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El cine del placer

en Transexuales

UN RELATO.-

Bueno les comento un poco mi nombre no interesa mucho, vivo en la argentina en su capital. Mi condición es de travestí de closet o cross dresser, el único inconveniente es que soy casado y tengo que ocultarlo muy bien. Lo que les voy a relatar es mi ultima relación sexual como Laura, así me hago llamar cuando me visto de nena para ser cogida analmente.

Me apresure en mi trabajo en el centro de la ciudad y con una excusa le dije a mi mujer que volvería mas tarde a lo cual comencé a hacer una transformación parcial de mi persona colocándome en el baño de mi trabajo la tanga negra pequeña que usaría, al igual que las medias, ya que eso me seria incomodo de colocarlo en el lugar donde iría. Ese lugar tan erótico a mi gusto era un cine porno, que seguramente gente que conoce el centro podrá ubicar sobre la calle Lavalle del centro.

Ya había ido en dos oportunidades pero nunca había llegado a nada bueno con un hombre dado que el único que me llevo al reservado la tenia muy chiquita y encima no se le paraba, así que ese día me quede más que caliente y salí puteando del cine. Esta vez no tenía muchas mas esperanzas pero algo me decía que podía llegar a tener suerte si no me precipitaba y tomaba las cosas con calma. Luego de terminar mi trabajo metí el resto de mi ropa de nena en mi mochila para llegar caminando al lugar de mi tan prohibido deseo. Camine despacio ya que el calor era bastante insoportable para mi gusto y luego de abonar la entrada baje las escaleras para perderme en la sala N° 2 que como seguramente adivinaran su temática era de travestís.

Entre y siempre cuesta acostumbrarse a esa penumbra del cine, el lugar que siempre utilizaba para estar que era la ultima fila esta ocupado en ese momento por dos personas de las cuales lo único que alcanzaba a ver era que uno le estaba masturbando fuertemente la pija al otro. Yo me acerque y me puse en la fila de adelante y debo haber sido medio pesada ya que dejaron de hacer lo suyo y el que lo masturbaba al otro se levanto y se fue. Yo me quede media cortada de terminar de vestirme ya que las veces que lo había hecho el cine tenía muy poca gente así que me daba algo de privacidad. Espere un rato y el que se había quedado de los dos también se paro y se fue, así que ni corta ni perezosa me dirigí hacia mi butaca especial para poder cambiarme con tranquilidad. Me saque la remera y quede con el torso desnudo, para luego bajar mis vaqueros y dejar ver mis medias de nylon grises con puño de silicona. No pude terminar de vestirme cuando ya estaba en la punta de la fila nuevamente el hombre que masturbaba antes al otro. Me miraba inequívocamente, ya que debía poder ver mis medias en la oscuridad.

Esto no era todo me miraba con ganas poco mas que babeando mientras masturbaba su hermosa poronga, ya que debía medir por lo menos 18 de largo por 5 de grosor. Me coloque el vestido corto negro que tenía por sobre mi cabeza, ahora no había dudas para cualquiera que me viera que era lo que yo buscaba allí, pero igual yo creo que ya había encontrado lo que buscaba ya que el flaco este no dejaba de mirarme mientras se masturbaba cada vez mas fuerte y exclama con voz baja cosas como: Así, siiiiii, daleeee, siiiiii, etc. Comencé a guardar mi ropa de hombre y ponerme de nuevo mis zapatillas para luego colocar el portaligas y terminar con el atuendo de puta. Saque viendo lo que venía los forros que tenía y coloque mi mochilla en el asiento de adelante. Ya la invitación era más que obvia y no tarde en tocarme la entrepierna una vez que ya lo tenía a mi lado tocando mi pierna y diciéndome lo buena que estaba.

No tenía tacos, ni una gota de maquillaje pero igual había logrado tener un hombre cerca y con las malas intenciones que me gusta sentir hacia mí. Me manoseaba a gusto, mis piernas y yo que no me hago rogar para nada, levantaba la cola de costado en el asiento para que pudiera hacerlo mejor. Me pidió que se la chupara a lo cual le dije si me quería hacer la cola. Me contesto muy afirmativamente casi babeando, ya que seguro todo los días no se encontraba un trolito así vestido en el cine. Le pedí que fuéramos a los reservados, ya que es un lugar más grande y tiene sillas para estar más cómodos. Tome mi mochilla y para mirada del publico presente que no era poco ya que había mas de 7 personas en la sala pase al cuarto de al lado en medias y vestido corto negro. Lo malo del espectáculo era que había un viejo que no dejaba de masturbarse viéndonos y no lo hacía de ninguna manera discreta, sino en cueros y masajeando su nabo de buena manera mientras casi se pegaba al lado mío. Llegamos al reservado y agarre esa verga con la mano para masturbarla de buena manera mientras el me besaba en la boca y con su mano levantaba mi breve vestido para meter su mano bien en mi cola, manoseándola a su gusto.

