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Ceci y Yo

en Grandes Relatos

Mi amada Cecilia

Capítulo I

No recuerdo como empezó mi sueño contigo…. Pero ya de noche entraste a él como si estuvieses llegando desde Ecuador. Yo estaba vestida con un conjunto marrón y saco de cuero hasta las rodillas. Una pañoleta como las que me gustan, mi cartera…. Hacía frío en Lima. Sólo esperaba que tu viaje hubiera sido tranquilo. Y que te impactara tanto como deseaba.

Cuando vi el avión llegar mi corazón dio un salto de alegría. Ya te iba a tener a mi lado… después de tanto tiempo de vivir ese algo especial a la distancia.

Hasta que te vi!

Llegabas a mí con un vestido azul, blusa celeste y saco también de cuero. Tus piernas estaban cubiertas de medias de nylon y se veían esplendorosas. Tu rostro reflejaba la alegría, emoción, dicha y sentimientos encontrados…. Todo era nuevo para ambas. Así lo sentía yo.

Nos conocíamos por fotos pero ya todo para nosotros estaba "consumado"… solo era cuestión de vivir lo antes vivido.

Demoraste poco en aduanas. Cuando saliste por ese ventanal de vidrio…. Llevabas un maletín de mano y dos grandes con el maletero. Nos miramos a lo lejos, nos saludamos con la mano y nos aproximamos.

"Bienvenida", te dije. "Estás bellísima. Vamos al auto que esta siendo frió". Y te di un beso en las mejillas viendo que estaba el maletero al lado….

Te abracé por la cintura y caminamos raudamente hacia el auto. Cuando se fue el maletero y estuvimos solas te miré tome tu rostro entre mis manos y te besé en los labios con dulzura, pasión. Encontré eco inmediato a ese beso que parecía durar.

"Hola amor", te dije. "Que lindo que estés conmigo." Y nos miramos. Sólo eso. Pero fue una mirada de ternura, complacencia y dicha.

Enrumbé a casa por la ruta más corta mientras que le iba mostrando aquellos lugares que podrían gustarle a la vista. Recordamos en la charla el cómo nos habíamos conocido y cuán profundamente habíamos vivido en esos chats. Ahora ya todo será distinto. Para alegría de ambas.

Llegamos a la casa. San Borja te gustó y mi casa te llenó de sorpresas desde un inicio. Viste como abría el portón de la cochera desde el auto y cómo salieron los perros a recibirme. Se sentaron los tres al frente del auto mirándote como la persona extraña que eras en ese momento. Se turnaban en mirarme a mi y a ti. Hasta que te di la mano y los atraje a mi con la otra diciéndoles que eras de la casa a partir de ahora y que sean buenos contigo. Los perros empezaron a olfatearte como deseando saber mas de ti. Los dejamos atrás e ingresamos a la casa.

"Ceci", te dije, "esta es tu casa, a partir de ahora cada vez que vengas estarás acá junto a mi". Y te sonreí. Entramos a una de las salas desde donde pedí nos sirvieran un aperitivo. Te mostré parte de la casa y regresamos a beber ese trago. Creo que lo necesitábamos pues luego de los primero sorbos nuestras mentes estaban ya sin temores de nada…. Libres….

"Ven te enseño tu dormitorio Ceci", y subimos por la escalera lateral hacia el área de dormitorios. Pasamos por dos de ellos y llegamos a uno con la puerta abierta. Ingresamos y te dije: "Este será el tuyo. Tiene una salita un bar pequeño con heladera, baño con tina grande, closet, vista a los jardines y piscina y…. Lo mejor de todo", te lo dije quiñándote el ojo, "esa puerta que esta ahí da al mío."

Caminaste por todo el lugar y abriste la puerta. Ingresaste a mi cuarto y me llamaste. Cuando pase el umbral de la puerta me esperaste con las manos extendidas y, jalándome hacia ti, me abrasaste dándome un beso riquísimo en los labios. Yo correspondí encantada a el tomándote por la cintura y pegándome a tu cuerpo. Jugaron nuestras lenguas en ese momento de placer. Luego nuestros ojos dijeron todo. Deseábamos estar a solas. Lo necesitábamos como el aire que respirábamos en ese momento. Te deje un momento y fui al teléfono interno:

"Marieta, a que hora estará la cena?", pregunté. Me dijo que ya estaba lista y que podíamos bajar cuando queramos. "Bajamos entonces", le dije.

