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Soy Carola

en Sexo Anal

Soy Carola

Hola mi nombre es Carola, soy de la selva norte del Perú, tengo un hijo pero no esta a mi lado, trabajo como prostituta, por todo el Perú, hace unas semanas llegue a una ciudad del centro del país, el negocio esta bajo, parece que estaré solo algunas semanas más. No se que es internet, no se que es computación, pero una amiga que conocí en esta ciudad me dice que escribe relatos eróticos y me pidió que le contará alguna experiencia. Bueno en ese momento no se me ocurre nada, entonces le empiezo a contar lo que paso el ultimo fin de semana con un cliente.

Antes les describiré como soy físicamente: tengo buena talla para esta región, 175, cabello negro que me llega hasta los hombros, delgada aunque tengo el vientre algo abultado, por lo del embarazo.

Estoy parada en la puerta del cuarto, visto un bikini claro que resalta con la luz roja del cuarto y le da cierta sensualidad. Están también las otras chicas, muchas de ellas tienen sus clientes que llegan y solicitan sus servicios.

Ya había atendido a un par de clientes, cuando vi llegar a un muchacho, parecido a mucho de los clientes que llegan a estos sitios, lo que me llamo la atención es que no se cubría el rostro con gorros o casacas altas como el resto.

Entro, recorrió los pasillos, las chicas lo llamaban, pero el bastante frío, ni le hacia caso, se paraba al frente de la puerta de la chica que eligiera, preguntaba esbozaba una sonrisa y seguía dando vueltas. Estuvo buen rato mientras atendía un par de clientes.

Despedí al ultimo cliente, me cerré en el cuarto, me cambie de ropa, me puse un conjunto azul satinado que había comprado el día anterior. al abrir de nuevo la puerta, estaba el esperando al frente, me sonrío pero no se atrevió ha nada en ese momento. Había pasado buen rato y ya me sentía incómoda, ya que los clientes solo pasaban y me miraban, ya quería irme.

Entonces se acerco a mi lado sonrío, me pregunto cuanto es el servicio, y que cubría Todo coqueta dije:

Cariño para ti por adelante, con poses, con paciencia, chupadita incluida, eso si con mucha paciencia y cariño, te atenderé desnudita. Antes que terminara hablar se acerco al oído y me dijo lo haces por atrás?

Pero el servicio completo es más caro le dije.

Voy ha ver dijo y dio media vuelta, creo que tenía una chica ahí, pero no había ido.

Estaba que daba vueltas hasta que decidió entrar.

Pasa le dije

empezamos esa danza de cuerpos que se juntan tocándose, entrando en calor, desnudandose, deseándose, mordiendose, mojandose, estremeciéndose de miedo, de ansiedad.

Estábamos desnudos, él sobre la cama yo encima jugando con su virilidad, y los preservativos. Veía como crecía en mis manos, como se levantaba haciéndose notar, tome el preservativo con la boca colocándoselas mientras le daba una chupada. Me puse en 69 como pidió, revisaba mi intimidad, la tocaba, la olía, separaba mis labios, las olía, pasaba sus dedos buscando ese lado que a las mujeres nos estremece, nos hace olvidar el tiempo y el espacio. Lo encontró, en una humedad que a los otros clientes ni les hago saber.

Volvió a abrir los pliegues de mi gruta escondida, metió la nariz al sentir el aliento de su respiración en mi ser di un gemido que hizo que el juguete que tenia en mis manos empezará a tomar mas cuerpo aunque no ha crecer en tamaño. Ya había atendido a otros clientes con un promedio de medida que mi cuerpo podía resistir, pero este era mas grueso que salía del promedio.

A si que con miedo y curiosidad volví ha chuparla con mas delicadeza pero con firmeza que no se saliera de la boca.

Tenía la gruta húmeda así que baje poco a poco ha encontrar ese miembro que se colocaba en posición, dándole la espalda empecé a metermela despacio ante sus ojos, entraba deslizándose ante la humedad e mi ser, que al verse inundada por esa masa de carne que entraba y salía ensanchando mis entrañas reaccionaba ante esa sensación con gritos y gemidos.

Cambiamos de posición, ahora el tenía el control, me recoste de espaldas, levante las piernas sobre sus hombros y el se dejo caer sobre mi, se sentía rico, con un dolor ante cada arremetida, quería partirme en dos creo. me besaba en el cuello, los pechos, alrededor de los pezones, al cambiar de posición, retiro su pene de mi interior, con su boa fue bajando a mi vientre, llegando hasta mi ombligo produciendo sensaciones diferentes, que me Volvió a lubricar.

