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Mi primer trabajo

en Sexo con maduros

Esta historia sucedió cuando contaba yo con 17 años de edad y mis padres deciden ponerme a trabajar, ya que decían que el estudio no era lo mio, en casa de un matrimonio de gente mayor, pero que se encontraban viviendo en las afueras del pueblo en el que crecí

Ella, doña Catalina, de 63 años y él, don Raúl, de 60 años, ambos provenientes de familias adineradas, que vivían de lo que sus hijos les enviaban del extranjero y de las rentas que provenían de las muchas casas y negocios que tenían alquilados por aquí y por allá.

Yo llegué a esa casa con la única función de servir de compañía a la señora, acompañarla a todas partes y quedarme a su lado hasta que fuéramos a descansar, para esto, me habían alojado en un cuarto contiguo al de los señores y debía mantener la puerta que nos separaba siempre abierta ante cualquier contratiempo o percance que pudiera suceder.

Todo iba bien, hasta que un día la señora, cayó enferma y a partir de esa fecha, pasaría a ser su enfermera particular, trabajo que ya no era totalmente de mi agrado, porque tenía que cuidarla a todas horas, prepararle sus alimentos, dándole a tiempo sus medicamentos, y entre ellos unas pastillas que contenían unas substancias que permitían que ella pudiera conciliar el sueño de manera total, tanto así que aunque se hiciera una fiesta en su propio dormitorio ella no podría sentir ruido alguno.

Fue en eso que una noche calurosa de verano, me encontraba ya en cama, descansando del agitado día que tuve, teniendo sólo puesta una diminuta braguita negra, y con una pierna puesta sobre la única sábana que me cubría, cuando de pronto, siento entre sueños que algo húmedo y puntiagudo roza mi pierna y muy lentamente va subiendo hasta mis muslos y cuando menos lo espero, levantan la sábana y ya despierta, enciendo rápidamente la luz y sobresaltada veo al dueño de la casa, a Don Raúl, parado a mi lado con una de sus manos sosteniendo su polla y llevando su mano de adelante hacia atrás de manera constante pero no tan rápida y la otra con la sábana que me había arrebatado.

Yo no sabia que hacer, si pararme e ir hacia donde estaba la señora, lo cual pensé seria en vano porque ella se encontraba toda dopada con la cantidad de pastillas que le había dado, y además la puerta se encontraba cerrada y no como yo siempre la había dejado abierta, o ver lo que ese viejito quería conmigo, así que opté por segunda alternativa, quería saber hasta dónde podía llegar.

Ahora bien, ese "viejito" a pesar de sus 60 años, era un hombre de contextura mediana, no muy alto y con una polla nada despreciable, de unos 19 cms de largo, algo gruesa, y aunque un poco arrugada provocaba en mi llevarla a mi boca y darle unas buenas mamadas para ponerla aun más dura de la que ya parecía encontrarse.

Yo por mi parte, no dejaba de ver como aquel hombre se masturbaba frente a mí, creo que el solo hecho de hacerlo delante de mí, provocaba en él excitación, pero no decía nada, sólo me miraba y miraba mis senos, que aunque no los tenía muy grandes, estaban redonditos y muy firmes, y sin mediar palabra alguna me acerque hacia él y cogiendo su polla entre mis manos comencé a frotarla lentamente, llevando los pliegues de la punta de su pene hacia atrás, dándole pequeños besitos en la puntita y jugueteando en ella con la punta de mi lengua, luego empecé a lamer sus huevos, que ya estaban todo henchidos, a lo que él solo se limitaba a coger mi cabeza y gemir sin importarle hacer algún escándalo acariciando mi cabello; hasta que sin previo aviso metí la cabeza de su polla en mi boca, hasta introducirla completamente, dejando que mi lengua por dentro la recorriera por completo, mientras que con mis manos acariciaba su culo y llevaba su cuerpo de atrás hacia adelante conforme yo metía y sacaba su verga de mi boca, una y otra vez, al mismo tiempo que él sujetando mi cabeza la llevaba también de atrás hacia adelante.

