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Mi vida

en Confesiones

Hola me llamo JJ Vareha y aunque hace poco escribí un relato erótico-gay aún me sigue dando algo de vergüenza compartir mis experiencias sexuales ya que tuve una difícil infancia en la que los hombres que venían a ver a mi madre (ya me entienden) me terminaban violando, aunque ahora he sabido con el paso de los años que uno de los múltiples servicios que cobraba mi madre era "griego con madre e hijo". Y claro a uno le acaba gustando y llega un momento que necesita su "ración diaria" de vaselina con carne, a ser posible humana, pero no le hago ascos a un perro o incluso a un burro... como aquella vez en la que me beneficie a Romualdo y por supuesto también a su dueño, un granjero de 53 años, casado y con dos hijos, ironías de la vida, yo podría ser el tercero puesto que era un fiel cliente del Testiclub (así se llamaba la oficina donde mi madre atendía sus pedidos, y donde una navidad al verla alli con un señor barbudo y gordo me dijo que papa Noel estaba haciendo una "parada técnica", pobre papa Noel por culpa de esa parada técnica se le tuvo que olvidar al pobre hombre regalarme la Bicicleta que había pedido y tanto deseaba). Me matricule en un colegio de curas y nunca pensé que el clero aprobara ciertos libertinajes pero mi madre me dijo que si no me quejaba nos hacían descuento y el negocio familiar podría tener más clientes.

Un día me mandaron en el colegio hacer una redacción sobre mi padre, entonces comprendi que ese era uno de los momentos en la vida de un chico en los que debe conocer ciertas cosas de su pasado. Al llegar a mi casa mi madre estaba trabajando como de costumbre, ¡que mujer más trabajadora! Todo un ejemplo para mi, cuando terminó le pregunte por mi padre a lo que ella me respondió que revisase la lista de clientes y morosos del 84 y 85(año en el que nací), no comprendí las intenciones de mi madre, puesto que si me había dicho de pequeño que papa estaba de vacaciones en el centro de la tierra era imposible que fuera un cliente nuestro.

Al día siguiente lleve al colegio la lista con todos los nombres del año 84 y 85, cuando le enseñe la lista de mas de 2.500 clientes a Monseñor Bigotudo (mi profesor de conocimiento del medio) le dio un infarto, que por supuesto fue acompañado por la burla de toda la clase... pero hubo un alumno que no se estaba riendo... Fresano.

La sirena del recreo sonó y a duras penas debido a los puñetazos de los que había sido víctima logre alcanzar los servicios, empecé a vomitar en el lavabo, cuando de repente escuché la frase mas bonita que mis afeminados oídos habian escuchado jamas: "Que asco, vete a vomitar a otro sitio cabronazo", me giré y era ¡Fresano!, el se dio cuenta de que era yo, y estalló una enorme sensación en mi que nunca antes había experimentado, nos dimos un morreo terrible, ni mi pequeño sapo Fredo besaba así. Fresano desenvainó su pequeña pero juguetona verga y por arte de magia se elevó alcanzando los 5 cmts. Y debido a mi experiencia tarde mas en excitarme, pero cuando estuve "a tono" mi pequeña torre de babel se elevo sobre las nubes negras de mi pubis, aunque sin llegar a sobrepasarla, nos la comimos mutuamente y fresano derramo su blanco e inocente néctar sobre mi, a continuación le encule de tal manera que comprendio porque me llaman el niño espia (porque te implanto el "microchip" sin que te des cuenta, vale vale ya se que no tiene gracia, pero que quereis viniendo de una mente tan perversa como la mia), me corri en su interior dos segundos antes de que hiciera su aparicion por la puerta del servicio Fulgencio (un compañero bisexual) que al ver a Fresano (el amor de su vida) yaciendo conmigo (aunque no se si se debe llamar "yaciendo" a estar en pelotas sobre la tapa de una letrina de mierda) se echó a llorar, y la siguiente historia os la contare otro dia que hoy tengo que sustituir a mi madre en el trabajo ya que se ha puesto mala.... adios

RELATOS APARTE: ¡NO A LA GUERRA!

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