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Chantajeando a Emma (II)

en No Consentido

Lo que había sucedido aquella noche para mí representaba un gran avance, en realidad era todo un triunfo, con aquel acto de sumisión por parte de Emma sabía que manejando bien las situaciones lograría que ella hiciera todo lo que se me ocurriera.- No se trataba de tener simplemente sexo, lo cual me era absolutamente posible con cualquier golfa, sino de someter a aquella preciosa mujer íntegra e inalcanzable.-

Al otro día, cuando llegué a la oficina, ella estaba como siempre en su escritorio de la recepción realizando las tareas de rutina.- Mas que nunca parecía estar ocupada, yo la saludé cordialmente como si nada hubiera sucedido " . . buen día Emma . . .", ella apenas dijo " . .. hola . . .", y siguió fingiendo tener mucha actividad.- Por el interno le pedí que me preparara el café y me alcanzara el periódico, luego de 10 minutos ella ingresó a mi despacho sin dirigirme la mirada, traía en una bandeja lo solicitado y alguna que otra correspondencia que había llegado.- Sin mirarme me comentó sobre algunos recados que me habían dejado, yo la escuche sin prestarle mayor atención mientras hacía que leía los titulares.-

Ella se dio vuelta y se dispuso a retirarse, pero antes de llegar a la puerta le dije, ". . . espera, no tan deprisa, hay algo más que quiero pedirte . . ." ella volteó y dijo ". . si Dr. . .", yo dije ". . . no te habrás olvidado lo que hablamos ayer , verdad . . .", ella dijo ". . . no, ¿por que . . .?", yo conteste ". . . por que tengo la misma curiosidad de anoche . . .".- Ella pregunto "¿ . . sobre que . . .?", Yo seguí ". . . sobre el color de la bombachita que te has puesto hoy . . .".- Ella dijo con un tono de enojo ". . . es blanca, por que. . .", yo de inmediato respondí ". . . por que quiero verla . . .".-

Ella como el día anterior volvió a quedarse como paralizada, yo insistí " . . . vamos nena, no es para tanto, después de todo solo te pido que me muestres un poco de tus encantos, no es un precio demasiado alto por el pago de tu hipoteca verdad. . .", dije en un tono un poco burlón.- Seguí " . . .Vamos a ver quiero que te levantes la pollera me hagas un pequeño desfile de modelos, como si estuvieras en una pasarela . . .", ella me miró fijamente como resistiéndose, cuando de repente tomo la determinación con un gesto de rebeldía, se subió la pollera hasta la cintura colocó ambas manos en sus caderas como en pose para modelar al mismo tiempo que sostenía su vestido y caminó de un extremo a otro de la oficina en forma apresurada.-

Realmente era hermosa, su ropa interior blanca de algodón estilo deportiva, excitaba a cualquiera, sus muslos torneados dejaban marcar en forma muy definida su musculatura, cuando termino su trayectoria se quedó parada frente a mi con falda elevada como preguntando si era suficiente.- Yo no dejaba de mirar fijamente su vagina, solo me concentraba en aquella mata de vellos que se podía adivinar bajo aquella bombachita.-

A pesar de que su ropa interior era muy bella, no era casual, ya que al ser deportiva era mas bien grande de modo que le cubría toda la cola, creyó que con eso evitaría un poco su el pudor.- Yo la miré fijamente y le dije ". . . quiero otra pasadita, pero antes date vuelta y quiero que acomodes toda la esa bombachita entre tus nalgas, así puedo verte mejor el culo . . .".-

Ella se sintió con una gran impotencia y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, me dijo "¿. . . no crees que ya es suficiente . . .?", yo le dije ". . . no, creo que no . . .".- Como resignada se volteó y con ambas manos tomó los pliegues de la bombacha para acomodarlas entre sus nalgas redondas y carnosas, sobre esos cachetes se podía ver con claridad las marcas que había dejado su prenda íntima.- La hice caminar una o dos veces más y luego e dije ". . . quiero que sepas que todos los días vas a mostrarme tu ropa interior, me escuchaste.- Cada ves que te pida un café y esté solo, quiero que me lo traigas con la pollera en la cintura . . .", ella me miro y me dijo ". . . pero Raúl, no me podes hacer esto . . .", yo contesté ". . .ese era el trato o no . . .", ella replicó ". . . no el trato es que yo soy tu secretaria, no tu puta . . .", yo le dije ". . . bueno, bueno como quieras, si es mucho para vos, solo tenés que decírmelo . . .", ella se retiró llorando sin decir nada mas.-

