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Helen

en Dominación

Mi nombre es Helen, tengo 35 años, y la verdad es que un físico bastante agraciado… no soy muy alta, 1,70 aproximadamente y mis medidas normales… soy castaña clara, aunque a veces me doy mechas rubias, y trabajo de dependienta en unos grandes almacenes…

Lo que os voy a narrar es algo que me paso hace unos años, cuando yo estaba realmente saliendo al mundo, pues mis estudios fueron en un internado, y luego realice unos cursos de marketing y contabilidad, aunque después de algunos avatares que otro día os contaré, acabé trabajando en estos grandes almacenes, rebotada de otros que desaparecieron y a los que absorbió mi actual empresa…

Estoy soltera, aunque ahora tengo muchos novios… pues no me desagrada el sexo en casi todas sus variantes, pero prefiero la vida al aire libre, el deporte, los paseos a caballo y cosas así, que a veces puedo permitirme con mi sueldo, al no depender de nadie ni mantener mas que un pequeño pero agradable apartamento…

Aquel viernes por la mañana, yo había pedido el día libre, trabajaba en mi anterior empresa, para hacer unos asuntos referentes a unos papeles de un lejano familiar que me había llamado para solucionárselos…

Este familiar, un primo segundo o tercero, por parte de mi madre, vivía lejos de mi ciudad, y me llamo para ver si podía arreglarle un asunto económico de una herencia o algo así…

Hacia unos días que este primo, un poco mayor que yo, había llegado a la ciudad desde el pueblo en el que vivía, y aunque los primeros días se alojó en un hotel, su precario estado económico me hizo pedirle que compartiera mi casa hasta que se marchara ya que estaría tan sólo unos días…

Aquella mañana cuando me levanté, el ya no estaba, había salido a ver aun amigo que había venido del pueblo y le había llamado la noche anterior, situación que yo no viví, pues esa noche después del trabajo había quedado con unos amigos parar cenar y regresé tarde.

En una nota me explicaba que no podría acompañarme a hacer la gestión, aunque me dejaba todos los papeles y autorizaciones pertinentes para ello, y que regresaría a la hora de comer para invitarme en algún restaurante como prueba de agradecimiento por todo lo que estaba haciendo por él...

El asunto en cuestión era una extraña herencia de unos tíos también lejanos que le habían dejado unos cientos de miles de pesetas y por los cuales se había interesado otro familiar y había alguna disputa por el reparto del dinero…

Hable con el abogado sobre el tema y tras dejarle todos los documentos volví a casa…

Era casi mediodía y al llegar al apartamento me encontré a mi primo con este otro amigo suyo…

La verdad es que el chico no estaba mal… alto, fornido, muy moreno como con un cierto aire árabe, aproximadamente de nuestra edad y con unos modales muy elegantes y finos que me sorprendieron para ser del pueblo de mi primo…

Nos presentó y nos pusimos a charlar sobre diversos temas… mientras mi primo se ausento con la excusa de darse una ducha antes de ir a comer… comida a la que también nos acompañaría su amigo.

Por cierto que diré que mi primo se llama Pablo y que el amigo en cuestión Marcos…

Comimos en un céntrico restaurante y durante toda la comida note el interés con que Marcos me observaba fijándose en cada uno de mis movimientos y estando siempre solicito a lo que yo decía o pedía…

Tras los postres hablamos de ir al cine, era mediados de Abril y el tiempo no era en exceso malo, pero quizá hacia fresco para andar por ahí…

Marcos propuso entonces acercarnos a casa de un conocido suyo que vivía en las afueras en una especie de casa de campo, tipo granja, y que le había invitado una vez que estuvo en el pueblo para comprar ganado…

A mí como ya os dije, me gusta el campo, los animales, etc.…, así que me pareció una buena idea. Marcos se ausentó para llamar por teléfono, y entonces yo le pregunte a Pablo de que conocía a Marcos…

"Vive allí en el pueblo con sus padres y dos hermanas más pequeñas que él…" me dijo, "llegaron hace unos años parece que huyendo de un país sudamericano…"

Esta confesión le dio a mis expectativas hacia Marcos aun más misterio y excitante atracción, pues yo también soy muy aficionada a leer y a las cosas misteriosas y de riesgo…

Cuando volvió Marcos nos dijo que había hablado con este amigo y le había dicho que encantado de que fuéramos, y que si queríamos podíamos quedarnos el fin de semana…

"Como es…" le pregunté a Marcos…

"Pues tendrá unos 40 años… y está casado con una chica de unos 30, como nosotros… son muy agradables y hospitalarios y además deben tener dinero…" me dijo.

