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Secretos 3x en la web

en Sexo Virtual

Mina Soran se preparaba para finalizar otro día de trabajo extenuante en la oficina, cuando su mejor amiga la interrumpió.

-Mina, querida apaga ya esa cosa –dijo Carry Lorens refiriéndose al ordenador- Vamos tomemos un café. Hay un día precioso y existe todo un mundo fuera de ese aparato.

    Carry Lorens se destacaba en todo el 5° piso de la empresa TecnoElist por su impulso, ganas e iniciativa. No por cualquier cosa era Gerente Administrativa. Pero en esos momentos en que uno más necesita la paz y la tranquilidad uno de sus gritos, amistosos, resonaron estridentes en sus tímpanos.

-Sí, Carry. Solo dame unos 10 minutos para terminar con unos detalles y luego te alcanzo en el elevador.- le respondió con esas serenidad que la caracterizaba.

    Mina no hacía mucho había llegado a Inglaterra. Era una total extranjera con familia en Londres. Todavía agradecía su buena suerte por aquel empleo. Con sus 24 años, ojos castaños y cabello larguísimo que siempre llevaba atado. No era de esperar que tuviera problemas en conseguir un empleo, eso ya lo sabía. Era una mujer sola, en una ciudad que no conocía, con un idioma que no era el suyo.

Mina decidió hacer a un lado aquellos pensamientos, y concentrándose en dar forma en menos de 10 minutos el trabajo que tenía en la pantalla. Era un producto que el Sr. Maximilian había creado. Su jefe era un enigma para ella, pero mientras le siguiera firmando los cheques a fin de mes, eso no le preocupaba demasiado.

Por la mañana, hacía una semana le llego al despacho pilas de biblioratos que debía utilizar como fuente de información para iniciar su trabajo; la cual consiste en radio, TV, periódicos, foyetería, pancartas, publicidad por correo, pero lo que más la entusiasmaba era la idea de agregar el nuevo producto a la pagina web de la empresa...

Pensando en todo el trabajo que le esperaba no le hacía dar hondos suspiros, sino, más entusiasmado. Tenía en la mente dejar a sus superiores orgullosos de su trabajo. Necesitaba el puesto permanente y no a prueba por 6 meses como establecía su contrato.

La elaboración de la publicidad era una gran oportunidad para demostrarles lo que sabía.

Sin previo aviso una pequeña mano perfectamente acicalada le arrebato el mouse y lo arrastro hacia el icono que marcaba un disk para grabar los últimos detalles.

    Mina miro a Carry ceñuda.

-Todavía no pasaron ni 5 minutos, te dije que ya terminaba...

-Sh, sh.. cuidado niña. Como tu superior te ordeno ir a casa, tus minutos no fueron 5 sino 15. Tendremos que suspender el café para otro momento, Lyam a pasado a buscarme mas temprano de lo acordado y sinceramente ese hombre esta mucho mas guapo que tú.- le dijo guiñándole un ojo.

-Bueno, me siento muy halagada. Ahora vete con tu Romeo. Terminaré de juntar mi escritorio y guardar los archivos bajo llave. Luego te prometo ir directo a casa.

-Mas vale que así sea, porque me enterare tarde o temprano si me mientes.- Le decía mientras se encaminaba a la puerta, pero se detuvo al tomar el pomo de la puerta y la miro- Si vas a llevarte esos discos para seguir trabajando el fin de semana te sugiero que te tomes un receso y visites, ya que estas con el ordenador, una pagina web, que a mi parecer es muy interesante...- mina se termino de colocar el anorak y la miro curiosa- se llama "hentai chat".

-Si- le dijo como si quisiera apresurar la cosa- lo haré.

-Nos vemos el lunes, querida. –se despidió, pero no sin antes garabatear rápidamente la dirección en la agenda de su amida- chaooo!!

Mina tomo las llaves, su agenda y el disco que se expulso en aquel instante del ordenador.