Después de un mes las cosas se fueron acomodando, Emma se había acostumbrado a pasearse en mi oficina en ropa interior, ya era casi como algo familiar para ella, se podría decir que había perdido parte de la vergüenza, lo hacía con mucha bronca pero lo hacía, durante ese tiempo pude ver infinidad e sus prendas íntimas, de todas las formas y colores, pues se nota que tenía una amplia colección, supongo que le habían quedado de su ex - negocio.-

A mi me excitaba muchísimo, esperaba cada mañana con una tremenda curiosidad para ver que prenda se pondría ese día, ella ingresaba todos los a mi despacho me traía el café, me daba las noticias y recordaba la agenda, todo con la falda elevada hasta la cintura.- De ves en cuando le hacía adoptar alguna pose en particular, como agacharse con y tocar el suelo con las manos sin flexionar las rodillas, o arrodillarse sobre mi escritorio etc..- Luego agregué a la rutina que se quitara el sostén y se desabrochara la blusa dejando sus pechos completamente al desnudo.- Eso si que era un espectáculo, tenía unos pechos grandes, blancos, con aureolas grandes y rosadas, estaban levemente caídos por su doble maternidad, pero eran justo los que me gustaban.- Cuando caminaba se bamboleaban de un lado a otro sin control, ella trataba de sujetarlos pero era imposible, sus tamaños impedían todo tipo de discreción.- Me calentaba mucho cuando tenía que agacharse sobre el escritorio para buscar algo y se estiraban hacia abajo como dos globos, realmente me contenía para no sobarlos.- Simplemente estaba esperando el momento.-

Por las tardes antes de cerrar me encantaba tomar un Wisky, poner un poco de música y la obligaba a que me haga un strip tise.-

La relación con Emma no era como al principio, si bien yo había logrado cierta sumisión, ella en el fondo me odiaba y me tenía un cierto temor por someterla de esa manera, a mi no me molestaba por el contrario ese juego morboso me gustaba y por mi parte acentuaba aquella distancia.- Ella se dirigía a mi llamándome de Ud. o Doctor, y yo la trataba bien frente a la gente, pero cuando estábamos solos me gustaba decirle groserías, tales como "gatita, perrita, cuachita etc.".-

Lentamente fui incrementando mi atrevimiento así una mañana en que ingresó a mi oficina, se paró junto y apoyándose en el escritorio se inclinó levemente para mostrarme unos papeles.- Cuando de repente deslicé una mando por detrás, debajo de su falda, comencé a la altura de las rodillas y la fue elevando lentamente, ella se incorporó rápidamente y yo la tomé fuertemente por una de sus piernas y le dije " . . . quietita cariño solo voy a tocarte un poco . . .", ella comenzó a temblar, yo le dije " . . . seguí que te escucho . . .".-

Ella con cara de resignación volvió a inclinarse, no podía hablar tartamudeaba no podía concentrarse en la lectura.- Fui elevando mi mano hasta rozar con mi dedo índice su vulva, podía sentir sus vellos a través de su ropa interior, masaje su vulva y de ves en cuando rozaba su ano, siempre por encima de su ropa intima.- Ella para ese entonces había dejado de hablar y se limitaba a quedarse quieta, puede notar como se mojaba involuntariamente, veía sus ojos de humillación, levante uno de los bordes de su bombacha y pude recorrer toda esa preciosa raja, húmeda y caliente lo hice por unos segundos cuando ella no aguantó mas me pegó un manotazo y se fue corriendo.-

Después de aquel incidente, el cual yo consideraba muy grosero para una esclava, no le dije nada, sabía que ello ocurriría en algún momento, me encantaba domar aquel animalito salvaje que ofrecía una leve resistencia.- Como yo tenía todo calculado, sabiendo que ella se resistiría a mis atrevidos avances, decidí no pagar al día las cuotas de su casa llevando uno o dos mese de retraso, así que como a la semana de aquello, Emma recibió por parte del banco una intimación de pago bajo apercibimiento de desalojo, por dos deudas atrasadas.-

