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Corrida Inesperada

en Sexo Oral

Esta historia ocurrió hace más de siete meses cuando yo aun creía estar enamorada de mi ex-novio. Era miércoles y había quedado con el para ir a ver la ultima de Almodóvar, que a mi me chifla. Generalmente el cine español, me llama bastante más la atención que el americano y afortunadamente tenia un novio. Porque ahora ya no lo tengo (al menos no el mismo) que le gustaba el mismo tipo de cine que a mi o casi.

Se que pueden pensar que soy un poco cerda por acordarme de un antiguo novio, saliendo actualmente con otro chico. Pero bueno, solo llevamos tres semanas y en principio, no se como terminara la cosa. Además esto lo hago para que mi Ex se acuerde de aquella vez y no olvide que tampoco era tan estrecha como decía. En realidad nunca lo he sido.

Bueno, el caso es que estábamos los dos en la cola para comprar las entradas y para variar Marcos (mi antiguo novio) ya me estaba tocando el culo y arrimándose por detrás más de la cuenta. Rozándose todo el rato conmigo.

Reconozco que no era mal chico pero a veces se ponía muy sobón cuando se calentaba. Y debo decir que se calentaba muy, pero que muy fácilmente. A mi que quieran que les diga, a veces me agotaba. Sobre todo porque creía que solo me quería para eso, para follar. Lo siento, pero eso es lo que creo, y el ultimo mes que estuvimos saliendo. Ese tipo de discusiones fueron como el pan de cada día, hasta que me harte y le mande a freír monas.

Debo reconocer que no me considero una chica físicamente mal. Mas bien creo que soy guapa, pero no exagerando. Mido un metro sesenta y siete y aunque no tengo mucho pecho, mi cuerpo en conjunto forma lo que los tíos suelen decir un "tipazo". Mis ojos son marrones claros, mi pelo es castaño oscuro y liso, un poco largo y mis labios son sensuales pero no muy grandes. Mi antiguo novio siempre decía que tenía una boca perfecta para comer pollas. Era así de gracioso, ya ven.

No me tomen por una creída, que no lo soy aunque si sé vestir bien y provocar a un chico me es bastante fácil. Y con Marcos, no hacia falta mucha dedicación para que comiera en la palma de mi mano.

Ese día debo decir que iba bastante discretita para mi gusto. Solo llevaba puesto un sencillo suéter negro ceñido, donde se me transparentaba un poco el sujetador blanco que llevaba debajo y unos vaqueros azules desgastados que me hacían un bonito culo. Esto al menos era la opinión que tenia mi antiguo novio de esos pantalones. Bueno la verdad es que me dejan un trasero redondo y bastante llamativo.

También estaba con la regla, y llevaba con ella solo dos días. Y es asqueroso ir con un trozo de plástico entre las piernas todo el santo día sin desesperarse o volverse loca.

Debo añadir, que hacia más de tres semanas que no lo hacíamos, me refiero a practicar el sexo y Marcos claro, estaba que saltaba y mordía, con sus zarpas palpándolo todo. Sobre todo si lo que palpaba era mi cuerpo.

Joder tía, que guapa te has puesto hoy ¡dios!.

Basta ya Marcos, por favor. Hay gente mirando.

Bueno, joder. Te molesta también que te toque el culo...

No, pero es que me estas moviendo la compresa... ¡jodeer! Con tanto manoseo..

Los chicos que venían detrás nuestro en la fila se empezaron a reír y Marcos se cruzo de brazos mirándoles de refilón con cara de pocos amigos. Gracias a esta pequeña discusión no volvió a intentar nada hasta que estuvimos dentro de la sala.

Para variar no había entradas para la película que queríamos ver (que yo había venido a ver) y al final mi ex, eligió una de acción a la americana. Que decía que había leído que la critica no la ponía mal del todo. Vamos horrorosa, que no se porque al final le deje elegir a él. Claro, que luego paso lo que paso.

Pedimos antes de entrar a la sala, un Kas naranja y un Sprite para mí, que extrañamente pago mi ex. No tenia fama de ser muy desprendido que digamos y nos metimos dentro. El sitio donde nos ubicamos no estaba mal, era centrado y no había gente detrás nuestro ni delante, salvo una pareja en un lateral que no paraban de besarse. El resto estaban al fondo del todo ya que nosotros nos habíamos colocado cerca de la pantalla. Mi ex me señalo la parejita con el dedo, con una sonrisa de pervertido en la cara.

Mira esos... Seguro que a mitad de la película ya están jodiendo...

Yo le mire fijamente a los ojos, negando con la cabeza.

Pero que bestia eres. Siempre pensando en lo mismo. No eres capaz de pensar en otra cosa. Vamos, es que esta obsesionado.

