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Carol

en Voyerismo

Yo la veía por la calle en las mañanas, cuando yo salía hacia el trabajo, soy abogado; ella, me parece que salía para hacer las compras del día. Sin embargo yo no la tomaba en cuenta, no había algo que poderosamente llamara mi atención, su manera de vestir un tanto conservadora dejaba casi todo a la imaginación, en esos días yo creía que se trataba de una mujer de unos 30 años, se veía muy joven, mas tarde supe que su edad era mayor de lo que yo me imaginaba, fuera de su cara no había otra cosa que llamar mi atención.

En una ocasión en la que yo no me la encontré como habitualmente sucedía, ella me regalo otra cosa mejor, cerca de donde yo me dirigía para abordar el transporte que me llevaba a mi destino, en una calle cercana me di cuenta como en una casa de dos pisos una cortina mal cerrada permitía ver mas allá de lo obvio, una mujer de espléndido cuerpo, con una toalla sobre la cabeza y desnuda estaba sentada frente a un espejo, yo disimuladamente decidí apreciar el espectáculo que ahí se presentaba.

Esta mujer me dejo ver como se frotaba sus pechos con una loción o crema, pude ver como la rayita que separaba sus nalgas no quedaba sin este tratamiento, pero mas se detenía entre ellas un momento, dándose un frotamiento circular con su dedo índice en donde me imagino estaba su ano; después procedió a vestirse o a medio vestirse, pues, se puso un liguero que iba a sujetar unas medias de red, después se puso su pantie, pero cual no fue mi sorpresa que este era de esos que en el medio tienen una abertura; para hacer juego con toda esa lenceria en color negro se puso un Bra de los que sujetan solo los senos dejando casi al desnudo toda la circunferencia; hasta este momento yo no la había reconocido, fue cuando se quito la toalla de la cabeza que supe que se trataba de la misma mujer con quien me topaba en las mañanas. Yo salí casi corriendo, uno por lo tarde que se me había hecho ya y, dos porque eso no me lo esperaba, esta mujer contaba con un cuerpo de mujer bien hecho, sus senos se apreciaban aun firmes, grandes pero bien redondos y unos pezones grandes un poco oscuritos, sus piernas bien torneadas dejaban ver un buen trabajo de gimnasio, y lo que mas me atrajo fue ese culo; era de esos en los que uno se pasaría horas y horas apreciándolo como si de un jarrón chino se tratara, con mi visión en el espejo pude ver que tenia pocos vellos gracias a un buen trabajo por parte de una maquina de afeitar.

Ni hablar queda que todo ese día me la pase pensando en ella, con una constante erección durante el día, y la consecuente intención de comparar cuanto trasero veía con el de esta mujer, por lo tanto, no me quedo otra opción que llegando a casa me pusiera a tono para una sesión de sexo, aunque fuera conmigo mismo, a ella le dedique tres erupciones de mi liquido blancuzco y cálido, con sabor dulce, (según me lo han dicho).

El como la conocí es algo en lo que no me gustaría ahondar, después de algunas charlas en un cercano parque como por coincidencia, me dieron la información que yo necesitaba para apaciguar el calor interno que tenia por el momento; ella se llamaba Carol, era divorciada, gustaba de la música y el ejercicio, de cerca me encantaba contemplar su cara ella se tenia ese tono jovial, alegre, lo que se conoce como una chica simpática.

Mas adelante después de insistir un poco, pues aunque ella marcaba un poco las distancias, también me hacia notar que yo no le era del todo desagradable; logre que saliéramos en plan de amigos al cine; asistimos a la ultima función, como se trataba del cine local, salimos como a las once de la noche yo la acompañe a su casa, sin embargo yo hubiera querido llevarla abrazada a mi, pero lo único que me permitió fue tomarla de la mano.

