima del top.

Noté todavía su excitación, y se recostó en el sofá mas largo que estaba al lado del cual yo estaba, yo no podía alejar de mi mente la carita de Alicia montando a su padre y ella no dejaba de ver el televisor, cuando de verdad quise poner atención a la película Alicia se encontraba dormida y eso me excitó aún más, me acerqué a ella y la moví asegurándome que su padre la había dejado un poco cansada, la giré colocándola despacio boca arriba y puse un cojín debajo de su cabeza como pretexto por si despertaba, lentamente fui palpando sus bien torneadas piernas hasta llegar al borde de su lycra que marcaba muy bien su tanga, temblando del deseo intenté bajar su lycra, pero no podía, tenía que levantarla un poco y eso era muy riesgoso, así que arriesgándome a todo por saciar ni calentura encontré mis tijeras en la mochila y fui cortando despacito su lycra, logré safarlo y hasta que ella se quedó sólo en su diminuta tanga, entonces pude apreciar que mi amiguita se depilaba sus cositas. De repente Alicia se giró para quedar boca abajo y me dejó al descubierto sus preciosas nalgas, las palpaba lentamente para que no despertara, y lentamente fui moviendo una de sus piernas fuera del sofá para que quedase su coñito al descubierto, le metí uno de mis dedos en su rajita hasta que comenzó a ponerse húmeda, me incliné y comencé a pasar la punta de la lengua por su conchita, fue entonces cuando ella despertó, se exaltó muchísimo se sentó en el sofá y encogió sus piernas, me acerqué la besé en la frente, en el cuello, en la mejilla, en la boca y se relajó un poco más, le fui separando sus piernas poco a poco hasta que me encontraba entre sus piernas besándola acariciándola, le despojé de su blusa y su ajustado top descubriendo sus pezones rosaditos, los retorcía, los chupaba, los mordía mientras ella me restregaba la verga dentro de mi pantalón. Me incliné un poco y reinicié lo que había dejado a medias, pasaba mi lengua por todo su coñito, y lo mamaba como si ya lo hubiera hecho antes, ella gemía me restregaba la cara contra su conchita y murmuraba – esto no... lo ha..c..ce...mi papi....ahh!!!- se corrió y sus líquidos hacían que su panochita brillara, parecía como de porcelana y yo la segía mamando y agitando su clítoris con mi lengua y ella me ayudaba con sus dedos, cuando al fin se corrió de nuevo le dije

quiero que me la mames como a tu papi- ella se sorprendió – lo vi todo- le dije,

me senté en una mesa de centro que tienen en la sala, y la atraje hacia mí, Alicia se encargó de sacarme el pantalón como una madre lo hace con su hijo pequeño bajó mis calzoncillos lentamente y no dejaba de ver mi erección lo lamió suavemente y después más salvajemente de tal forma que no tardé mucho en venirme, me aparte de ella, pero volvió a meterse mi verga en su boca y tragó algo de leche, y la demás la esparcía en sus pechos y en su vientre.

Acto seguido me recosté en el sofá ella me entendió a la prefección y se montó sobre mí, se metía solo una parte de mi palo, hasta que entró todo ella montaba frenéticamente y movía sus caderas haciendo círculos, atrás y adelante, esto aumentaba más mi excitación y la dureza de mi palo

Ah amiguita sigue ahh.......

Que rico!!!....ahha....aahh...aay...ay....... máaaaaas...papito....así...assí

Antes de venirme me incorporé y le dije que se sentara ella en el sofá, le despojé de su tanguita, me puse en la orilla del mueble y empecé a embestirla de nuevo ella con sus ojitos cerrados no paraba de gemir

ahhhh....ahhh.aahh.......ayy.....sí...sí...sí.. así..assssíí...mhhh.....mmmmhhhhh....

mhhhhhh....ay.mamita...me voy..a..veni...... ahhhhhh........ah..........

Le descargaba todo mí líquido y ella no opuso ninguna resistencia, y me dijo que no me preocupara que se cuidaba, ya que con su padre lo hacía muy seguido, nos vestimos ya que se llegaba la hora que su padre despertaba, ella con otro lycra, y sus blusas holgadas, entonces nos dispusimos a ver la película, yo sentado de un lado del sofá y ella con su cabeza recostada en mis piernas, de vez en vez sacaba mi polla y la mamaba hasta que se escuchó su padre abrir la puerta de su cuarto.

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