miprimita.com

Viaje de egresados

en Hetero: Primera vez

Esto sucedió el 30 de diciembre de 1993, estaba con mis compañeros de curso en nuestro viaje de egresados (licenciados) en Bariloche, como es costumbre en Argentina. Me llamo Mauricio, en esa época estaba por cumplir 18 años y soy de Mendoza. Llegamos al hotel, que era pequeño, con su propio restaurante, el frente del hotel daba al lago, lo único que había que hacer era cruzar la calle. Las habitaciones eran para 5 personas, la mía estaba en piso superior, en las habitaciones que tenia a cada lado estaban mis compañeras.

Hacia dos días de haber llegado, era la tarde, los demás chicos se habían ido a una excursión (o eso creía), yo no me sentía bien, así que decidí quedarme en el hotel. Apenas ellos se marcharon me metí al baño para tomar una ducha, cuando salí del baño me recosté en mi cama cubierto únicamente con toallon.

Los últimos días mi calentura había aumentado, cerré los ojos y empecé a masturbarme pensando en mis compañeras. Sentí un ruido que llamo me atención, abrí los ojos y la vi mirándome como a medio metro. Era ella, Alejandra, me había enamorado de ella por un tiempo, pero ella estaba de novia, y ni siquiera me miraba.

-Te gustaría ayudarme -le dije.
-No se como, nunca he visto una de verdad, soy virgen.
-Podemos aprender juntos, yo también soy.

Le agarre la mano y la atraje hasta mí, recostándola sobre la cama y le di un beso, nuestras lenguas se entrelazaron. No se cuanto tiempo estuvimos así, pero mi erección no había disminuido, ella lo noto, tome su mano y la puse sobre mi pene, le dije que lo tomara e hiciera lo mismo que yo había esta haciendo. Con mi otra mano le baje las calzas, y note que tenía su bombachita muy mojada. También se las baje, y empecé a masturbarla, sentía el calor que salía de su vagina. Ella me masturbaba torpemente, con mi mano le di el ritmo que debía llevar, yo mientras tanto le había introducido un dedo en la vagina y con el pulgar le acariciaba el clítoris.

-Viste que es más entretenido participar - le dije.
-Siii.

Seguimos así varios minutos, ya le había introducido dos dedos en su vagina y sus gemidos retumbaban en la habitación, yo estaba a punto de acabar y le dije:

-Estoy por eyacular - es lo único que alcance a decir y mi semen se escurrió entre sus manos. Al parecer esto hizo que ella alcanzara también el orgasmo, sus jugos se escurrieron entre mis dedos. El olor a sexo invadió toda la habitación, acerque la mano que tenia en su vagina a mi boca para saborear sus flujos y ella hizo lo mismo con mi semen.

Después de unos minutos nos calmamos. Me di cuenta que ya era muy tarde y mis otros compañeros estaban por llegar y le comente:

-Que te parece si seguimos con esto en la noche, los chicos tienen que estar por llegar.
-Si -mirando el reloj en su muñeca- es tardísimo, pero no quiero parar.
-Yo también quisiera seguir, pero es mejor los chicos no nos descubran.
-Bueno, y esta noche que hacemos.
-Vamos ha ir al boliche, nos separamos del grupo y volvemos al hotel para terminar lo que empezamos.
-Esta bien.

Limpiamos un poco el semen y el flujo que cayo sobre la cama. Alejandra se acomodo un poco la ropa y se fue a su habitación, yo por mi parte me empecé a vestir. Unos minutos después que termine llegaron mis amigos con ganas de bañarse.

Ya era tarde, mis compañeros ya habían terminado de bañar y nos avisaron que la cena estaba lista. Todo transcurrió normalmente y no volvimos a hablar más esa tarde. Llego la hora de ir al boliche, como estaba cerca del hotel, fuimos caminado.

Entramos al boliche, en ese momento me acerqué a ella y le pregunte si no se había arrepentido, me contesto que no, le dije que nos viéramos en el baño en 10 minutos y ella me hizo el signo de OK con la mano.

Pasaron los 10 minutos y me dirigí al baño, ella ya había llegado y me esperaba en la puerta. Sin hablar le tome la mano y empecé a dirigirme a la salida. Pudimos salir sin que nadie nos viera, cuando estuvimos en la calle le di un beso apasionado y nuevamente nuestras lenguas se entrelazaron en una lucha sin cuartel. Cuando terminamos le dije:

-Vayámonos de acá, por las dudas que alguien salga y nos vea.
-Bueno.
-Busquemos una farmacia o un kiosco para comprar unos condones, no quiero volver con un regalito.
-No hay problemas, mi menstruación terminó hace dos días.

