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Atrapado en el cine

en Sexo Oral

La verdad es que hay pocas cosas que me gusten más que masturbar a una mujer en la oscuridad de un cine o un teatro, ir tocándole la rodilla, sentir cómo van cediendo lentamente sus barreras y acabar sumergiéndonos en el placer con la excitación extra de que alguien nos pueda descubrir. Quizás por eso me gusta tanto el cine.

Salíamos del Encuentro de Proyectos Cinematográficos, una iniciativa para promover nuevos realizadores. En una mesa redonda íbamos presentando nuestros proyectos de guión y un grupo de profesionales consagrados nos los valoraba y recomendaba a los productores los mejores guiones presentados. Allá había una serie de personas que, como yo, eran futuros nuevos realizadores que acudían con sus proyectos. Entre ellos estaba Andrea (29 años), una vieja amiga de la escuela de Teatro y Cine. Andrea es cubana, una belleza mulata, delgada, pequeñas pero erguidas tetas, un culito respingón, una voluminosa melena espesa y rizada, unos ojos marrones brillantes y unos labios gorditos que dicen te voy a comer. Vestía una falda cortita negra que pensó que le ayudaría entre los jurados masculinos, y una camiseta de tirantes blanca. Me había metido en sus bragas alguna vez, de hecho una vez hicimos una práctica de videoclip con un pianista amigo suyo y acabamos follando en el lavabo en un descanso. Fue la única vez, pero ya vi que era una tigresa en la cama. Me moría por repetir.

Andrea presentó un proyecto mediocre que recibió una tibia acogida. Se podía percibir su enfado. Yo hice una buena exposición de mi guión, la verdad es que era un guión sólido y que lo defendí con gran seguridad. Varios compañeros me felicitaron al final de la exposición, entre ellos Judit, una chica de 21 años (yo tengo 33). Judit es guapa, no tanto como Andrea, pero con un buen cuerpo vestido con una camisa bordada Hippy y unos pantalones de algodón delgadísimos y anchos. Llevaba el pelo liso recogido con una ancha cinta de pelo. Tenía un buen proyecto entre manos, y nos deslumbró a todos por su inteligencia y su candidez, pero había en ella un poso de ingenuidad que hacía presentir que le faltaba arrojo para decidirse a realizar el proyecto. Tras el encuentro, Judit me dijo que le encantaría ver mi película cuando se estrenase -si se estrena, le dije yo- y me contestó que no tenía ninguna duda de que sería así. Yo le devolví el piropo, le dije que tenía un gran guión y que esperaba ir también a su estreno. Ella me contestó algo pesarosa que no lo veía nada claro que fuera posible

Por qué, le dije yo, si tienes talento y un guión que te cagas?

Quizás me falta experiencia, un buen equipo... no seré capaz

No creo que te falte nada de eso.

Se creó un silencio incómodo. Me escrutaba para averiguar qué es lo que quería decir. Mientras tanto yo pensaba: tú lo que necesitas es que te follen bien. Lo que no sabía es que ella pensaba lo mismo.

Creo que tienes que ser más incisiva –contesté finalmente- te falta atreverte a hacer lo que te apetece y mandar a paseo tus prejuicios.

Me miró pensativa y seguimos caminando. Nos dirigíamos todo el grupo a la sala de cine del edificio a ver la película de arte y ensayo típica de todos estos encuentros. Caminábamos juntos Judit, Andrea y yo. Andrea apenas abrió la boca durante el trayecto, seguía enfadada por la mala acogida de su guión. Necesitaba liberar la tensión de algún modo. Se quedó a ver la peli., pero yo la conozco y ya sabía que no ibamos a enterarnos de lo que pasaba en pantalla. Nos sentamos los dos con intención, cuando me di cuenta que Judit se había sentado al otro lado. Yo estaba en el centro, Andrea a mi derecha y Judit a mi izquierda. Se apagaron las luces y empezó una película que sólo ver los dos primeros minutos ya ves que va a ser un tostón. Al poco de comenzar, le dije a Judit:

Me parece que con esta película no vamos a disfrutar mucho.

Ella tardó unos segundos en responder, finalmente y acercándose mucho a mi oído me dijo:

Bueno, hay otras maneras de disfrutar...

Aquí empieza nuestra película particular....

Me quedo helado, nunca pensé que una chica tan tímida se atreviese a ser tan directa. Mi respuesta es ponerle la mano sobre la pierna, en la rodilla, sintiendo su pierna suave bajo el finísimo pantalón. Nos miramos y nos acercamos hasta mordernos los labios con ansia. Dejamos de besarnos y regresamos a la película. Mi mano quiere subir a su coñito y jugar un poco con él. Andrea, que ha visto la escena está celosa y también quiere. Ella se ha sentado junto a mí porque sabe lo que me gusta y que ni ella ni yo nos vamos a cortar si nos apetece. Y vaya si nos apetece. Me pone la mano en el paquete durísimo y empieza a restregarme bien. Me van a reventar los pantalones.