Volvimos al apartamento y cogimos algo de ropa, momento que aprovecho Marcos para decirme si podía quedarse el lunes y el martes en casa, pues no tenia hotel y acababa de llegar, le dije que el apartamento era pequeño, pero él me dijo que estaba acostumbrado a dormir incluso en el suelo, y podría hacerlo en el salón, puesto que los dos dormitorios los ocupábamos Pablo y yo…

Le contesté que lo pensaría durante el fin de semana…

Tuvimos que coger mi coche para desplazarnos al lugar, distante unos 40 kilómetros de la ciudad… por el camino Marcos nos contó que este hombre les había ayudado a el y su familia cuando salieron de su país y por tanto era muy buena persona…

Salimos de la autopista y Marcos me fue indicando el camino: tras recorrer un par de kilómetros por una carretera comarcal, llegamos a un cruce, donde nacía una carretera sin asfaltar, al final de la cual se veía una especie de granja con arboles y un muro de piedra…

Al acercarnos comprobé que el lugar era precioso y un letrero anunciaba la llegada a "Villa Domain". Le pregunté a Marcos que si sabia que significaba el nombre y me contestó que creía que era italiano, aunque ellos eran españoles…

Cuando pasamos la rústica puerta de entrada de la granja, entramos en una especie de parque que terminaba al final con la casa en cuestión. Era una casa de piedra de tres pisos y tejado de pizarra negro en forma de pico, una especie de casa estilo inglés…

Paramos ante la puerta y un hombre rubio como de unos 40 años salió a saludarnos…

"Bienvenidos a mi casa…" dijo tendiéndonos la mano…" así que sois amigos de Marcos… pues los amigos de Marcos son amigos míos… señorita…" dijo dirigiéndose a mi…" encantado de tenerla en mi casa que es desde este momento la suya…" estrecho mi mano con calor, mientras me miraba fijamente a los ojos, lo cual me encantó, pues me gustan las personas que miran de frente… luego estrecho las manos de los chicos…"Marcos ya me conoce, mi nombre es Harold…" y ante mi gesto de sorpresa, aclaró…"si un nombre extraño para un español, pero es que mis padres era ingleses, aunque vivieron en esta casa muchos años y aquí nací yo…"

Entramos en casa después de presentarnos Pablo y yo…

"Mi mujer Blanca, estará con nosotros dentro de un momento, pues se retiró a descansar después de comer…" nos dijo mientras entrábamos en el salón tras dejar a la entrada nuestro equipaje, junto a una bonita escalera de madera que subía a las plantas superiores…

"Quieren tomar algo…?· preguntó solicito…"Un café, un coñac, una copa de licor…" me miro… "señorita…"

"Tomaré un poco de café… " Dije mientras me sentaba en un bonito tresillo rojo estilo inglés…

Mientras preparaba el café y las copas de mis amigos, comprobé que la casa efectivamente debería ser de sus padres, puesto que aun puesta con gran gusto al estilo ingles, rezumaba antigüedad por cada a rincón, pero sin eliminar la modernidad, ya que un gran televisor presidía el salón y se podía ver a ambos lados las columnas de un potente equipo de sonido…

Charlamos de varios temas y en un momento dado ya apurando el café le pregunté por los animales…

"Le gustan los animales…?" me preguntó mientras se le iluminaba la cara…" a mí me encantan y aunque no lo necesito para vivir tengo una pequeña granja, con cerdos, gallinas, y en la parte más lejana de la finca un establo con tres caballos y una pista de entrenamiento… le gusta montar… ?" me pregunto mientras me extendía su mano invitándome a seguirle…

Le contesté que si y me dijo que me iba a enseñar los caballos y que por supuesto estaban a mi disposición…

Por el camino hacia el establo me fue contando que había heredado la finca de sus padres que llegaron cuando la segunda guerra mundial y que haciendo negocios con Inglaterra había logrado hacer una pequeña fortuna que le permitiría vivir cómodamente aunque sin excesos hasta su muerte. Me dijo también que tenia 42 años y su mujer Blanca 29, y que la había conocido en un viaje a las islas…