Guardo los archivos, cerro la oficina y se encaminó a los ascensores. Eran las 7: 30 PM. No solía haber mucha gente a esa hora un viernes pero las puertas del ascensor se vieron, revelando un pasajero en él.

Era un hombre, muy alto con vaqueros negros y camisa blanca de seda. "dios - pensó Mina- esta para morirse" se miraron por unos dos segundos interminables. La nube que velaba su ensueño se interrumpió al ver que las puertas comenzaban a cerrarse. Él coloco su mano y le dijo.

-¿Va a subir?- El desconocido debía estar de visita por allí. No le conocía de vista. No parecía fatigado por un arduo día de trabajo. No vestía como el resto. Todas esas confirmaciones la condujeron a una sola sospecha... debía ser hijo o amigo de alguno de los altos ejecutivo. Según su aspecto parecía ser mas un niño grande y mimado por papi. Seguro que un Ferrari lo esperaba en la entrada, pensó Mina con el seño fruncido.

-Si.-Fue su ceca respuesta.

El trayecto no duro mucho pero sirvió para examinarlo mas de cerca, tenia unos ojos verdes espectaculares y su pelo no era corto como creyó en un principio, era largo hasta media espalda y lo llevaba atado con una cinta de cuero negro que apenas se distinguía de su cabello del mismo color.

-Tengo algo en la cara o es que tiene por costumbre mirar a lo hombres de esa manera- le inquirió él.

Que engreído. No solo era un hombre apuesto sino que venía acompañado de un ego descomunal.

-Lo siento solo me preguntaba que hacía un hombre como usted en un lugar donde las personas tienen por costumbre trabajar.- Mina no sabía como se le había ocurrido decirle aquello. Pero su bien conocida serenidad era puesta a prueba por aquel desconocido.

Los ojos esmeraldas brillaron para preparar un contraataque y fue, en ese instante, cuando se abrieron las puertas del elevador. Mina no se lo pensó ni un segundo. Salió disparada y saludo al guardia de seguridad que le abría la puerta del garaje.

"No mires hacia atrás o el lobo te comerá", se repetía Mina. A paso redoblado se dirigió a su pequeño y moderno Jeep Toyota, su amado refugió, como adoraba aquel vehículo. Y todavía más al notar que era él quien la liberaría de la amenazadora sombra que se acercaba paso a paso hacia donde ella se encontraba.

Tomo las llaves del bolsillo, entro, arranco y salió. Una ves en la autopista ya se sentía muchísimo mas tranquila. Y dejo soltó pesadamente el aliento que contenía en su garganta.

-Mina eres una tonta –se decía en vos alta- mira si al tipo se le ocurre decirle al Jefe de Personal o peor si es hijo de alguno de los ejecutivos- No cesaba de pensar en todas las posibilidades que aquel londinense tenía de hundirla.

Una vez en casa. Se encontraba más tranquila. Si en todo caso las cosas se ponían feas todavía tenía el dinero que le había dejado sus tías como herencia al igual que la casa. No tenía porque molestarse si perdía el empleo, eso no la mataría.

-Hola luna!- saludo a su gata- ¿Qué has estropeado hoy?- el felino maulló con entonación a reproche- Bueno, tampoco te ofendas- Una ves en su hogar ya no tenía porque hablar inglés- Dime luna –le decía a la mascota mientras se quitaba los zapatos- el castellano no es mas dulce y seductor que el frío y pomposo inglés.

-Mmiiaauu...

-Lo mismo pienso -le dijo riendo.

Encendiendo la cafetera a su peso en la cocina, y una vez en el living, el equipo de música y el ordenador portátil. Tomo unos apuntes que tenía pegados en el monitor y colocó el disco que utilizaba en el trabajo para seguir con el proyecto.

Luna se refregó contra sus piernas enfundadas en medias de seda y Mina sintió un escalofrío entre las piernas.

-Luna no hagas eso.-Examinó su reloj de pulsera y noto que el animal debía reclamar su comida.- Tendré que buscarte otro método para demostrarme que tiene apetito.

