miprimita.com

Estrategia exitosa (2)

en Fetichismo

Una estrategia exitosa (2)

Salir de aquella casa habiendo conseguido mi objetivo con creces no me dejo impasible, era mi día de suerte y no pretendía dar por finalizada mi aventura fetichista, tenia que volver a poner en practica mi plan ya que tenia todo a mi favor y nada que perder.

Con este planteamiento camine recorriendo esa solitaria calle durante 5 minutos hasta que algo llamo mi atención. Mire a la derecha alertado por el sonido de unas sonrisas juveniles y encontré su origen. Había una casa con un patio delantero que poseía un gran árbol central cercado por un pequeño muro de cemento, y tras ese árbol, 3 chicas de unos 14-15 años, sentadas en ese muro disfrutando de la sombra mientras charlaban. Aquella situación se presentaba prometedora y no pensaba dejarla escapar. Me detuve cauteloso para observar el terreno y sopesar los posibles contratiempos que pudieran surgir, y después de unos minutos comencé a caminar hacia el patio.

Mientras caminaba sonreía optimista pensando que si había conseguido convencer a una señora, con unas niñas esto iba a ser pan comido. Y con esta sonrisa me acerqué al árbol rodeándolo por la izquierda hasta llegar a las chicas. Ellas se encontraban tan absortas en la conversación que no se percataron de mi presencia hasta que después de observarlas durante unos segundos las salude.

La chica que se encontraba más cerca de mi era muy rubia, de pelo largo y liso con una tez delicada, de piel blanca y ojos azules. Vestía un top azul ajustado que dejaba ver su bonito ombligo y unos vaqueros viejos con unos tenis blancos también bastante usados. Su cuerpo estaba bastante desarrollado, unos pechos bien formados, anchas caderas que insinuaban un bonito trasero y una mirada que denotaba picardía y mucha seguridad en si misma. En el centro, una preciosa morena de pelo negro muy corto, ojos rasgados, piel morena, más bien bajita de estatura y un cuerpo menos desarrollado aunque ya mostraba atributos prometedores. Vestía una camisa de asillas gris, unos vaqueros negros y unas botas negras. Parecía ser la más reservada de las 3 a juzgar por su tímida voz, su disimulada sonrisa y su forma de mirar evitando el cara a cara. Por ultimo, la mas alejada, otra morena con características similares a la segunda, lo cual me hacia deducir que serian hermanas, solo que esta era más mayor, con el pelo largo y ondulado. Tenía un cuerpo precioso luciendo una camisa roja, unos shorts negros ajustados y unas cholas blancas. Parecía ser muy simpática y graciosa.

Tras mi saludo se sobresaltaron y la más alejada me devolvió el saludo:

Hola…

Siento asustarlas así, jejeje, vengo representando unos laboratorios de productos de higiene personal y estoy por la zona buscando gente que sufra un exceso de sudoración o mal olor en los pies para testar un nuevo producto que vamos a sacar al mercado para evitar estos síntomas. Por supuesto, gratificamos con 100 € a la gente que se preste a ello. ¿Alguna de ustedes cree que encaja con lo que busco?

En menos de un segundo obtuve una respuesta afirmativa contundente de las 3 chicas lógicamente animadas por la recompensa económica. En ese momento pensé…" han picado..! "y me dispuse a hacerles las preguntas pertinentes:

bueno… ¿como os llamáis?

Yo Lilia (la rubita) y ellas son Cecy (la del centro) y Lucía (la mas alejada).

Encantado! Yo soy Víctor. Entonces si les parece bien voy a realizarles una pequeña exploración para ver si realmente llegan al perfil que buscamos.

¿Vas a revisarnos los pies? – dijo Lucía.

Por supuesto, no voy a citar al laboratorio a cualquiera que se ofrezca, tengo que comprobar antes si encaja con lo que buscamos jejeje.

Si lo llego a saber me dejo puestos 3 días seguidos los mismos calcetines y unas buenas botas altas! Jajaja –respondió Lucía en tono bromista.

Pues me parece que yo voy a superar la prueba con sobresaliente!! Jajaja – añadió Lilia mostrando sus viejos tenis.

A mi esto me da un poco de vergüenza…no se…- susurró Cecy tímidamente.

¿Entonces con quien empiezo…?

Lucia levanto sus pies descalzos diciendo: "venga, yo misma…"y me acerque a ella para comenzar la "exploración".

