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En la playa (II)

en Voyerismo

BENDITA EXCURSIÓN A LA PLAYA (II)

Descansamos abrazados sobre las toallas unos cinco minutos. Entonces alcancé mi bolsa y saqué de ella un bote de miel. Ella me miró con cara de sorpresa y noté como un escalofrío recorrió su cuerpo cuando se imaginó que podía hacer con esa miel.

Metí mi mano en el bote y me unté los dedos de ese viscoso y pegadizo elemento para luego embadurnar sus senos y sus sonrosados pezones que estaban en punta, excitados y duros.

Con la miel que me quedaba en las puntas de las manos las pase por sus labios, ella se ponía, excitada, a lamer mis dedos y metérselos en la boca.

Volví a meter mis dedos en la miel y fui haciendo un caminito desde los pechos hacia su peladito conejo.

Me puse encima suyo, lamiendo las tetas y los pezones, y notando que mi pecho se pegaba con su pecho con la miel. Iba dando lengüetazos a sus tetas con fuerza y rapidez, lo que a ella más le gustaba. Después fuí bajando por el caminito de miel que quedaba y quitándosela toda hasta llegar a su monte de venus afeitado empecé a lamer toda la miel que quedaba hasta llegar a su coño. Alargué la mano hasta la miel de nuevo y le unté todo el coño. Luego me puse a lamer esa sustancia tan pegadiza con delicadeza. La mezcla de miel y sus jugos me volvían loco, y a ella le volvía loca los movimientos de lengua sobre la miel y su cuerpo que hacían que los lametazos fuesen mas ásperos.

Le hice levantar el culo, y cogió la postura para hacer la bicicleta. Le hice abrir las piernas y puse de nuevo miel en el agujero de su culo. Me puse a hacerle un beso negro impresionante, quitandole toda la miel.

De vez en cuando, movía la lengua hasta llegar a su conejo que estaba chorreando de placer.

Cuando estuvo a punto de correrse, me pidió que le metiese los dedos por el coño, cosa que hice, mientras le seguía lamiendo el clítoris con vigorosidad.

Así estuvimos unos minutos hasta que los gemidos de su clímax resonaron por toda la calita.

 

Fin parte II