Llegamos a la puerta de su casa a unos metros de donde yo había estado mirándola aquel día, nos quedamos un momento sin nada que decir, yo no podía pedirle que me dejara entrar para tomarla entre mis brazos y llevarla al éxtasis durante toda la noche, y creo que ella pensaba algo parecido; entonces no tuvimos otra opción que dejar que nuestro deseo decidiera por nosotros. Acercando mi cara a la suya le plante un beso, el cual fue devuelto con mayor pasión que la mía, yo intentaba cubrirle sus labios con mi boca y ella hacia lo mismo, lo cual nos encendía cada vez mas, nuestras lenguas jugueteaban entre si se enroscaban una con la otra y se movían entrando y saliendo de una boca a la otra, ella solo mirándome a los ojos me tomo de la mano y me jalo llevándome consigo, dentro de su casa.

Nos quedamos en la sala de su casa, donde tomándola de su cintura la atraje hacia mi para continuar con el jugueteo erótico que producían nuestras lenguas y labios, mis manos fueron bajando por toda la superficie de su trasero dándole una serie de frotamientos circulares, apretándolos, haciéndoles sentir que era lo que mas me atraía de ella.

Ella no se quedaba atrás, era una mujer tanto excitante como excitable, me frotaba el pecho con las palmas de sus manos bajando una hacia mi vientre y deteniéndola justo por encima de mi paquete, entonces regreso hacia arriba y comenzó a desabrocharme la camisa que yo portaba, sacando los faldones de esta de mi pantalón y continuando con este ultimo, mi pantalón cayo al suelo dejándome solo con mi ropa interior, ella metió su mano dentro de esta y se apodero de mi miembro, el cual aunque no es un ejemplar de película pornográfica, en largura si lo es en grosor, ella lo apretaba con su mano y lo frotaba de arriba abajo, yo mientras tanto continuaba con su trasero, el cual ya estaba al descubierto puesto que yo le había levantado su falda por detrás y bajado lo suficiente su pantie, para poder abrirle sus nalguitas al momento de que la apretuje contra mi de nuevo, yo me daba gusto pues un espejo de pared cercano me devolvía la imagen de lo que yo le hacia, decidí aventurarme y tocarle ese cálido puntito oscuro que se reflejaba en el espejo, me chupe el dedo medio y mientras con una mano le separaba su trasero con la otra acercaba ese dedo para darle un suave masaje circulatorio con la punta. Esperando que me dijera que parase, me regalo otra sorpresa, me dijo -Siiiii!!, acaríciamelo, ábrelo y entiérrame ese dedo profundo!!!-, yo en ese momento hubiera hecho lo que ella me hubiera pedido, ya sin mas obstáculos, me separe de ella para sentarla en el lugar mas cercano en cual fue un sillón, simplemente le arremangue su falda por la cintura y le baje completamente su pantie, esto prometía ser una noche de sexo salvaje y desenfrenado.

Yo tenia una amplia vista de su conejito, acerque mi cara y di una profunda aspiración, -Me encanta como huele-, le dije, entonces comencé a pasarle la lengua por los bordes de sus labios, acercándome cada vez mas a su rajita, la cual ya estaba destilando jugos, le di unas lamidas en toda la extensión de su vulva y con mis dedos tome cada uno de sus labios y los abrí, para poder darle un tratamiento igual de húmedo a su pequeño botoncito, Le puse mi lengua dándole suaves roces, lo cual a ella la hacían retorcerse, le pedí que desnudara sus senos mientras yo me concentraba en su clit; ya para entonces colocaba completamente mi lengua sobre su clítoris. comencé a dejar bajar cada vez mas mi lengua, hasta que llego completamente a su objetivo, esa suave entradita oscura; le metía mi lengua dentro d su vagina y trataba de sacar los líquidos que ahí se encontraban para depositarlos en la entrada de su anito, ahí los esparcía en todo el alrededor de su anillito, cuando se lo tuve mas que empapado comencé a meter la punta de mi lengua, con mis manos le abría sus nalguitas y con mi lengua le fornicaba su anito. Entonces despegando mi boca de sus partes me levante para frotarle sus pechos al momento que le decía -Con que quieres un dedito, no es así?-, Pues tendrás que lubricarlo tu misma- agregue, y acercándole mi dedo a su boca ella lo chupeteo, dándome un preliminar de lo que le esperaba a mi miembro, ya cuando estuvo bastante lubricado ese dedo volví mi mano hacia su entrepierna, pero metí otro dedo dentro de su vagina, ella me dijo -Ahí nooo!, en mi culito!!!-, le dije espera ahora veras, saque ese dedo mojado, y lo pegue al otro, tenia uno lleno de su saliva y otro lleno de sus jugos; entonces los acerque a la entrada de su trasero y los fui metiendo, no había mucha presión, pues tanto su anito como los dedos estaban bastante bien lubricados, además de que ella no ponía ninguna resistencia; comencé un vaivén de dedos en su culito y con mi otra mano una estimulación en su clit, ella no se quedo atrás y se frotaba sus senos, se pellizcaba y jalaba los pezones, con toda esta atención a su cuerpo el resultado era por demás evidente, ella comenzó a temblar, a grado tal que parecían convulsiones, ella se estuvo viniendo como cinco segundos, no bien terminaba uno cuando llegaba otro y otro mas.