Arrodillándome frente a ella tomé del tobillo su pie derecho levantándolo hasta la altura de mi cara y lo examine visualmente de arriba abajo. Era muy bonito, piel morena y preciosa planta con un gran puente y dedos pequeñitos. Examiné el otro diciendo, "de momento todo bien…tienes los pies cuidados, pero ahora viene lo importante…". Acto seguido acerque mi cara a su pie izquierdo y con toda confianza metí mi nariz entre los dedos contactando también con mi boca, y aspire profunda pero lentamente disfrutando cada segundo. Si antes ya estaba muy excitado, en estos momentos mi excitación era tan alta que sentía que podría romper los pantalones de un momento a otro de la presión que estaba ejerciendo mi miembro loco por salir!! Jajaja. Comencé a deslizar mi nariz y mi boca por la superficie de ese pie procurando parecer insensible a todo esto aunque casi no podía disimular. Tenía un tacto suave y un aroma entre sudor y plástico que me encanto!! .

No obstante, después de hacer lo propio con los dos pies, tomándome mi tiempo, le dije que no me servía pues apenas despedía olor. Ella asintió con la cabeza:

ya lo suponía… pero tenía que probar…además, me ha encantado tenerte en mis pies, me gusta la sensación…ya veras que guay Lilia!, con lo que te gusta a ti sentirte superior a la gente, te va a encantar jajaja…

mmmmm…. Ya lo estoy deseando!! Jajaja.

Me giré un poco y quede frente a Cecy. Ella empezó a quitarse una bota bastante avergonzada de la situación, hasta que yo le cogí el pie y se la terminé de sacar. Luego le saqué el calcetín pudiendo notar que se encontraba humedecido por la transpiración y comencé a percibir el aroma que desprendía, bastante mas intenso que con Lucía. Realicé la misma operación con el otro pie y me dispuse a examinarlos de igual forma que con Lucía. Posar mi cara sobre esos preciosos pies me volvió a poner a 1000!!. Estaban algo arrugados de la humedad y la presión de las botas y desprendían un olor excitante, lo cual hizo que quedara como hipnotizado sintiendo ese pie en contacto con mi cara. No se cuanto tiempo pasé así pero debió ser bastante porque las chicas se echaron a reír haciendo bromas acerca del poder anestesiante de los pies de Cecy jajaja.

Le dije que había posibilidades con sus pies y comencé a darle un suave masaje mientras le decía que iba a estimularlos un poco para que transpiraran un poco más. De pronto su cara cambió radicalmente. La forma de mirarme avergonzada y tímida dio paso a un gesto de relajación y placer, incluso permitiéndose ponerse en una postura más cómoda para disfrutar mejor de mi relajante masaje. Lucía y Lilia observaban envidiosas a Cecy que con los ojos cerrados disfrutaba enormemente. Yo diría que aquella situación no solo me excitaba a mí, Cecy parecía sentir un gran placer con esto, y sus amigas se morían de ganas de estar en su piel en ese momento.

Yo presionaba la planta de su pie con mis pulgares, recorriéndola hábilmente desde el talón a los dedos, en los puntos clave para proporcionarle la mayor relajación, y luego estirando cuidadosamente todos sus deditos y finalizando con un suave masaje circular en las yemas.

De esta manera, y aplicando algunas técnicas más, finalicé mi masaje con un beso en la planta de cada pie y diciendo que ya estaba listo. Cecy me miró asombrada del efecto que le produjo mi masaje:

increíble… - susurro de forma casi imperceptible.

Que pena que terminaste…

Tienes la cara como un tomate jajaja!! Vaya con la mosquita muerta!! –dijo Lilia riendo.

Te voy a tomar tus datos Cecy, creo que puedes optar a la prueba si quieres. – añadí.

Sí…claro que quiero…jejeje. ¿Recibiré otro masaje si voy? – contestó Cecy con tono de niña buena.

Sí. Yo mismo te daré otro masaje jejeje.

Tomé sus datos personales y me dirigí hacia Lilia que no paraba de mirarme como una leona a un chuletón jajaja. Me levanté para estirar las piernas un rato y cuando no había pasado ni un minuto sentí una patadita en el trasero:

Oye… que no tengo todo el día!!, arrodíllate ya y empieza a quitarme los tenis!! Jajaja. –ordenó Lilia riendo con aires de superioridad.

Lo que usted ordene ama!! Jajaja. – contesté sorprendido para seguirle el juego.

Así me gusta esclavo, empieza por este. – dijo ofreciéndome su pie derecho.

Comencé a quitarle el viejo calzado mientras Lilia con actitud severa no me quitaba ojo. Le quité el tenis derecho y nada más ponerlo en el suelo me gritó:

¡¿Qué haces?! ¡Recógelo y póntelo en la cara ahora mismo! Acaba de salir del pie y es cuando más huele así que no lo desperdicies y aspíralo bien hasta que yo te diga, esclavo.

Como tú digas ama… - Contesté con una sonrisa.