Te tomé de las manos y besándote te dije que bajaríamos a cenar para que descansaras del viaje luego y te tomaras una ducha…. A la cual me integraría. Y quizá lo haremos en mi cuarto esta vez", te dije, " Te parece?" Tu rostro me respondió con una sonrisa coqueta afirmando tu respuesta con una palmada en las nalgas. Te sonreí, te tome de las manos y bajamos a cenar.

Cuando apareció Marieta con Carmen (la empleada de la cocina) trayendo la cena, te la presenté como una amiga. De inmediato se noto la empatía. Marieta era una amiga muy querida fuera de mi empleada administradora de casa. Cumplía mis funciones pues yo no tenia tiempo para ello. Lo hacia con eficiencia, mucha preocupación y mucho cariño. Cuando la conocí era secretaria de una empresa a la que asesoraba. Luego de un tiempo le insinué mi interés en conseguir una empleada para que administrara mi casa y se ofreció de inmediato. Unos meses después la puse a estudiar administración en el IPAE y resulto ser una excelente alumna. Cuando concluyó sus estudios quedó más que agradecida ofreciéndome mantenerse en su puesto hasta que yo viera lo contrario. Me dio su amistad y confianza.

Cenamos las tres conversando de Ecuador, Perú, la situación política de ambos, las guerras mundiales, los novios de Marieta….. Esto nos causaba gracia por la forma que tenia de contarnos sus anécdotas. Luego de una hora de conversar, reír y comer algo ligero tomamos un vino que nos cayó de maravilla.

Concluida la cena Marieta se despidió y se retiro a sus habitaciones. Nos quedamos solas y te tomé del brazo para enseñarte parte de la casa. Caminamos hacia el jardín interior y paseamos por la piscina y mi área de flores. Te gustó muchísimo. Yo me sentía feliz a tu lado y cada vez que podíamos nos robábamos unos besos en la penumbra de la noche. Nos sentamos en unas hamacas cercanas a la piscina y disfrutamos del frío limeño. Ya no lo sentíamos. Conversamos dos horas mas contándonos nuestros asuntos hasta que me tomaste nuevamente de la mano y me dijiste que deseabas bañarte. Subimos a cumplir nuestros sueños.

En el dormitorio encontramos una botella de champaña y unas flores, un envase de cristal con hielo y unos chocolates en forma de corazón que le había dicho a Marieta que se pusieran durante la cena. Ceci me miró y me dio las gracias con un beso. Esperó que el baño te sea también placentero le dije…. Y la llevé a el. Encontró la tina llena de agua caliente, velas alrededor y una suave música así como un masajeador que complementaba los chorros de agua que salían de la tina. Se quedó mirándolo y se alegro tanto que me abrazo diciéndome:

"Quería bañarme así y lo tuve en mi mente desde que estuve en el avión….como supiste?. Esta hermoso. Me bañare enseguida pero deseo que me acompañes. No habrá problemas con tus empleados, verdad?"

Mirándola le dije: "No amor. Ningún problema. Pero desearía verte en la tina y descansar en ella mientras yo voy a quitarme esta ropa y ponerme cómoda". Le di un beso y deje que gozara de su baño.

Cerré la puerta y me retire del dormitorio hacia el mío. De ahí llame a Marieta contándole como había sido todo lo de las sorpresas. Le agradecí y le dije que al día siguiente no nos despertaran hasta las 10 am. Y que le trajeran a Ceci el desayuno acordado a su habitación. Luego colgué y fui al baño a ducharme. Quería estar bella para Ceci. Solo fue eso...una ducha para refrescarme, un poco de perfume….mi bata de seda azul larga….. Al concluir, descalza, me aproximé al cuarto contiguo. Escuché la música suave que provenía del baño, tomé unos vasos…los llené del burbujeante champagne, me acerqué e ingresé. Ceci estaba con los ojos cerrados sentada en la tina, rodeada de velas rojas y amarillas encendidas. Dejé los vasos en una mesita cercana me acerque y le acaricie el cabello.

