Esto que voy a contar sucedió aproximadamente hace unos 3 años. Debo decir que a mi me ha excitado siempre ver a los perros en pleno acto; fue una tarde al salir de casa, iba a la tienda y llevaba a mi perrita doberman conmigo, cerca de ahí, hay un perro grande, parece cruza de bullterrier, pero es muy mansito, siempre acompaña a los vecinos a donde vayan. El se acercó a nosotros pero pensé que lo hacía como acostumbraba, mas cuál sería mi sorpresa al enterarme que el perro se acercó para montar a mi perrita que estaba en celo.
Yo la llevé a casa de inmediato para que no se cruzaran y cuando salí de casa, el perro estaba ahí, esperando; ellos saben cuando una perra está cachonda y huelen muy bien, entonces salí de casa y el me seguía, me olía el pantalón y quería trepar mi pierna, no sabía que estaba pasando, no pasaba nada por mi mente en ese instante, lo corrí varias veces pero el seguía haciéndolo. Hasta que me hartó, yo estaba sacado de onda, era algo curioso, asqueroso pero excitante saber que el perro quería trepar, y de sólo recordar cómo montan los perros me llené de curiosidad saber qué se sentía, así que dejé que trepara mi pierna para poder tocársela.
Lo hizo rápidamente y yo también lo toqué rápido, lo solté y me fui. Me pasé toda la noche recordando lo que hice y me masturbé fantaseando muchas cosas sucias pero a la vez súper excitantes, y tenía que planear algo para la próxima vez. Así que al día siguiente por la noche, busqué al perro para poder tocarlo otra vez y lo metí a la casa con precaución de que no me viera nadie, entró sin saber lo que pasaba, y yo, lleno de nervios, me hinqué, acaricié su abdomen lentamente y empecé a frotarlo, hasta llegar a tocar su enorme pene, durísimo, sentí cómo iba creciendo y saliendo esa punta roja de entre su piel, me quedé observando como se movía rápidamente, como tratando de coger con una perra, me sorprendió ver sus movimientos bruscos, vi como salían chorros de jugos, eso me excitó muchísimo, tanto que llegué a quitarme la ropa para masturbarme junto con el.
Al paso de los días fui perdiendo el "miedo", y ya sabía como masturbarlo, ahora faltaba algo más: SENTIR COMO COJEN CON LAS PERRAS. Me dio miedo, pero estaba seguro de lo que haría, así que me dispuse a meterlo a la casa, me quité la ropa, y yo estaba ya mojado, lo empecé a masturbar suavemente y luego traté de subirlo sobre mi espalda. No sabía que hacer, puse la puntita roja en mi ano y yo mismo lo empujaba lentamente, después lo masturbé ya dentro de mi, y el, al sentir mi mano, empezó a empujar rápidamente, me dolió, era algo realmente excitante sentir como entraba y salía de mi, con que velocidad!
No lo quería dejar salir de mi, mientras estaba dentro me estaba masturbando, duré algunos minutos y cuando se quitó de mi, salieron sus jugos, y me vine a chorros, fue realmente algo sucio, pervertido, cachondo, excitante... desde aquella vez practico la zoo con mi perro que tengo actualmente, aunque debo decir que tambien lo hice con la perrita que conté anteriormente. Ojalá y les haya gustado mi verdadera historia, espero comentarios de MUJERES, intercambiemos experiencias. (Tengo fotos personales).