Recogí el tenis rápidamente e introduje mi nariz lo más profundo que pude, comenzando a oler el interior del tenis. Mis ojos se abrieron de par en par sorprendido por ese olor indescriptiblemente potente que una vez más me excitó increíblemente. Lilia sonrió satisfecha y acercándose a mí, cogió las ligas y las ató detrás de mi cabeza dejando el tenis sujeto a mi cara con la nariz metida.

Perfecto… así tendrás las manos libres para obedecerme mientras disfrutas de mi irresistible perfume jajaja!!

Ahora quítame el calcetín y empieza a darme un masaje como el de Cecy.

Yo obedecí sus órdenes y después de quitarle el calcetín le dí un buen masaje en el pie mientras sostenía en mi cara el tenis. Esa situación era de lo más excitante, siendo dominado por los pies de una quinceañera con madera de ama.

Cecy y Lucía miraban sorprendidas preguntándose por qué obedecía a Lilia sin dudarlo, hasta que se percataron de lo mucho que me gustaba esa situación.

Después de un rato de masaje, Lilia se empezaba a aburrir y me ordenó parar.

Espera… No sigas. Quítame el otro tenis.

Y después de quitárselo junto con el calcetín, ella procedió a liberarme del primer tenis que estaba en mi cara.

- Bien… antes disfrutaste de mi tenis recién quitado y ahora disfrutaras de mi pie recién descalzado mientras continuas con el masaje.

Y diciendo esto, posó su pie sobre mi cara y continué con el masaje mirando a través de los dedos de ese pie sudoroso. Si antes estaba maravillado por el olor que desprendía aquel calzado, ahora estaba en la gloria con ese precioso y húmedo pie en mi cara, esa maravillosa vista de los dedos moviéndose ante mis ojos, mi boca tapada por su planta, y otro pie entre mis manos…mmmm.

Nunca pensé que mi plan fuera a salir de nuevo tan increíblemente bien, pero a partir de ahí, la situación se me fue de las manos…

Pasé unos minutos masajeando su pie hasta que Lilia separó su otro pie de mi cara y ahora me la acariciaba, pasaba su planta por un lado…por otro… , me tocaba el pelo, me sujetaba la nariz entre sus dedos jugueteando con ella… , y por último, después de un rato así, comenzó a rozar mis labios con su dedo gordo de un lado a otro.

¡Bésame el pie! , comienza por el dedito gordo y continua con todo el resto, sin dejarte ni un rincón!!

Obedeciendo sin articular palabra besé ese apetitoso dedito, luego el resto de los dedos… uno a uno… para terminar besando cada milímetro de su planta hasta el talón, disfrutando tremendamente con cada beso.

Muy bien esclavo. Ahora abre la boca que vas a tener el placer de probar el sabor del pie de tu ama.

Abrí la boca tímidamente y comenzó a pasar su dedo gordo sobre mi labio inferior rozándome suavemente y entrando poco a poco en mi boca, mientras observaba mi cara con un gesto perverso. El dedo fue entrando hasta que contactó con mi lengua y se posó sobre ella. Cerré mi boca cuando estuvo totalmente dentro percibiendo el sabor salado de su sudor y no tardé en saborearlo con mi lengua como si fuera un caramelo hasta que lo quitó de mi boca.

Lo haces muy bien esclavo… ahora continua con el resto de los dedos y toda la planta!!

Ahí estaba yo… saboreando cada rincón del pie de Lilia, chupándole los dedos, metiendo la lengua entre ellos, lamiendo toda su planta desde el talón hasta los dedos… mientras sus amigas reían asombradas de lo que estaban presenciando. De pronto Lucía tuvo una idea. Se fue corriendo y minutos después volvió con algo en las manos que yo no alcanzaba a ver.

Échate en el suelo esclavo, que tengo ganas de sentarme sobre algo blandito… me duele el trasero de estar en este muro. – Ordenó Lilia.

Y una vez en el suelo boca arriba se sentó sin dudarlo sobre mi cabeza a horcajadas. Yo casi no podía respirar ahí abajo oyendo las risas de las chicas.

- Mmmm… que cómoda es tu cabeza… - Decía mientras se movía en círculos.

- Mmmm… si tuvieras la nariz más grande me lo pasaría genial aquí sentada mmmm… jajaja…

En poco tiempo se levantó sentándose sobre mi pelvis con los dos pies sobre mi cara cubriéndola por completo.

Dame eso Lucy… - Dijo susurrando.

De pronto sentí como era cogido de las manos y atado con la cuerda que había traído Lucía. Inexplicablemente me dejé hacer sin pensar en las consecuencias.

Lilia se quitó de encima ordenándome ponerme en pie, y una vez en pie, Lucía a mi espalda me cubrió los ojos con sus manos y me llevaron caminando a otro lugar. Cuando llegamos me encontré metido en un viejo trastero oscuro donde me hicieron echar sobre una mesa y me ataron a ella.