Llegamos al establo y tras entrar me enseño tres hermosos ejemplares…

"Le gustaría montar ahora…?" me preguntó como deseando que le dijera que si… dude un momento y asentí… inmediatamente fue a buscar una silla de montar con la que se colocó ò junto a mi… luego la puso sobre un banco de madera…

"Siéntese…" me indico cogiéndome de la mano con amabilidad…" es para poder ajustarla a sus medidas…"

Así lo hice y empezó a apretar cinchas y arneses, midiendo mis piernas con los estribos…

Durante toda la maniobra se mostró sumamente galante y amable, pero note con cierto orgullo, que observaba detenidamente aunque sin descaro mis piernas y mis pechos mientras ajustaba la silla…

Se volvió y de un estante cogió un par de relucientes botas de montar… "son de mi mujer" me dijo " seguramente le estarán bien…

" Suerte que trae pantalones… aunque Blanca le hubiera dejado unos de no ser así…" dijo mientras se inclinaba ante mi y tras quitarme los zapatos me colocaba las botas… mientras noté que se detenía en mi entrepierna tratando de adivinar que había bajo el pantalón…

"Tiene Ud. unas bonitas y fuertes piernas…" me dijo de pronto… yo me quedé como ruborizada… "se ve que es Ud. deportista…le gusta el deporte verdad…?"

Le contesté que sí y tras hacerme levantar cogió la silla y la colocó sobre uno de los caballos, luego ensillo a otro…

"Cuando Ud., quiera…" me dijo tendiéndome la mano…

Me ayudo a poner un pie en el estribo y al hacer el movimiento para subir a la silla, su mano rozó mis pechos, creo que no fue casual, pero me gustó la delicadeza con la que lo hizo… luego me ayudo a subir al caballo con gran habilidad…

El caballo era muy tranquilo así que hasta que el no estuvo a lomos del suyo el mío no se movió…

Cogió desde su caballo las riendas de ambos y salimos del establo a la pista circular de entrenamiento…

"Son buenos, dóciles y serenos…" me dijo, dándome las riendas de mi caballo… " cuando se les monta bien son muy agradecidos…" continuo mirándome denuevo a los ojos…" muy agradecidos..." y diciendo esto empezó a moverse lentamente con el caballo, al tiempo que el mío casi por imitación se colocaba detrás de él…

La verdad es que tenia unas buenas espaldas y montado sobre el caballo un elegante porte de gentleman…

Dimos varias vueltas lentamente en silencio…

"Quiere salir a galopar al campo…?" me pregunto volviéndose a medias en la silla…

"Si no le importa…" conteste yo…

Desde el caballo abrió la portezuela de la verja de la pista y en un momento los dos caminábamos juntos por el sendero que llevaba a una especie de pradera detrás de la casa…

Comprobé que me miraba de reojo, recreándose en cada parte de mi cuerpo… por lo cual traté de ir lo mas erguida posible para que pudiera observarme bien… empezaba a notar un cosquilleo especial por mi cuerpo… era algo reconfortante.. algo que hacia que mis pezones se pusieran duros sobresaliendo a través de mi blusa y mi fino jersey… algo que me hacia sentir como si galopara desnuda para él sobre aquel soberbio caballo…

Nos fuimos alejando de la casa…

Desde la carretera la verdad es que no daba la impresión de que la finca fuera tan grande… anduvimos un rato por un sendero entre arboles y luego salimos a una especie de explanada…

"Sabes galopar…?" me preguntó deteniendo el caballo, inclinándose hacia mi y mirándome fijamente…

"Creo que si…" respondí algo ruborizada por la proximidad de nuestros rostros…

"Bien pues veamos como lo haces…!" dijo arrancando a su caballo…

Yo le seguí y tras un corto galope nos metimos por una zona de arboles…

El día era precioso, un día de Abril, con tonos grises y ocres, que hacia pensar en la primavera o el otoño…

Aquel hombre de más de 40 años cada vez me resultaba más atractivo, allí en medio del campo… los dos solos… y había algo en su mirada que me conturbaba, pero al tiempo me hacia sentir reconfortada, algo difícil de explicar…

Se paró y echo pie a tierra…

"Te ayudo a desmontar…?" me preguntó solicito tendiéndome sus brazos…

Yo no le respondí pero me incline hacia el y lentamente me deslice entre aquellos brazos que me sujetaron firmemente hasta que posé mis pies en el suelo…