Yo tenia el pene que quería estallarme, voltee a vérmelo y parecía que el disfrutara mucho mas que yo, de alguna manera estaba mas largo y grueso de lo habitual, me levante y le dije -No puedo mas!, lámelo, bésalo, chupado, hazle lo que quieras, es todo tuyo!!!-, acercando mi miembro a su cara ella trataba de meterselo dentro de su boca, lo cual parecía tarea imposible; pero con una mujer como ella esa palabra no existe en cuanto a cuestion sexual se refiere. Ella se metió la cabeza de mi pene y dentro le pasaba su lengua por toda esta, con sus uñas largas me acariciaba mis testículos, se saco mi pene de la boca y comenzó a darle mordiditas en todo el tronco, mientras ahora sus uñas se encargaban de mis nalgas, ahí las pasaba de arriba abajo, haciendo otro esfuerzo mi miembro regreso a su boca entrando una extensión mas que la anterior, yo comencé un lento movimiento de mis caderas hacia delante y hacia atrás, en un momento ella se lo saco y me dijo, mejor dicho me ordeno -METEMELO!!!-, y como a una mujer no se le niega nada la complací.

Colocándome de nuevo entre sus piernas, le pasee la punta de mi pene por sus labios mezclando saliva y jugos de ella misma, lo puse en posición y le di un fuerte empujón, el cual dejo la mitad de mi miembro dentro de ella, ella dio un gemido fuerte, como yo no me moví, esperando que se acostumbrara al tamaño ella agrego -Muévete! No te preocupes me ha gustado la forma en que me lo has metido!!!-, yo no necesitaba mas, entonces el ritmo de mis caderas se hizo mas rápido, le metía todo mi pene y lo sacaba de nuevo para repetirle la penetración primera; todo esto era encantador, pero yo tenia otra cosa en la cabeza, bajar mi otra cabeza unos cinco cm. y, entrar; le saque mi pene cubierto de nuestros jugos y lo coloque en su esfínter, mas sin embargo le hacia falta lubricación, dejándole caer una porción de saliva a su culito se la esparcí con la punta de mi miembro y comencé a hacer presión para que entrara, ella me pedía que continuara, yo seguí metiendo cada vez mas de mi miembro dentro de ella, hasta que estuvo una gran cantidad de el y comencé el lento mete y saca, si estar dentro de su vagina era rico lo era aun mas estar ahí.

Sin embargo uno es goloso, y decidí probar el juego doble, le saque mi pene de su anito y lo metí en su vagina, estuve alternando así en sus dos agujeritos hasta que estuve apunto de venirme y le pregunte que donde quería que me viniera, -En mi boca!!!-, complaciéndola le di un par de metidas mas en su vagina y me coloque sobre su cara, no necesitaba mas solo me puse sobre ella y comenzaron a fluir goterones de mi jugo que ella atrapaba en su boca, cuando yo termine de eyacular ella dejo caer mi venida en sus senos la cual esparció y tomando mi pene con su boca comenzó a limpiármelo, hasta que dejo de estar lleno de semen y solo cubierto de su saliva.

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