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Mi Extraño Favorito

en Autosatisfacción

Hola mi nombre es Patricia. El relato que les voy a contar, es algo que aún hoy (un año después de vivido) no se si realmente ocurrió o no, puede que sea fruto de una fantasía y un sueño tan bien vivido, como también puede que sea real y no este segura de eso debido a las circunstancias que luego les relatare.

Permítanme describirme tengo 26 años (a noviembre de 2002), soy rubia, ojos claros (color del tiempo para ser precisa –de esos que cambian de tono según el tiempo-), mido 1,64 metros, soy delgada, mis medidas 88, 56, 90.

No fui muy activa, sexualmente hablando, sino hasta que conocí a mi actual novio, quien se llevo mi virginidad y me hizo reconocer que adoro el sexo en todas sus formas y que soy exhibicionista por naturaleza.

Paso ahora a relatarles lo ocurrido.

Estaba yo en la casa de los padres de mi novio (cabe aclarar que mi novio –por cuestiones laborales- vive en la ciudad y sus padres en las sierras), enclavada en las sierras entre ríos y lagos. Esta en un pueblo muy chico por lo que todos se conocen. Es muy común también que haya fiestas todas las noches o simplemente reuniones entre amigos. Fue justamente en una de estas reuniones entre amigos, un domingo por la noche, cuando sucedió todo.

Como la noche estaba calida ya que era verano, me vestí con un vestidito muy corto y por supuesto sin ropa interior (a mi novio le fascina verme vestida sin ropa interior y mas si la ropa que me pongo es provocativa). La noche es muy negra y se pueden ver muchas estrellas y como en la ciudad no tengo ese privilegio, mientras mi novio charlaba con sus amigos me servio una copa de vino blanco (bien frío) y me senté en la puerta de la casa a observar la noche.

De repente, Marcos, uno de los amigos de mi novio se acerca a conde yo estaba sentada trayendo consigo una botella de vino blanco espumante recién sacada del freezer. Con el pretexto de que adentro había mucho humo (producto de los cigarrillos) se sentó a mi lado y juntos mientras charlábamos nos terminamos la botella de vino.

El vino que estaba haciendo efecto en mi (no soy muy buena bebedora) y las miradas (para nada indiscretas de Marcos) me estaban poniendo caliente, yo por supuesto no dude en mostrarle que no llevaba ropa interior lo cual le produjo una inmediata erección (cosa que pude comprobar con la "carpa" que se había hecho en sus shorts).

Como a mi siempre me gusto mostrar pero nada mas, en cuanto Marcos se puso mas meloso, me levanta con el pretexto de estar mareada y necesitar ir al baño. En el camino al baño, vi a mi novio jugando al truco con sus amigos y amigas de la infancia, por lo que no quise molestarlo y luego volví a la puerta (con Marcos). Seguimos charlando, manteniendo la distancia por supuesto, pero de temas cada vez mas calientes. Entre el vino, el morbo de sentirme observada, Marcos que me tiraba cada vez mas galgos, el calor, la conversación cada vez mas caliente, la falta de ropa interior y mi novio lejos mío estaba que ardía de deseo lo cual me desinhibió completamente y le confesé mi gran fantasía a Marcos: "Deseaba tener sexo con un desconocido, con alguien a quien no vea nunca mas". Esto sorprendió a Marcos quien callo por unos segundos y luego se levanto para ir al baño. A todo esto eran como las 3 de la madrugada y los amigos organizadores de la reunión la estaban dando por terminada, así que nos despedimos y caminamos hasta la casa de los padres de mi novio, Marcos nos acompaño, ya que su casa quedaba a dos casas de la de mi novio.

Ya en la casa de mi novio, nos dispusimos a dormir (haciendo el menor ruido posible ya que al día siguiente sus padres tenían que trabajar). Dormíamos en piezas separadas, ya que as sus padres no les cae bien que durmamos juntos, el en su pieza de siempre y yo con su hermana.

La cabeza me daba vueltas, las ideas se mezclaban, estaba excitada, necesitaba sexo. Me acerque haciendo el menor ruido posible a la pieza de mi novio y al entreabrir la puerta me di cuenta que se durmió en el mismo instante en que se acostó (había bebido mucha cerveza).

El calor era sofocante dentro de la casa, estaba sola (todos dormían), entonces decidí salir al patio a tomar un poco de aire.

Ya en el patio, y luego de acallar a los perros de la familia de mi novio, veo que en la oscuridad de la casa lindante hay una figura, posiblemente un hombre…

Para tratar de ver mejor me acerque, era un hombre.

Estaba quieto, me asuste un poco, pues es poco común ver a un hombre en la oscuridad, quieto y por más que estaba caluroso llevaba puesto un buzo con capucha que me impedía ver su cara. Tratando de agudizar mis sentidos para ver si entendía la situación, escucho un muy suave ruido en los arbustos que separan ambas casas. Entiendo cada vez menos así que salgo del cono de sombra que me protegía tratando de ver un poco mas, en ese momento el hombre se da cuenta de que alguien lo esta mirando (lo que no sabes es desde hace cuanto tiempo), se sobresalta y allí me doy cuenta que estaba orinando. Me quede petrificada cuando el extraño me mira, aunque no podía ver sus ojos, sentía que me desnudaba, su cabeza se movió de arriba abajo, haciendo como un paneo de mi cuerpo para luego subir y quedarse un rato en mi busto (apenas cubierto por un camisón de seda semi transparente que a contra luz dejaba ver en todo su esplendor mis curvas.