Empezamos a caminar hacia el hotel, de la mano y cada tanto nos dábamos un beso. El tiempo parecía no pasar.

-No pensé que esto fuera a pasar, o mejor dicho, no pensé que pasara contigo-le comente.
-Yo tampoco, no se si es que estamos tan lejos de nuestros padres o la excitación del momento, pero ahora no quiero parar.
-Pienso que es un poco de ambas -ya estábamos llegando al hotel, en la puerta le pregunto- ¿Qué habitación usamos?
-Las chicas van a llegar tarde porque conocieron unos chicos de otra provincia.
-Entonces yo subo mientras tú pides la llave.

Al llegar arriba me quede esperando en el pasillo, cuando subió me enseño la llave y otra vez nos enfrascamos en un largo y jugoso beso, mientras tanto Alejandra trataba de embocar la llave en la cerradura, cuando lo consiguió y abrió los dos caímos al piso de la habitación. Nos separamos después de unos minutos, cerramos la puerta y le pusimos el seguro.

Me senté en la cama y la coloque frente a mi, fui desprendiendo uno a uno los botones de su camisa hasta que su sostén quedo frente a mi. Deje caer la camisa al piso, y libere sus hermosos pechos, que eran como dos naranjas bien firmes. Acaricie sus pechos para luego succionarlos como un bebe tratando de alimentarse. Mis manos siguieron hacia abajo, acariciando su espalda, hasta llegar a su trasero. Después de unos segundos empecé a bajar sus pantalones. En ese momento lo único que tenía puesto sobre su bello cuerpo eran sus bombachitas y sus medias.

Me puse de pie e hice que ella se sentará, me arrodille entre sus piernas y puse mis manos en los costados de su bombachita y la fui deslizando mientras acariciaba sus suaves piernas. Cuando ya estaban en piso abrí sus piernas, empecé a lamer y chupar su sabrosa vagina, como un animal en celo, de la que ya manaban grandes cantidades de liquido, muestra de la excitación que tenia. Le introduje un dedo, mientras succionaba su clítoris. Le metí otro dedo y sentí como su vagina se contraía a su alrededor, sus gemidos fueron aumentado en intensidad. Entre todo esto llego a un orgasmo muy intenso y inundando mi boca con sus flujos, los cuales saboree como un manjar, eleve la mirada sin dejar de saciar mi apetito con ella y vi como se estremecía en la cama por el orgasmo. Me coloque a su lado y le di un beso, al sentir el sabor de sus fluidos en mi boca, tuvo otro orgasmo.

-Ahora me toca a mí -me dijo, tomando la iniciativa.

Se puso de pie y me sacó la camisa de la misma forma que lo había realizado yo minutos antes, la dejo caer junto a su ropa, y acaricio mi pecho mientras me daba besitos desde la boca, el cuello, por el pecho hasta que llego al borde del pantalón, desprendió el cinturón y de un tirón los bajo hasta mis pies. Mi pene saltó frente a sus ojos, sin que alcanzara a decirle algo se arrodillo y lo tomo entre sus manos y empezó a chuparlo. En un instante me había echo llegar al cielo, sus mamadas eran intensas y profundas, con una de sus manos me masturbaba y con la otra me acariciaba las bolas. Yo baje las mías y comencé a acariciar sus pechos. Estuvimos uno largo rato en lo mismo, hasta que no pude contener más mi semen y lo desparrame todo en su boca, un poco se escurrió por sus labios y fue a dar a sus pechos.

La tome de los hombros e hice que se pusiera de pie, nos dimos un lago beso, pude sentir el sabor de mi semen todavía en su boca, que se mezclaba con el de sus flujos que me había dado momentos antes. Nos recostamos, mi pene ya estaba listo para batalla nuevamente y me dijo:

-Penetrame con suavidad, para que no me duela mucho.
-Deja que primero te la chupo un poco más para que la lubricación sea mayor y entre con facilidad.
-Ok, pero apurare que no aguanto más.

