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Es tuyo

en Sexo con maduros

¡ES TUYO!

Siii.....!!!! ¡sigue, sigue no pares Oh mi Dios Ohhh mi Dios Oh my God...Ohh... no pares no pares acaba ya acaba que ya me vengo siii. Siiii !!! Sentía que mi pija era estrujada por una conchita y que le extraía todo su jugo. Comencé a venirme y también gritando le dije ya, ya, ya me vengo recíbeme, recíbeme. Con desesperación acabamos los dos y ella comenzó a llorar. Solo me había pasado una vez que al acabar una mujer se pusiera a llorar.

Me preocupé y le pregunté: -¿Te hice daño?-

Su respuesta fue: - Nooo Nada de daño. Gracias, gracias mucha gracias por hacerme esto! Mientras no dejaba de besarme y de acariciarme.

-¿Cómo por hacerme esto? Pregunté extrañado. En mis muchos años jamás una niña como tu me dio las gracias y en tu caso debería ser yo quien te diera las gracias y besara tus pies por dejarme disfrutar tu hermoso cuerpo y de un orgasmo como el que tuviste. Pero te has puesto a llorar y eso me preocupó.-

Adriana tenía 17 años y un cuerpo escultural como pocas veces se podía ver. Yo tenía muchos, pero muchos más años que ella y había sido socio de un tío suyo y ahora lo era de su papá. Aún no me explicaba como había logrado acostarme con ella ya que no creía que por regalos pequeños, como florcitas o caramelitos o un prendedor hubiera conseguido ir a la cama con ella, hasta terminar como empecé el relato.A pesar de todo lo esta bdisfrutando y no debía cuestionarme nada.

-Si debo darte las gracias- me dijo - pues como habrás visto virgen no soy, pero nunca he podido tener un orgasmo desde lo que sucedió con mi tío hasta hoy, y eso me ha costado desde que me llamaran frígida hasta que en una ocasión me golpearan por no poder acabar y no querer fingir.-

La miré extrañado y me preguntó mientras no dejaba de acariciarme el pene pequeño pero cumplía su utilidad al fin ¿Quieres que te cuente?

Vi la oportunidad de descansar un rato y tomar nuevas fuerzas y le dije si. Además también estaba extrañado extrañado por lo que había sucedido con mi ex socio, hoy fallecido.

Comenzó su relato:

-Estábamos de vacaciones mis padres, mi hermano Joaquín de diecisiete años y yo que en esa época tenía diez, en una casita sobre la playa cuyas paredes eran muy delgadas. Una noche escuché gemidos y movimientos fuertes en la habitación donde dormían mis padres y me extraño. Me atreví a salir a la galería que rodeaba la casa y al llegar a la ventana de mis padres me asomé y vi a mi madre chupando le verga de mi papá mientras el le empujaba la cabeza y le decía: -mas, no abandones, chúpala mas, mas, ya me vengo, ponte en posición que te la pongo. Mi madre se dio vuelta rápidamente y mi padre poniéndose atrás le metió su verga dentro y empezó a entrar y salir mientras mi madre gemía y gemía pidiendo también ella por mas. Nunca había visto ni oído nada así posiblemente porque en mi casa su dormitorio estaba mas lejos del mío y las paredes eran mas gruesas. Sentí que me pasaba algo que nunca me había pasado y mis braguitas se mojaron de manera que creí que me había orinado. Corrí a mi ventana y trepándome a ella fui hasta mi cama. Me notaba extraña, y cuando puse mi mano sobre mi rajita y empecé a tocarla comencé a sentir algo lindo, bonito que me gustaba y que a medida que seguí me hizo temblar las piernas-.

Eso pasó un martes, el miércoles, sentí los mismos ruidos y entré de repente al baño y me encontré con mi hermano que se sacudía su pito frenéticamente y al que le salió una cosa líquida de la punta. En ese momento me vio y me gritó : Vete de ahí, o le contaré a papá. Mas que urgente me fui a mi habitación y me quedé quieta casi sin respirar. Pienso que el también había oído a mis padres. Me apreté un muñequito con quien siempre dormía y lo fregué contra mi conchita hasta que sentí lo mismo que el día anterior, volví a repetirlo con mis dedos y nuevamente me gustó. No sabía que era pero lo que había descubierto me agradaba y no podía dejar de hacerlo.