Le reprocho con cariño mientras le llenaba su tazón de comida y leche. Aprovechando la cocina se sirvió el termo de café para dejarlo junto a ella mientras trabajaba.

Tenía por costumbre trabajar hasta muy tarde. Y una vez que comenzó a trabajar no midió ni el tiempo ni las horas.

Los ojos le escaseaban, se quito las gafas que utilizaba para trabajar y se dio un leve masaje con las yemas de los dedos en las orbitas de sus ojos.

"Tomate un recreo... " las palabras de Carry surgieron en su mente como una divina revelación. Miró el reloj eran las 12:05 AM.

-Creo que merezco un descanso- Pero para ella estar con su maquina era un deleite, lo que la agotaba era exprimirse el cerebro tratando de encontrar la solución a los distintos problemas que se planteaban en el proyecto.- Que dijo Carry de un websites... mmm -pensó tratando de recordar la agenda- ¡rayos!... creo que la deje en el jeep.- Se levantó y cayo de nuevo con un suspiro.- No tengo ganas de ir a buscarla.- dijo para sí.

-Pensemos un poco no era tan difícil, mmm... ha... lo tengo.- Tipeó en la casilla de dirección la frase que le mencionó Carry. Hizo un clic en buscar y espero.

Poco a poco se fue desplegando en pantalla el texto y las imágenes borrosas. A medida que se iba cargando la pagina, los ojos de Mina cobraron un brillo de sorpresa mezclado con curiosidad.

-Es un websites erótico, santo Dios que mente tiene esa mujer.- Decía con una sonrisa en los labios.

Al comienzo pedía introducir un nick que quisiera utilizar.

-Un nombre... eso es sencillo "felina midnight"- dijo mirando como dormía luna en su canastilla.

Luego pedía una descripción física, gustos personales y demás. Una vez llenado los datos, apareció un cuadrado en el que decía que se cargaría una lista con los contratos que se apegarban según sus gustos y referencias.

Bueno, esto se pone cada vez mejor.

No era una lista muy larga pero de entre ellos fue uno quien le llamo la atención. Era un seudónimo corto y no muy complicado como el resto. El se hacía llamar "Mask X".

Marcó con el mouse en un nombre y vio que estaban charlando con otras dos personas. Una era "sexy woman" y "Afrodita".

Afrodita- ¿qué estas asiendo hoy. Mi tigre?

Mx- Nada fuera de lo común.

Sexy woman- Quiere que te rompamos la rutina, bebe?

Mx- talvez Si, depende que me propongas.

Sexy woman- Para ti todo, si tan solo nos dieras tu dirección no me tardaría en visitarte.

Afrodita- Te gustaría jugar de a tres, mi tigre?

Mx- Me gustaría seguir como hasta ahora...

Afrodita- Pero a otros les ha "entretenido" nuestra compañía...!

Sexy woman- Si, y han sido más receptivos con nosotras!

Mx- Si tienen problemas con mi identidad es tiempo de terminar con nuestros encuentros y listo.

Sexy woman- Talvez sí- y desconecto la línea.

Afrodita-¡¡Cobarde!!- desconectado.

Mx-... estamos solos ¿quién eres?, Sé que estas allí...

Fmn- si lo sabes... –contesto Mina- para que quieres que te lo diga.

Mx- No soy adivino y si vas a ser como las otras dos pesadas es mejor que yo también me vaya.

Fmn- ¡¡No!!

Mx- ¿Qué?

Fmn- Esta bien. –suspiro - Me hago llamar Felina de media noche aunque prefiero la abreviación. Yo también prefiero el anonimato.

Mx- Es la primera vez que estas en un websites de este tipo, ¿verdad?

Fmn- Sí, sinceramente no se que hacer. Me gustaría que me guíes un poco sino te molesta.

Mx- será un placer para mi, gatita. Primero dime en donde te encuentras, descríbeme el lugar.