Luego me cogió con cierta ternura hacia si, y me beso en la boca…

Me quede sorprendida y mi corazón empezó a galoparme en el pecho…

Primero traté de no responder a su cálida boca, pero me fue imposible y me deje llevar, abriendo mis labios, para degustar su sabor y dejar que su lengua recorriera el interior de mi boca…

Tras unos momentos de apasionado intercambio… se separó de mi sin soltarme y me miro de arriba abajo…

"Helen… me has gustado nada más llegar y creo que yo no te soy del todo indiferente…me equivoco…?" me dijo mirándome a los ojos…

Yo asentí con la cabeza… y volví a refugiarme entre sus brazos que me estrecharon fuertemente…

Entonces el comenzó a acariciarme todo el cuerpo por encima de la ropa…

El escenario era ideal… entre los arboles en la hora del atardecer… y mi cuerpo caliente deseando que aquel hombre, sin duda experimentado, le hiciera llegar a los limites del placer…

Se apartó de mi y volvió a mirarme de arriba abajo…

Yo temblaba como una colegiala y esperaba que fuera el quien diera el primer paso…

Volvió a acercarse y mientras me besaba suavemente en la boca comenzó a desabrocharme el pantalón…

Yo me dejaba hacer mientras le acariciaba la espalda… una vez me desabrochó el pantalón este se deslizó al suelo, y el se separó de mi para contemplar mis piernas desnudas…

"Me gustas así medio desnuda… entregada indefensa… como la esclava que espera a su amo, para que la de placer…"

Yo le miraba mientras temblaba de deseo…

Se volvió y busco algo entre los arboles… cogió una rama rota del suelo, y desde su distancia comenzó con ella a bajarme las bragas…

Mi imagen debía ser, cuando menos chocante, con los pantalones medio bajados, de pie y con mis manos a la espalda, mientras el con la rama me bajaba las bragas… hice además de ayudarle a bajármelas yo misma…

"No…!!!" me gritó…" déjame a mi ser quien desnude esa carne que voy a disfrutar… " y acercándose acabó de bajármelas con las manos…

Luego me llevó hacia un árbol y me hizo recostar en el… se inclinó sobre mi y mientras acariciaba mi pelo con una mano, me hizo ir resbalando hacia el suelo, para quedar arrodillada ante él…

"Ábreme la cremallera…!" me dijo con tono suavemente autoritario…

Yo le hice caso y a los pocos segundos tenia una hermosa y bien proporcionada polla entre mis manos…

"Chúpamela…!!" me volvió a ordenar….

Poco a poco fui engullendo cada palmo de aquel vástago sudoroso pero al tiempo palpitante y que hacia sentir en mi boca el jugo del macho…

La verdad es que era la primera vez que se la chupaba a un hombre, y el se debió dar cuenta de mi inexperiencia…

"Es tu primera mamada… verdad…?" dijo apartando suavemente mi cabeza de su polla…

Asentí con la cabeza, mirándole con ojos de disculpa desde mi postura arrodillada ante el…

"Bien pues te enseñaré como se hace…" dijo mientras volvía a introducirme todo su duro miembro en mi boca…

Empezó a manejarme la cabeza hacia delante y atrás al tiempo que empujaba su polla que a veces me llegaba hasta la garganta produciéndome unas arcadas que el parecía ignorar…

Cuando llevábamos así un rato, me hizo levantar y comenzó a quitarme el jersey y la blusa… hasta dejar mis pechos tan sólo cubiertos con el sujetador…

Luego se alejó hacia su caballo y le vi buscar algo en su silla de montar…

Volvió a los pocos segundos con unos cordeles amarillos y me ató las manos a la espalda…

Le miré sorprendida, pero no asustada, aunque no le dije nada….