"Esto esta delicioso amor, me dijo. Si pudiera me quedaría a dormir acá". Le sonreí, le acerque un vaso y tomé el otro. "Por tu venida", le dije "espero que todo sea lindo para ti". Bebimos un sorbo y me levanté. Ceci no dejaba de mirarme a los ojos. Frente a ella con movimientos suaves fui desanudando el cinturón de la bata y la dejé caer lentamente rozando mi cuerpo. Veía su cara de placer y me llenaba de gozo con ello. Me adelanté unos pasos y me metí en la tina pausadamente. No necesitó moverse pues es espaciosa y pueden entrar cuatro de desearlo. Me senté a su lado y reposé mi cabeza en su hombro. Sentí su delicada piel tocar la mía y se me erizó todo el cuerpo. Ella sonrió y con ternura me acaricio el cuello dándome masajes. Mis manos buscaron sus muslos y los sintió suaves. Subí a sus caderas, seguí por su vientre y espalda hasta llegar a su rostro. Con ambas manos la acerqué y la besé abrazándola. "Eres una delicia ", le dije. "No te imaginas mis deseos de tenerte conmigo". Día a día, noche a noche…. Esperando este momento. Ahora se hace realidad mi sueño al igual que el tuyo…. Y me siento feliz."

Capítulo II

Estuvimos unos minutos mirándonos. "Dios que hermosa es", pensaba. Luego toqué su rostro y le cerré los ojos con delicadeza. No deseaba que este sueño se truncara en este momento. Me acerque a ti con mi corazón latiendo aceleradamente.. Mis besos en tu frente hicieron lo que el agua no hacia… tu piel encontró la mía y gozaban ambas de esa caricia tibia. Rocé tu cuello con mis labios y sentí tu calor. Tus manos se dirigieron a mi rostro y ambas lenguas volvieron a juntarse. Juguetonas ellas dijeron desear surcar otros mares. Mis caricias se prolongaron deliciosamente y mis dedos ya buscaban tus áreas de pasión. Las tuyas y las mías encontraron lo que buscaban y empezaron a dar masajes calmos. Sentí tus dedos en mi vagina como deseando meterse todo. Tu boca descendió a mis pechos y succionaban con ardor y pasión. Mi cuerpo todo dio un brinco cuando mis jugos empezaron por primera vez a ceder a tus delicias. El agua se entibiaba más, pero no por efecto del termostato de la pileta del baño sino por el calor de nuestros cuerpos. Estaba riquísima. Presioné un botón y empezaron a salir "chorros de burbujas" envolviéndonos a ambas. Seguimos en un prolongado beso que resulto ser perfecto para ambas… Nos abrazamos y miramos.

Eres divina", me dijiste. Gracias por dejarme venir a tu lado. Necesitaba tenerte cerca"

Yo solo sonreí….. "También yo Ceci…. Muchísimo", te dije.

Tome el jabón de baño. Uno especial que compre con un aroma a flores y comencé a frotarte el cuerpo con el. Empecé con tu cuello, tus senos….cerraste los ojos…. Tu espalda….tu vientre….. Hice que te arrodillaras en el piso de jebe grueso de la pileta y frote también tus glúteos… Tomaste mi cuerpo y lo pegaste al tuyo mientras seguí enjabonándote. Tus glúteos me supieron a gloria. Mientras lo hacia unte de jabón mi mano y toque tus partes divinas. Un dedo se abrió camino a tu potito y empezó a jugar con el mientras los otros suspiraban por seguir sus pasos. El pulgar encontró tu vagina llena de jugos afrodisíacos. Se introdujo en el. Jugué con tus agujeros deliciosamente mientras tu rostro me brindaba el espectáculo mas hermoso que había visto. Rostro de dicha, de gozo, de entrega total…. Te entregabas a mi….. Sentí como tu cara descendió a mis senos para succionar nuevamente mi pecho. Nuestras manos bailaban de placer en cada movimiento… nuestros cuerpos reaccionaban alegres y gozosos.

Tomaste el jabon y seguiste mis pasos. Ambos cuerpos enjabonados prodigándose caricias sin detenerse…Tierno…

Reposamos un poco sentándonos en el agua tibia. En eso te dije: "Me hiciste sufrir pensando en que no vendrías", y te eche un poco de agua en la cara como un juego de amor… "malísima"…..y luego una sonrisa…. Tu entendiste el juego y respondiste con salpicaduras de agua….sonrisas…. recibías las mías…..sonrisas…. recibía las tuyas….sonrisas… Hasta que fué otra mirada la que detuvo todo el juego celestial…. Y un beso sello el mismo…

Nos quedamos un momento más en la pileta diciéndonos las palabras mas agradables que se puedan decir. Salí yo primero despacio. Quería enseñarte mi cuerpo que ahora seria tuyo. Tu tan solo me mirabas y con tu sonrisa me decías todo. Me puse mi bata de baño para secarme….tomé la que te había comprado y la lleve al borde de la tina esperando que subieras…. Fue bello verte subir por esas tres gradas. Tu cuerpo llamaba al mío a cada paso.

