Me considero una persona normal, esta apreciación definitivamente es personal ya que seguramente mucha gente pensará que soy un completo enfermo, dentro de mí existe la pasión por espiar, aun no he logrado evaluar porque me produce tanto placer hacer esto, tengo una variada cantidad de experiencia reales respecto a esta mi actividad, ya que he trabajado muchos años en una empresa que frecuentemente me envía a viajar, he seleccionado la que me parece que contiene todo tipo de sensaciones, será difícil que me crean, sin embargo cinco personas sabemos que esto fue real.

Tijuana, B.C. Mexico, ciudad excitante que reúne las condiciones para encontrar de forma inmediata lo que uno esté buscando. Era la tercera vez que visitaba esa ciudad, y fue mi periodo mas largo ahí, tenía una semana y no había encontrado ningún tipo de situación en la cual pudiera desahogar mi inquietud de presenciar algo que me excitara al máximo, llegó el Viernes y como es común en esta ciudad los jóvenes gringos se apropiaron de la ciudad para llevar a cabo sus excesos, excesos que no les son permitidos en su país.

Serian algo así como las 8:00 de la noche cuando después de una intensa jornada regresé al Hotel, desde la entrada al Lobby, tuve la sensación de que esa noche sería estupenda, alguno de ustedes habrá percibido la excitación de un felino cuando huele la sangre, el Lobby estaba lleno de jóvenes americanos con sus respectivas parejas tratando de conseguir habitación, intente ocultar mi entusiasmo todavía pienso que no lo logré ya que le pedí al recepcionista me entregará la llave de mi habitación con un tono que desconocí completamente.

Toda la semana las dos habitaciones contiguas a la mía estuvieron libres, por lo tanto la probabilidad de que se ocuparán ese fin de semana era muy alta, en la actualidad los hoteles construyen sus habitaciones con puertas en el interior que comunican a las habitaciones contiguas, me supongo que esto es con la finalidad de que cuando existan grupos que quieren estar comunicados lo único que tienen que hacer es correr los cerrojos y abrir ambas puertas, bueno el caso es que ahí estaba yo con la respiración muy agitada ya que efectivamente se ocupo una de las habitaciones a mi lado, deje mis herramientas a media habitación, apagué todos los focos de esta y me dispuse a buscar como iniciar el ritual que me apasionaba. Primero pegue con lentitud mi oído a la puerta para identificar a mis vecinos, eran adolescentes que estaban preparando una fiesta privada, muy jóvenes por cierto 17 ó 18 años a lo más.

Al rato de que ellos empezaron a beber, me di a la tarea de buscar como poder tener contacto visual con ellos, ya que por lo que alcanzaba a escuchar la estaban pasando bien, me tire en el piso tratando inútilmente de observar por debajo de la puerta ya que el hueco de esta hacia el piso era algo grande, debido a que las habitaciones contaban con alfombra, de hecho, levante la alfombre que cubría la parte del piso pegada a la puerta para que la separación entre esta y el piso fuera aun mayor, alcance a ver a dos adolescentes tirados en el piso y solo los pies de dos jovencitas que bailaban encima de ellos, claro no sobre su cuerpo, si no que abrían sus piernas y se desplazaban bailando de un lado a otro en la habitación, definitivamente me encontraba muy excitado ya que solamente podía apreciar los muslos de ellas y el éxtasis que reflejaban los ojos de los jóvenes tirados en el piso. Era el momento de intentar algo mas aventurado, con muchísimo cuidado abrí el cerrojo de la puerta que da a mi habitación y solamente me dividía ya otra puerta que era la que ellos podían manipular desde su habitación.

Volví a tirarme al piso y efectivamente el ángulo de visión mejoró sustancialmente, ya podía apreciar las caderas de las jóvenes que se movían a lo mejor grotescamente por su inexperiencia, sin embargo para mí eran movimientos excesivamente eróticos, sin darme cuenta empecé a desnudarme y mi mano necesariamente llegó a mi miembro, por la posición en la que me encontraba, poco podía hacer ya que mi estómago estaba completamente pegado al piso y mi cabeza se encontraba torcida para poder ajustarme al hueco por donde estaba observando.

No me di cuenta, una de las jóvenes se acerco muchísimo a la puerta de forma que a escasos 15 centímetros estaban sus pies, pies que nunca olvidaré, me encontraba embelesado tratando de percibir el aroma de ella cuando un ruido extraño me sobresaltó, efectivamente a ella le asaltó la curiosidad de la puerta y la abrió, no puedo explicar lo que sentí en ese momento, vergüenza, coraje, en realidad no lo se no pude ni levantar mi cabeza y solamente permanecí sin moverme, el mundo se me venía encima ya que nunca jamás había estado en esa situación, tirado y desnudo me habían atrapado espiando, la puerta se cerro nuevamente, y yo inmediatamente me levante con otra excitación diferente, mi placer se había convertido en miedo, me imagine que al día siguiente estaría en los periódicos locales acusado de invasión a la intimidad, en realidad pasaron por mi cabeza mil cosas, que pensará mi familia si llegan a enterarse de esta situación tan bochornosa, en el momento que me estaba levantando presa del pavor, la música de la habitación vecina dejó de escucharse y alcance a oír que la jovencita también estaba muy asustada y les decía a sus compañeros que alguien estaba tirado y desnudo del otro lado de la puerta, percibí que los cuatro se acercaron a ella y yo completamente asustado me refugie en el baño, no tuve tiempo de nada, ni de vestirme ni de tomar mi llave y salir de la habitación, me encerré en el baño, escuche que abrieron la puerta que separaba las habitaciones, escuche que entraron a mi habitación, no puedo describirles las sensaciones que me invadían en ese momento.

Paso si mal no recuerdo 1 hora, y salí nuevamente cauteloso, la puerta que correspondía a mi cuarto se encontraba cerrada, claro que sin el pasador ya que al salir ellos de mi habitación era imposible volver a cerrar, me recosté todavía con algo de miedo, yo creo que ellos también de alguna manera se impresionaron por lo que les contó la jovencita que me atrapó tirado en el piso ya que en todo ese espacio se mantuvieron en silencio.

Poco a poco fueron recuperando sus ánimos me di cuenta de esto ya que la música regresó y por que no decirlo yo también me fui serenando al grado que nuevamente me acerque a la puerta, no sé que pasa, uno nunca aprende la lección, abrí nuevamente mi puerta y para sorpresa mía la puerta de ellos estaba completamente abierta, no podía creer lo que estaba viendo, estaban los cuatro jóvenes en la misma cama fornicando como locos, la jovencita de cuerpo mas tierno estaba echada a cuatro patas mientras su compañero la embestía bruscamente, a media luz pude apreciar como entraba en ella y sin ninguna delicadeza la empujaba hasta pegar con la pared, mientras que la otra jovencita se dedicaba a acariciar el miembro del otro joven con su lengua, era como si no quisiera lastimar aquel miembro con sus dientes lo tomaba de una manera tan delicada que su dueño debía estar recibiendo las sensaciones más placenteras, percibí el rictus de placer que inundaba todos sus rostros, jóvenes al fin terminaron pronto sin embargo para mí fue toda una eternidad ya que nunca había presenciado a personas tan jóvenes realizando el sexo, sexo que finalmente catalogué como instintivo ya que definitivamente y sobre todo en los jovencitos fue completamente desbocado, las jovencitas, a ellas si se les veía muchísima mas experiencia.