Además de tener tiempo de sobra, nos encendíamos en exceso. Éramos como esos elementos que solos no hacen daño a nadie y juntos son letales. En nuestro caso, muy perversos.
Y una vez surgió la idea de hacer un intercambio.
Por qué no? Dijimos y nos lanzamos a la idea. Internet fue el lugar (no lugar) de encuentro. Publicamos, recibimos una respuesta, nos mandamos fotitos, nos calentamos por cam y finalmente nos encontramos.
Eran una pareja de un pueblo cercano al nuestro, ella rubia teñida, con ojos grandes y tetas mas grandes aun (poquita cola). El un tanto mayor que ella y que nosotros, contextura fuerte y un bigote que le daba un aire a policía desactualizado.
La cita fue en un bar, a una hora en que sabíamos iba a estar un tanto despoblado. Nos sentamos los cuatro en una mesa alejada de las miradas de todos.
Antes de seguir presentare a los personajes:
Mi nombre es F, tengo treinta y hace cuatro que vivo con X.
Ellos dijeron llamarse 2, el bigotudo y 5 la rubia de las tetas rutilantes.
Ahora aclarado el panorama sigo:
Tomamos tres botellas de rico vino blanco entre coqueteos subliminales y comentarios subidos de tono. Supongo que todos estábamos allí convencidos y que al final nadie se animaba a dar el primer paso.
Llegado un momento 5 me puso una mano entre las piernas naturalmente y siguió hablando de lo que veníamos diciendo como si nada ocurriese. Es mas, creo que ni siquiera me miró.
Como si hubiesen tramado un plan, 2 casi al mismo tiempo acarició despacio el cuello de X, que entre la calentura y el vino solo atino a dejarse hacer cerrando los ojos,
Le pregunte si le gustaba mi mujercita. El contesto que era una hembra muy linda y que se le estaba saliendo el miembro de la vaina de las ganas de comerla.
El verbo soez de 2 pareció excitar mas aun a 5 quien empezó a abrirme el cierre del pantalón. Nunca uso calzoncillos, así que encontró rápido lo que buscaba y lo empezó a acariciar suavemente mientras, ahora si, me miraba directamente a la boca.
Mientras, 2 ya tenia una mano entre las piernas de X que se retorcía suavemente en su asiento y me miraba con esos ojos lujuriosos que preceden al huracán.
Alguien dio la idea de irse y fuimos a casa.
Estacionamos primero nosotros y luego ellos.
Para nuestra sorpresa venían ambos desnudos.
2 se bajo con el pito tieso y llamo a mi mujer a su lado. Le dijo en tono imperativo que se la chupara hasta la garganta allí mismo en la calle. X obviamente obedeció, si era lo que habia estado anhelando toda la velada. Entonces 5 también se unió al banquete y entre las dos doncellas hicieron una doble fellatio a 2 en la puerta de nuestras casa a las tres de la mañana, mientras yo me pajeaba delante de ellas esperando mi turno.
El pito de 2 era no demasiado largo pero si mas ancho de lo normal, velludo y con pelotas grandes y coloradas. Cuando X empezó a chapárselas, me lance a las tetas de 5 que se movían medio alocadas en el vaivén de las chupadas. Me encantaron. Unos pezones grandes y oscuros albergaron mi lengua deseosa y mis dientes por un rato largo.
Entramos a casa.
No recuerdo como me desnudé.
Puedo certificar que lo hice.
2 antes de cerrar la puerta ya había tomado a X por la espalda y la había penetrado allí mismo al lado de la puerta. La entrada de nuestro hogar tiene un pequeño mueble con un espejo de pared encima. Así que X estaba allí, mirando como era penetrada a lo bestia por un bigotudo que le decía "putita" y otro tipo de obscenidades.
Mientras 5 se tiro con las piernas abiertas en el sillón de la sala y me llamaba con el dedo índice de la mano izquierda mientras con la derecha abría los labios de su concha.
Allí fui y la penetré con fuerza. Me chupaba los pezones y se prendía a ellos como ventosa mientras casi clavaba sus uñas en la espalda.
Oí a mi espalda el inconfundible resoplar de X acabando.
Cuando la miré venía caminando llevando a 2 de la pija como a un perrito hacia donde estábamos nosotros. Lo hizo sentar al lado nuestro y se ensartó nuevamente frente a mi. Me beso. Tenia semen en la boca.
Mientras 5 le masajeaba el clítoris y yo le metía el dedo índice en el culo.
Le pregunté que le parecía si el señor de bigotes le rompía ese ojetito tan apretadito.
Se levanto y se puso en cuatro patas dándole el ojete a 2 y diciéndonos que tenía un poco de ganas de sentir un pijón alli adentro.
2 no se hizo esperar y le penetró sin demoras. Pareció dolerle las dos o tres primeras envestidas, pero después comenzó con sus grititos guturales tan característicos.
Salí de dentro de 5 y me fui a que X me la chupara. Estaba recaliente y me pidió que le acabara en la boca.
Le dije que necesitaba la ayuda de 5 también.
La sorpresa fue que 5 ofreció su ayuda lamiéndome el culo.
Me dejé hacer y serví mi manantial en la boca de X.
La cuestión fue que 5 no cesó en sus labores con la lengua y a mi me gustaba. Sin aviso metió un dedo dentro mio, Me hizo acostar boca arriba en el piso y se metió mi pija en la concha dándome la espalda, siempre con el dedo dentro de mi culo.
Me dolía y me calentaba alevosamente a la vez. X vio esto y me empezó a decir que era un puto reprimido, que ella también quería cogerme, así que vino a mi y metió su dedo mayor.
2 a todo esto hizo chuparse un rato por 5, que se movía muy fuerte sobre mi agarrandose las tetas con las manos.
Y que tal una doble penetración propuso 2.
Las chicas se miraron para saber cual empezaría, la rubia fue la elegida.
2 se sentó en el sillón, ella se puso sobre el con la pija en la concha y a mi me tocaba el camino estrecho. X me ayudó lamiéndole un rato el ojete y metiendo el dedo para hacerme la entrada mas fácil.
Entre y me prendí de sus tetas. Ella gemía loca.
X miraba masturbándose al lado nuestro. La cogimos así un rato hasta que acabó ella y 2 dentro suyo.
Ahora le tocaba a X, pero hubo un cambio de planes.
Trencito pidió 2 y puso cuatro patas a X meciéndosela en el culo nuevamente. Yo demasiado no entendí hasta que 5 me llevo de la pija hasta ponerla justo en la entrada del culo de 2. Y lo hice. Y lo cogí mientras 5 me chupaba los huevos.
Acabe en la cara de 5 que estaba debajo mío y se frotaba el clítoris enloquecida.
Acabó 2 en el culo de X gritando que todas eran unas putas.
Acabó la noche así, de nuestro primer intercambio.