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Lo que puede pasar en una cocina

en No Consentido

Laura sólo tenía 22 años cuando empezó a trabajar de ayudante de cocina en un restaurante, y solo quería agradar a sus jefes, llegaba siempre diez minutos antes, y era siempre la última de los empleados en marcharse.

Laura en realidad no conocía a su jefe apenas, sólo lo había visto el día en que firmó el contrato, y la verdad es que no se había sentido muy cómoda con el, la había parecido uno de esos típicos viejos verdes que sentados en los bancos no dejan de mirar el culo a todas las que pasan.

El día de la firma del contrato no dejo de mirarla las tetas y el culo, y de vez en cuando se llevaba la mano a su paquete muy descaradamente, pero Laura intentó hacer como que no se daba cuenta, e intentó darse la mayor prisa posible en firmar e irse para su casa tan contenta con su primer trabajo.

Cuando ya llevaba como un par de meses trabajando, y cuando faltaban como cinco minutos para irse todos, apareció el jefe, y como el encargado ya estaba vestido y dispuesto para marcharse, esperando sólo a Laura, le dijo que se marchara, que ya cerraría el, así que se quedaron solos Laura y el jefe.

Laura no estaba todavía cambiada para irse, y se jefe le dijo que fuera hacerlo, que ya era suficiente por ese día, Laura estaba muy incomoda, por que tenia previsto salir a dar una vuelta después de trabajar, y ese día había llevado de ropa una minifalda muy cortita blanca, un top muy escotado negro, y la ropa interior a juego con la ropa, sujetador negro de los que levantan el busto y un tanga blanco de algodón, y para colmo, de calzado había elegido unas botas altas de tacón fino.

Cuando apareció por la cocina ya cambiada, noto que su jefe, cuando la vio la dio un repaso y se llevo la mano inmediatamente al paquete, mostrando una media sonrisa, y acercándose a la puerta sacó la llave y cerró la puerta muy lentamente, preguntándola mientras:

Tu te llamas Laura, verdad.-

Si –contestó muy tímidamente esta- ¿ha cerrado la puerta?, es que debo irme ya.

Creo que todavía no Laurita- dijo el jefe –Hoy toca hacer horas extras. Pareces una chica muy lista y me da que ya sabes x donde va la cosa.

El jefe para entonces ya se había desnudado prácticamente, y Laura había ido retrocediendo hasta quedar pegada en la pared, no sabía como reaccionar a aquello.

Cuando el jefe llego hasta la altura de Laura, ya llevaba su polla bien dura en la mano, esta intento defenderse, pero su jefe era mucho mas fuerte, la dio la vuelta y apoyándola en una de las encimeras de la cocina, la levanto la minifalda y la aparto la tanguita, diciéndola:

Joder que coño tienes zorra, y mira lo que me lleva, con esto vas pidiendo que te follen a gritos.

El jefe se lleno la mano de saliva y la llevo hasta el seco coñito de Laura, mojándoselo. Nada mas hacer esto, Laura empezó a suplicar que parara, pero de repente sintio la polla de su jefe en su coño, y al sentir la embestida tan de golpe se callo y aguanto la respiración, se la habia metido de golpe entera, nunca habia sentido una polla tan gorda, y la hizo algo de daño. El jefe empezo a moverse, primero despacio, la soltó las manos y la subió la camiseta y el sujetador, dicendola al oido:

Dios que tetas tienes, espera que me corra aquí ya veras como te lo vas a pasar puta.

Cada vez aceleraba mas las embestidas, y para entonces Laura ya gemia y tenía el coño totalmente mojado, había abierto las piernas y movia sus caderas al ritmo que le marcaban las embestidas de su jefe. Un viaje se la escapo decir:

Joder que polla, como follas cabron.

Cuando su jefe la oyo decir esto, la cogio del pelo y la dijo:

Seras puta, ponte de rodillas.