Fmn- Estoy en el living de mi casa.

Mz- ¿Estás con alguien más?

Fmn- No, estoy sola. Vivo sola.

Mx- Tu novio no te invitó a salir un viernes en la noche? Que malo de su parte...

Fmn- No, no tengo novio.

Mx- Mejor, soy muy celoso. ¿Qué llevas puesto?

Fmn- Salí del trabajo y todavía no me quité el uniforme. Es una camisa blanca con una falda corta azul.

Mx- ¿Llevas el pelo suelto o atado?

Fmn- Lo llevo siempre atado.

Mx- Quiero que te lo sueltes.

Mina se soltó el cabello y se lo removió con los dedos hasta hacerlo caer en cascada por su espalda.

Fmn- listo.

Mx- quiero que te desprendas la camisa y me describas como es tu ropa interior.

Mina se sonrojó. "Dios... es tan.. tan extraño. Bueno no pierdo nada estoy sola en casa". Tomando confianza poco a poco, se fue desabotonando la camisa dejándola deslizarse por sus hombros.

Fmn- Me he quitado la camisa. Mi sujetador es blanco con encaje y sinceramente me esta comenzando a molestar.

Mx- ¿enserio, corazón? Entonces quítatelo.

Ella lo hizo y se estremeció al notar sus pezones rozar el fino encaje. "¿Él querrá saber lo que siento?."

Fmn- ahh.. mis pezones están erectos y me cosquillean.

Mx- tócate cariño, tócate. Imagina que estoy contigo recorriendo con mis manos tus senos. Has que sea excitante para ti como lo esta siendo para mí.

Fmn- ahhss... mmm… es lindo reconfortante.

Mina hacía cada una de las cosas que le pedía y transcribía lo que sentía en ese momento. Aunque casa segundo que pasaba le costaba mas trabajo concentrarse.

Mx- ¿Quieres conocer más?

Fmn- ¡Sí!

Mina estaba cada vez más confiada. Era segura. Ella se excitaba con cada palabra que leía y le gustaba cada vez más.

Mx- Quítate la falda y la bombacha, siente tu cuerpo con tus manos.

Mina se quito toda la ropa y llevo el ordenador a su cuero, a su cama. Agradecía al cielo la extensión del cable telefónico.

Fmn- Estoy totalmente desnuda, excitada...... y en mi cama.

Mx- Tócate entre las piernas con la yema de tus dedos y dime que sientes.

Mina tenía el cuerpo enfebrecido. Cada caricia suya era como una de él. Comenzó a descender las manos a medida que aparecían las palabras en la pantalla.

Separó sus piernas y colocó el ordenador entre ellas. Fue tocándose entre los muslos con sus tersos dedos. Primero con suavidad, en círculos, ascendiendo con dolorosa lentitud.

    Llegó a su centro femenino y acaricio el bello que resguardaba el placer de su cuerpo. Un escalofrío recorrió su columna, estremeciendo todo su cuerpo... ¡tenia que decirle lo que sentía!

Fmn- Estoy... no se como decirlo... caliente. Estoy húmeda y tiemblo cada vez que escribes lo que quieres haga.

Mx- Introduce un dedo en tu vagina.

Mina lo hizo.

Fmn- haamm… haa.

Mx- introduce dos.

Fmn- ah... ahhh

Mx- Balancéate, mueve tu cuerpo y tus dedos dentro de ti.

Fmn- ah... ahh... No... uuufff… necesito más… No puedo... ¡quiero más!

Mx- ¿Sí?

Fmn- Sí, por favor. Quiero maaaas... aaaahmmm....

Mx- ¿Quieres sentir como me introduzco dentro de tu cuerpo? ¿Cómo mi miembro grueso y duro se entierra hasta el fondo dentro de ti?

