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El economista (I)

en Sexo Virtual

La verdad pasado el tiempo no me lo puedo creer, todo me confirma que la vida es una sucesión de sorpresas.

Soy economista, ahora director de un pequeño hotel en mi ciudad, 42 años en la actualidad, eso si bien llevados gracias al deporte y la moderación en todo, bueno todo no como veréis, la verdad es que según la mayoría de las mujeres y hombres que conozco soy lo que se llama una persona interesante, delgado, 183 de estatura, todo ello tiene poco que ver con el comienzo de mi historia hace cuatro años, la situación entonces era radicalmente diferente, era otro, acababan de despedirme de mi anterior empresa, por cierre de la misma, total un director financiero en paro, una mujer dos hijos, dinero en el banco ahorrado mas una suculenta indemnización y mucho tiempo libre.

En principio decidimos tomarnos un tiempo de vacaciones, dejar de trabajar un par de años, viajes pendientes, Navidad en cuba, nadan todos los caprichos habituales, mi mujer, guapa, pero con el problema del estrés a cuestas, su trabajo, ejecutiva de un grupo multinacional y básicamente ocupada, en la cama las pocas veces, a mi entender, normal... Con algunas incursiones a los placeres prohibido, sexo anal, sumisión. Pero todo ello en muy contadas ocasiones y de forma muy suave, ataduras, pequeños azotes.

Pasada la novedad de la situación, unos meses, había que ocupar el tiempo, lo más fácil Internet, un medio que conocía más por referencia que por practica, total unas cuantas clases con mi proveedor informático una configuraciones y listos, eso sí con una tarifa plana.

La curiosidad, el morbo o esos deseos ocultos y no satisfechos de algo mas, me llevaron rápidamente al canal de sumisión y bondage sumisas. La casualidad me conecto con Elvira, una sumisa de 54 años pero como pude comprobar de infarto, dios esto es una mujer, 170 morena con unas nalgas características de los bollicaos de 17 años, todo un sueño, unos pechos que ya los quisieran mucha jovencitas, si claro con la ayuda de la cirugía pero que importa esto a la vista de los resultados.

Después de las presentaciones, me contó su situación, sumisa en la vida real de su marido un propietario de hotel de 64 años pero totalmente activo, pero la más feliz del mundo. A la pregunta de porque siendo tan feliz estaba buscando por estos canales, me respondió que era a petición de su marido, me confeso que buscaba alguien capacitado para sustituirlo al frente de sus negocios, me ofrecí mandarle mi curriculum, a lo que respondió que claro que sí, pero mi dijo:

- No es casualidad que busque por aquí.
- Te gusta que te peguen?
- Pruébalo, como no te alcanzo preciosa?

Me pidió mi IP y dijo que se conectaría conmigo por videochat, claro los dos teníamos cámara.
Dios cuando la vi no podía creérmelo, era incluso más bella, llevaba una bata blanca de seda.

- Estoy a tus ordenes amor.
- Abre tu bata
- Ella - Solo una condición, no a la sangre y tómatelo como una entrevista laboral
- Arrodíllate en la silla enseñándome el culo, ábrete las nalgas quiero verte bien.
- Así amo?
- Estas húmeda cariño
- Si amo
- Acaríciate lubrica tus labios y tu ano, vamos chúpate los dedos y mójate bien.
- Dime cariño sin parar de acariciarte, Tienes nietos?
- Si amo

En estos momentos, por detrás de la cámara apareció una mulata escultural.

- Dime cariño quien es la mulata
- Mi camarera particular
- Puedo usarla
- Si amo
- Llámala dime su nombre
- María

La mulata se acerco, se coloco al lado del culo levantado de su señora

- Hola María
- Hola señor
- Estas muy ocupada ahora cariño
- no señor
- Bien mójate el índice y mételo en el ano de tu señora, Elvira ábrete los cachetes

No podia creerlo, simplemente se chupó en índice y lo metió profundamente en ano de su señora, oí claramente el suspiro de Elvira.

- Dime María, lo tiene lleno no?
- Sí señor

Abrí la ventana de escritorio compartido para que Elvira no oyera las instrucciones que le daba a María. Ella seguía con el dedo dentro de su señora, le pedí que buscara un globo de esos de los niños, fuera la baño, lo llenara de agua templada, dos litros como mínimo, después tenia que acoplar un bolígrafo, sin la mina claro, en la boca del globo, ella lo entendió a la primera, era un enema (lavativa) casero. Le ordené que sacara el dedo, con el correspondiente suspiro de Elvira, y se lo diera a chupar a la responsable de su suciedad.