Venga mujer... No he dicho nada. Tampoco es para tanto.

Es que solo piensas con la polla.. ¿No te das cuenta?

Quizás.. Teniendo en cuenta que hace más de tres semanas que no lo hacemos.

¡Lo ves!... Es en lo único en lo que piensas... ¡joder!

Vale, vale olvídalo. Por favor, veamos la película.

Ya me había enfadado con él y eso que ese día pensaba ser caritativa, pero desde luego iba de puñetero cráneo si seguía haciendo insinuaciones de ese tipo.

La película comenzó y empezamos a verla como si nada. La historia era de un policía bueno al que unos mafiosos asesinan a su familia y luego el policía los mata a todos, se lía con una chica mala que luego se hace buena y fin. Bueno lo último no me acuerdo, pero me imagino que debería ser así, ya que la dichosa peliculita era difícil de ver con los ojos abiertos.

Quedarme Dormida con Marcos al lado era imposible ya que en cuanto vio que a los cinco minutos de proyección empezaba a bostezar. Se arrimo a mí, invadiendo mi sitio en la butaca, comenzando una ataque constante y despiadado.

Cari.. Te aburres mi amor.

Y ¡zas! Ya me había plantado la mano en la rodilla y colocado sus labios detrás de mi oreja.

Si te aburres... y quieres que haga algo por ti.

¡Zas! Ya me estaba besando el cuello, dulcemente eso sí, y mordiéndome ligeramente la oreja mientras su mano ascendía por mi tripa, acariciándome despacio.

Cari.. Tu sabes que estoy loquito por ti.. ¿verdad?.. Es que me muero por tus labios...

Su mano ya había alcanzado uno de mis senos, concretamente el izquierdo y yo aunque al principio me resistí interponiendo mi codo. Al final desistí bajando la guardia. Me estaba empezando a excitar el muy canalla.

Cari, te quiero.... amor mío.. Te deseo... ¡Dios! Si es que me tienes a dos velas.. amor..

Su mano agarraba firmemente mi pecho y ahora apretaba con dos dedos mi pezón, el cual estaba duro y punzante como una chincheta mientras seguía lamiendo mi cuello por detrás de la oreja. Para que negarlo me estaba calentando y sentía como se hinchaba mi sexo y Marcos, el muy sin vergüenza lo sabia.

Amor.. te desseo... te amoooo...

Ya no pude resistir más y le bese en los labios. Juntando nuestras lenguas. Deje que me introdujera su lengua dentro de mi boca y empecé a succionarla con ganas haciéndole daño. Algo que se que le encantaba mientras su mano derecha se colaba debajo del suéter sobandome los pechos por encima del sujetador.

Nuestras respiraciones eran entrecortadas y bastante excesivas, sabia que si no tenia cuidado Marcos podría perder el control, pero el problema no era él sino yo, que me estaba poniendo cachondísima. Después de tres semanas, una no es de piedra, lo quieran o no y yo me dejaba hacer lamiendo su boca y abriéndome de piernas sobre la butaca.

Marcos me subió el suéter hasta los hombros y me bajo ligeramente el sujetador asomando uno de mis pezones duro y firme. Por supuesto no tardo en introducírselo en la boca para lamérmelo con ganas pero muy lentamente. Me estaba excitando más de lo normal y yo le agarraba de la cabeza acariciándole el pelo, introduciendo mis dedos entre sus cabellos. Dejando que siguiera chupando y lamiendo mis tetas sin ningún complejo. Estaba ardiendo de deseo.

Pero le tuve que parar en seco porque escuche un ruido, el que provoco la cremallera de mis pantalones cuando su mano se dirigía hacia el interior de mis braguitas. Me tenia empapada y tuve que sujertale la mano para que no hurgara en mi sexo hinchado y chorreando.

¡Para Marcos!.. Quieto. Estamos en el cine... ¡Por favor!... Además, estoy con la regla..

¡Quee!... Pero amor mío, si me tienes con la entrepierna a reventar.. no me hagas esto joderrr..

Era cierto, le mire el bulto que tenia en el pantalón del chándal y le puse la mano encima para palparlo. La tenia enorme y dura como un mazo. El pobrecito estaba necesitado desde luego, y yo también. Se la acaricie un rato sabiendo que si seguía así debería acabar lo que estaba empezando y Marcos cada vez estaba más y más excitado.

Chupamela.

Al escucharle, me quede alucinada. No porque me importara metermela en la boca sino porque estábamos en una sala de cine, con gente. Vamos, un escándalo.

- ¿¡QUE!?.... Estas loco.. ¡Nos pueden ver!

Marcos estaba desatado, se había bajado el pantalón del chándal y los calzoncillos, mostrándome su polla dura y curvada ligeramente hacia la derecha. Yo la miraba y la tapaba con la mano agarrandola. Estaba dura como nunca y palpitaba en la palma de mi mano. Pero era una locura lo que me estaba insinuando. Una locura.

