miprimita.com

Limpiando el -polvo-

en Fantasías Eróticas

Esto me ocurrió en el invierno de 1998, cuando yo tenía solo 14 años. Ahora tengo 17 años.

Estaba yo con mis padres en casa, hacía frio. Me acuerdo, de que por entonces, fué una epocaen la que no paraba de llover. Casi nunca salía a la calle y claro, me tiraba delante del ordenadorhoras y horas. Y siempre, en casa. Después del colegiol, corriendo para meterme en casa y nosalir. Hombre, algunos días tenía que ir a atletismo pero vamos, que era ir y volver.

Pues un miercoles de diciembre, me dijeron mis padres que iban a contratar a una asistenta.

Vamos a una "chacha" porque mi madre se aquejaba de dolores en la espalda y en las manos.

Además tenían que observarla en el Hospital y eso, y yo, con 14 años, no tenía mucha consciencia de ello. Yo por entonces, solo tenía ojos para mi pasión desde los 9 años. El Sexo. Me llevo masturbando desde los 10 y siempre lo he tenido a mano para cuando yo quisiese.

Pues eso, pero claro. Yo no iba a tener en cuenta que si la asistenta estaría buena o no. Pero, una de mis fantasías era esa. Asi que, mas de una paja caeria si estuviera buena.

Al día siguiente, esta asistenta vino. Era una mujer fea y gorda, usaba gafas y tenía el pelo grasiento. Yo diciendo: "Joder, vaya mierda de mujer"

Pues nada, yo a lo mio, al ordenador. A mi madre la ingresaron y yo me tuve que quedar solo en casa unos dias. Pues unos dias que los pasé pero que muy mal. Este "monstruo" llamado asistenta, me hacía hacer los deberes y no me daba tiempo tampoco para poder masturbarme, ya que siempre estaba encima mio para que no hiciera trastadas.

"Joder, que mal". Era la frase que más repetia en el dia. Pues nada. A aguantar. Menos mal que ya era sábado y esta mujer al dia siguiente no aparecía.

Dió la casualidad, que el lunes me llevé una sorpresa espectacular. Eran las 3 de la tarde, cuando llegué del colegio, y se dió esta conversación.

- Hola Lourdes (así se llamaba la asistenta asquerosa), ya he llegado.

- Hola José.

Claro, esa voz no me sonaba de nada. Era una voz angelical, parecian los sonidos del arpa de Apolo, los cánticos de las sirenas, el trino del mas bello ruiseñor. Yo me quedé extasiado y me acerqué a la cocina, lugar de donde provenia la voz, y ví a ese espectáculo de mujer. Estaba arrodillada limpiando el suelo.

- Hola - dije yo, medio temblando - ¿Quien eres?

- Hola - se levantó y se fué acercando a mí - Mi nombre es Minara y mi compañera no ha podido venir. Se puso mala y vengo a sustituirla. ¿Sabes que eres más guapo que como me comentó mi compañera? - Se fué acercando más y encima, ¡me soltó un beso!

- Gra... gra... gracia...s.

Madre mia, que bombon de mujer. Minara encima, ¿sabes? ¡que nombre más exotico! Me tuve que ir de allí porque mi pene se estaba haciendo más grande de lo normal. Me metí a mi cuarto y le pregunté a gritos que que habia de comer.

-Spaguettis con queso - Me dijo.

Joder, un día redondo. Un pivón como asistenta y encima Spaguettis con queso, que es la comida que más me gusta. La asistenta Minara, era de alta como yo por entonces, 1.74 metros. Tendría a lo mejor, una 100 de pecho, y unas caderas delgadas. Pelo castaño largo y ondulado. Y una cara preciosa. Muy buena, si señor.

Cuando se me pasó un poco el acelerón, me fuí para el comedor para meterme entre pecho y espalda una fuente de pasta, que luego me serviría para tener fuerzas.

Al terminar, me fuí para el cuarto para hacerme el mayor pajote que me habia hecho en la historia. Me metí con tal rapidez que ni me di cuenta que no heché el pestillo. Así, me senté en la cama y me saqué mi falo, lo agarré con la mano y me empecé a masturbarme. A todo esto, que justo casi en el encumbramiento de mi paja, abrió la puerta Minara. Nos quedamos de piedra los dos. Yo me quedé todo rojo, muy nervioso y sin saber que hacer o decir. Esta petrificado. Ella sin embargo, no pareció disgustarle, incluso, pareció darle morbo el asunto. Yo claro, me fuí a tapar, porque la verguenza me mataba. Ella se acercó hacia mí y me dijo que que hacía

- Me estoy ... me estoy ... - No era capaz de decirlo. En esas cosas siempre he sido cobarde y vergonzoso

- Te estás haciendo una paja, ¿a que si?

Asentí con la cabeza, todavía rojo y nervioso.

- Ya. ¿Con que te estabas haciendo la paja? ¿En quien pensabas?

Me quedé callado. Ella suponía que era ella misma y asi era. Me la imaginaba en la cama, haciendome una mamada. Eso si, su reacción me sorprendió y me dejo más helado todavia.

- Pues te vas a enterar.

Me enganchó de la pechera y me tiró a la cama. Cojió mis pantalones y me los bajó, con los calzoncillos y todo. Yo seguía helado. Pero claro, el tacto de sus manos en mi pene me hicieron reaccionar, sobre todo, en esa zona. Se generó tal erección que ni yo mismo habia visto en mi vida.

- Umm, que gruesa. Me parece que me la voy a comer

¡¿Como es posible?! ¡Se va a comer mi pene!¡Me lo va a mamar! Joder, yo estaba en la gloria en ese momento. Empezó metiendo la puntita de mi glande por sus labios y luego poco a poco, empezó a meterse más todavia, hasta llegar abajo del todo. Diosss, que sensación. Se la sacó y me empezó a mamarme los huevos. Dios que placer yo no podía más. Su lengua se restregaba sensualmente por mis gónadas y era una sensación muy placentera. Madre mia, ya no podia más. Empecé a gemir y ella, quería hacerme llegar hasta el final. Colocó mi pene entre sus enormes tetas (recuerdo que son una talla 100) y empieza a hacerme una cubana inmensa. Comiendose toda mi punta. Ya estaba para correrme y lo dije:

-¡¡ Me corro !!!

Se metió hasta el fondo mi pene y empecé a manar semen dentro de su boca. Noté como se lo tragaba sin dejar casi nada. Increible.

Se levantó y me dijo que la proxima vez hechara el pestillo porque si no, ella no respondia de si misma. Se recogió y salió. Eran ya las 5 y era hora de irse. Se fué de casa y nunca la volví a ver, porque al dia siguiente ya llegó Lourdes.

Pero me da igual. Yo me quedé en la gloria, cumplí un sueño y he perdido la virginidad a los 14. ¿Que más se puede pedir?