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Nuestro masajista particular

en Intercambios

Esto que os cuento es un caso real. En su momento no me hizo mucha gracia pero ahora cada vez que lo recuerdo me excito y quiero compartir esa excitación con vosotros.

Yo medio convencí a mi novia para tener unas experiencias sexuales distintas a nuestra vida sexual. Hicimos un intercambio de parejas y aunque a mí me dejo muy satisfecho a ella no le hizo mucha gracia. Como yo quedé muy a gusto con la experiencia era como si le debiera una a mi novia.

Ella no dejaba claro que quería algo y fantaseábamos con la posibilidad de incorporar a un tercero a nuestras relaciones sexuales. Así que decidimos hacer realidad una fantasía que teníamos desde hace tiempo. Pusimos un anuncio de que buscábamos un chico para dar un masaje a los dos, y nada más.

Decidimos quedar con un chico de 18 años que era virgen. A pesar de que tenia novia desde hacia 2 meses, era virgen y no tenia mucha experiencia pero nos resultaba muy atractivo. Nos comentó que su novia no sabía nada de eso pero que algún día se lo contaría. El día de los masajes nos llamó a la puerta y le abrí viendo como él estaba muy muy nervioso. Le dije que pasara, le invite a tomar algo cosa que rechazó y nos pusimos a los masajes:

Primero era mi turno: me tumbé de espaldas y me empezó a masajear el cuello, los hombros, bajó por la espalda y me empezó a masajear con ganas las nalgas. Yo tengo que reconocer que soy bisex y me estaba excitando lo que me estaba haciendo así que cuando me dijo que me diera la vuelta vio en primer plano la erección que tenia. Me preguntó si quería que masajeara la polla, sin dudarlo dije que sí y empezó a hacerlo. No tengo reparos en decir que es la mejor paja que me estaban haciendo, mejor incluso que mi novia. Cuando estuve a punto de correrme, le dije que era el turno de mi novia que por cierto se había calentado viendo como a su novio le hacia gozar otro chico.

Empezó a masajearle a mi novia por la espalda recreándose en las nalgas, Cuando mi novia se dio la espalda. fue la gota que colmó el vaso. Mi novia tienes unos pechos preciosos, erectos y muy dignos. Empezó a masajearlos como loco mientras oía a mi novia escapar algunos suspiros de placer. Cuando llego a la rajita del depilado coñito de mi novia casi no podía creerlo. Le pregunto a mi novia si podía chupárselo y mi novia le dijo que con la condición de que dejara a su novio chuparle la polla a él

Yo en principio me negué pero unas caricias de mi novia me convencieron para sacar la polla del amigo joven y metérmelo en la boca. Empecé a chupar como loco, no sabía como hacerlo, nunca lo había hecho a nadie. Me resultó muy extraño ya que tenía un sabor muy distinto al que nunca pudiera haber imaginado. Es una especie de carne pero que tiene un sabor que te parece curioso al principio y cada vez que la vuelves a meter te gusta más y es una especie de vicio que no puedes dejar de hacerlo. El chico estaba bastante bien dotado, me imagino que sería una de las razones por la que mi novia estaba más contenta de lo que pensaba. Total, que me gustaba tanto la experiencia que cualquier síntoma de cortarme que podría haber tenido antes, desaparecieron en ese mismo momento. Me excitaba ver como el amigo le chupaba el coñito a mi novia mientras yo se lo hacia a él. Mi novia estaba gimiendo como una loca y no suele hacerlo mucho, el chico no paraba de hacerle el trabajo a mi chica pero a pesar de ser virgen (al menos eso dijo) parecía que lo hacia todos los días. Su novia no dudo que estará muy contenta con la actividad del chico.

Ahí acabó el masaje, era lo pactado. Mi novia estaba muy caliente y empecé a penetrarla con muchas ganas pero se le notaba un brillo especial en la cara. Le pregunté que qué le pasaba. Ella me dijo que nada pero al mismo tiempo miró al chico que estaba haciéndose una paja al lado nuestro. Le insistí y me susurró al oído que quería terminar con el chico si yo no ponía problemas. Yo le dije que no había condones y ella me dijo que tomaría otras medidas como la de que se retirara antes de que llegase el chico al final.

Se lo comentamos a nuestro joven amigo y él no se lo podía casi ni creer. Dudó por un momento porque tenía pensado desvirgarse con su pareja pero quizás se pensó que estas oportunidades no se presentan todos los días y accedió. Le comentamos que debía avisar antes de terminar. Él dijo que lo intentaría pero no sabía exactamente cómo avisar ni nada. Total que empezó a penetrar a mi novia pero ella no parecía estar muy contenta de cómo iba la cosa así que le dijo que se tumbara y le dejara hacer a ella. Se sentó encima de la durísima estaca de él y empezó a subir y bajar lentamente al principio pero cada vez más rápido. Me estaba calentando mucho, y eso que todo había tomado un cariz muy distinto a la idea que teníamos en un principio de como sería esta aventura. Total, que el chico no decía nada pero se estaba poniendo como un tomate por momentos y se le veía que estaba gozando bastante. Mi novia, la verdad, es que cuesta un poco ponerla en ambiente pero una vez en acción no hay quien la pare. Es una auténtica máquina y goza como la que más.

El chico empezaba a jadear y le dije a mi novia con un gesto que se quitara porque el chico no iba a poder tardar mucho en correrse. Le dijo al chico si estaba a gusto y si quería quitarse. Era virgen pero no tonto y dijo que le gustaría acabar con ese placer tan grande que tenía. Mi novia me preguntó con un gesto y le dije que hiciera lo que ella quisiera. No creo que pensara mucho la respuesta porque tomó la decisión muy pronto. Dicho y hecho, dejamos que se corriera dentro de mi novia, me encanta que la follen delante mío, verle gozar como es, bastante zorrilla. En contraprestación yo me corrí en la boca del muchacho, cosa que me encantó y es lo mínimo que el podía hacer por dejarle a mi novia para iniciarse en el sexo. No creo que lo olvide muy pronto, cosa que nosotros tampoco haremos.

Después de esto nos despedimos. A los días nos llamó diciendo que le había contado todo a su novia y que le había llamado de todo y que no quería saber nada de él. Le dijimos que si podríamos hacer algo lo haríamos y pensé de acuerdo con mi novia en irle a hablar. Llamé al teléfono que me dio su novio, nuestro masajista particular, y después de todo, le perdonó y al final volvieron juntos. Claro que... hasta ese día... esa chica también era virgen. Pero esa es otra historia...

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