El extraño no guardaba su miembro, ni mucho menos dejo de orinar, parecía que gozaba de esa situación. Yo deje el temor y comencé a disfrutar también. Era increíble, la situación era rarísima: yo semi desnuda, en el patio de la casa, mirando orinar a un extraño verlo como manejaba su miembro que por cierto era el mas hermoso que jamás había visto (quizás era el morbo de la situación) era grueso, no muy largo con una cabeza prominente. Yo estaba totalmente lanzada y cada vez me acercaba mas, quería verlo de cerca, era hermoso ver ese falo, a esta altura duro, moviéndose, gordo orinando.

Pasaron varios minutos, en los cuales el extraño dejo de orinar y yo allí inmóvil, muda, pero con los ojos llenos de lo poco que me permitía ver la noche. En eso la voz del extraño (una voz familiar pero que no podía asociar con una cara) rompe el silencio y comenzamos a hablar:

Extraño: ¿te gusta lo que vez?

Yo: Si mucho (respondí sin dudar).

Extraño: vení, acercáte al cerco un poco mas y mirala de cerca.

Me acerque despacio, contemplando eso que estaba allí toda para mi. Era cada vez mas hermoso, podía ver como latía, sus venas eran prominentes, su cabeza grande, bien marcada y coronada por una buena cantidad de piel arrugada debajo de ésta. Me sentía embragada por un calor enorme, un morbo aun mayor, yo allí, un extraño y mi novio durmiendo a metros de donde nos encontrábamos. Los perros parecía que olfateando, en el aire, algo especial se pusieron como en ronda (tiene dos perros) detrás de mí en el mayor de los silencios.

Me agache para ver mas de cerca el pene, aun tenia algunas gotas de orina que le salían de la cabeza, no dude en extender una mano y con un dedo secar la gota que estaba a punto de caer y me la lleve a la boca, quería probar el sabor salado. Esto incremento mi morbo aun mas si se puede y me desinhibí completamente, me pare y allí mismo levante mi camisón y comencé a tocarme la vagina, no me había dado cuenta, pero estaba totalmente mojada, los labios estaban inflamados y seguro muy rojos (siempre se me ponen así con la excitación), con dos dedos separe los labios exteriores y con un tercero comencé a tocarme el clítoris. Era hermoso sentir el aire pasar por los labios vaginales, era como una brisa refrescante. Cerré los ojos y me deje llevar, tratando de mostrarle a mi "cómplice" todo lo que pudiera, con la otra mano baje uno de los breteles del camisón dejando expuesto mi pecho izquierdo, el cual comencé a sobar mientras con la otra mano continuaba mi lenta y continua masturbación.

De repente la voz del extraño rompió el silencio nuevamente:

Extraño: Es un desperdicio, yo me estoy masturbando y vos también…. ¿Por qué no nos encargamos el uno del otro?

Yo: bueno, esta bien. (Respondí presurosa)

Me acerque lo mas que pude al cerco y tome su miembro con ambas manos, sentía como latía en mis manos. Comencé un lento movimiento de vaivén. El extraño, no tardo en poner sus manos en mi cuerpo, muy habilidosamente me recorrió completamente, me quito el otro bretel y el camisón cayo al piso acariciando todo mi cuerpo. Una corriente eléctrica me recorrió por completo, comenzó en mi columna vertebral y termino en mi vagina al mismo tiempo sentí la necesidad de sacudir suavemente la cabeza… era el primer orgasmo de la noche. Sentía los pezones frescos (por la brisa de la noche), erectos, los pechos duros, la vagina caliente y totalmente embargada por el placer que estaba sintiendo con esa enorme verga en mis manos.

Ahora el extraño me tocaba la vagina, totalmente mojada no tuvo inconvenientes en introducir un dedo. Quede paralizada, mis manos se detuvieron y sentí como un chorro de flujo me llegaba hasta las rodillas, las cuales me temblaron y tuve que agarrarme del extraño para no caer.

Poco a poco me fui recuperando de mi segundo orgasmo, y empecé a mover mi mano nuevamente. El extraño comenzó a hora a masajearme el clítoris con dos dedos, seguia introduciendo uno mas en mi vagina y con la otra mano me acariciaba alternadamente los pechos.

Estaba totalmente indefensa, desnuda y en las manos de un extraño, pero gozando como pocas veces lo había hecho. El morbo era indescriptible, la excitación mayor.