Fmn- Síííí... sííí... ahh

    Unos sonidos extraños irrumpieron la quietud y la calma de la casa, penetraron en la nube de éxtasis en la que se encontraba Mina. Un segundo después una sombra la atrapó y la colocó contra las almohadas de la cama. Quito con rapidez pero con cuidado el ordenador portátil. Se quito la ropa con una velocidad asombrosa.

Mina no acababa de razonar aquellos sucesos, estaba tan excitada como si la hubieran drogado un algún exótico afrodisíaco, estaba fuera de control. Y las manos que recorrían su cuerpo no hacían nada por mejorar su situación...

Ya no importaba nada. Quería... quería fuego, pasión, deseo... y lo quería todo en ese momento.... ahora... ya!!

-¿Quieres más Mina?- Dijo su captor.

-Tu vos... te conozco... -murmuró entre jadeos la joven, tratando de identificarlo.

-¿Quieres más?- le interrogo de nuevo, tocando su húmedo centro, besando y succionando sus senos. Mina tomo su cabello entre lo dedos apretándolo contra sus pechos.

-Sííí... –lo necesitaba con desesperación y no le importaba absolutamente nada mas.

-Como quieras, cariño. Como quieras....

    El frotó la punta de su miembro contra los labios de su feminidad. Mina se estremecía de anhelo, tiró de su cabello para apresurarlo.

Él logró encender el velador de la mesa de noche y le dijo.

-Mírame Mina, contempla con tus propios ojos al hombre que te hará el amor como nunca te lo hicieron antes.

Mina no podía creer que fuera el mismo tipo del ascensor.

-¿Pero cómo....? Ahh... -su pregunta quedo interrumpida por la lenta penetración de su rígido pene en la apretada vagina de ella.

-Eres el estuche más mojado, caliente y apretado en que he estado jamás.-recorrió con lentitud el trayecto que lo llevaría a lo gloria sin dejar de mirarla. Llegó hasta la mitad y se retiró lentamente- Prepárate Mina –y así la envistió como una hola llenándola por completo.

-mmm... Noo… ahh, ah… Dios mío … oh –Mina jamás sintió a un hombre tan grande dentro de ella. Jamás lo había sentido.

    Un dolor agudo la le cortó la respiración por un segundo. Fue un segundo en el que creyó que la partiría en dos.

- Eres tan grande, tan grueso y duro... Ahhh....-sacudió la cabeza de un lado a otro, frenética, posesionada entre el dolor y el placer, entre sabanas y almohadas, húmedas, manchadas....

Sus palabras lo excitaron mas de lo que él mismo creyó posible. Así como también creyó increíble que le hubiera quitado la virginidad.

-Oh dios... ¡qué he hecho? -dijo él. Su rostro reflejaba una mezcla de incredulidad y deseo, pero por sobre todo ternura y pena- Cariño mio, haré que esto te guste, te lo prometo –de a poco y pausadamente se fue meneando de adentro hacia fuera, cada envestida, cada sacudida era como vivir y morirse un poco dentro de ella y en ese tierno y acalorado viaje volvía loca a Mina.

    Ella rodeó con sus piernas la cintura de él y se aferró al acolchado de la cama, mientas él la sujetaba de las caderas para hacer mas firme cada movimiento.

-Vamos Mina, cariño... así... así –los gemidos de él se transformaron en uno solo con los de ella al sentir que tocarían el cielo.

Mina estaba a punto de estallar, la tensión dentro e ella era insoportable. Dos segundos de cordura la despertaron y se dijo a si misma en vos alta, en su idioma.

-Te haré pagar... ahh... –Mina lo dijo con tal vehemencia que él creyó que lo golpearía antes de terminar con el acto.

-Qué? –Él la miró con ojos brillantes al escucharla.

    Mina sabía que él no comprendería una sola de sus palabras, pero sabía como hacer para torturarlo. No era una completa ignorante. Unos segundos más tarde ambos llegaban al clímax. Él eyaculo de tal forma que ella sintió como el liquido chocaba en lo mas hondo de su vientre, resbalando por sus paredes, bañando sus muslos.