Después me hizo poner en cuclillas ante el árbol y ató mis brazos al tronco del mismo… a continuación ató unos cordeles rojos a mis muslos y por detrás del árbol los amarró de forma que tuviera los muslos separados…

Sorprendentemente yo vivía todo aquello como un sueño, sin rechistar pues aquel hombre me daba una total confianza a pesar de lo que me estaba haciendo…

Puso alrededor de mis tobillos nuevas cuerdas que volvió a atar a ala parte trasera del árbol, de forma que mi postura era similar a la de una rana, pero con mi sexo totalmente expuesto hacia el… "Me gusta verte así… atada, sometida y sobre todo sumisa…" me dijo mientras regresaba junto a su caballo… subió a lomos del mismo y dando media vuelta se alejo al galope…

Yo estaba como flotando… fui incapaz de decir nada, mientras le veía alejarse… segundos después mi caballo emprendió una rápida carrera tras el…

Los vi desaparecer entre los arboles… la tarde caía lentamente y las sombras de la noche comenzaban a rondar por aquel bosque… mis brazos estaban entumecidos, mis piernas también y mis pechos cubiertos con el sujetador empezaban a temblar de frío…

Pero mi cuerpo no se revelaba ante aquella situación… ni siquiera fui capaz de protestar ni gritar…

Pasados unos momentos oí el galopar de un caballo que se aproximaba… y apareció mi caballo que se acercó lentamente hasta mi…

El noble animal comenzó a olisquearme, y en un momento tenía su cabeza metida entre mis piernas… su lengua deambulaba por mi sexo, primero como comprobando su sabor, pero conforme pasaban los minutos su cálida saliva iba humedeciendo mi ya más que chorreante sexo…

La sensación era inenarrable, pues al estar atada no podía hacer nada por apartarlo de mi, pero al tiempo su lengua estaba dándome uno de los placeres más maravillosos que desde entonces he sentido…

El animal bebía mis jugos y su lengua empezaba a ahondar entre los labios de mi coño, dilatados por el placer y los jugos llegando a introducirse algunos centímetros en mi interior…

Desde mi posición podía ver así mismo entre sus patas su enorme falo, que se dilataba conforme el bicho me ponía a mi más caliente…

Los orgasmos se sucedían casi sin interrupción, cuando de pronto oí la voz de Harold junto a mi…

"Estas disfrutando zorra…?" me dijo mientras trataba de separar al caballo de mi sexo…

Cuando lo consiguió, me vertió entre las piernas un cubo de agua fría, que me hizo estremecer…

"Esto es para que te enfríes, puta…!!!" me dijo entre carcajadas….

Me semiincorporò un poco para ponerme casi de rodillas, con lo cual las cuerdas se me clavaban en la carne, produciéndome un cierto dolor…

"Por que me haces esto…?" le pregunté despacio, sorprendiéndome a mi misma de mi tranquilidad…

"Porque me gusta someter a las mujeres, hacerlas mis esclavas, y en tu caso al ser la primera vez me excita verte así…" dijo mientras trataba de sujetar a mi caballo…"además aun queda mucho fin de semana…" dijo sonriendo con malicia…

"Pero mis amigos…" dije yo tratando de recuperar mi dignidad…

"Tus amigos vendrán dentro de un rato a disfrutar también contigo, como yo lo estoy haciendo ahora…" dijo entre carcajadas…

No podía ser… ! mi primo y su amigo me habían tendido esta trampa…!!!, pero por que…?. Como leyendo mis pensamientos continuo…

"No te preocupes… el problema de la herencia de Pablo, está en mis manos, yo puedo resolverlo para que consiga ese dinero que quiere, pero tiene que pagarme de alguna forma y esa forma eres tú…"

Le miré sorprendida e incrédula…

"Si… no me mires así… yo hice venir a Marcos, para embaucarles a los dos… Pablo sabe que los casi cuatro millones que heredará bien merecen una pequeña juerga con su prima… y Marcos es un experto masters… ósea que lo pasaremos bien este fin de semana…"

"Pero su mujer…" protesté ya un poco asustada…

"Mi mujer…?" rió desaforadamente…"Mi mujer es mi esclava y en este momento está en la sala de tortura con Marcos y Pablo…" y volviéndose nuevamente hacia mí añadió… "donde dentro de un rato también estarás tu…" y empezó a desatarme lentamente…

Cuando lo hubo hecho, sin desatarme las muñecas, me dio la vuelta y apoyándome contra el árbol, volvió a atarme los brazos por detrás del mismo, pero con mis pechos aplastados contra la corteza del mismo…

Yo podía verle de reojo, puesto que mi cabeza estaba casi pegada la árbol… y pude ver como cogía una fusta de la silla de montar de mi caballo…