-El viernes llegó mi tío, a quien tu bien conocías ya que era tu socio, para pasar un fin de semana largo en la casita. Como recordarás el tío era bien parecido a ti, no muy alto y de cuerpo fornido por su práctica de deportes-.(Bien sabía yo que era parecido a mi, mas de una vez nos habían tomado por hermanos, cosa que no sucedía con su real hermano, el padre de Adriana).

-Ese día que llegó- continuó, - me abrazó y mostró su admiración por mis piernitas largas pero bien formadas, y por mi cuerpito que empezaba a desarrollarse. Fuimos a la playa y se la pasó en el agua levantándome y arrojándome al mar una y otra vez, auque cada vez que lo hacía no me levantaba de la cintura como papá, sino de mi entrepierna. Terminamos cansados y luego de cenar fuimos a dormir. Mi hermano, le había dejado su cama en nuestra habitación, aunque el tío no quería molestar y él pasó a un sofá en el comedor, total era solo por tres días. En realidad nos fuimos a dormir todos menos Joaquín quien acercándose a mi tío que lo tenía por preferido entre los varones le dijo algo al oído que apenas alcancé a escuchar:- tío, esta noche parece que voy a poder- y le hizo un gesto con el puño cerrado moviendo el brazo de atrás adelante.

-Bien por mi sobrino- exclamó el tío y metiendo la mano en el bolsillo le dio dinero. Fuimos a dormir, mi tío solo usaba su slip y cuando quiso apagar la luz le dije que yo dormía con una lucecita encendida porque tenía miedo. Entonces el me dijo:

-Mira yo me acostaré contigo hasta que te duermas y luego apagare la luz-¿de acuerdo?.- Acepté y así hizo. Al acostarse junto a mi, me empezó a acariciar las piernas y el conejito por encima del calzoncito, me gustó mucho y me quedé dormida. A la mañana siguiente llamó una hermana de mi mamá diciendo que habían internado a mi abuelita y que si bien no era serio, según parecía, mejor era que se fuera mi mamá para estar cerca. Mi papá aprovechó que estaba su hermano y se fue con ella. Quedamos a cargo del tío. Como mis padres se iban, decidimos que el tío fuera su cama y Joaquín volviera a la suya. El sábado pudimos disfrutar de la playa hasta la tarde pero después rápidamente el tiempo desmejoró. Al llegar la noche Joaquín le dijo al tío que tenía otra vez oportunidad de hacer eso y el tío le volvió a dar dinero. Nos quedamos solos temprano. A las nueve y ya con lluvia mi hermano se fue con sus amigo y nosotros nos quedamos viendo televisión con mi tío, que continuamente acariciaba mis piernas. Antes de las diez de la noche nos fuimos a dormir. Yo le pedí que dejara mi luz prendida ya que tenía miedo. Al ratito de estar en mi habitación se escuchó un ruido infernal. Se escuchó un trueno terrible y un relámpago iluminó la habitación y la luz se apagó. Con la velocidad del la luz, creo que el relámpago no se había apagado y ya estaba yo estaba temblando en la cama de mis padres junto a mi tío. Tío, tiito, tengo miedo ¿puedo quedarme junto a ti?

-Si mi amor como no vas a poder quedarte junto a mi-

Yo estaba vestida con un pantaloncito muy pequeño y una camisetita de tirantes y nada mas.

Me abracé a mi tío y poniéndome de costado subí una pierna sobre las suyas y empecé no se porque a frotar mi cosita contra su pierna. Mi tío pasó su brazo por detrás de mi y su mano bajó a mi colita y directamente la metió por debajo del elástico del pantalón y comenzó a acariciar mi culito. Estuvimos un rato así, yo sentía que la mano de mi tío bajaba cada vez mas y recorría mi rajita de adelante atrás y de atrás adelante. Empecé a moverme y a gemir despacio y a frotarme mas contra su pierna. Él llevó directamente mi mano a su bulto y me marcó que lo acariciara por encima del slip. Me empezó a besar la cara y los labios primero me sorprendí y luego me gustó y yo también lo besé. Él lentamente bajó mi pantaloncito y mi calzoncito. Y luego me quitó la camisetita dejándome desnuda junto a él. Él nuevamente dormía solo con su slip y se lo quitó, quedamos desnudos los dos. Nuevamente llevó mi mano a su miembro y esta vez hizo que la pusiera sobre la punta. Estaba muy mojada pero no le saltaba nada como a mi hermano. Lo seguí acariciando y fue su mano la que llegó a mi conchita y empezó a jugar en la rajita. De repente sentí que me apretaba en un lugar que me producía una sensación hermosa. Le dije :-Tío me gusta por favor sigue-