"Estoy loquita", te dije. "Muy loquita".

Te bese mientras anudaba tu bata. Avanzamos para sentarnos en las sillas del tocador en donde nos peinamos. Me eche un poco de perfume. Te gusto…y te echaste también tu. Salimos del baño.

Nuestros cuerpos estaban relajados, deseando sentirse cerca… pero relajados. Se sabían dueños uno del otro. Sorbimos un poco de champagne y nos servimos un poco mas. Burbujeante, el vino nos deleitaba los sentidos.

"Deseas descansar un poco?", te pregunté.

"Me gustaría, no he descansado mucho en dos días pensando en este viaje y en cómo sería este especial día", dijiste. "Ha sido maravilloso, y veré que siga siéndolo siempre", besaste mis manos.

"Vamos a descansar amor…. O al menos tratar de que lo hagas, si?"…. te dije tomándote de la mano y jalándote al área de la cama. Tome una cajita que estaba encima y te la entregue. "Es para ti, con todo mi amor, se que te sentara bien"…. La tomaste y al abrirla viste en ella un negligé de seda color beige. Tenia bordes con blondas muy delicadas. Te paraste delante de mi dejaste caer la bata a la alfombra y con donaire procediste a ponértelo. Tu cuerpo divino resaltaba sobre el. Estabas hecha una reina para mi. Te mire tome tu mano y te gire para admirarte por todos lados. Bese tus labios mientras decía:

"Espérame".

Y me retire a cambiarme. Me puse un negligé similar al tuyo pero de color rojo vino, arregle un poco mi cabello. Tome otra cajita que tenia para ti y regrese a tu dormitorio. Ingrese despacio para que me veas. Detuviste tu mirada, luego de recorrer mi cuerpo con los ojos, ante mi entrepierna. Había una rosa en esa parte….

"Solo para ti".

Sonreí gozosa, me adelante y te dije: "Esto es para ti amor. Comprado en Bélgica pensando en estas nuestras noches y días……".

Tomaste el regalo y lo abriste. Era una cajita de madera fina bellamente bordada que adquirí en uno de los salones de Madame Hollander. Me encantaron los detalles y su contenido, así que se lo pedí de inmediato. Cuando la abriste viste en ella un vibrador doble y unas billas de acero quirúrgico unidas una a otra con cadenas del mismo material…cinco billas en total.

"Hummmmmm", dijiste….. "Se lo que es eso", señalando el vibrador, "pero esas bolitas para qué sirven", preguntaste.

"Esa será una sorpresa para ambas", te dije.

Me guiñaste el ojo y fuiste a traer las copas de champagne. Brindamos por la vida, por la felicidad de tenernos juntas, por ese chat bendito que un día nos unió, por el amor, la pasión… por nosotras que nos estábamos uniendo mas.

Te tome de la mano y te lleve a la cama. Delicadamente para cumplir mi sueño te recosté en ella colocándote al borde mientras retiraba delicadamente tu ropa de dormir inferior…. Me miraste mientras me retiraba a recoger la botella de champagne. Me acerque alcé tus piernas colocando tus pies al filo de la cama y abriendo tus piernas procedí a echar poco a poco ese delicioso vino dentro de tu vagina. Con ternura abría esos labios ya hambrientos y echaba más. Cuando supe que tenias lo suficiente dentro me arrodillé ante ese manjar y procedí a beber pausadamente. Mi lengua recorría esos labios como deseando complacerse y complacerte. Giraba y giraba y sentía como toda tú eras presa de unos espasmos deliciosos…. Succionaba mi boca para sacar ese néctar de dioses que me brindabas. De repente, luego de estar bebiendo unos 10 minutos, sentí como un rugido… un ahhhhhhhhhh que llenó el ambiente; y, con el, tus jugos….. Mezclados con el champagne me supieron a manjar. Bebía y bebía emborrachándome feliz contigo…. Otro ahhhhhhhhhh salioó de tu garganta cuando mi lengua traviesa salió de tu vagina y fue a dar a tu potito introduciéndose en el. Tus piernas se relajaron y fueron a mi cuello y espalda presionándome como deseando que no deje de lamer y chupar esas zonas ahora mías. Seguí haciéndolo mas pausadamente. Mi lengua se encargo de todo en ese momento. Giraba por delante y lo hacia por detrás…. Y tu rostro en cada giro mío reflejaba un placer enorme. Me diste nuevamente tus jugos mientras pegaba un gritito al sentir los míos salir……

