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Mucamita sometida

en Sadomaso

Mucamita sometida

Hola me llamo Celina, tengo 25 años, soy morocha, delgada mido 1,65 m, hago gimnasia todos los días así que tengo un cuerpo bastante atractivo, buenas piernas, buena cola, pero lo que mas llama la atención, sobre todo de los hombres, son mis 120 cm. de lolas, hace dos veranos gané un concurso de remeras mojadas. Me encanta el sexo, fundamentalmente me gusta ser dominada, tuve una experiencia muy fuerte a los 18 años, fui violada por un grupo de policías en Córdoba, donde nací pero esto les contare en otro relato.

Viene a Buenos Aires después de lo que me sucedió en mi provincia y me case desde hace casi 1 año, antes de conocer a mí marido tuve un par de novios pero desde que empecé a salir con él le he sido fiel, solo he tenido sexo con mi esposo, él es mayor que yo tiene 43 años se llama Mario, trabaja mucho y no lo hacemos muy seguido, pero aun cuando cogemos, no quedo conforme y me siento insatisfecha, nunca me faltaron oportunidades ni propuestas para engañarlo, pero lo quiero mucho y nunca lo hice. Lo que les voy a contar me sucedió hace unos 3 meses.

Por dificultades económicas tuve que buscar trabajo para ayudar con las cuentas, lo único que conseguí fue de mucama por horas en un departamento que compartían unos cuatro estudiantes del interior, los chicos tenían ente 20 y 25 años; tenia que ir tres veces a la semana por la tarde, limpiar el departamento lavar y planchar ropa etc. No me pagaban mucho pero lo hacían por día, necesitábamos el dinero y otra cosa no había.

Desde el primer día los tipos me devoraban con la mirada y me encararon mas de una vez, de a uno cuando me quedaba sola con alguno de ellos y también me acosaron estando todos,  pero yo me negué por su puesto para no meterle los cuernos a mi pobre esposo. Los chicos me veían atractiva y como trabajaba de mucama pensaban que era fácil y por eso insistían permanentemente con tener sexo conmigo. La situación me parecía divertida, los chicos eran atléticos y atractivos, me gustaban pero jamás hubiera aceptado coger con alguno de ellos, les dije que era casada pero continuaron insistiendo, no le conté nada a mi esposo para no preocuparlo. Con el correr de los días de las propuestas indecentes pasaron a las manitos en la cintura y alguna que otra palmada o pellizco en la cola. La verdad que yo me excitaba y me mojaba cuando me ponían alguna mano encima pero disimulaba, me enojaba y continuaba con mi trabajo como si nada. Ganas no me faltaban de ceder a sus requerimientos y confieso que en casa me masturbe más de una vez pensando en lo que me harían esos tipos si yo me entregaba o si me hacían una fiestita por la fuerza.

Lo pensé y había decidido no acostarme con ninguno de esos babosos, aunque los haría desearme así sufrían un poquito y yo me divertía mas. La próxima vez que fui a limpiar el departamento, fui vestida  un poco provocativa, lleve una pollera un poco por encima de la rodilla y una blusa blanca ajustada que resaltaba mis voluminosos pechos, sin corpiño debajo por supuesto, me coloque un saco encima para no tener problemas en la calle. Pensaba que los tipos me acosarían, yo me negaría y ellos se quedarían con las ganas, no me imaginaba lo que iba a pasar.