Vamonos fuera. Guárdatela. Venga.... Sé donde podemos ir...

Salimos de la sala y nos dirigimos a los servicios. Afortunadamente no había acomodadores ni nadie en el exterior de los mismos. Marcos entro dentro para mirar si había alguien. Lamentablemente había dos chicos orinando, con lo que Marcos salió dando un pisotón en el suelo, lleno de rabia.

- ¡Joder...! ¡Perra suerte!

Yo le tranquilice y le señale con la barbilla las puertas de emergencia, tirandole del brazo para que me siguiera.

Abrí las puertas y nos encontramos dentro de un largo y ancho pasillo donde al final del mismo había otras dos puertas atrancadas por dentro. Marcos no espero, cerro las puertas que acababa yo de abrir y apoyando su espalda en ellas me beso en los labios, introduciéndome la lengua.

Me aparte de él enseguida y le sonreí. No podíamos perder el tiempo en más precalentamientos.

¿Quieres que te coma la polla? Verdad...

Marcos con una sonrisa de autentico maniaco, asintió muy despacio con la cabeza.

Entonces.. Tendrás que pedírmelo como dios manda.

Marcos se abalanzo sobre mí sosteniéndome la cara entre sus dos manos.

Marta por dios, te lo ruego.. CHUPAMELAAAA....

Yo sonreí de oreja a oreja y le solté una carcajada en la cara. Me gustaba torturarle, me encantaba verle así, tan excitado y sin consuelo. No se, supongo que me excitaba.

Le empuje contra las puertas y me arrodille delante de él. El bulto que tenía en el pantalón del chándal había bajado un poco. Me sentí ligeramente decepcionada. Pero aun así me relamí los labios mirándole a los ojos y le baje los pantalones y los calzoncillos de un tirón seco. Quedando estos a la altura de las rodillas.

Su polla estaba a media asta y goteaba ya el liquido preseminal. Se la agarre de la base y me la metí en la boca. En cuanto la tuve dentro unos segundos se puso dura como un mástil.

Su piel era suave y estaba caliente. La verdad es que me encantaba comérsela. Era un trabajo bastante fácil, en el cual por cierto tengo mucha maña. La succione con ganas lamiendo y chupando. Cebándome especialmente en el glande. Eso le volvía loco. Al menos eso reflejaba su cara cuando le miraba.

Sabia un poquito amarga, debía ser por el liquido que ya había expulsado. Cosa que me excito aún más. Y seguí chupandosela.

Marcos me cogió el pelo con la mano haciéndome una coleta y empezó a usar mi garganta como si fuera un coño. Imponiéndome el ritmo. Yo me dejaba hacer, limitándome a humedecerle la polla con la lengua, cubriéndosela de saliva. Mirándole a los ojos sabia que se correría antes.

Dios estaba tan cachonda. Seguimos con el mete saca durante un par de minutos hasta que me harte y le quite la mano.

¿Me dejas a mí cariño?

Marcos sonrió, tenia las pupilas dilatadas. Se que estaba a punto y se lo advertí.

Avísame antes de que te corras... eh..

Pero no lo hizo. Al volvérmela otra vez a meter dentro de la boca. Al mirarle a los ojos fijamente. A la segunda engullida. El muy desgraciado me lo echo. Sentí un chorro espeso en mi garganta mientras escuchaba el grito de "..Yaaaaa.." Otro más me mancho la cara cuando me la saque de la boca y después las cataratas del Niagara.

Se la menee con todas mis ganas apretando fuerte y su capullo no paraba de expulsar leche hacia todos lados. Estaba cargado, estaba lleno, y me estaba poniendo perdida el muy bastardo.

Le pajee su polla hasta que esta perdió la dureza y quedo flácida pero grande. Se la estruje con la mano hasta que cayeron las ultimas gotas, viéndole en la comisura de sus labios un hilillo pequeño de saliva culebrear hacia abajo en dirección al cuello. Estaba feliz, el muy cerdo.

Me levante y le bese en la boca, diciéndole que se tragara lo que me había echado y lo hizo sin ningún recato. Me lamió los labios, la cara y también los dedos de la mano. Desde luego le había gustado.

Luego nos fuimos del cine y me invito a cenar en un Italiano. Tengo que admitir que ese día estaba muy generoso porque luego me invito también a un helado. Más tarde cuando me llevo a casa le dije que parara el coche en el sitio donde siempre nos metíamos mano antes de despedirnos y se la volví a chupar. Se lo había ganado, que narices.

Se que eso nunca lo olvidara. Yo reconozco que tampoco lo he olvidado.

Adiós queridos.

MIZARK.