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Sonia

en No Consentido

Sonia, es una mujer casada, tiene 28 años. Una rubia de infarto, con melena larga, unas tetas grandes, y unas piernas que solía lucir, llevando faldas cortas, y 1,72 de estatura.

Era feliz y llevaba una vida normal, hasta que le sucedió un hecho, que marcaría toda su vida:

Trabajaba como directiva de una empresa, a pesar de su juventud. Le gustaba vestir bien, con faldas cortas y blusas que dejaban insinuar sus grandes pechos. Cada vez que entraba en el edificio donde trabajaba, notaba como el vigilante se la comia con los ojos. Era un hombre mayor, de unos 55 años, con gran barriga y bajito.

Llevaba mucho tiempo en la empresa, y era amigo personal del director, por eso mantenia el puesto de trabajo, porque mucha gente se quejaba de el.

Pero Sonia, a parte de las miradas que el vigilante le echaba, nunca tuvo que aguantar nada más de él. Un dia llego al trabajo, al subir en el ascensor del edificio, vio que estaba lleno, subio y habia tanta gente que todos quedaron apretados.

Entonces Sonia, comenzó a notar como la persona que estaba detrás de ella, se le pegaba más de lo normal. Pensó que era por el mogollón de la gente, pero comenzó a notar una mano pasando por su culo. Se giró rapidamente a ver quien era el atrevido, y se dio cuenta que era el vigilante.

Se había atrevido a pasar de las miradas, y le sobaba el culo, aprovechando la multitud del ascensor. Sentía asco por lo que le estaba pasando, pero no se atrevía a decir nada, por vergüenza a montar el numerito, y por miedo a lo que podría pasarle si le acusaba delante de todo el mundo, al amigo del director.

El tipo, al ver via libre, siguió con sus manoseos. Sonia deseaba que el ascensor llegara a su piso, y bajarse. Se dio cuenta que el tipo, viendo su indiferencia, bajo la mano hasta el borde de su falda, y empezó a subirsela, mientras acariciaba sus piernas por la parte de atrás. Ella intentó moverse, pero estaba tan apretada entre la gente que era imposible. Aquella mano, ya casi estaba a punto de llegar a su culo, y ella no hacia nada para evitarlo, su miedo a las represalias, era mayor que su asco por aquel tipo.

La mano del vigilante, ya estaba sobandole el culo por encima de las braguitas, y la falda casi subida hasta arriba. Nadie podía verlo, asi que el tipo metio su mano entre las piernas de Sonia y comenzo a acariciar las braguitas, sobre su coño. En ese momento, llegaron al piso donde se bajo mucha gente, y Sonia aprovecho para salir del ascensor, aunque aquella no era su planta. El vigilante quedó dentro y al girarse ella para mirarlo, el la estaba observando el culo, mientras se le notaba el bulto en el pantalón.

Sonia sintió mucho asco, pensar que aquel tipo la habia tocado y se había excitado, le provocaba repulsion. Pero intentó olvidarlo lo antes posible, y continuó el dia normal de trabajo.

Al terminar su jornada, acabó muy tarde, y pensó que ya era hora de marchar para casa. Al salir del edificio, el vigilante no estaba en su lugar, habia terminado su turno, entonces se dio cuenta de lo tarde que era. Fue hacia el parking a recoger su coche, cuando de repente, notó como alguien le tapaba la boca y la arrastró fuerte hacia una furgoneta. A pesar de sus forcejeos, no tenia fuerza suficiente para desahecerse de su agresor. Sin poder verlo, le pusieron una capucha en la cabeza y le taparon la boca.

-Vamos arranca-. No conocía la voz, estaba muy asustada. La furgoneta arranco, a la media hora, noto como se paraba. Abrieron las puertas y la sacaron de allí, sentía mucho frio por el viento que hacia.

Le quitaron la mordaza, pero no la capucha, mientras la llevaban agarrada por los brazos, guiandole. –Soltarme, que quereis?-. Nadie le contesto.

Escuchó una puerta, y tras pasarla , notó como la cerraban. La soltaron y la dejaron de pie.

-No te muevas-. Estaba muy asustada, nadie la sujetaba, pero con la capucha no veía nada. –Ya te puedes quitar la capucha!-. Sin dudarlo, se la quitó rapidamente. Y lo que vio allí no le gusto nada. Eran tres hombres, uno era el vigilante, el otro tipo tambien lo conocía, era un hombre mayor, de unos 50 años, era el subdirector de ventas, y el tercero era un chico joven, de unos 15 años, con la cara llena de granos, y bastante feo.

-Que quereis?-. No tenia salida, la unica puerta, estaba situada detrás de los tres tipos. Entonces, el vigilante se acercó a ella, -Tú que crees puta, despues de lo del ascensor, terminaré la faena, no crees?-.

Sintió que se moria. –Y ya me he traido al subdirector,y a mi hijo, que disfruten de ti tambien-.