Bueno, llegue al departamento, estaban los cuatro, me quite el saco y sonreí al verles la cara que pusieron. ¡Nunca me tendrán babosos!, ¡Miren el cuerpito que se pierden! Les decía yo con la mirada. Me puse a lavar platos en la cocina, mientras los escuchaba conversar en el living, sobre mí, ellos no se daban cuenta que yo los oía, bueno hacían comentarios sobre el tamaño de mis pechos, mi cola y sobre lo que podrían hacer conmigo, decían que yo era una puta como todas las mucamitas y que seguro me podrían coger, aunque yo me había negado hasta entonces, quede indignada cuando uno de ellos Martín les propuso ofrecerme dinero a cambio de que tuviera sexo con los cuatro, esta putita nos saldrá gratis le contestó otro de los tipos, con lo que todos rieron. Yo no podía creer lo que escuchaba, decidí terminar mi trabajo y no volver nunca más, entonces los cuatro entraron a la cocina y me rodearon. Yo les pregunté, asiéndome la tonta, si que pasaba, ellos me contestaron que me iban a coger entre todos, yo trate de correr hacia la puerta, pero me atraparon en el living, uno de ellos, Javier me sujeto las manos atrás de la espalda, cualquiera de ellos tenia el doble de fuerza que yo así que me dominaron fácilmente, José el mayor de ellos y quien comandaba el grupo me acaricio el cabello y mientras bajaba sus manos hacia mis tetas me dijo: bueno Celina ahora vamos a tener una fiestita, y nos vamos a divertir todos con vos. Otros me tocaron la cola, yo les dije que me soltaran, que me quería ir, pero José mientras manoseaba con sus dos manos mis pechos, me dijo: de acá te vas a ir bien cogidita nena, todos reían, noté varias manos por debajo de la pollera acariciando mis muslos y dirigiéndose a mi intimidad, antes de que la alcancen yo me incline instintivamente hacia delante, pero enseguida Javier que estaba detrás mío sujetándome las manos puso una de sus piernas entre las mías y me obligó a enderezarme, prácticamente me sostenía en el aire con las piernas abiertas, inmovilizada sentí las manos de Diego y Martín avanzar por la cara interna de mis muslos, uno de cada lado, hasta llegar a mi tesoro, varios dedos se introdujeron bajo mi bombacha y comenzaron a jugar con mi clítoris y con la entrada de mi vagina, a todo esto José me había levantado la blusa y se entretenía con mis pechos los manoseaba, estrujaba, besaba mis pezones, los mordía, me sobaban completa, por todos lados.

Ante el manoseo tan intenso yo me comencé a excitar, obviamente que no quería, pero no podía evitarlo mi cuerpo respondía a las caricias, para mi vergüenza me moje. Al notarme húmeda varios dedos se turnaron para introducirse en mi vagina. Yo me resistía pero no podía zafar y estaba muy pero muy mojada, cosa que festejaron. Les grite nuevamente que me soltaran pero la cosa siguió, me continuaron metiedo mano por todas partes, me quitaron la blusa con lo que quedé en tetas, después me bajaron la bombacha y me quitaron la pollera. Quedé completamente desnuda ante ellos.

Me llevaron en andas a una habitación. Me acostaron en la cama. Martín sujetaba mis manos por detrás de mi cabeza, Diego y Javier me sostenían cada tobillo, obligándome a estar con las piernas bien abiertas ofreciendo mi sexo. Estaba completamente desnuda en la cama y sujeta para recibir al primero, José, se quitó el pantalón y el slip su pene me pareció enorme, completamente erecto como de 25 cm, mucho mas grande que el de mi marido, me puso una mano sobre mi concha, jugó con mi clítoris, metió dos dedos en mi vagina, al notarme bien mojada dijo: miren como le gusta la fiesta a la putita, es igual que todas las mucamas. ¡Hijos de puta no quiero que me violen! grite, sacudí mis piernas, patalee, traté de cerrarlas pero era inútil, José se echó encima mío y me penetró de una puesto que yo estaba bien dispuesta, completamente mojada, me cabalgó a un ritmo normal. Yo continué gritando, suplicando que me soltaran, les dije que me estaban violando, pero ellos estaban muy calientes conmigo  siguieron adelante, alentaban a José y me insultaban a mi, me decían todo tipo de groserías, que estaba mojada, que sabían que me gustaba y por supuesto me continuaban manoseando toda.

