Me notaba nervioso, no era la primera vez que quedábamos, pero esos sms llevaban en su contenido una idea clara: Hoy haremos el amor.

Me llamo Diego y soy un chico normal tirando a delgado, moreno, con los ojos marrones, nada fuera de lo común. Eran las cinco de la tarde, y me encontraba esperando a esa chica que iba a hacer q me derritiese, y lo sabia. Estaba tumbado en el sofá, pensando en todo lo q podía pasar e intentando evitar la erección por la emoción.

De repente sonó el timbre, era ella, cuando abrí la puerta ahí estaba, con una camisa ajustada q dejaba ver sus dos grandes y hermosos senos y un pantalón rojo, ajustado. Se llama Alba y es un año menor que yo, no tiene un cuerpo diez, pero algo tiene que atrae. Su olor es mi mayor estimulante y aunque tiene las caderas anchas su culo me excita muchísimo.

Ella se sentó en una butaca y yo me eche en el sofá, cuando llevábamos diez minutos viendo una película me harté y la dije: "¿has venido aquí para ver una película? Era lo que estaba esperando, sin pensárselo dos veces se levanto y me dio un beso, esos labios carnosos volvían a estar pegados a mi. La pasión se apoderó de mi cuerpo y mientras me abría hueco con mi lengua entre sus labios la abracé y la eche en el sofá tumbándome encima de ella.

Llevábamos diez minutos besándonos y mis manos ya buscaban mas, recorrían su cuerpo buscando darla placer, cuando encontré los botones de la camisa empecé a desabrocharlos mientras la besaba lo q iba descubriendo. Ella respiraba entrecortadamente, cosa q no hacia mas q elevar la erección q ya tenia.

Nuestras manos recorrían nuestros cuerpos quitándonos la ropa, yo me encontraba con los pantalones únicamente y ella ya estaba totalmente en ropa interior, no hacia falta decir nada, mi mano empezó a trabajar por encima de sus braguitas, estaban húmedas y calientes. Yo me estaba derritiendo, cuando sin avisar, Alba metió su mano por debajo de mis pantalones y empezó a masturbarme, esto hizo q yo empezase a masturbarla con mas fuerza, ya no por encima de la braga sino metiéndola dos dedos en esa hermoso y carnoso coño. Tenia mis dedos mojados por sus fluidos cuando note q la llegaba su primer orgasmo, lo noté porque me dejo de besar y me mordió, tanta pasión hizo q yo me corriese también, y ahí atábamos los dos con nuestras manos llenas de fluidos.

Lo que hizo alba me sorprendió mucho, porque lo primero que hizo fue limpiar su mano de semen con su boca, y luego empezó a masturbase ella sola, me dijo al oído q necesitaba mas y yo no pude negarme, me metí entre sus piernas y comencé a lamerla entera, ¡Que rica estaba! Mi lengua pasaba rápidamente por su clítoris mientras dos de mis dedos la perforaban con fuerza el coño, ella movía las caderas y pedía mas, METEMELA me grito, KIERO SENTIRTE DENTRO DE MI.

Rápidamente me quite los calzoncillos llenos de semen y me puse el preservativo, puse mi polla a la entrada de su cueva y comencé a meter despacio. En su cara se podía ver dolor pero también placer, cuando entro del todo se vio claramente como el dolor desapareció, se mordió el labio y empezó a moverse, yo estaba colocado encima suya y empecé a moverme como poseído, era un placer indescriptible.

Probamos varias posturas, se puso a cuatro patas y seguid andola por el coño, luego ella encima. En esa posición veía sus tetas botando delante mía, su cara de placer, sus ojos en blanco, mordiéndose el labio… Esa imagen no hizo q pudiese durar mucho mas y tras media hora de mete saca me corrí.

Así nos quedamos un rato, mi polla dentro de ella se iba ablandando poco a poco, me abrazo y me dijo al oído que me quería, yo no podía hablar, estaba agotado, pero el sentimiento era mutuo.

El resto de la tarde nos quedamos desnudos paseándonos por mi casa, lo volvimos ha hacer un par de veces mas, en el baño, en el estudio… Pero eso será en otros relatos.

[Espero que os haya gustado, y también espero que las criticas sean mandadas a mi e-mail. Gracias]