Cumplido el ritual del champagne bese tu vientre subiendo a tus pechos donde escandí un poco de ese vino también. Mi lengua recogió todo de inmediato mediante sorbos profundos y llenos de placer. Mis labios subieron a tu cuello jugando mi lengua con él. Siguió tu carita tus ojos, tu nariz, tu boca……. No quería dejar de besar ninguna parte de tu cuerpo. Me deleitaba con todo el. Sentí tus manos jugar con mi espalda con mis glúteos…..responder mis besos…Te di vuelta y bese tu espalda mientras tu carita reposaba en el edredón. Acaricie tus nalgas, bese tus piernas y tus pies….. Chupe uno a uno los dedos de tus pies mientras tomaba un sorbo de vino por cada dedo. Subí nuevamente a tu potito y puse mis labios en el. Te bese, introduje mi lengua en el haciendo giros nuevamente. Tus piernas se abrieron para recibirme mejor mientras que yo echaba otro poco de vino en ese agujero, miles de besos siguieron al festín previo, lengua que surgía rauda de su hogar para introducirse en ese delicioso agujero. Tu cuerpo vibró nuevamente de placer y sentí tu gozo y el llegar de tus jugos nuevamente. Quería que estos momentos fueran tuyos….solo para tu deleite. Mis manos jugaban con tu cuerpo acariciando tus senos, tus caderas, tus piernas mientras mi lengua se llenaba de satisfacción con tu potito. Otro grito se escuchó en el dormitorio,…… un ahhhhhhhhhhhh profundo que me indicaba que mi Ceci estaba perfecta….. Lista para una noche hermosa….. Para una noche de ambas……. Sólo de ambas……

Capítulo III

 

"Que delicia", me dijiste. "Esa forma de beber champagne no la conocía. Me encantó y deseo que se repita muchas veces."

"Ese fue un brindis mío para ti, amor", te dije. "Fue exquisito sentirte toda".

De pronto te paraste y tomaste la botella de champagne. Me tomaste de la mano y me dijiste que me echara en la cama tal y como habías estado tu.

Te mire a los ojos y te dije: "Hummm, traviesa", sonriendo.

Cuando lo hice llevaste la botella e mi vagina e introdujiste el pico en ella. Poco a poco sentí como las burbujas llenaban esa copa de amor. Cuando empezó a rebalsar retiraste la botella y tu boca ocupo su lugar. Hiciste lo mismo que yo hice contigo. Tu lengua jugaba con mi clítoris y se introducía rápidamente en mí. Mi gozo fue infinito. Besos, un suspiro, un grito…. Ahhhhhhhhhh… y un agradecimiento a la vida por traerte a mi. Ahhhhhhhhhhhhhh que delicia….. ahhhhhhhhhh que placer. Tome tu carita, empujando más tu lengua a mi interior. Deseaba más y mas. Tome tu hombro, tus pecho y con mis manos te dije que giraras hacia mi. Sin salir de mi vagina y sin dejar de succionar y darme ese placer enorme empezaste a girar tu cuerpo en dirección a mis labios cuando mis ojos vieron tu vagina sentí que salía de mi un enorme chorro…. Tu boca no paraba de beber……ahhhhhhhhhhhhhh…… no me pude sostener más y emití un grito de placer…… Cuando inicie también mis caricias linguales dentro de tu vagina. Ambas estábamos gozando… nuestros suspiros y grititos los sentíamos deliciosamente…. Nuestras lenguas estaban ambas dentro de ambas…… nuestras manos jugaban con nuestros potitos hasta que decidimos las dos meter unos dedos en ellos. Fue electrizante sentir esas lenguas recorrer por delante todo y esos dedos hurgar por atrás

Ahhhhhhhhh fue la respuesta de nuestros cuerpos. Las caricias se hacían cada vez mas ardientes y seseabamos mas…..Ahhhhhhhhhhhhhh

Y llego el momento de ambas. Nuestros jugos salieron a raudales y solo atinamos a gritar y simultáneamente beberlos todos…….