Baje hasta su vagina, separe los labios mayores y empecé a darle largas lamidas e introducirle la lengua. Su flujo le escurría hasta el orto, en ese punto comencé a subir y sujete mi pene con una de mis manos para guiarlo a su interior. Cuando hizo contacto con sus labios ambos nos estremecimos y lentamente se fui introduciendo la cabeza, hasta que encontré dificultad para avanzar, había encontrado su virginidad. Me detuve un momento para que se acostumbrara al pene y mientras la besaba seguí avanzando hasta que sentí como se rompía si himen. Empezó a quejarse por el dolor y se la saque casi completamente, para luego volver a meter más profunda, hasta que estuvo toda dentro de ella. Empecé un lento movimiento de entrada y salida, sus quejidos de dolor dieron paso a sus gemidos, incremente la velocidad. Sentí que estaba llegando a otro orgasmo, yo esta por terminar, pero me detuve para no acabar tan rápido.

Se la saque y observe como mi pene estaba cubierto de sangre, le dije que se pusiera en cuatro patas, me acomode detrás de ella y de un solo golpe se la metí hasta las bolas, ella pego un grito de dolor y placer que hizo que aumentara la intensidad y velocidad de mis arremetidas. Baje mis manos y empecé a acariciar sus pechos. Sentí como mi semen quería salir, intente contenerlo, hasta Alejandra no pudo más y su cuerpo cayó sobre la cama, yo seguía con mis arremetidas y al sentir que estaba teniendo otro orgasmo, descargue todo mi semen en su interior. Estábamos agotados, mi cuerpo que sobre el suyo con mi pene aun en su interior, de su vagina se escurría gran cantidad de semen mezclado con sangre se la desvirgada.

Me recosté frente a ella, mirándonos y empezamos de nuevo con nuestras caricias y besos.

-Porque no nos damos una ducha para limpiarnos los restos de sangre -le comente.
-Si, no pensé que sangrara tanto.

Nos dirigimos al baño. Alejandra tomó el jabón y comenzó a pasarlo por mi pecho, para luego ir ha pene. Lo jabono completo, sus caricias hicieron volviera pararse. Yo, mientras tanto, estaba limpiando su entrepierna con mi mano, retirando los restos de sangre y semen. Esto hizo que la excitación fuera en aumento, y la coloque con la espalda contra la pared y la penetre nuevamente, mientras el agua tibia caía sobre nuestros cuerpos. Seguimos así unos minutos, para luego salimos de la ducha, me senté en el inodoro, y le dije que se sentara encima de mi pene, ella lo tomó con su mano y lo dirigió hacia su interior. Cuando la punta estuvo adentro, se dejo caer fuertemente, empalándose hasta el fondo. Al empezar a subir y bajar sus pechos se balancearon frente a mi rostro, los tome entre manos y me dedique a lamerlos y chuparlos, libere una de mis manos y le acaricie el orto. En esa postura acabamos los dos juntos.

Terminamos de bañarnos, lavándonos mutuamente, para después secarnos de la misma forma. Yo pensé que todo había terminado, pero al parecer me equivoque, volvimos a acariciarnos y besarnos. No se como terminamos en otra de las camas de la habitación y ella empezó a chuparme la pija, yo la acomode sobre mí para que su vagina quedara en sobre mi boca y hacer un 69. Mientras se la lamía, le metí un dedo por el orto y en unos momentos este se abrió permitiendo que le metiera otro. Esto me excito e hice que se pusiera boca abajo en el borde de la cama y con las piernas en el piso, pase la pija por su vagina para lubricarla, y comencé mi entrada por su orto. Solo había entrado la cabeza y ella se quejaba de por el dolor, me pedía que se la sacara, que le dolía mas que cuando la desvirgue, yo le di un beso en la boca y le dije que se relajara y así dejaría de sentir dolor. Baje mi mano hasta su vagina para masturbarla y así hacer que olvidara el dolor. Seguí penetrándola hasta que mis bolas tocaron su vagina y con cada envestida el roce hacia que elle emitirá un gemido intenso. Fui amentando el ritmo y en un momento no pode más y me vacié dentro de ella.

Descansamos un momento y no dimos cuenta que ya eran las 5 de la mañana, limpiamos la habitación, nos vestimos y salimos a tomar un café.

Al regresar nuestros respectivos compañeros de cuarto habían regresado y nos fuimos a dormir, no sin antes planear lo que haríamos al otro día, que era 1 de enero. Pero esa es otra historia.

mauri_mzaar@yahoo.com.ar