Yo intentaba zafarme, pero al no poder hacerlo eso me excitaba mas, el miembro violador enorme, duro ocupaba toda mi vagina rozaba mis paredes, me penetraba hasta el fondo, juro que no quería gozar, si me forzaban no era mi culpa pero sentía que si llegaba al orgasmo estaría engañando a Mario mi marido, mi cuerpo no me obedecía, obedecía a José, habitualmente cuando me cogen llego fácil al orgasmo, y esta no iba a ser la excepción, si bien era por la fuerza estimulaban todos mis puntos erógenos, por un momento paré de resistirme y me concentré en evitar el orgasmo, involuntariamente mis gritos se habían convertido en gemidos y berridos cerré los ojos y me mordí los labios, no podía mas, trataba de pensar en mi marido, pero el estimulo a mi sometido cuerpo continuaba ¡basta por favor! Supliqué inútilmente a mis atacantes me arquee y retorcí y tuve el orgasmo mas grande de mi vida. Mis violadores festejaron, ahora estaba totalmente dominada, sometida.

Tuve tres orgasmos seguidos con el primero, luego José se corrió dentro de mí y fue reemplazado por Diego, este por Martín y luego Javier hasta que los cuatro probaron mi concha todos estaban muy bien dotados, yo acababa sin poder controlarme, trataba de disimular para que no me consideraran una puta, claro que no convencí a nadie. Con los otros ya no opuse resistencia, comprendí que era inútil debatirse y me resigné a mi suerte, aguante callada todo lo que me hacían, solo cuando cambiaban intentaba cerrar mis piernas, como para dejar en claro que me estaban obligando.

Una vez que todos me cogieron por la concha, ingenuamente pensé que todo había terminado, faltaban cosas peores. Me dieron vuelta boca abajo comprendí que me lo iban a hacer por atrás, reaccioné de golpe, me incorporé y trate de huir, pero rápidamente me sujetaron de nuevo y me pusieron boca abajo, ahora te vamos a hacer el orto me dijeron, yo volví a gritar y tratar de escapar. ¡No, por el orto no! Les suplicaba y no paraba de luchar. No era virgen por atrás, ya me lo habían hecho una vez, pero no fue voluntariamente, fui cogida por detrás cuando fui violada a los 18 años, nunca acepte que me penetraran por ahí, ni a mi marido se lo entregué, no porque tuviera miedo a que me doliera sino porque lo considero algo sumamente humillante. Como yo no paraba de resistirme y de gritar me amordazaron con mi bombacha, trajeron unas cuerdas y me ataron a la cama con los brazos y las piernas en cruz, boca a bajo, me colocaron un almohadón bajo mi cintura para obligarme a mantener la cola parada. Mordí mi mordaza y sacudí la cabeza en señal de desaprobación a lo que me iban a hacer sentí un par de manos separarme las nalgas y unos dedos que me colocaban un lubricante en el ano. Levante y gire la cabeza para ver quien iba a sodomizarme, José tendría de nuevo el honor de ser el primero, vi su miembro completamente erecto, enorme mientras se lo lubricaba suplique piedad a mi verdugo pero la mordaza ahogo mis ruegos, los ojos se me llenaron de lagrimas baje la cabeza y la hundí en el colchón esperando la violación anal, ¡que hermoso culo voy a coger! Dijo y entró en mí lentamente,

Mi orificio se fue dilatando para recibirlo, debo reconocer que no me dolió demasiado, agradecí que me lo hayan lubricado, además al darme cuenta que el ultraje era inevitable me relaje lo mas que pude para evitar que me lastimen. El maldito me bombeaba, entraba y salía de mi gozando de mi humillación, los otros chicos me sobaban toda, toqueteaban mi clítoris, me metían dedos en la vagina querían asegurarse que disfrute la violación, humillarme al máximo, por supuesto lograron que yo continuara acabando como una perra. Tenia los ojos cerrados, note que se fueron turnando pero ya todo me daba vueltas, no me preocupaba en saber quien me cogia estoy segura que me lo hicieron por atrás los cuatro, no creo que alguno se haya perdido la oportunidad.