"Que delicia Ceci…. Dame mas", grite….

Y me diste todo lo que tenia en ese momento….. Ahhhhhhhhhhhhhh…..

"Te adoro", te dije.

"Y yo a ti Maria Jesús", fue la respuesta encantadora….

Y otro ahhhhhhhhhhhh salió de nuestras bocas junto con más jugos deliciosos.

Nuestros cuerpos se relajaron pero no quisimos apartarnos una de la otra. Así que te abrace las piernas mientras que mi rostro se acomodaba en ese nido de amor. Tomé una mano y la llevé a mi pecho mientras que con la otra acariciaba tu culito. Sentí como las tuyas hacían lo mismo con el mío., con mis piernas…. Fue fantástico. Estuvimos como media hora acariciándonos, descansando, diciéndonos las palabras más hermosas que podíamos decir. Ya eran las dos de la madrugada. Habíamos pasado horas en éxtasis de amor y nuestros cuerpos deseaban descansar. Nos echamos una al lado de la otra abrazándonos fuerte. Nos dimos un beso exquisito en los labios y nos dispusimos a dormir.

"Hasta mas tarde amor", nos dijimos.

Esa noche nuestros sueños fueron de ambos….. Nos mantuvo unidos hasta despertar horas después……

El amanecer fue distinto para mí. Sentí la tersura de tu piel rozando mi cuerpo. Estupendo. Te tenía a mi lado y miraba tu rostro dormido. Mi corazón dio un salto recordando la noche anterior. Aquellos minutos, horas de amor y placer que nos arrobara. Vi tu rostro y busque en cada rincón para que mi ser todo lo grabara. Facciones finas, cabello hermoso, nariz preciosa, labios provocativos, mentón, cejas, orejas…. Todo. Me sentí un pintor deseando tener en mente todo para poder plasmarte en un lienzo. Me acerque a ti. No resistí la tentación de besar dulcemente esos labios. Sentí como tu cuerpo reaccionaba y como esos ojos me hicieron ver la maravilla de su interior.

"Buenos días amor", te dije. "Estaba admirándote"…..

"Hola", me respondiste. "Tengo sed". Dijiste casi saltando sobre mi y colocando tu cuerpo encima. "Dame de beber"…. Sonreíste. Y empezaste a jugar con mi cabello.

"Eres traviesa", te dije sosteniendo el juego. Y acariciando tu cabello te bese.

"Que tal dormiste amor"?

"Como nunca. Me siento maravillosamente bien. Deseando seguir así todo el día….", dijiste guiñándome el ojo.

"Humm, eso podemos arreglarlo. Que opinas?", respondí.

" Seria maravilloso", dijiste.

Te di un beso en la mejilla, una palmadita en las nalgas cubiertas con el edredón y tome el teléfono.

Llame al cuarto de Marieta. "Hola querida", le dije. "Como amaneció hoy?. Me alegro. Creo que nos vamos a tomar el día…hoy. Le dices a mi secre que postergue las dos citas del día para mañana. Creo que iremos con Ceci a Santa María para que descanse y conozca un poco. Cualquier cosa ya sabes que hacer."

Santa María es un balneario al sur de Lima. Tiene una playa hermosa y ahí mantengo también una casa y un pequeño embarcadero. Seria el lugar ideal para ir con Ceci, me dije.

"Ordenaré el desayuno para las ambas. Lo que me dijo ayer, verdad?", dijo Marieta. "Que tal durmieron"?, preguntó.

"Excelente querida", le respondí. "Ya conversamos".

Ceci escuchaba reposando en la cama. De cuando en cuando sentía sus manos acariciar mis piernas y saltar traviesas por lugares acalorados ya por el pensamiento. Le sonreía y le hacia gestos como diciéndole que dejara de ser traviesa. Me sacaba la lengua con un guiño, me acariciaba luego…. La sentía feliz. Yo me sentía feliz a su lado.

Cuando colgué el teléfono sabía que todo iba a ir bien pues Marieta se haría cargo el día de hoy.

Mire a Ceci y literalmente me eché encima de ella rodando ambas por la cama. Jugando. Tomando nuestros rostros, riéndonos y gozando de nuestra cercanía.