Sonia intentó correr hacia la puerta, pero el vigilante la agarro, y le solto una bofetada.

-Vamos puta, en el ascensor no corrías, te has dejado sobar-.

El hijo del vigilante, sacó un colchón sucio, de una habitación y lo echó al suelo. Ella comprendió que la iban a violar aquellos tres hombres tan asquerosos para ella. El vigilante de un tirón le soltó todos los botones de la blusa, dejando su sosten a la vista.

-Vaya tetas, puta-. Y las agarró sacandolas sin quitarle el sosten, y comenzó a chuparlas con violencia, mientras Sonia le decia que la dejaran en paz, y aunque intentaba detener al hombre, el le apartaba las manos con fuerza. –Que buenas tetas-.

A pesar de que sentia asco, las caricias del vigilante, hicieron que su pezones se endurecieran, contra su voluntad. –Mira ya le va gustando a la puta-. Los otros dos tipos ya se habian sacado sus pollas, y se pajeaban lentamente, esperando su turno. El vigilante la empujó y la tiró contra el colchón, le quitó la blusa, y siguió sobandole las tetas, ante los movimientos inútiles de ella, que solo con el peso de él, quedaba inmóvil.

Los otros dos se acercaron, y la cogieron cada uno de un brazo. El vigilante entonces le arrancó la falda de un tirón, dejandola en bragas.

Te voy a follar, puta-.

-No por favor, dejenme, les dare dinero, pero dejenme-.

No hicieron caso, y el vigilante acercó su cara al coño de Sonia, y comenzó a besar sus braguitas. –Con estas braguitas, vas pidiendo que te follen-. Y los tres reian, siguió besando sus braguitas y sin quitarselas, las hizo a un lado y empezó a chupar su rajita. Ella sentía un asco terrible, no podia creerse lo que le estaba pasando.

Pero lo peor estaba por llegar, cuando el tipo, le quitó las bragas, y se bajó los pantalones, y aparecio una polla no muy grande, pero ya tiesa, se puso entre sus piernas.

-no por favor, no,no lo hagas-. Pero los gritos hacian que el hombre se excitara más, y colocando su polla en la entrada de su coño, empezó a penetrarla con la punta.

-No,nooooooo-. Y antes que acabara su grito, ya notaba la polla dentro de su raja, se la metió entera, y comenzo con embestidas lentas. Ella ya no gritaba, estaba resignada a lo que le estaba ocurriendo, solo cerro los ojos.

-Vamos puta, abre los ojos, quiero que veas como te follo-. No hizo caso, asi que el hijo, la agarró de la cara y le apretaba con fuerza, y no tuvo más remedio que abrir los ojos. La imagen la daban ganas de vomitar, aquel tipo la miraba con cara de placer, y no paraba de decirle cosas, mientras seguía notando su polla dentro, entrando y saliendo.

-Ya no gritas, zorra?, mira como te follo, te gusta?-. Se sentía humillada, ya no le salian ni gritos para que pararan. Entonces el hombre comenzó a bombear con más fuerza, notando que iba a correrse.

-No,no, no lo hagas dentro-.

-No tomas precauciones, zorra?-.

Sonia llevaba un tiempo, intentando quedar embarazada de su marido, y no tomaba ningun tipo de precaución. Si lo hacía dentro podía quedar embarazada.

Pero el, no estaba dispuesto a hacerla caso, así que cuando notó que se corría, se la dejó bien dentro. –AAAAAAh, toma leche puta, te dejaré preñada-.

-No,no, cabrón, noooooo-. Y notó en su interior el primer chorro de semen, y sin sacarsela, notó como se vació entero dentro de ella.

-Eres un cabrón-.

El tipo relevó al subdirector cogiendo el brazo de Sonia, y el subdirector no tardo en colocarse delante de ella. –No, mejor girarla, me voy a follar su culo-.

Ella vio que no tenía salvación, al menos no era virgen por el culo, no me dolerá tanto, pensó. Estaba resignada, y opuso una timida resistencia a que la giraran.

Una vez puesta a disposición del subdirector, este, sin aviso la dio un fuerte empujón con su polla, metiendo casi la mitad: -AAAAAAAH, me haces daño, hijo de puta-.

No hizo caso, y con otro empujón se la metió entera. Sonia notó que le partían el cuerpo en dos, el dolor era muy fuerte, pero el tipo comenzó a bombearla muy fuerte, metiendola hasta el fondo en cada embestida.

El hijo del vigilante, con una mano la agarraba, y con la otra le sobaba los pechos que le salían del sujetador. –Toma, zorra, te gusta como te follo el culo?, estas buenissima, y estas hecha una zorra-. Los comentarios la hundían todavia más.

El tipo se tiró un buen rato penetrandola, mientras le manoseaba nalgas y la agarraba de la cintura, ayudandose en cada embestida. Antes de correrse, le sacó la polla del culo, y sin pensarlo dos veces, se la metió por el coño,. –Me voy a correr dentro, zorra, entre todos te vamos a preñar-.

