miprimita.com

Se llamaba Alicia

en Sexo Oral

Hola a todos...

Cuando conocí esta pagina nunca pensé que publicaría algo en ella, pero conforme más leía quise también compartir alguna de mis experiencias con ustedes. Si bien no soy muy experimentado he tenido algunas experiencias rescatables. Aquí les cuento la primera de ellas.

Vivo en una colonia de clase media en Morelia, Mich, junto a mi casa vivía esa muchachita. Se llamaba Alicia. Desde pequeños solíamos jugar y jugar yo en su casa o ella en la mía. De hecho siendo niños le di mi primer beso, pero fue parte de un juego de niños precoces y nada más.

Aunque estudiábamos en la misma secundaria hubo un distanciamiento pues íbamos en distintos grupos. Fue esa edad que uno inicia con las noviecitas de manita sudada, la rebeldía, pero también con las pajas. Pasaron los primeros dos años y no pasábamos ya de un hey que onda o un como estas. Hablando de las pajas, y sin afán de presumir, desde esa edad fui bien dotado por la naturaleza, claro que no una exageración pero mis parejas sexuales por lo menos por tamaño nunca se han ido insatisfechas.

Ella se había convertido ya en una señorita, no muy delgada pero con un culo que paseaba majestuoso de lado a lado al andar, y unos senos que hacían a todos estar pendientes de cualquier movimiento. Aun así jamás sentí alguna atracción...hasta aquel día....

Extrañamente (casi nunca sucede) aquel día quede solo en casa. Como siempre que sucedía, estaba en mi cuarto masturbándome cuando de pronto escuche aquella dulce voz pronunciar mi nombre. Escondí mi arma tras un pants pero era obvio que estaba en plena erección y a todo lo que da. Al abrir la puerta ella pregunto si tenía un libro, pero no fue eso lo importante, sino que mientras hablaba bajo la misma y pícaramente se quedo con la mirada fija hacia el bulto que reflejaban mis piernas.

Pasa – le dije

Para mi sorpresa me siguió rumbo a mi cuarto, extrañamente los nervios me traicionaron y no hice nada ni dije nada a pesar de la obviedad con la que dirigía su mirada a mi entrepierna. Dos minutos más tarde se fue y yo terminé dos o tres veces en su honor. Desde ese día se convirtió en protagonista principal de mis pajas. Hasta cierto día en que no soporte más, vi salir a su familia e inmediatamente me dirigí hacia su casa.

Me prestas el cassete de Sanz que prestaste la otra vez – pregunté

Déjame lo busco – respondió

Porque no le preguntas a tu mama o papa – pregunte para confirmar

Porque salieron – y hubo silencio...

Le dije que la acompañaba a buscarlo y fuimos a una habitación, ella quedó frente a un mueble dándome la espalda, me acerqué lo más que pude, pude escuchar su respiración.

Aquí esta – murmuró

Ni siquiera pensé:

OK ya me voy nada más dame mi beso

¿Cuál? –intentó responder cuando comencé a besarla, para mi sorpresa respondió a mi beso, y comenzó a meter su lengua dentro de mí entrando en un delicioso juego de lenguas. Nos besamos como 10 minutos y:

Debes irte – sentenció- llegarán en cualquier momento.

No digas nada a nadie – le dije mientras me alejaba. Asintió.

 

Desde ahí no hice más que pensar en l a manera de llevarla a la cama y en mi cabeza daba vueltas su imagen y su cara de excitación mientras creía verla follando.

Pasaron los días y sucedió lo inesperado, las casas en la colonia son pequeñas, en particular la mía, a la cual llegó una cantidad grande de personas, familiares de fueras a quedarse; la mamá de Alicia, siempre de confianza, acudió de inmediato a ofrecer su casa de refugio por si alguien no hallaba cama.. La suerte, que al principio no pensé que lo fuera decidió que solo yo no tenía cama. Me mandaron a casa de ellos quienes jamás mencionaron que saldrían quedando únicamente los hijos en casa, es decir Alicia y su pequeño hermano el cual dormía como piedra a pesar de su corta edad. Ajeno a esto yo buscaba la forma de espiar a mi vecinita y logré verla aunque levemente mientras se bañaba.

Pensé que nada pasaría y me acosté y dormí, un rato después no sé exactamente cuanto, sentí que la puerta se abría, quise pensar que fue un gato y seguí durmiendo, de pronto sentí un cuerpo caliente acercarse a mí y la desnudez de mi espalda recibió una ardiente sensación. Abrí los ojos y para mi sorpresa estaba ahí, era ella, Alicia, cuya mirada de lujuria y excitación se distinguía por la luz de la luna. Se sacó una blusa que llevaba y con algo de esfuerzo yo quieté su sujetador, y comenzamos a besarnos.

Empezamos a tocarnos y a rodar por la cama como locos, poco a poco quedamos desnudos y la excitación estaba a todo lo que da, yo no entraba en razón estaba como loco y ella aún más, pues lo único que llegaba a pronunciar era "poséeme, poséeme" comencé a besar sus senos y a escuchar sus gemidos que para mi son algo excitante, poco a poco fui bajando por su cintura hasta llegar a aquella cueva lleno d vello que irradiaba un olor a gloria, metí un dedo y me asombre de lo fácil que era pues entraba como si nada de lo mojada que estaba, ella comenzó a masturbarme y a tocarme el miembro, de pronto y en medio de un movimiento brusco su cara quedo justo frente a mi bien dado miembro, no Lo pensó y comenzó a besarlo despacio primero y a devorarlo como una experta después, empezó a mamarme la verga deliciosamente y era impresiónate, ver como una niña de mi edad me estaba comiendo el miembro como nadie hasta ese entonces lo había hecho, mamaba con una dedicación y me mostraba una experiencia que estaba seguro que negaría pero que importaba, mamaba y mamaba hasta que de pronto empecé a sentirme fuera de mi, n pude e mas y la bañé de semen en el rostro y boca, ella lo engullía y me asombraba de aquella felicidad que denotaba con mi pene en la boca. Siguió succionando y en unos minutos estuve listo para dar más guerra, cojéeme me pedía sin embargo no me lo permitía, así que me dirigí a trabajarla, empecé a mamar su cuevita y a penetrarla con la lengua, hasta que me pidió que me la cogiera, la puse en cuatro patas y empecé a culearla como nunca pensé que podría hacerlo, hasta que no pude más y me vine inundándola con mi néctar.

Dormimos un rato desperté con extrañas sensaciones, al abrir los ojos descubrí que ella me estaba mamando otra vez. Has descubierto otro talento le dije, y dijo no mas bien me has hecho esclava de tu pene y de tu leche. "Tengo que irme putita" le dije y ella in sacar el miembro de la boca se negó, siguió hasta que nuevamente me corrí y nuevamente lo deglutió todo, sin dejar caer gota. ME dio un beso se vistió y salio sin decir palabra.

Desde ahí a los 15 hasta hoy he tenido sexo con ella en incontables ocasiones, cumpliéndonos fantasías, como que ella quería ser doblemente penetrada estar con tres hombres y yo, mamármela en un lugar público y hacerlo con un negro y yo quería tener a dos putitas a mi merced, pero todas estas situaciones de mi putita las contaré después.

Por ahora espero les haya gustado.