Luego me desataron, yo ya estaba entregada a todo lo que quisieran hacerme, José se acostó en la cama boca arriba su pene continuaba erecto, me ubicaron sobre el, José acomodó su pene en mi vagina, los otros chicos me tomaron de la cintura y me hicieron subir y bajar con lo que yo tenia que cogerlo. Me hicieron inclinar hacia delante, con lo que yo tenia que ofrecer nuevamente mi ya violado orto, enseguida uno se ellos me lo volvió a coger. Me hicieron un sándwich, uno por delante y otro por detrás, normalmente no permitiría algo así, pero no tenia fuerzas para defenderme, además contra esos cuatro tipos es poco lo que una chica como yo podría hacer, por otra parte mi sometido cuerpo disfrutaba como nunca la doble penetración. Se volvieron a turnar para cogerme por atrás, también fueron cambiando quien me lo hacia por la vagina.

Finalmente me hicieron arrodillar en el piso, me salía semen de mi concha y mi culo y bajaba por mis muslos, estaba muy mareada pero comprendí lo que querían, los cuatro se pusieron de pie alrededor mío con sus penes erectos. ¡Ahora nos vas a chupar la pija putita! ¡Vas a tragar nuestro semen! Me decían, y yo sometida, totalmente sumisa acepte tener sexo oral, chupe las pijas de mis violadores, mamaba una, la dejaba y tomaba otra, y hasta me colocaba dos pijas en la boca a la vez, mientras mamaba ellos no paraban de toquetearme, sobaban mis pechos, mi trasero. Yo dominada los pajeaba y chupaba, les besaba y lamía sus testículos. Nunca me habían dejado tan satisfecha sexualmente, creo que tuve como veinte orgasmos por un momento me olvide de mi marido, de que me habían forzado entre todos y chupe lo mejor que sabia, como agradeciendo a esas cuatro vergas que tanto placer me habían dado, aunque haya sido contra mi voluntad.

¡Miren que dulce y cariñosa resultó la mucamita! ¡Muy buena mamona! Todos, uno a uno me acabaron en la boca o en la cara, cuando lo hacían en la boca me ordenaban que tragara, ¿te gusta el semen Celina? Me preguntó José, yo baje la mirada y no respondí, entonces me agarró del pelo y me obligó a levantar la cabeza, contesta o te vas así desnuda a tu casa, me amenazó; estaba hecha un desastre, tenia semen en el pelo, en toda la cara, me caía el semen sobre las tetas. Si, me encanta chupar pija y tragar el semen le dije y agarré una a una sus pijas para limpiarles los últimos restos de semen.

Cuando terminó todo me llevaron al baño y me permitieron ducharme, me sentía mareada, nauseosa y dolorida. Me quité todo el semen que tenia encima, sentía un ardor en el culo, mi concha estaba bastante inflamada, me parecía increíble lo que había sucedido. La ducha me hizo sentir un poco mejor, salí del baño envuelta en una toalla, busqué mis ropas, me vestí para irme y no volver nunca más. Entonces me dijeron que me sentara para ver un video, horrorizada vi que yo era la protagonista ¡me habían filmado! Me veía en la pantalla cubierta de semen chupando varias pijas, me puse roja de vergüenza. Me dijeron que de ahora en más debía ser "muy buenita" con todos ellos sino le llegaría el video a mi marido. Pretendían chantajearme, tenia que seguir viniendo al departamento cuando ellos quisieran y además de hacer mi tarea de mucama debía dejar que me hicieran todo lo que ellos quisieran, vencida, humillada, acepté lo que me proponían. Estaba en manos de esos cuatro tipos.