El extraño comenzó a gemir, por lo que imaginé que estaba próximo a su orgasmo. Sabia que en cuanto acabara, todo se terminaría ahí (por más que quisiera era impensable continuar cogiendo con ese extraño allí en el patio), por lo que pare la masturbación y le lleve una de sus manos hasta mi cola (sector que aún no había visitado). No demoró mucho en tomar con ambas manos mis dos cachetes, siempre de frente, los amasaba y apretaba. Era todo un experto en excitar a una mujer, yo por otra parte me sentía libre, deseada, completa. De nuevo una mano volvió a mi vagina y dos dedos comenzaron a entrar y salir de ella; al ver que gemía de placer, el extraño no dudo en meter otros dos dedos, y en el preciso instante en que acababa, metió de un golpe dos dedos en mi ya lubricado ano. Gemí tan fuerte que los perros (detrás de mí) se pararon y dieron un paso al frente, pero se deben haber imaginado lo que sucedía porque se sentaron nuevamente.

Seguimos así por unos minutos, cuatro dedos en la vagina dos en el ano. Gemía y Gemía.

Le tome nuevamente la verga al extraño y comencé un frenético vaivén, acompañado por movimientos pendulares de mi cuerpo para ayudar a los dedos de mi amante ocasional.

Como corriendo una carrera para ver quien acababa primero, nos movíamos con velocidad, hasta el que extraño acabo, tuve al menos 3 orgasmos mas. Cuando el extraño acabó, un chorro de semen, se estrello contra mi pubis, estomago y poco a poco fue bajando hasta mis muslos. En el momento en que el semen me toco la piel debo haber pegado un gripo de esos, porque instantes después se prendió la luz del patio (señal de que alguien estaba por salir de la casa).

Como una velocista, deje de hacer lo que estaba haciendo y en menos de 2 segundos estaba sentada en una silla del patio con el camisón puesto, justo a tiempo cuando el padre de mi novio Salió a ver que ocurría ya que había escuchado un grito. Muy naturalmente, le comente que le había pegado un grito al perro que estaba algo inquieto, que me disculpara que no lo volvería a hacer.

El padre de mi novio entro a la casa nuevamente y cuando apago la luz, miré nuevamente hacia el cerco donde segundos antes mi "extraño favorito" había acabado sobre mí. No había rastros de él. Pero en mi estomago y pubis aun quedaba su semen, que no dude en probar, era salado, no muy espeso pero si abundante.

Deje pasar unos minutos y volví a la cama. Me dormí al instante.

A la mañana siguiente tenia dolor de cabeza (por la resaca de la noche) pero me sentía feliz, como si hubiera dormido placidamente. Tenía recuerdos borrosos de "algo" que había ocurrido a la noche, pero nada con un hilo continuo. No lograba armar las ideas en mi cabeza, por lo que llegue a la conclusión de que todo había sido un sueño, un muy buen sueño.

Salí de la habitación y fui directo al baño a pegarme una ducha, cuando me saqué el camisón, veo en mi pubis, marcas blancas (como si tuviera algo que se seco y deja una marca blanca alrededor), comencé a sentir un olor familiar, un raro olor a sexo un fuerte olor a semen.

Indudablemente el sueño no fue tal, fue algo bien real. Feliz me di una buena ducha.

Quién fue este extraño? Nunca lo sabré, pero tengo tres hipótesis:

Mi novio (que sabe de mi fantasía y no dudaría en hacerla realidad) que haciendose el dormido me hizo creer que no se movería de alli para luego aparecer en el patio del vecino (razón por la cual los perros no ladraron)

Marcos que viviendo a dos casas de la de mi novio, sería muy conocido por los perros, y sabiendo mi fantasía no dudo en gozar algo al respecto.

Un real extraño, pero esto no explica el comportamiento de los perros).

Por supuesto no le hice el más mínimo comentario a mi novio cuando me pregunto como había dormido.

Esa misma noche, me vestí aún más provocativa, Marcos me miraba aún mas con ojos de lujuria, mi novio tenía los ojos brillantes como siempre. Volví a sentarme en la puerta y Marcos volvió a mí con otra botella de vino y dos copas. Por supuesto le conté lo sucedido lo que lo éxito mucho, me juro silencio y que nunca diría nada al respecto. Así que le conté con lujo de detalles lo ocurrido (para ver si me daba indicios de haber sido él).

Esa noche fui nuevamente al patio a ver si mi "extraño favorito" volvía, pero no apareció.

Nunca más volví a vivir algo semejante. Pero no descarto que suceda nuevamente.

Ahora estamos nuevamente en la ciudad, Marcos se quedo en el pueblo pero gracias a Internet nos mantenemos en contacto. Marco se ha vuelto mi confidente, a él le cuento fantasías y el me cuenta las suyas, tenemos varias en común, quizás algún día pase alo pero eso lo dirá el tiempo.

Por otra parte mi novio y yo seguimos pensando en fantasías, algunas posibles y algunas más difíciles de lograr.

Pasado un tiempo prudencial le conté a mi novio de lo ocurrido aquella noche y el sorprendido, me juro y perjuró que el no había sido, muy excitado me pidió detalles que no dude en contar. Lo bueno de esto es que solo me quedan dos hipótesis (algún día descubriré la verdad).

Espero que el relato les haya gustado. Les dejo un abrazo a todos y en cuanto tenga algún otro relato que contar no duden que se los haré saber.