Mi nombre es Florencia, todo comenzó a mis 12 años en esa época vivía en un prostibulo con una Sra.que me criaba desde pequeña, la cual era prostituta, yo solía pasar las tardes de aquí para allá dentro del local. Como es sabido siempre hay tipos a los cuales les gusta fifar con niñas, yo como era muy pequeña eso no me lo permitían lo único que si se me permitía era entretener a los tipos ya sea sentándome sobre sus faldas o dejándome tocar, pero nada de penetración.

Fue una mañana de esas en la que mi vida cambio convenga que era una niña pero nada inocente conocía todo lo relativo al sexo, lo único que era virgen hasta el momento y eso era lo que más calentaba a la clientela de hombres maduros mas o menos de 40 años en adelante. Esa mañana me encontraba sobre las faldas de un maduro que frecuentaba el local y que muy a menudo pedía mis servicios porque según él le excitaba mucho tener en sus faldas a una niña tan hábil con su pene, después de estar conmigo se le paraba su tremendo pedazo y se cogía a las chicas del prostibulo.

El maduro se llamaba Ramón y siempre le gustaba deleitarse con mi cuerpecito que para la edad era bastante desarrollado fijensen que tenia el cuerpo de una niña de 18 y solo tenia 12 años. Mis medidas eran 80 – 50 – 80 calentaba a un muerto, creo que a esa de edad estaba asi porque si bien no me penetraban eran muchas las manos que me tocaban, y si acariciaban mi clítoris tanto que llegaba al orgasmo.

Siguiendo con el relato, esa mañana Ramón salió de lo usual, mientras me contorneaba en sus faldas su verga sé erectaba cada vez mas, tanto que en un momento me puso la puntita, cosa que me gusto muchisimo (como dije anteriormente sabia de estas cosas ya que las chicas siempre contaban sus experiencias lo único que hasta el momento nunca se me había permitido) y bueno iniciado ese jueguito deje entrar ese pedazo de verga en mi concha. Ramón me advirtió que podría tener problemas ya que más que tocar y jugar no se le dejaba, a lo que no le hice caso y pedí más.

En la zona donde nos encontrábamos era un lugar de espera previo a la habitación en donde si se practicaba sexo, pero era un sitio individual, yo permanecí sentada en sus faldas con la diferencia que tenia su verga en mi concha y eso me excitaba cada vez mas, al tiempo que Ramón un maduro de 59 años acariciaba mis pechos, y de vez en cuando lamía mis pezones cosa que hacia estallar todo mi sexo.

Pero todo no es alegría ni placer en esta vida, de golpe entro a la sala la encargada del prostibulo y me separo de Ramón, lo llamo fornicador de niñas y lo hizo retirar. Luego de esto me llamo la atención y me dijo "perra, ramera" lo que me llenaba de placer, vi allí mi posibilidad de formar parte del grupo de rameras que allí trabajaban. Dora que asi se llamaba me indico que ya había llegado la hora de comenzar a ejercer la prostituciòn, pero que primero debería tener una charla con el Dr.Lopez quien era el dueño.

Me hizo duchar y me llevo con él, cuando llegue ya estaba al tanto de lo sucedido, quedamos a solas y me dijo que revisaría mi vagina, que palparía mis pechos para ver que todo estuviera en orden y luego me daría unas instrucciones.

Subí a la camilla ginecología, abrí mis piernas el introdujo sus dedos, lo que comenzó a exitarme nuevamente, por un segundo los retiro y acaricio mis pechos, tomo entre sus dedos mis pezones, amaso mis pechos tanto que mis pezones se pusieron erectos, duros y puntiagudos. Me indico que todo era normal, que fuera a la cama que allí y me daría ciertas instrucciones, fui como una perfecta esclava y me sometí a los cuidados sexuales mas tiernos que una chica puede recibir. Estuvimos alrededor de 8 hrs acostados en la misma practicando diversas posturas que yo hasta el momento solo pero que nunca había experimentado.

El doctorcito como asi le llamábamos me dijo que ahora en mas seria una de sus chicas una vez por día debería pasar por su consultorio y practicar una cogida era lo usual con todas, a parte seria una nueva atracción del prostibulo, "niña precoz de 12 años realiza el sexo más rico del mundo" que debería utilizar siempre protección, tomar píldoras y que me recetaría unas hormonas para que mis tetas al chuparlas dieran leche. Para terminar con las instrucciones puso un vídeo porno y llamo a dos chicos del lugar y entre los tres comenzaron a tocarme, el Dr. Se retiro.

Uno de los chicos se acostó y pidió que lo montara al tiempo que el otro chupaba mis tetas, acabo dentro de mí y el segundo paso a culearme cosa que me calentó tanto que llegue a dos orgasmos seguidos, el primero pidió que le mamara la verga estaba yo en cuatro patas el segundo aprovecho y me hizo un perrito, metió su verga por detrás en mi concha mientras presionaba mis teta y con sus dedos hundía mis pezones, eso era el máximo de excitación no se imaginan y pensar que todo comenzó con el pobrecito de Ramón, a quien hecharon del prostibulo como a un simple violador de menores, pobrecito veterano mío cuya pija fue la primera que mi concha conoció. Este día había sido el más lujurioso de mi vida y claro el primero ya vendrían muchos días mas como este, y estaba en lo cierto hoy a la edad de 23 años, sigo teniendo muchas experiencias de este tipo.