Ese día ella se aguantó hasta la última hora para recriminarme el incumplimiento de mi promesa, me dijo ". . . que significa esto Raúl, acaso no es suficiente el modo en que me usas y humillas . . .", yo contesté " ahora te acodas del trato que teníamos . . . debo decirte que vos no estas cumpliendo con lo pactado. . .", ella replicó con enojo "¡ . . . como que no!, acaso no me la paso prácticamente desnuda el día entero para vos, no te parece suficiente tener que mostrarte mis intimidades como una prostituta barata, soportando tus miradas de baboso . . .", le contesté con un tono de suficiencia ". . . tengo que recordarte que lo de barata esta de más.- Me salís bastante cara para lo que me estas dando . . .", ella dijo ". . . no se que más queres de mi . . .".-

Yo sabía que ese era el momento de ejercer todo mi poder hasta reducirla a nadie así que la mire con furia, fingí un enojo duro y le dije gritando ". . . hace lo que quieras, ya sabes que las reglas y los límites los fijo yo.- Si no estas de acuerdo podes juntar tus cosas he irte, nadie te de pidió que te quedes es una decisión tuya, sos bastante grande y sabes lo que te conviene, entendiste. . .", luego agregué " . . . y nunca más me vuelvas a faltar el respeto, de lo contrario podes olvidarte de tu casa, auto, buena ropa y de todo.- Así que podes tomar tus cosas e irte ya . . .".-

Emma se dio media vuelta y se fue presa de un ataque de llanto, estaba desesperada, angustiada e indefensa.- Escuche que juntaba, hacía ruido a propósito para que yo la escuchara, luego un silencio prolongado.- Yo me quedé en mi oficina como fingiendo trabajar, hacía que no me interesaba cuando lo puerta se abrió lentamente y apareció Emma con la pintura de los ojos todos corridos y llorando, se quedó parada mirando (como siempre) hacia a bajo, yo le dije con tono inflexible " . . . y ahora que . . .".- Sabía que estaba entregada pero quería oírlo de sus labios " . . . que tenés para decir . . .", ella temblaba y sollozaba, yo insistí ". . . que decidiste . . .".- Sin decir una palabra ella caminó hasta en centro de mi despacho y se levantó la falda como en señal de entrega, giró sobre si misma, me dio la espalda y me mostró su precioso culo, mientras su ropa interior solo formaba un triángulo que se perdía en esas redondeces.-

Me paré di vueltas a mi escritorio y me recosté del otro lado, casi de pié, ella permanecía de espaldas le ordené que se diera la vuelta que se desnudara el torso, lo hizo lentamente pero sin tardar.- Saqué un almohadín de una de las cillas y lo tiré frente a mi, ella adivinó mis intensiones, con el dedo índice señalé el suelo y le ordené ". . . híncate, quiero que me la chupes . . .".- Estaba completamente rendida como lánguida, no decía nada solo obedecía, mientras sus lágrimas no dejaban de correr.- Una vez que estuvo arrodillada y su cara justo frente a mi palo, cuya erección era evidente, moví la cadera levemente y refregué la el bulto hinchado contra su cara como en señal de que empezara.-

Comprendió lo que debía hacer, desabrochó el cinto y luego bajó la cremallera, mi pantalón se deslizó rápidamente hasta los tobillos, debajo de mis calzoncillos podía verse mi manguera semi erecta.- Bajó mi ropa interior cuando pude ver que sus ojos se agrandaron como de susto, sabía que eso iba a suceder.- Tengo una pija de por lo menos 24 cm., es delgada pero muy larga, realmente creo que es desagradable, cuando se endurece del todo tiene una curvatura muy pronunciada que la deja más desagradable aun.-

Ella la miro con miedo y asco a la ves, cuando yo le dije ". . . quiero que me la chupes bien, pero no la toques, manten las manos juntas por detrás . . .".- Era una forma de incrementar la sumisión, pues arrodillada con los pechos al descubierto y las manos quietas por detrás incrementaban mi placer visual, más aun por que veía como tenía que buscar con su boca la cabeza de mi pene, tenía que sacar levemente la lengua para poder atraparla mientras yo hacía pequeños movimientos de balanceo que le dificultaban la tarea, realmente parecía una cachorro en busca de su mamadera.-

Cuando sentí la cabeza de mi palo en esa cálida y suave boca, sentí un cosquillas en el estómago, y mi palo comenzó a crecer y crecer.- Si bien Emma ponía cara de asco, era evidente que sabía lo que hacía, movía la cabeza para a tras y adelante como pajeándome con la boca y de a ratos se detenía a succionar yo le decía ". . . bien, así me gusta mi guachita, te estas ganando la cuota de la casa . . .", mientras yo le daba pequeñas cachetadas en la cara para enrojecer sus mejillas e incrementar su humillación.- La tomé de los pelos con ambas manos y aceleré los movimientos de su cabeza, como para confirmarle que la estaba cogiendo por la boca.-