Al ver que Laura se quedo quieta, la dio un bofetón, y esta se dio prisa en arrodillarse, y cuando vio que la ponía esa polla en la boca, empezo a lamerla primero timidamente con la punta de la lengua, luego empezo a lamerla con gusto, subia su boca hasta el capullo y lo sorbia con ganas y luego volvia a lamer toda la polla.

Chupame los huevos zorra – la dijo el jefe entre una especie de gruñidos.

Laura empezo a chuparselos, mientras tenia una mano en su coño y se metia los dedos casi con violencia y con la otra se sobaba las tetas apretándose los pezones ya muy duros.

El jefe la cogio del pelo, y echándola para atrás la cabeza la dijo casi gritándola:

Zorra, las manos y la boca en mi polla, ya me encargare yo luego de ese coño de puta caliente que tienes.

Entonces Laura siguió chupando los huevos de su jefe mientras con las manos le tocaba la polla, o se la metia en la boca y se la tragaba hasta dentro mientras le acariciaba los huevos, en uno de estos viajes, y casi x instinto, Laura acerco un dedo al culo de su jefe y empezo a acariciárselo en circulo muy suavemente, entonces este le dijo:

Mira como sabe la perra, moja tu dedo en tu coño y meteme ese dedo y sigue comiéndome la polla pedazo de zorra.

Laura llevo el dedo corazon a su mojado coño y después casi con asco, empezo a meter su dedo en el culo de su jefe, mientras seguia moviendo la cabeza guiada por las manos del jefe, que habia abierto bien las piernas y se movia para follar bien la boca de Laura, que mientras engullia la gran polla no paraba de moverse de lo caliente que estaba.

Cuando le metió el dedo, empezó a moverlo en círculos y de fuera a dentro, entonces su jefe, empezo a mover mas deprisa su cabeza, Laura, que sabia lo q iba a pasar, no quería tragarse el semen, ya q no lo habia hecho nunca y la idea le daba asco, pero su jefe no la dio opcion de apartar la cabeza, y Laura sintió de repente un chorro calienten la garganta que no la quedo mas remedio que tragar, ya que en ese momento la apreto la cabeza muy fuerte para meterle toda su polla en la boca provocándola unas arcadas.

Entonces Laura sacó el dedo, y se quedo arrodillada en el suelo y el jefe resoplaba de la mamada que acababan de hacerle, pero cuando vio que le quedaban restos de semen la dio un tortazo a Laura y la dijo:

Eh, zorra, que aquí no se desperdicia nada, limpiame la polla o no sales hoy de aquí.

Asi que a Laura no la quedo mas remedio que chuparle bien la polla a su jefe, mientras volvia a meterle el dedo x el culo, y su jefe la decía:

Joder que pedazo de puta, dios como la chupas zorra.

Laura seguia lamiendo la polla y acariciándole los huevos, se habia quedado muy caliente y necesitaba follar, asi q estuvo con la polla y huevos de su jefe hasta q estuvo dura otra vez.

Laura entonces se puso a cuatro patas en el suelo y apoyando la cabeza en el suelo saco bien el culo, oyendo decir a su jefe:

Esta zorra necesita follar eh, pues veras ahora putita.

Y cogiendola x la cintura la metio toda la polla de golpe y empezo a follarla muy fuerte oyéndose en la cocina los gritos de Laura, los gruñidos de el y y el choque cada vez que la follaba. Laura se tocaba el clítoris mientras la follaba y de vez en cuando se metia un dedo en el coño con la polla del jefe, hata que este dijo:

Voy a correrme otra vez zorra.

Salió de Laura y fue a cogerla del pelo y se la metio en la boca y le hizo chuparsela hasta que volvio a correrse en la boca.

Entonces fue a limpiarse dejándola con la boca llena de semen y después de vestirse la dijo:

Arreglate la ropa que me tengo que ir, eres toda una puta, nos veremos mas veces. Creo que vas a durar mucho en este trabajo.