Las convulsiones se extendían por ambos cuerpos con ondas devastadoras. Luego... poco a poco fueron cesando. Fue como un terremoto que debelo un volcán saturado de actividad, reventando en una erupción de liquido ardiente, calor, fuego.....

    Él calló sobre el pecho de ella entre jadeos. Exhausto por su tremenda odisea. Jamas había sentido tantos sentimientos encontrados como lo había sentido con ella. Mina acarició su espalda con manos suaves, llegó hasta su cabello y soltó la cinta de cuero que lo sujetaba. Él extrañado por ello, apoyó ambas manos a los lados del cuerpo de Mina y se levanto mirándola, todavía con su virilidad a medio excitar aún dentro de ella.

Su cabello oscuro, lacio y largo cubría a medías su hermoso rostro masculino, como una cortina de noche.

-¿Quién eres? –Mina le pregunto con vos agitada aún-¡Cómo me encontraste? ¿Cómo entraste? ¿Dónde...

-Shhh... –él la interrumpió con un dedo en los labios- Te seguí. Encontré tu agenda en el suelo del garaje y sabía donde vivías y que harías esta noche.

    Mina no podía creer lo que escuchaba.

-Sabe que podría denunciarlo –le espetó ella poniéndose sería- Hostigamiento, allanamiento de morada, violación...

    Él se rió con una carcajada sonora, mezclada de humor e incredulidad.

-Disculpa que te lo diga, pero no estas en una posición decente de exigir nada... –en segundos ella le tiró del cabello hacía un lado y Mina se sentó a horcajadas sobre él.

-Tengo en mente –decía en castellano- Una forma muy dulce de hacerte pagar. –Él la miraba con ojos incrédulos. Mina tomo de mesa de luz unos pañuelos de seda y ató con ellos las muñecas de él a los lados del cabecero de la cama.

-¿Qué estas haciendo?

-Ya verás- dijo Mina en idioma- Tú no comprendes lo que digo, pero yo disfrutaré de ti, de tu cuerpo, todo el tiempo que quiera.

    Ella se irguió sobre el cuerpo del hombre, y comenzó a acariciar cada músculo de su pecho, luego comenzó a darle pequeños besos en el hombro hasta el cuello, lamiendo su garganta, sintiendo con la lengua la palpitación de sus venas.

-mmm... Minaaa...- Era su momento de gemir, pensó ella.

    Besó sus mejillas, su frente y sus labios. Poco a poco lo persuadió para que los entreabriera, no le costo mucho. Y así ella lo invadió con su lengua. Lo beso tan lentamente que él creyó no poder soportarlo. Sin dejar de besarlo, fue descendiendo sus manos por el pecho perfectamente torneado hasta encontrarse con una dureza mucho más sensible. Lo tomó con toda la palma de la mano y apretó ligeramente.

-Aaah... uufff.... aaaaaah...

-Te haré estallar.

    Mina se sentó sobre los gruesos muslos de él. El hombre no creía lo que veían sus ojos. Atado como estaba no podía tocarla, acariciar esos senos, tomarla del cabello y ceñir sus caderas contra las suyas. No podía hacer nada. Esta a su merced por completo. Y su mano... oh dios del cielo... su tacto era pura magia, una mezcla de dolor y agonía que lo estaban poniendo al limite de sus fuerzas...

-Suéltame Mina... –le dijo con ojos brillantes de necesidad.

-No. Este es mi momento –le respondió como una sentencia.

    Ella le rozó con la punta de los dedos su miembro erecto, dejando ver como las venas que lo surcaban aparentaban estallar. Mina recorrió con su índice la más gruesa de ellas y lo oyó maldecir.

-Cómo disfrutare viendo esto –dijo con vos melosa - después de esto sacaré mi versión del Kamasutra.

-Mina tienes que parar o... –le advirtió entre dientes, ya no aguantaba más.

