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Rico sexo con Luna, mi perrita

en Zoofilia

Es tiempo que cambie de tema para contarles sobre mi primera experiencia con mis dos mascotas...

Tenía yo como unos trece años cuando me inicié en el arte zoofilico, y les digo que realmente es un arte porque solo aquel que lo ha consumado puede decir cual difícil es lograrlo con mascotas caseras, que es lo más cercano que la mayoría podría tener, aunque tengo por ahí un par de historias de cuando visite una pequeña finca, pero eso es algo que guardare para después...

Les contaba que apenas tenía trece años y me encontraba viendo películas pornográficas aprovechando la ausencia de mis padres, mi perrita pasto alemán Luna se encontraba conmigo adentro del cuarto, estaba bastante cachondo y tenía la verga a reventar cuando me paso una idea oscura por mi cabeza, Luna se encontraba acostada boca arriba con las patas abiertas, dejando ver su pequeña vagina, me levante de la silla y me paré frente a ella, comencé a volarme una exquisita paja viéndola e imaginando que la traspasaba con mi daga... la sorpresa fue que se paro y comenzó a olfatearme, comenzó a lamer el glande con su lengua carrasposa, yo estaba a punto de estallar en semen pero me pasó algo más atrevido por la cabeza, tome a Luna y me coloque detrás de ella, sentía bastante calientito pero no pude penetrarla, levante su cola con desesperación y con la otra mano trataba de dirigir mi verga a la entrada de la perrita. era inútil pues ella se movía y cada vez que la iba a penetrar chillaba y se alejaba de mi, salí del cuarto y fui a traer al sótano un par de sogas y una mesita de sala, entré a mi cuarto y amarre a mi perrita de la cintura y del pecho, tensé la cuerda en el techo de manera que no pudiera agacharse, chillaba fuerte tratando de soltarse, Luego me coloque tras de ella, unté vaselina en mi verga y la dirigí a su cuevita, yo moría de ganas... no podía imaginar que me iba a coger a mi perrita...

De pronto grite... HOY SI TE VOY A PISAR PUTA!!!!

Traté de introducir el pene y me encantó la sensación caliente de su sexo, esta vez si logre penetrar, le había insertado solo la cabeza, la perrita gruñía y chillaba, comencé a hacer con mi mano un movimiento de sube y baja con mi pene, sentía entrar suavemente cuando de repente sentí el calorcito de se sexo más fuerte, logré penetrarla hasta la mitad, esta vez la perra jadeaba con abundante saliva, imaginé que estaba por fin excitada, de un empujón le metí mis seis pulgadas de placer, el placer que sentí es indescriptible, era muy apretada, pero permitía el movimiento, empecé a culearla de atrás a adelante, luego sentí que iba a terminar y antes que sucediera saque la verga rápidamente, ,le unté mas vaselina y le empecé a puyar el culo...

La penetración fue más difícil, pero una vez dentro sentí que era un poco más carrasposo que la vagina, la sensación es de un deslizamiento más lento, como presionando para no entrar, pero estimulando el glande a más no poder, mi perrita empezó a chillar como desgarrándose por dentro... yo empecé a culear cada vez más rápido hasta que no aguante más... le inunde todo el culito con mi semen, le saque la verga y aún le caía por fuera chorreándole sus patas traseras... me puse frente a ella restregándole la verga en su hocico, ella comenzó a limpiármela con su lengua, yo la sobaba en la cabeza para premiarla por lo que había tenido que soportar, le daba palmaditas en el lomo.... Desde ese momento estaba maquinando las ricas aventuras sexuales que iba a gozar con ella... les comenté que eran dos mascotas... eso... se los dejo para la próxima historia...

Cuídense y gocen con lo que tengan a la mano, nos estamos escribiendo...