No tarde demasiado en mientras me decía lo buena que estaba ponerle un forro y colocarme de cuclillas delante suyo para chupar ese terrible pene pensando si me entraría ya hacía rato que no me culeaban bien. La cosa era por demás bien de película porno ya que mientras me encargaba de mi pija tenía otra meneada por una mano a no mas de un metro de mi cara, ya que el viejo no se había ido sino que seguía pegado a nosotros viendo el espectáculo en vivo por el que solo pago su entrada normal de cine. Me pare y le pedí que me penetrara pero el me dijo que quería verme bien, así que puse mis manos contra la pared para que levantado con sus manos mi vestido apreciara mis bien formadas nalgas.

Me manoseaba, me besaba los cachetes y me los mordía. Salvando que había gente mirándome que no era mi idea de una relación sexual, por más que estuviera vestida de nena, la verdad era de lo más cachondo que había echo en mi vida. No solo era que se me iba a dar de comerme una buena y dura pija como hacía rato que no lo hacía sino que el lugar, sucio y con tipos pajeros a mis lados, era muy erótico por mas que me diera un poco de pudor y asco por otro.

Después se la mame un rato mas ante su cara desencajada de gusto y la mirada siempre presente del viejo, le pedí que se sentara para así me montaba yo en su pija. No tarde en lubricarme la cola y correr mi tanga para empezar el lento pero gustoso camino de mi cola hasta la base de esa pija. La verdad era gruesa y mi falta de sexo no ayudaba a ello, penetro casi toda pero la verdad me dolía bastante por más que volví a lubricar mi ano. Ya se había abierto bastante pero no podía llegar hasta el fondo, tampoco me podía concentrar demasiado en relajarme para que entrara ya que tenía el viejo a mi derecha con su cara a la altura de el coito verificando si de verdad me estaban culeando o no.

El me pidió que parara y me pusiera de espaldas, no tardo mucho en volver a penetrarme pero esta vez en la forma que más me gusta, pero nunca lo había hecho en cuatro patas sin antes nos estar bien dilatada. Pero el insistió en que lo iba a hacer despacio y sin que me doliera así que subí mis rodillas al asiento de la silla y me tome del respaldo quedando totalmente expuesta a su pija.

La verdad al principio me dio un poco de miedo y tuve un ligero ardor, pero no pasaron mas de 10 segundos que su pija entro del todo en mi cabalgando mi culo de manera formidable, sintiendo sus jadeos y sus manos recorriendo mi cuerpo, mis tetitas, mi espalda. Sentía las exclamaciones del viejo de al lado que no podía creer lo que estaba viendo. Me bombeaba tanto que mi cabeza daba contra la pared de madera que donde se apoyaba la silla. Sentí un placer increíble cuando acabo en mi cola y sentí como la saco casi del todo pero dejando la cabeza casi el la entrada de mi cola, era hermosa la sensación como su leche inundaba el forro dándome un placer que jamás había sentido.

Casi me hace acabar sin tocarme mi pene, me incorpore y se saco el forro mientras con su mano masturbaba mi pija mientras yo lo hacía con la suya. Te voy a dar otra vez hermosa me decía mientras me comía la boca a besos; cosa que nunca me agrado demasiado el besar a un hombre pero la situación era de lo mas excitante así que en ese momento me sentía realmente una perra caliente que hacía cualquier cosa por su dosis de verga. Le puse otro forro y se la hice para nuevamente a full con mi boquita golosa. Esta vez me pidió que subiera un pie y lo apoyara en la silla para poder tener mayor penetración de mi dilatada trastienda.

Estuvimos un rato así cogiendo pero como era medio incomodo ya que como teníamos casi la misma altura mi cola le quedaba muy baja, por eso siempre que lo hago parada los tacos son infaltables, coordinan mejor toda penetración anal. Le dije que lo necesitaba de frente, que me diera mientras me miraba. Me senté en la silla, pero deje mi cola casi en el aire, apoyando mi cintura en la silla. Después de un rato de maniobrar se coloco bien debajo mío para que me pudiera sentir de verdad empalada por esa pija.

Me dio rico amarrándome de mi cadera y moviéndose entre mis piernas mientras yo gozaba y apreciaba mis pies en el aire y esa pija entrando y saliendo de mi dilatado ojete ante la mirada terriblemente puerca del viejo que cada vez creía menos lo que veía. No tardo mucho en llenarme de nuevo que para mi fue bastante nuevo ya que los otros amantes que había tenido solo me habían acabado una vez. Se salio me dijo que estuvo muy rico y le dije que ahora me tocaba a mí, separe mis piernas y masturbe mi pene mientras el me miraba para acabar en casi la gloria.

Después vino y me dijo si tenía teléfono, pero yo ya había acabado y cuando lo hago vuelvo a ser hombre y dejo de ser puta. Salí del cine con culpa como casi siempre que hago cosas por el estilo pero con las imágenes grabadas a fuego en mi mente de cómo me habían culeado de bien.

Esta es solo mi última aventura, luego voy a contar mis primeras aventuras como putita, cosa que me encanta por demás. Esperen y llegaran nuevas aventuras de la putita de laura.

PD: Esta historia es 100% real, el cine si lo conoces es el Oscar Wilde y la sala donde me cogieron la sala N° 2 de películas de traviesas, si te gustaría hacer contacto conmigo tenes que vivir en Argentina, Capital Federal o alrededores, mi mail es adrees_sabat@hotmail.com, el único requisito es tener lugar para encuentros o vivir solo y estar con ganas de comerte la hermosa cola de una servidora

Laura.-