miprimita.com

Mi segunda vez

en Sadomaso

Salí de clases de cálculo III, cuando vi de repente a Balerio apoyado sobre un muro verde, y fue recién que noté su ausencia en el exámen semestral que yo acababa de rendir, y antes de que le preguntara el por qué de su inasistencia, me dijo: cállate, algo ha pasado, sólo acompáñame, en el camino te explico. Fuimos rápidamente en su automóvil, comprámos unas cervezas, y se mantuvo en silencio. Yo esperaba a que él comente algo, pero nada. Luego nos dirigimos a una especie de mirador, desde el cual se observa toda la ciudad, la vista es hermosa, pero jamás la había apreciado(a la cuidad)tan blanca y brillante, era de tarde y no la conocía así.

Me incliné sobre el respaldo del asiento, hasta que al fin balerio empezó a contarme sobre su eminente partida al japón en unas pocas semanas. . . -no quiero, no quiero-, balbuceó. Me limité a mirarlo y beber mi deliciosa malta por casi una hora. Empezó a llorar como un niño, no sabía cómo o si debía consolarlo, preferí prender un cigarrillo y decirle, tranquilo amigo. . . tranquilo. Arrancó violentamente por entre las piedras del mirador, mientras las pocos cervezas que aún quedaban, rodaron por el piso del vehículo.

Me pareció familiar el lugar, no sabía exáctamente dónde había visto ese estacionamiento y luces de colores, o si lo había soñado alguna vez. Claro, que tonto soy, aquí vine mi primera vez;hoy es mi segunda vez, pensé.

Vámos Luchin, quiero y necesito entrar, no te preocupes de nada que por los gastos respondo yo. No me quedó más que acceder, y lo seguí hasta donde una reja nos detuvo el paso. Un hombre canoso y sin dientes parecía ser el guardián de aquél hediondo paraíso que se sentía venir. . .

-Oh!, es usted, adelante-dijo un tipo.

-Viene conmigo-dijo a secas balerio.

-Claro, claro, adelante, adelante. . .

Esa familiaridad entre el guardián y balerio me sorprendió bastante, pero debo reconocer que más me gustó el sentirme importante de ir a un prostíbulo, ser bien recibido y sobre todo no pagar.

Un meloso y rojizo pasadizo se presentó frente a nosotros, era realmente largo, tal vez tanto como las dos preciosas piernas de la morena del cuarto 16, sentí una erección tremenda, y sí sabía que automedicarme para mermar esa erección, mi medicina estaba con un dos piezas verde limón. . .

Sí que le agradas Luchin, es amiga de katy, puedo recomendarte sin ningún problema. Katy, quién es Katy?. . . Una preciosa mujer salío del cuarto 11, y se abalanzó sobre balerio, ella parecía esperar un beso de él como correspondencia al abrazo, pero muy ^sabiamente^(tomando en cuenta que katy estaba en horas de trabajo)se limitó a apretar la blanca y redonda nalga izquierda de katy.

La habitación número once, empezó (junto con Katy) a tragarse al buen Balerio hacia su interior, por suerte salí del trance de las piernas del 16 para decirle a Balerio que si me pensaba dejar parado en el pasadizo mientras el cogía con su puta. Katy se acercó donde Daysi(o la del 16), y ésta(Daysi) me tomó de la mano para llevarme a su fortín.

Estaba sentado sobre la cama, mientras ella abría un cajón y preguntaba mi nombre. Yo sólo respondía y observaba(más observaba). Qué color quieres, verde o rojo(refiriéndose a los preservativos), el que sea, lo que quieras, solamente pónmelo rápido y empieza a chupármela. . . veía sus cabellos rubios de raices negras a la altura de mi ombligo, que manera de hacer sentir su labios y por ratos sus dientes en mi cuerpo cavernoso, oh! sí que sabía hacer su trabajo. . . Aún conservaba puesta su tanga verde, y decidí actuar con violencia, rompérsela de un buen tirón, y sin haberla dejado ni siquiera abrir bien las piernas, empecé a penetrarla una y otra vez, con más fuerza y rapidez. Fui un animal. Parecía que se salía de su libreto laboral, sus gemidos ya no sonaban como tales, eran como súplicas, como ardientes sollozos. La almohada sobre su rostro no me dejaba interpretar su mirada. Seguí cogiéndola con más fuerza, con más rápidez, mi visión y manos eran completamente independientes a lo que mi dura verga exigía y consumaba. Seguí y seguí, quería eyacular de inmediato, pero nada, no podía. Decidí voltearla, y al notar que no reclamó, la penetré por el ano incansablemente, recuerdo como su frío sudor servía de lubricante entre mi pecho y su espalda.

Al fin sentí esa contracción testicular, seguída de una gran cantidad de leche condensada que se trasegaba hacia mi valeroso condón. Quedé satisfecho de verdad.

Daysi, ahora me doy cuenta por qué te recomendó Katy contigo, eres magnífica, eres la mejor. . . Daysi. . Daysi?. Ella seguía boca abajo mientras a mi me faltaba solo abotonarme la camisa, decidí sobar sus bellas piernas otra vez, pero parecía muerta.

Salí del cuarto algo asustado y acompañado aún de una extraña erección. Vi el número once en la puerta de enfrente, toqué y grité el nombre de Balerio unas veces. El mismo abrió la puerta, estaba sudoroso y sin camisa, mientras katy nos observaba (desnuda) desde la cama. Qué carajo pasa Luchin?. le dije: cállate, algo ha pasado, sólo acompáñame, en el camino te explico...