María marchó diligentemente.

- Elvira cambia de postura, mira hacia mí, pero sigue con los dedos entre las piernas acariciándote ( así lo hizo). Así que tienes nietos preciosa, tus hijos saben realmente como eres de cerda?
- No es un secreto entre mi marido y yo.
- Necesito que me enseñes toda la gama de objetos sexuales de que dispones.

Dios, los tenía todo, consoladores, bolas anales, vaginales, chinas, tapones anales……la lista era interminable

- Cariño pareces un sex-shop, lo usas todo regularmente?
- No, hay cosas que solo empleo en contadas ocasiones.
- Y con tus nietos a que juegas?
- A todo, pelotas juguetes
- Les gustan los globos de colores?
- Sí claro mucho
- No te muevas ( había visto como María entraba en la habitación) y a ti te gustan los globos?
- Si claro, porque lo preguntas

Era una situación divertida, si hubiera visto a María con el globo lleno de agua unas toallas y un barreño
María posó sus manos sobre las nalgas de Elvira, ella se estremeció, le pedí a María que tomara un tapón anal, Elvira esperaba su introducción pero lo que entro en su ano fue una cosa larga y delgada, era el boli y empezó a derramar el contenido del globo, Elvira empezó a suspirar, al fin entendía lo que le estaba pasando, abría la boca para tomar más aire del que realmente necesitaba, la cara era una verdadera mascara, mientras tanto María tenía una enigmática sonrisa en sus labios, parece mentira lo largo que se puede hacer el tiempo mientras se vacía un globo de agua, al final María apuró el contenido del globo y procedió a poner el tapón anal.

- Elvira siéntate como una señora , María toma en consolador más grande que tengáis, y pónselo usa un poco de lubricante lo necesitara. Después de un rato de esta manera y un orgasmo de Elvira que se quejaba de no aguantar mas
- María alguna vez has metido toda la mano en el coño de tu señora?
- No nunca
- María lubrícate la mano y dile a Elvira que se coloque sobre el barreño y metela TODA la mano, empieza don tres dedos

Elvira empezó a resoplar, de su cara sudada cuando María ya tenia cuatro dedos dentro se veía las pequeñas lagrimas caer mezcladas con la gotas de sudor, una mezcla perfecta de placer y dolor, faltaba el pulgar pero ya empezaba a desaparecer, despacio fue entrando, cuando por fin entro toda la mano Elvira lloraba claramente, ordene a María que la acaricia y empezara a sacar el tapón anal que luchaba por salir solo, en el momento del orgasmo se lo saco, una mezcla increíble de sudor, lagrimas, mocos, flujos vaginales y mierda salió todo de Elvira y todavía más, al sacar la mano del coño de su señora una cascada de orines no pudo contenerse, todo un espectáculo.

- Elvira límpiate y siéntate, María arrodíllate en el suelo al lado de tu señora
Con una increíble rapidez Elvira recuperó la compostura, después de ser aseada por María, se sentó se abrocho la bata, antes de arrodillarse le pedí a María que se ensartara en consolador usado por su señora. María con la cara llena de muecas arrodillada a los pies de su ama y su señora sentada cómodamente en su butaca.
- Elvira vamos como consientes que una perra se masturbe a tus pies, empieza a darle bofetadas hasta que se haya corrido.
- Si amo me apetece devolverle el favor recibió
- Dale pues de una vez

Muy flojitas y con mas intención de cariño Elvira llevo a su camarera a un prolongado orgasmo.
Maria marcho a continuar con sus deberes.

- Que cariño como te encuentras
- Satisfecha y contenta
- Que nota me pondrás
- Ya lo sabrás, pero alta cariño me has hecho disfrutar a pesar que la mano de María ha sido demasiado para mí
- No digas memeces te ha gustado y punto.
- Si cariño, dame tu teléfono te llamare para acordar una entrevista con mi marido y hablar de negocios

Se lo di pero en el fondo creía que nunca volvería a saber nada de Elvira, cual fue mi sorpresa al recibir su llamada citándome para cenar con su marido en su casa para el jueves de la próxima semana.

Pero eso es otra historia

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