¡ahora si nos vamos a divertir! – gritó Lilia con una sonrisa perversa.

¡Yo también quiero que me limpie los pies! – sugirió Lucía riendo.

Pues adelante, súbete sobre él que yo le sujeto la cabeza.

Lilia sentada tras mi cabeza me la sujetó con sus pies a ambos lados de mi cara mientras Lucía subida sobre mi pelvis puso un pie sobre mi cara.

¡Ya puedes empezar a chuparme el pie hasta dejarlo reluciente si quieres que te dejemos salir! – Ordenó Lucía amenazante.

Le hice caso y pase mi lengua por todo su pie mientras mi cara era sujetada por los pies de Lilia que no paraba de reír. Lucía intercalaba sus 2 pies en mi cara con un gesto de placer que me hacía entender lo mucho que le gustaba lo que estaba pasando. De pronto sentí como alguien me sacaba una bota.

¿A ver qué tenemos por aquí…? – Decía Cecy mientras me quitaba la bota y el calcetín.

Para mi sorpresa descubrí que Cecy también se sentía atraída por los pies cuando comenzó a pasar su nariz por mi planta y entre mis dedos. Me hacía cosquillas pero me gustaba la situación.

Así estuvimos poco mas de media hora hasta que aspiré, lamí, chupé, y besé de todas las formas posibles esos 4 pies que me tenían preso, mientras Cecy se divertía con los míos.

Llegado este momento, Lucía sentándose más adelante, sobre mi estómago y con sus 2 pies cubriéndome la cara para que no viera nada, me abrió el pantalón sacando mi polla que en esos momentos parecía que iba a reventar de la enorme erección que tenía. Pude oír las risas de las chicas probablemente observando mi polla al descubierto y erecta al máximo. De pronto se hizo el silencio y pude sentir una mano que me la sujetó y acto seguido, empezó a masturbarme. No sabía quién era la que lo estaba haciendo ya que no podía ver nada con los pies en mi cara pero sea cual fuere, lo hacía de un modo muy suave moviéndose con lentitud de una manera que me estaba volviendo loco!!. Aunque no podía ver nada presentía que las chicas también se estaban masturbando en ese momento ya que no se oía sino sus respiraciones agitadas y entrecortadas. Después de varios minutos soportando tan maravillosa tortura pude oír como cada una de ellas iba llegando al orgasmo por los gemidos que iban emitiendo. Después de calmarse pude oír un susurro de una de ellas que decía, "vamos a darle caña a ver cuanto más aguanta…" y después de oír estas palabras, esa mano que me causaba tanto placer lentamente, comenzó a moverse muy rápido, de una forma despiadada y presionando con fuerza mi polla que a estas alturas ya no podía aguantar mucho más sin eyacular a lo bestia. No pude evitar soltar un grito que fue silenciado con rapidez por los pies de Lucía que juntándolos fuertemente tapó mi boca. Mi deseado orgasmo se acercaba ya muchísimo, hasta que la mano que me estaba volviendo loco paró, pero no por mucho tiempo. Segundos después pude sentir como me volvía a sujetar pero esta vez sobre la base de mi polla dejando sitio a otra mano que se unió a esta, sujetando más arriba. Ahora tenia dos manos sujetándome la polla, dos manos que comenzaron a moverse juntas al mismo ritmo que antes. Volví a soltar otro grito ahogado por los pies mientras esas manos seguían y seguían moviéndose sobre mi polla sin descanso. ¡Estaba totalmente descontrolado! ¡Atado sin posibilidad de moverme, con una chica subida sobre mi, dos pies cubriendo mis ojos y tapando mi boca, y dos manos masturbándome frenéticamente y sin descanso!!

Después de unos minutos y con una gran convulsión llegó por fin mi anhelado orgasmo, acompañado de una potente eyaculación.

¡¡por fin!! ¡¡Que pasada!! ¡Mira con que fuerza sale!

Jajajaja… ¡parece un volcán!

Nunca había visto algo así…

Se oían frases pero no lograba distinguir las voces debido a mi estado de total extenuación.

Me fui recuperando y después de un rato Lucía bajó al suelo liberándome de sus pies y pude ver como las chicas limpiaban todo pero aun sin soltarme de mis ataduras.

ahora nos vamos a comer algo y ya volveremos dentro de un par de horas… todavía se me ocurren muchas cosas que podemos hacer contigo para divertirnos hoy… - dijo Lilia con una sonrisa traviesa.

Y en esa situación quedé hasta que volvieron de nuevo pasadas un par de horas…pero eso ya es otra historia…jejeje.

 

Me encantaría recibir opiniones sobre este relato o contactar con gente fetichista de los pies. Y si existe alguna mujer que necesite un hombre a sus pies…aquí me tiene !!

a_tus_pies_@hotmail.com