Siguió por el bajo vientre llegando de nuevo a ese lugar que lo emocionaba, dándose gusto de bañarse en mis jugos.

Cambiamos a la pose del perrito, creo que es la pose que mas le gusta, dio un grito de triunfo al verme en esa pose, ya que desde ahí tiene el control y la disposición de mis dos agujeros. De un solo tirón me lo Volvió a meter y sacar con fuerza que me hizo temer lo peor.

Hasta que llego lo peor, saco su miembro de mi hinchada intimidad, lo mire como diciendo que hay, me dio una sonrisa, diciendo "ahora le toca al chiquito".

Lo mire agarrandose el pene que parecían dos, le dije no, pero el no entendió que lo tenia muy grande. Yo ya había tenido sexo anal, pero con penes pequeños, el que tenia amenazándome era grueso. En eso sentí un palmeo en las nalgas diciendo lo haré despacio no te preocupes.

Se echo sobre mi como un perro, me acariciaba los senos, el vientre, besaba, mi cuello, deslizaba su lengua por medio de la columna, sentía su pene pegado a mi agujerito, que se movía a cada arquear del cuerpo que daba, sentía sus testículos acariciar mi intimidad, con ese pelillo ralito que tenia. Se separa un poco de mi en eso siento, que su lengua busca la entrada a mi agujero que se contrae de sorpresa. lo chupa, mete su lengua, baja por mi gruta lame mis jugos y vuelve a mi agujerito, mete un dedo en mi interior.

Agarre un poco de lubricante y se lo pase, el emocionado lo tomo y me lo empezó ha embadurnar por todo mi agujerito, que ya pedía a gritos ser poseído.

Se acomodo y empezó a meterlo, yo sentía un dolor leve que crecía a medida que entraba

gritaba diciendo no! no! .. es muy gruesa

no por favor

el no escuchaba, seguía metiendo, en un rato sentí que entro la cabezita, al entrar esa parte en mi pequeño agujero el descanso por un rato. el dolorcito paso por un momento.

Ya entro la cabeza, ahora será mas fácil. dijo

Volvió a la faena empezó a meter, despacio, pero me hacia doler cada vez mas fuerte, mi ser al sentirse violentado opto por retirarse, ya tenia la mitad dentro cuando instintivamente me zafé de esa lanza desgarradora, gran error ya que lo hice violentamente y el dolor fue mayúsculo. con lágrimas invadiendome le dije:

No sigas te devolveré el monto del servicio y me aleje.

Tuve miedo que se molestará, he tenido clientes que reaccionan violentamente, pero el no hizo mas que extender su mano, tomando la mía acercándome a su cuerpo diciendo:

"Mi chiquita, en no te preocupes, ya no lo haremos por atrás"

Se tendió en la cama y me acerco a el quedando sobre el con la otra mano me acariciaba la mejilla diciendo;

"mi chiquita"

Mis manos se acercaron a su aun parado miembro y empezó a guiarlo a mi gruta, el empezó ha bombear despacio y poco a poco fue aumentando la velocidad, hasta que por primera vez, al menos con un cliente, llegue a un orgasmo que me hizo desfallecer sobre el.

Descanse un rato bajo sus brazos, el seguía metido en mi, cambiamos de posición, volvimos a la del perrito, ya no lo hicimos por mi agujerito, lo guie a mi gruta que tenia que rematar la faena.

El empezó igual que la anterior de despacio y con delicadez a rápido y violento empezó a tener el siguiente orgasmo cuando el empezó a agitarse,y arquearse, agarrado fuertemente de mis caderas, eyaculo dentro de mi; sentí como el preservativo se hinchaba.

Termino y quedo tendido sobre mi con una sonrisa de satisfacción, que me alegro el día.

antes que se fuera, me dijo que siga practicando la próxima llegaremos hasta el final.

Atendí un par de clientes mas y me fui ha descansar.

Pero me quede con el deseo de volver ha verlo.

Ni siquiera le pregunte su nombre o cuando volvería.

Espero que vuelva antes que parta a otra ciudad.

Autor:

DevilAngel

Comentarios: devilangel@peru.com

Relato escrito a pedido de Carola e insistencia mía