Seguí yendo al departamento, además de limpiar, lavar y plancharles la ropa tenia que "atender" a los chicos, ahora me tenían de puta, estaba a disposición de ellos, cosa que yo no quería que sucediera, me hacían de todo, debía ir a trabajar sin ropa interior y con la concha completamente afeitada, cosa que controlaban rigurosamente cada vez que iba. Cuando me cogian practicaban diferentes posiciones conmigo, me cogian terriblemente entre los cuatro, por todos lados, uno, dos, tres a la vez, soportaba dobles penetraciones y todo tipo de humillaciones, chupaba pijas todos los días, hasta acababan en un vaso y me obligaban a beber; a veces tenia que estar totalmente desnuda mientras limpiaba. Se estaban vengando de mi por haberme negado a tener relaciones con ellos. No podía contarle nada a mi marido, me iba a abandonar, además si bien fue por la fuerza, yo los provoque queriendo burlarme de ellos, y en el video se notaba que yo disfrutaba lo que me hacían. Mi marido no iba a entender que aunque sea por la fuerza si me tocan por todos lados y me cogen yo termino perdiendo el control, y no puedo evitar gozar. Estaba perdida. La situación se mantuvo así durante varias semanas, me sentía culpable por lo que me sucedía y por un lado quería que me dejaran en paz, pero por otro gozaba como loca cuando me cogian

Otros tipos amigos de los chicos cuando venían al departamento, también me acosaban, ellos nunca me habían hecho nada delante de otros, pero tenia miedo que les cuenten a sus amigos lo que me hacían o que les mostraran el video, me moría de vergüenza cada vez que alguien venia al departamento, no era para menos, siempre estaba vestida con una minifalda y un top o una blusa ajustada que transparentaba mis pechos, ni siquiera me permitían ponerme una bombacha, así tenia que estar siempre dispuesta como una puta.

Temía que alguna vez los chicos me "regalen" al resto de sus amigos. Cosa que sucedió un día. Fue terrible, fui una tarde a trabajar al departamento, estaban los cuatro chicos, después de limpiar, barrer, lavar platos, ropa y planchar, les dije que me iba, me dijeron que antes se las chupara. Yo resignada los atendí a los cuatro, uno por uno, me hicieron beber su semen mientras me manoseaban, no me cogieron así que quede bastante excitada aunque trataba de disimularlo. Al terminar todo les dije que me iba, pero en eso llegaron sus amigotes, tres tipos del edificio que vivían en el primer piso y dos más que no conocía. José me abrazo desde atrás por la cintura, me levanto la blusa y me apretó las tetas delante de los otros tipos, era la primera vez que me exponían así ante otros, quede paralizada sin saber como reaccionar, ¿les gusta la mercadería? dijo y enseguida me levantó la pollera mostrándoles mi concha bien afeitadita. Me dijo que tenia que acompañar a sus amigos abajo y que me convenía "portarme bien", yo me negué, pero entre los cinco tipos me metieron en el ascensor y me llevaron al otro departamento. Los chicos no fueron (parece que ya estaban conformes) y bueno ya se imaginan lo que me pasó, me cogieron entre todos, entre los cinco, por todos lados, uno, dos, tres a la vez. Me sentí violada. Termine agotada, me dejaron libre como a las doce de la noche, me vestí como pude, me limpie el semen de la cara y de donde podía con una toalla, salí corriendo del edificio y me subí a un taxi y fui a casa.

Al día siguiente terminó mi odisea, al llegar a mi "trabajo" me encontré con solo uno de los chicos, Martín, me pidió disculpas por lo que pasó el día anterior y me devolvió el video, se dieron cuenta que se les fue la mano. No volví nunca más, y mi marido nunca se enteró de lo que me había pasado, mi único temor es que los chicos, o sus amigotes se hayan quedado con una copia del video y algún día me chantajeen nuevamente.

A todas las chicas que me quieran hacerme llegar sus comentarios o contarme sus experiencias mi email es celina2000xxx@yahoo.com