"De momento voy a darte 25 azotes… para calentar un poco ese trasero… que debe estar un poco frío después de estar sentado en el suelo y del agua…" dijo mientras efectivamente, primero suavemente, pero cada vez con más fuerza y ritmo empezaba a golpear mis nalgas con la fusta… lo que me empezó a producir un fuerte dolor…

Al principio fueron las nalgas, pero conforme los golpes se hacían más fuertes, el campo de acción se extendió, primero a mis muslos y luego a la espalda y los costados…

Con cada restallar de la fusta, yo me aplastaba más contra el árbol, con lo cual mis pechos empezaban a sentir la corteza del mismo que se me clavaba en cada azote…

En algún momento de la azotaina, me desgarró el sujetador y me lo casi arrancó, por lo que al final mis pechos desnudos se clavaban con gran dolor en la corteza del árbol, mientras el seguía fustigando mi carne…

No se lo que duró aquello, pero al cabo de unos minutos, volvió a subir a mi caballo y desapareció…

Era muy tarde y el cielo estaba ya casi obscurecido… atada allí en medio del bosque, desnuda, azotada y dolorida, pensaba en como me había metido en aquella situación, que no me desagradaba del todo, pero que en ese momento, sola en ese paraje con la obscuridad ya casi total, empezaba a inquietarme…

Pasado un rato que para mi fue eterno, oí voces que se acercaban, y pronto divisé entre los arboles tres siluetas con un par de linternas en la mano…

"Y la has dejado ahí atada…?" decía una de las voces…

"Si…, así aprenderá a someterse, creo que tiene madera de esclava sumisa, así que nos lo pasaremos bien con las dos…" decía otra voz, que pude reconocer como la de Harold…

"Si porque tu mujer no veas como encaja todo…!" decía la tercera voz…

"Por eso…" volvió a decir Harold… "esta noche las someteremos hasta el limite…

"Bien.. bien…" dijeron los otros dos casi al unísono…

De pronto aparecieron ante mi…

"Como esta mi zorra esclava…?" me preguntó Harold cogiéndome la cara con una mano y mientras me besaba me palmeaba el culo con la otra…

Fui a responder y me tapó la boca con la mano…

"No… no hables, ahorra energía pues la vas a necesitar…" y volviéndose hacia sus acompañantes me presento…

"Esta es la puta zorra que he empezado a esclavizar hoy y que luego disfrutareis vosotros…"

"Son unos amigos de correrías…" me dijo a mi mientras los enfocaba con la linterna… no los conocía, tendrían como unos 40 años como él…

"Pues si que está buena…" dijo uno de ellos tocándome el culo… " sin duda tiene mucho que trabajar…" añadió el otro acariciándome la dolorida espalda…

Empezaron a desatarme mientras hablaban de cosas que nos harían a Blanca la mujer de Harold y a mi, aquella noche…

"Y mis amigos…?" me atreví a preguntarle a Harold…

"Están pasándoselo da buten con mi mujer, tu compañera de esclavitud…" y sonriendo añadió…" no te preocupes que pronto los veras y… los sentirás…!!" añadió riendo…

Una vez desatada Harold me obligo a caminar delante de ellos, aun con las manos atadas, y con los pantalones a media pierna… con lo cual mi andar no era muy digno y los tropezones constantes entre sus carcajadas…

Caí varias veces, pero ellos se reían mientras yo me levantaba como podía…

El largo camino hacia la casa se convirtió en un autentico calvario…

De vez en cuando Harold me golpeaba con la fusta en la espalda o el culo, y me apremiaba a ir más deprisa… mientras sus amigos se reían…

Ya casi llegando a la casa, uno de los amigos de Harold, sacó una especie de collar canino y una cadena y tras colocármelos, eme obligo a terminar el recorrido a cuatro patas…

"Mira como levanta el culo la perra esta…"· decía uno de ellos, mientras Harold me lo azotaba con la fusta…

"Es un buen ejemplar…" añadió Harold…

Cuando llegamos a la casa, a través de una ventana pude ver a Blanca suspendida del techo, mientras Marcos y Pablo, la azotaban con largos látigos, sin compasión… "Tu espera aquí…" me dijo Harold atándome a un gancho en la puerta de la casa… "pero sin levantarte de tu postura perra…" dijo dándome un paz de azotes más en el culo…

Ellos desaparecieron dentro de la casa riendo