Me meto en el pantalón de andrea y la toco sobre las bragas. El lento camino al coñito de mis chicas, parándome muchas veces a disfrutar el momento y, finalmente, como se van abriendo ofreciéndote su cueva calentita. La falda cortita de Andrea se abre instintivamente, me encanta cuando empieza a entreabrir las piernas y puedes acceder a la fina tela de sus bragas, que se van mojando más y más. Yo prefiero tocarlas por encima hasta que están bien calientes: Me gusta que disfruten y se pongan a mil, me encanta que las bragas se mojen bien y dibujo entonces con mis dedos los contornos de los labios vaginales.

Acaricio el clítoris de Judit, ya por dentro de las bragas y se va mojando más y más, me muero de ganas por follármela o que me la chupe. Entonces aparto la goma de las bragas y empiezo a rodearle el coño con mi dedo antes de metérselo para excitarla un poco más. Ella está ya a mil y yo tengo la polla como una piedra. Le meto un dedito a Andrea y ella empieza a gemir lentamente, se reprime para que nadie la oiga y yo sigo jugando con mi dedo adentro y afuera y jugando con sus labios vaginales. La follo con dos dedos, mmmmmmm, le gusta más y se contorsiona como una gatita. Le bajo las bragas y abre completamente sus piernas. Ya no le importa si la ven. Ella toca con ansias por encima de mi pantalón mientras rodeo los contornos mojados de su nidito.

Mi polla está loca por que la saquen de su encierro, cada vez más dura. Andrea inclina su cuerpo para desabrocharme los pantalones y mira cómo masturbo a Judit. Nos estamos divirtiendo de lo lindo jugando los tres. Andrea me mira con su expresión de gata salvaje, con sus rasgos raciales, esa nariz pequeña, los ojos que miran con picardía, esa melena espesa como la selva, esos labios increíbles entreabriertos... Me desabrocha el pantalón y sin dejar de mirarme fijamente agarra la polla y me empieza a masturbar. Despacito, despacito, mirándome burlona a los ojos todo el rato, con la boca entreabierta que dice, mira qué boquita, imagínate como chupa.... Yo sigo en el pantalón de Judit, ella está también supercaliente y ve que mi polla está ocupada.

Me muerde la oreja mientras la sigo masturbando y acariciándole la nuca. Mira a Andrea, que le devuelve una mirada desafiante. Entonces agarra mi polla juntando su mano a la de Andrea y me masturban un momento las dos. Entonces Judit me suelta la polla y acerca su mano a la boca de Andrea, rodeando sus labios con el dedo pulgar, y después le mete el dedo índice en la boca. Andrea chupa con ganas. Entonces Judit se agacha y da un lametón a mi polla, la agarra por la base y empieza a lamerla como si fuese un polo, los huevos el tronco, el glande. Nos miramos, nos vamos poniendo cada vez más calientes. Las dos quieren chupar, así que Andrea también se acerca y lame por el otro lado. Se miran y ríen. Ahora Judit ya se ha metido un buen trozo de polla en la boca y me la ensaliva lentamente hasta dejármela bien suave. Luego chupa suavemente como si tuviese un caramelo jugoso en la boca.

Le deja paso a Andrea, que hace el más clásico adentro afuera, pero con una suavidad increíble. Acaba juntando sus labios gorditos ensalivando mi glande y pasando la lengua por esa parte tan sensible. Van a acabar conmigo. Se miran y sonríen lascivamente. Vamos a enseñarle algo! Empiezan a chupar alternativamente, muy cerca las dos del nabo, una se lo mete, rodea con su lengua todo el perímetro y se lo pasa a la otra que lo recoge como un rico manjar.

Me acarician los huevos arrastrando por mi pierna sus pechos erguidos, completamente vestidas de arriba mientras me van comiendo, se están dando un festín. Yo siento electrizada la columna vertical, me lo estoy pasando de miedo, las chicas cambian y ríen, les encanta chupar.... Van acelerando el ritmo y chupando cada vez más duro, podría estar así hasta el fin del mundo, siguen chupando, lametones, besos en al capullo, gargantas profundas... hasta que llega un momento que no puedo más y sale todo el semen disparado como un torrente. La primera en recibirlo es Judit, la estudiante ingenua, que ha demostrado ser una chupadora de campeonato. No se lo traga, lo retiene sobre el capullo para que Andrea también pueda disfrutar del rico manjar.

Van chupando poco a poco el semen que queda en la punta. La polla lustrosa cubierta de semen, que lentamente desaparece por la acción de mis ávidas chicas. Finalmente se dan un ardiente beso con lengua, como si quisieran seguir compartiendo la increíble felación que me acaban de regalar. Yo también las beso a las dos con lengua, primero a Andrea, que se me come y después a Judit, que mientras me besa acaricia con su mano abierta mi cuello, me está diciendo fóllame. Sé que espera a la salida del cine para una buena sesión de sexo. Aún están bien calientes y a mí me han dejado seco, así que habrá que esperar, ahora se recuestan en la butaca acurrucando sus cabezas en mí, soy el rey de la selva entre dos leonas en celo. Seguro que nos vamos a alguna parte y seguimos la juerga. Quizás en otro capítulo os explicaré qué pasó a la salida. Por cierto, ¿de qué iba la película?