Te tengo una sorpresa", le dije, "se que te gustara".

"Dime, que haremos el día de hoy?", me dijo.

"Solo si te portas bien y me das un beso.", le dije también traviesa.

Ella aceptó gustosa y tomándome de la cara me besó. Su lengua fue directo a mi boca surcando dentro como una saeta. Me electrizo de inmediato y le respondí de igual forma.

"Hummm, así cualquiera vence", le dije prolongando el beso mas tiempo.

"Deseo llevarte a un balneario de playa. Estaremos solas ahí. Recorreremos un poco el lugar y las travesuras se harán frecuentes", le dije guiñándole el ojo.

La tomé de la cintura y la atraje hacia mí. Deseaba sentir nuevamente el deleite de su cuerpo. Ella se relajo de inmediato y se entrego a mis caricias. Bese sus labios para seguir con su cuello mientras mis manos acariciaban esos senos llenos de vida. Al llegar a ellos los besé con dulzura y pasión succionando en cada uno como deseando que sintieran o que sentía en ese momento.

Su reacción fue emitir un gritito de placer. Retorne a sus labios y los bese fuertemente. Volteé su cuerpo para besar su espalda y bajas hasta su cintura acariciando sus nalgas en el proceso. Sus piernas eran bellas, delicadas y tersas. Mi mano las acariciaba logrando que mi cuerpo todo se erizara de deseos por ella. Mis besos bajaron a sus glúteos y estos respondieron endureciéndose y erizándose también. Besé sus piernas convirtiéndome en la ventosa ardiente que deseaba ser. Succioné en cada parte de sus piernas buscando aquellos lugares de su mayor placer. Encontraba uno que la hacia saltar de dicha…. Y la marcaba con otra succión. Seguían buscando otro y otro. Deseaba conocerla más. Conocer sus sitios más excitables. Poco a poco mi recorrido dio sus primeros frutos. Mientras lo hacia en sus piernas Ceci imito mi proceder buscando los míos. Era una sensación deliciosa. Poco a poco nuestro peregrinaje encontró la vagina de ambas. Nuestras lenguas surcaron por ellas dejando que el dios del amor hiciera lo suyo por complacernos. Me incline hacia la cama como para tenerla encima de mi ella giró y se colocó en la posición deseada. Levante mis piernas poniendo mis rodillas casi a los lados de mi pecho. Mi vagina se presentaba así completa para mi Ceci mientras que mi potito también se hacia notar.

Ceci estaba colocada encima con las rodillas en la cama. Tenía su vagina frente a mí y no necesitaba más que subir un poco el rostro para poder estar al lado de ese potito travieso. Nuestras lenguas continuaron su labor dejando su estela de placer en cada lamida. Los jugos de ambas no se hicieron esperar. Metía mi lengua dentro de su huequito deseando poder llegar al fondo de el y sentir lo mismo en el mío. Sentía así. Mi cuerpo vibraba con cada lamida de mi amada. Pase mis brazos por encima de sus muslos como queriendo que se pegara mas su cuerpo al mío. Succione fuertemente introduciendo mi lengua profundo hasta sentir ese gritito ya conocido or mi. Saque mi lengua y la puse en su culito introduciéndola en el tan rápidamente que mi Ceci salto de gozo. Fue un mete saca fenomenal que culmino con los grititos de ambas y el orgasmo simultaneo. No dejamos de besar, lamer y jugar. Ahora ambas teníamos el potito lubricado por nuestras salivas y buscábamos mas y mas profundidad. Nos detuvimos ahí poco a poco retornando a las caricias y besos en el vientre para subir a nuestros pechos… Se sentía divino. Gozaba como nunca y veía a mi adorada gozar y llenarse de placer. La coloque suavemente a un lado y me incline luego en su rostro diciéndole: "Espera y cierra los ojos"…. Ella lo hizo así…. "No los abras, eh"….

Me bajé de la cama rápidamente y saque del velador un consolador doble que tenia. Alguna vez lo "hicimos" con el en el chat. Era de unos 27 cms de punta apunta con una parte media ovalada y cóncava a la mitad. Lo cierto es que eran dos penes en uno y la parte del centro como si fuese testículos llenos de agua que había puesto ayer. Era de un material especial y se calentaba un poco con el movimiento. Lo tome y lo puse delicadamente en el vientre de mi Ceci.

"Solo siénteme", le dije. "Solo eso".