-¿... o qué? Acaso me vas a castigar –lo miró y agacho un poco su cabeza para besarlo uno de las tetillas de hombre.- yo creo que ahora tú no estas en posición de hacer amenazas –su vos era ronca, acaramelada y suavemente lenta.

Volvió a apoyar su turgente trasero en los candentes muslos masculinos. Mina tenia sus traviesas manos en las caderas de él. Palpando. Acariciando. Sintiendo. Calentando... Cada vez mas acercándose peligrosamente a la fuente del deseo de su compañero. Toco uno de sus testículos y el rugido que escapo de su garganta sorprendió a Mina.

-¿Qué sucede, creí que te gustaba? –Esta ves la sombra de la duda se reflejó en sus ojos -¿Sí quieres me detengo?

-¡No!- Aulló él –No puedes parar ahora... es que... ahh esto es una agonía... ahh –su respiración era agitada y su frente brillaba con perlas de sudor.

    Mina mas confiada aún, palpó ambos testículos y los acarició sin dejar de contemplar el rostro de él. Le fascinaba el poder que estaba obteniendo.

-Y esto recién comienza... –le informo.

-Oh por dios Mina... para... para –El sacudía la cabeza de un lado a otro jadeando- Mina...

    Ella bajo la vista a la muy generosa virilidad que se curvaba hasta su ombligo, con su cabeza rosada, atiborrada vida. Rozó con un dedo el borde de la cabeza en forma de corazón y esa fue su perdición.

-Mina.. ah acaríciame, tócame, apriétame –su ruego la animó más- Mina te necesito, me siento morir.

-Creo que voy a hacer algo mejor.

    Ella bajó su cabeza y poso un beso como mariposa en su falo duro como mástil. Él rogaba que le hiciera lo que se estaba imaginando. Abriendo la boca recorrió con la lengua su miembro hasta la punta e introdujo la punta de su lengua en la pequeña abertura en su extremo. Él tironeó desesperado de los pañuelos que lo sujetaban. Cuando de pronto lo succionó.

-Ahhh....

    Ella continuaba, succionando. Bajando y subiendo su cabeza. Al principio con suavidad. Luego lo aferró con ambas manos y lo mamo con hambre...

-Detente. Voy a acabar... -tratando de advertirle.

-Me lo prometes... –le animo sin dejar de acariciarlo de arriba-abajo con sus dedos; más y más raído.

-oh sí, así… ah... aaahhh…

    Y por fin broto como una aguja su cáliz blanco y espeso, manchando los senos de Mina y el vientre de él. Mina no dejó de acariciarlo hasta que no le extrajo la última gota y cesaran con suavidad los espasmos del cuerpo de él.

    Por fin él se rindió cayendo laxo sobre la cama.

-Mina no sé si eres un demonio o un ángel –susurró-... desátame, cariño.

    Ella lo hizo.

-¿Quien eres?

    El suspiro agotado, pero un poco preocupado. Ella no supo como interpretar su gesto, pero no quiso preguntar. Tomado una decisión apresurada, él respondió.

- Maximilian

    Mina tenso su cuerpo, por la sorpresa.

-Tranquila... –le susurró al oído- se quien eres, lo que eres, mi vida. Duerme. Yo estaré aquí cuando despiertes. -Le levantó la barbilla y la miro a los ojos- y entendí cada una de las palabras que me dijiste. Todas y cada una mi cielo.

Mina no lo podía creer. Un rubor se extendió en sus mejillas, al recordar sus propias palabras. Pero se sentía feliz de tenerlo así junto a ella. Apretados. Acurrucados uno junto al otro, con sus miembros entrelazados. Como si no fueran capaces de interrumpir el contacto físico.

    Maximilian sintió como relajaba su cuerpo y también como se acurrucaba en su pecho. No tenía fuerza para nada, solo para abrazarla y entrelazar sus piernas con las de ella y así yacieron juntos... dormidos...toda la noche...

    Todas las noches.

¡Espero te halla gustado!

  Virginia Ángel Anahí C.
Vir_angel@hotmail.com