De más está decir que solo entraba una pequeña porción de miembro en aquella pequeña boquita de labios rojos, sentía como la punta de él le llegaba hasta la campanilla provocándole principios de arcada.- Sentí como estaba a punto de estallar así que, no la forcé tanto, dejé solo la cabeza dentro de su boca, la agarré del pelo muy fuerte como para que no se moviera, la miré fijo a los ojos y le dije ". . . tomala toda . . .".- Emma me miraba fijamente desde abajo con cara de completa sumisión, su marido muy católico y respetuoso jamás se le habría ocurrido acabar en la boca de su esposa, así que para ella era algo desconocido y repugnante.-

Yo antes de acabar no insistí en profundizar la penetración bucal, mas bien dejé solo la cabeza dentro de su boca para que así la leche le inundara toda la boca y de ese modo la obligaría a saborear con su lengua todo mi líquido.- Mi falo comenzó a experimentar espasmos, primero uno luego otro hasta que Emma sintió algo caliente y semi salado que le inundaba boca, era muchisimo tenía que apresurarse a tragar por que no cabía todo en aquella boquita.- Tragaba y tragaba, perecía que nunca se acabaría aquel líquido espeso, que como una sola cosa sentir desde la lengua hasta su estómago.- Yo gruñía como un animal ". . . Grrrrr. . . Grrrr. . ." estaba como transformado, no soltaba por un solo instante la cabeza de Emma para que tomara todo.- Aun cuando dejé de lanzar la leche ella seguía chupando como para asegurarse de que no quedara nada, así sabría que no me enogaría.-

Cuando terminé de eyacular y pude recuperarme de aquel espectacular polvo, mientras Emma seguía arrodillada frente a mi, pellizqué sus pezones y le di pequeños golpecitos a sus pechos para que se balancearan, y le dije ". . . que bien, no sabía que eras una tan buena mamadora . . ., la verdad es que sos una buena perrita . . . ja ja ja", luego me subí el pantalón, y dije como dando una orden ". . . podes levantarte, mañana voy a pagar tu cuota . . .".-

Con aquel avance, las podríamos decir que la fiera estaba domada, esa fue como su prueba de fuego, pues haberme chupado la pija la convertía prácticamente en mi puta particular.- Yo como siempre seguí avanzando despacio, no me gusta comerme todo de golpe me gusta aprovechar cada logro, así que a demás de la rutina diaria que tenía Emma de desnudarse para mí, me hacía chupar la pija todas las veces que se me daba la gana.- Me encantaba dirigirme a ella con palabras que la humillaban y a su vez la avergonzaban, se ponía colorada cuando le decía cosas como ". . . es hora de la leche . . . ya está tu mamadera lista etc. . .".-

Por la mañana temprano luego hacer que me calentara con su figura, me sentaba en mi sillón y abría mis piernas y leía el diario mientras me la chupaba.- Otras de las cosas que me calentaban mucho era fingir un enojo, así cuando ella se olvidaba de algo o cometía pequeños errores yo me enfurecía, me ponía como loco arrojaba algún que otro objeto contra el piso, todo lo cual aterrorizaba a Emma de modo que temblaba como una hoja.- Como castigo le imponía cualquier tipo de vejamen, el que mas me gustaba era hacerme chupar la pija y le decía ". . . si no haces que me corra en 3 minutos te juro que te echo . . .", de modo que ella chupaba como una verdadera desesperada parecía que me iba a tragar la pija, sentía como succionaba tanto que me estiraba los huevos, como rogando que me corriera, mientras yo miraba el reloj con gesto de que no llegaba de mas esta decirles que siempre tenía que tomárselo todo.-

En una oportunidad le dije ". . . ahora vas a tener que pagar lo que hiciste . . .", la hice recostar con el cuerpo sobre mi escritorio, le dije ". . . levantate la pollera, y mostráme tu colita . . .", una ves que estuvo así le di una paliza con la mano, ella gritaba cada ves que yo le pegaba, pues tengo una mano grande y pesada, fue hermoso ver esa cola completamente roja y ardiendo.- Estuve jugando con ella así casi dos meses pero luego vendría lo mejor, realmente esa hembra iba a saber lo que es complacer a un verdadero hijo de puta . . .- (continuará . . .).-