Y pasé muy despacio ese pene artificial encima de su vientre subiendo por sus senos jugando con su cuello y llegando hasta su boca. Poco a poco lo introduje en ella. Deseábamos jugar así. Chupaste el pene hasta lubricarlo adecuadamente y lo bajé por tu pecho hasta lograr que jugara cerca de tu vagina. Lo retiré de ahí y chupe la otra mitad mientras que mis manos acariciaban tu clítoris y sentía tus manos en mis caderas.

Te pase el pene y lo tomaste en tus manos para hacerme lo mismo a mi. Cerré mis ojos imitando tu anterior proceder. Me deje llevar contigo.

En un momento escuche un gritito de placer. Me sentía divinamente bien. Abrí los ojos y te vi como habías introducido una parte del pene dentro de ti. Que delicia el ver tu rostro en ese momento. Sin sacarlo te recosté a mi lado tomando el pene. Empecé a sacarlo y meterlo con suvidad- Mete y saca. Mete y saca. Tu cuerpo vibraba en mis manos hasta que mi ser todo te deseo nuevamente. Me coloqué encima de ti y en un movimiento ondulado introduje la otra parte en mi vagina. Un grito acompañó el hecho. Me recosté en tus pechos empujando suavemente y sintiendo como tu parte se metía mas y la mía le seguía los pasos. Empecé a moverme en giros lentos al principio. Cortos. Luego fui haciéndolos más rápidamente y girando en mayor extensión. Tanto tu parte como la mía respondieron de inmediato a esos movimientos y giraban simultáneamente en nuestro interior. Tomaste mi boca y la mordiste de placer emitiendo un grito. Un ahhhhhhhhh acompañó nuestro siguiente orgasmo simultáneo. Ahhhhhh que dejaba ver la belleza de nuestro amor y nuestra entrega. Empecé un mete y saca suave con ritmo para no dañarte. Solo deseaba que sintieras el placer que sentía yo. Siguió otro grito a e se encuentro maravilloso. Me abrazaste fuertemente y me entregaste todo tu ser. No deseabas concluir….aun no. Tampoco yo. Tomaste mi cintura y rodaste en la cama colocándome debajo. Ahora eras tu la que giraba. Reposaste tus brazos estirados al lado de mi cuerpo y, levantándolo empezaste a girar mas rápidamente. No te detuviste ni un minuto……. Parecieron 30, 50 los minutos que así estuviste. Nuestros cuerpos estaban por reventar…. Y lo hicieron….. Todo nuestro ser grito de alegría cuando nuevamente nuestros jugos se sintieron libres. Fue electrificante ese momento en que tu cuerpo sucumbió ante esa embestida y me llenaste de todo. Sentí salir lo mío y rebalsar por mis piernas mientras que los tuyos caían atraídos por la gravedad encima de mi cuerpo. Mis labios buscaron los tuyos encontrando una caricia en ellos. Nuestras lenguas jugaron sin cesar y se regocijaron de lo lindo. Mis manos presionaron tus glúteos como no deseando que terminaras nunca. Fue un placer increíble, ambas llenas de el.

De repente, el silencio. Solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones y se sentía el sudor de ambas confundido en uno. Tu rostro encima del mío. Tu cuerpo laxo encima del mío. Tus manos presionando las mías. Éramos uno en ese momento.

Habían pasado casi dos horas y media desde la llamada a Marieta. No habíamos sentido el toque a la puerta ni que hubieran dejado en el exterior las bandejas con los desayunos.

Media hora después nuestros relajados cuerpos abrieron sus ojos y nos vimos una al lado de la otra. Un beso nos despertó. Una caricia en el rostro termino de levantarnos. Estábamos una al lado de la otra pero aun no retirábamos ese pene flexible de nosotras. Fui la primera en sacarlo. Suavemente, sintiendo placer en lo que hacia. Baje al vientre de mi Ceci…lo bese y poco apoco le retire la parte que tenia dentro. Bese sus labios vaginales de inmediato sintiendo nuevamente como se electrificaba con el beso.

Le sonreí. Nos echamos nuevamente.

"Te adoro", redije.

"Te adoro"…. Fue tu respuesta.

Descansamos unos minutos antes de levantarnos e irnos ambas a duchar. Teníamos un día largo que recorrer…. Y vería que realmente fuese pleno para las dos.

Capítulo IV