-Bueno niña voy as seguir pero no debes decir nada tus padres ¿eh?-

-

No tiito no diré nada- Ya sospechando que lo que hacíamos no sería del agrado de ellos pero si del mío y del tío. Siguió un buen rato y yo cada vez mas excitada lo mismo que él que me alentaba diciendo : -Si mi niña, acaríciame así, ahora lleva tu manito de adelante a tras así suavecito, suavecito. Me besó otra vez apenas en los labios y luego sentí que otro beso hacía que su lengua se metiera en mi boca. Contesté de la mismas forma. Nos besamos un buen rato Luego empezó a besar mi cuerpo y se detuvo en mis tetitas apenas insinuadas. Me las lamió y las mordisqueó al hacerlo me pareció que llegaba a las estrellas. Siguió luego bajando hasta que llegó a mi rajita y ahí comenzó lo mejor. Con sus besos y sus lamidas y lengua metida en mi cosita completamente sin un pelito ni siquiera una pelusa me fue llevando al cielo hasta que me llegó, lo que luego supe era mi primer orgasmo que me hizo temblar y casi desmayarme, fue hermoso mucho mejor que lo que lograba con mi manito o mi muñequito, y me hizo lagrimear. Mi tío me preguntó porque lloraba y le dije que no me dolía nada solo que no podía contener las lágrimas porque me gustaba mucho. Había ya pasado como dos horas de caricias y besos y lamidas. Fue cuando me dijo:

-Mi niña ahora el tío te hará algo que te va a gustar mucho, mucho, pero que quizás te duela un poquito. Debes aguantar porque el tío te lo hará despacito, despacito, para que te duela lo menos posible-.

Separó mis piernas y se metió entre ellas obligándome a abrirlas mucho, luego apoyó la punta de su cosota que estaba chorreando jugos de su interior, en mi rajita, que estaba tanto o mas empapada con mis jugos. Empujó un poco y mis labios mayores cedieron, luego lo hicieron mis labios menores y su cabeza quedó sobre mi himen. Me abrazó y me dijo:

-Cuando yo te diga ahora empujarás hacia mi-.

Se acomodó un poco retiro algo su verga de mi conchita y abrazándome me dijo :

-Ahora-

y empujó hacia mi mientras yo lo hice hacia él. Sentí dolor mucho dolor que me corría desde mi flor rota hacia abajo y hacia arriba.

-Ay tiito sácala me duele, por favor sácala me duele tiito me dueeeeleee.-

De mi ojos comenzaron a salir unas lágrimas que el besó. Se dio vuelta y me puso sobre él mientras me apretaba contra si y me calmaba diciéndome :

- Ya está mi amorcito, mi sobrinita amada, ya está , ahora descansa , quedate tranquila-. Nos quedamos quietos, yo sentía que su miembro latía dentro de mi. Estuvimos como quince minutos casi sin movernos. Mientras él no dejaba de besarme y acariciarme, el dolor fue calmando y cundo me preguntó si todavía me dolía mucho le dije que casi nada. Mi vaginita se había acostumbrado al para ella gran intruso a pesar de que no era para nada grande ¡como el tuyo! agregó riendo y besándome. Luego me volvió a voltear sobre la cama quedando encima de mi y empezó el lento movimiento de entra y sale sentí que el dolor se había pasado y que ahora una sensación de placer me llegaba y de repente, así de golpe rápidamente me vino eso que yo no sabía era un orgasmo y mientras le decía:

-tiito me gusta me gusta, haceme mas tiito por favor- me acabé agitando las piernas mientras el seguía, lentamente entrando y saliendo de mi conchita y me besaba la carita y los labios, me llevó a terminar dos veces mas y en ese momento fue él el que me dijo:

-Ahora Adri ahora recibe al tío recibe todo lo que tengo para darte- y sentí que mi conchita recibía una inundación de leche. La dejó bajar un poco y la sacó. De mi conchita recién desflorada salió un mar de leche mezclado con sangre. Estaba rendida y supongo que el también, nos quedamos dormidos juntos sin lavarnos. Al día siguiente al despertar nos encontramos todos pegoteados de semen seco y con manchas de sangre en las sábanas. Fuimos a bañarnos juntos. Allí bajo la ducha me enjabonó toda hasta mi último rincón y luego arrodillándose frente a mi abrió mis labios vaginales y me dio una chupada hermosa que me llevó acabar de nuevo. Después se bañó pero hizo que yo le enjabonara los huevos y la pichita que se empezó a poner dura entonces me dijo :