-Nooooo,cerdo, no lo hagas, nooooo-.

-Toma, puta, la notas-. Y empezó a descargar en el interior del coño, era una corrida todavía más abundante que la anterior. Sonia pensaba que la dejarian embarazada, y se sentia derrumbada.

-Vamos hijo, es tu turno-. El chaval, que ya llevaba un rato pajeandose, se sentó en una silla. –Ponedmela encima, quiero que me monte-.

Los dos hombres se rieron, y la llevaron hacia el. Sonia se sentó poco a poco en la polla del chico,. –Vamos, muevete puta, quiero que me folles-. Ella hizo caso, y subía y bajaba, sintiendo la polla del chico en su interior, mientras él le sobaba las tetas, pasando toda su cara llena de granos por sus pezones, intentó besarla, pero ella giró la cabeza, entonces el chico agarrándola de los pelos, la sujetó y metió su lengua en la boca de Sonia,.

-Vamos, besame,quiero que muevas tu lengua-. Sonia, tuvo que hacerlo, y notaba como el chico le metia la lengua en su boca, y notaba como las dos lenguas se juntaban. Que asco, pensaba para ella.

-Te gusta como te follo?vamos contesta puta!!!!-. Ella hizo un gesto afirmando. –Quiero oirte, zorra, quero oir que te gusta como te follo-.

-Si,me gusta-.dijo con voz resignada.

-Así me gusta ,puta-.

Ahora el chico, era quien se movia, levantando el culo de la silla, metiendola hasta el fondo de su coño, con fuerza, y a los pocos segundos, Sonia notó el semen del chico en su interior. Los tres se habían corrido dentro de ella, temía lo peor.

El vigilante, que ya estaba empalmado otra vez, la puso de rodillas y se la metió en la boca. –Vamos chupamela, puta-. Sin otra opción, comenzó a metersela en la boca, mientras el subdirector, comenzó a acariciarle la rajita, jugando con su clítoris, pero esta vez lo hacía tan suavemente , que Sonia empezó a notar cierto placer, quería eliminarlo, pero no podía, aquel hombre la estaba masturbando con destreza.

Inconscientemente, aceleró la mamada del vigilante, agarrando su polla con fuerza.

-Mira la puta, le gusta comer pollas-.

Las caricias del subdirector, seguían causandole placer, y se le escapó un gemido:

-mmmmmm-.

-Pero que zorra, te gusta eh-. Sin dejarla contestar se corrió en la boca, llenandola toda de semen.

Pero el otro tipo seguía masturbándola, y ella ya se había echado boca arriba sobre el colchón, dejando sus piernas abiertas.- siiii,mmmmm-. No podía reprimirse. Entonces el tipo, volvió a agarrar su polla y dejandola en la entrada de su coño:

-Quieres que te folle puta?-.

-Siiii,follame, quiero sentir tu polla dentro-.aquel comentario, le sorprendió a ella misma, pero el placer la invadía, y quería que la follaran.

Aquello puso a los tres tipos otra vez como una moto,y el subdirector comenzó a penetrarla por su coñito, y Sonia, ya fuera de sí, pasó sus piernas por la espalda del hombre, apretandolo contra su cuerpo, y moviendose al ritmo de las embestidas del subdirector.

-Pero que puta eres, te gusta que te follen como a una zorra-.

Sabía que estaba mal lo que hacía, pero no podia aguantar el placer, y estaba disfrutando, sintiendo aquella polla en su interior. El vigilante y su hijo, comenzaron a masturbarse ante la cara de Sonia, mientras con la mano libre, le sobaban sus pechos, que tenía los pezones más duros que nunca.

El subdirector ya estaba otra vez a punto de correrse. –Lo quieres todo dentro?-.

Sonia recuperó un poco su conocimiento: -No,por favor, dentro no-.

Pero despues de pedir que la follaran, aquel tipo le daba lo mismo los ruegos de ella. Asi que sin sacarla, comenzó a chorrearla de su semen dentro del chocho.

-No,no,nooo-. Gritaba Sonia, pero no dejaba de rodear con sus piernas al tipo, y seguia el ritmo de las embestidas, era más fuerte el placer.

En el mismo momento, los otros dos, se corrieron en la cara de Sonia, dejandole toda la cara manchada por el semen.

Una vez recuperada del todo, se dio cuenta de lo que le había pasado, y todo lo que había hecho, y no podía comprender, como se había dejado llevar.

El vigilante se le acercó, con una cámara en la mano: -No dirás nada verdad?, si alguien viera esta cinta, nadie se creera que te violamos-. Agachó la cabeza, sabiendo que tendría que aceptar, pero lo peor de todo, fue cuando se acordó que se habían corrido 4 veces en su interior, y seguramente la habrían dejado embarazada.

La subieron a la furgoneta, y la dejaron en la puerta de su casa. Jamás dijo nada de lo sucedido aquella noche, y cambió de trabajo, no podría soportar ver al vigilante todos los dias.