-Adri chúpamela un poquito quieres? –

Yo había visto que mi mamá lo había hecho así que no debía ser malo ni feo y abriendo la boca me la puse adentro aprovechando que no era muy grande,¡ como la tuya!, agregó riendo nuevamente mientras me la acariciaba y hacía que se pusiera dura de nuevo. Empecé a chupar, torpemente al principio, hasta que guiada por él lo fui haciendo mejor. Llegó un momento en que me dijo:

-Ya Adri ya, tómala- y sentí que su semen llenaba mi boca con su primer chorro y lego retirándola el resto fue a mi cara y mis cabellos. Me levantó y me besó. Luego nos limpiamos y vestimos y fuimos a desayunar. Fuimos a la playa y cerca del medio día se nos acopló mi hermano. Jugamos y nos bañamos casi toda la tarde. Cada vez que el tío podía me tocaba las piernas, o la conchita o mis tetitas. Por la noche mi hermano le dijo a mi tío :

-Tío hoy creo me toca de nuevo-

-Pero Joaquín vas a quedar todo chupado, mirá ya las ojeras-

-Tío quiero aprovechar que no está mi padre, ya que si estuviera no me dejaría salir-

-Es cierto, podés irte- y le dio nuevamente dinero

Nos quedamos solos viendo televisión. Me empezó a acariciar las piernas y recién entonces hizo mención a lo que había pasado la noche anterior preguntándome si me había gustado. Le dije que si pero que al principio me había dolido mucho la conchita. Me invitó a ir a dormir nuevamente. Fuimos y directamente sin preguntarme nada me desnudó y también lo hizo el. Lo que me había hecho me había gustado y en algunos momentos en que me había quedado sola me había estado tocando la conchita porque me gustaba mucho. Nos acostamos y empezamos las sesión de besos y caricias y de chupada de mi conchita que nuevamente me llevó a acabar dos o tres veces, yo era muy pequeña y el lo hacía de maravillas, ¡como vos! me agregó ( bueno por fin una para mi pensé, ya que la tengo chica por lo menos chupo bien). Después me hizo poner en cuatro patitas y apoyando la punta que igual que la noche anterior estaba empapada de jugo, como mi conchita, me la metió por atrás. Creí de nuevo, que me moría ahora había entrado mucho mas adentro y lo sentía como que me rompía toda, pero con sus entradas y salidas me fue llevando a tener dos orgasmos que ya me dejaron al borde del desmayo y con el segundo sentí que de nuevo mi vaginita se llenaba de leche, volvió a ser una inundación. Nos quedamos dormidos. Al despertar, el lunes fuimos bañarnos y luego de hacerme acabar con su boca me hizo chupar hasta que se vino dentro de mi boca pero esta vez no lo dejé sacar y me tragué todo ya que el sabor me había gustado. A la tarde el tío se fue. Después de regresar cada vez que tuvimos oportunidad y siempre con mi consentimiento me cogió. Hasta que empecé a menstruar, fue cuando dijo que era peligroso hacerlo sin forros y que a el no le gustaba y que mejor no lo hiciéramos mas. En realidad lo que le pasaba es que la terapia del cáncer de testículos que se lo llevaba a pasos agigantados no le permitía tener relaciones. Poco antes de morir estando internado lo fui a ver y me dijo:

-Perdoname si te hice daño pero me gustabas mucho.-

-Sentí en ese momento no se que sensación, no te la puedo explicar pero fue como si se cerrara algo dentro mío yo tenía catorce años. Después que murió al poco tiempo traté de tener relaciones, nunca pude llegar a acabar, es mas alguna vez ni siquiera estando ya a punto de que me la pusieran rechacé a mi pareja. Comentándolo con la psicóloga del colegio me dijo que lo mío era un bloqueo y que un remedio sería encontrar a alguien parecido a mi tío y tratar de hacerlo con esa persona, me parece que era bien puta la psicóloga agregó, así fue que me fijé en vos, pero no me animaba a ser muy descarada, ya que temía por un lado que pensaras que era una putita que te calentaba porque si, para joder a un hombre maduro y por el otro que le fueras a contar a mi papá. Por suerte te diste cuenta y acá estamos. Por eso te di las gracias, porque pude tener por fin un orgasmo espectacular-.

-Y ahora te daré un premio que se que te va a gustar. Nunca fue usado.-

Y dándose vuelta con sus manos abrió sus nalgas mostrándome un hermoso agujerito pequeño color marrón rosado y me dijo : ¡ ES TUYO! Pero eso, eso, es otra historia.