"Así mi niña, así, no te detengas, sigue comiéndotelo, cómetelo enterito pequeña"

"Assssssiiiiiiiiiiiiiiiiiii, sigue,sigue,sigue mi niñaaaaaaaaaaa, mmmmmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhhhh, sssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"

"Luego verás que seré bueno contigo, si antes dejas que me coma enterito todo tu chochito" y ni bien terminó de decir esto me echó para atrás, de un tirón bajó la braguita que me cubría, lo deslizó por mis piernas y lo dejó en el suelo, y ya así expuesta y totalmente desnuda, me separó las piernas y empezó a lamer mi conchita, que ya para eso estaba toda húmeda, y que bien lo sabia hacer, con esa lengüita entrando y saliendo de mi rajita, alcancé mi primer orgasmo, a lo cual correspondí vertiendo sobre su cara mis primeros juguitos, que él presto se encargaba de tomárselos toditos. Yo con las manos sobre mis senos los tenía amasándolos, apretándolos y juntándolos formando un canalillo entre ellos, mientras él iba pellizcando mis pezones que estaban ya duritos y bien templaditos.

Yo ya quería sentirlo dentro mío y tomando una de sus manos, lo lleve hasta mi concha e hice que uno de sus dedos, ingresase en mi hoyito, lo que me hizo emitir un grito que él corto llevando su otra mano a mi boca, lo cual fue en vano, ya que empecé a meter uno de sus dedos en ella, imaginando ser su pene y empezando a chuparlos, con el mismo movimiento del mete y saca.

"Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, si, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, mete otro dedo, vamos, mete otro", a lo que don Raúl, obediente metió el segundo y el tercero provocando en mi el segundo orgamos de la noche, corriéndome otra vez para terminar en su boca.

"Cójeeeeeeeme, vamos cójeme ahora, que ya estoy muy cachonda cariño, vamos cójemeeeeeee, quiero sentirte dentro ahora, mmmmmmmm mmmmmmmmmmm"

Sacó su cabeza de entre mis piernas y las colocó encima de cada uno de sus hombros, llevando mi cuerpo hasta el borde de la cama, y mientras se agachaba para besar y morder mis pezones llevó mi mano a su polla diciéndome:

"Busca tú el hoyito, que yo luego hago el resto" , y eso hice, conduje su polla a mi conejito y ni bien sentí que la puntita rozaba mi clítoris, lo hice ingresar primero con cuidado para que luego él sujetándome de la cintura, arremetió con fuerza su verga tan duro dentro de mi que yo no pude evitar dar un: "Ahhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhh"

Empezando luego con el mete y saca, los gemidos y quejidos de placer: "Asiiiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiiiiiii, dame mas duro, mas duro, no paaaaaaaaaaaaaaaaaares por favooooooooooooor, sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, sigueeeeeeeeeeeeeee"

"Así, así papiiiiiiiii, sigue,vamos,sigue, mmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiii,siiiiiiiiiiiiiiii, vamos dime coooooooooooooosas suuuuuuuuuuuuuuuuucias, que eso me pone caliente, vamossssssssssssssssss"- le decía.

"Con que te gusta oír suciedades, verdad ramera, te gusta que te traten como a una puta, verdad, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, se nota que eres una buena come pollas, pero mira que hambriento está tu chochito, como se estrecha para no dejarme salir"

"Asssíííííííííííi zorraaaaaaaaaaaaaa, muévete así, vamos muéveteeeeeeeeeeeeee, aprieta tu chochito, que pronto sabrás lo que es bueno, vamooooooooooooos mi niñaaaaaaaaaaaaaa, muéveteeeeeeee massssssssss, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, me corro, me corrooooooooooo, ahhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que ricoooooooooooo"

"No espera, no te vengas dentro mío, en todo este tiempo no he tomado las pastillas, así que termina en mi boca, córrete en mi boca, vamos se buenito, termina en mi boca"- le dije

"Esta bien, pero me la debes mi niña, quiero terminar dentro de ti para la próxima, ok?"- diciendo esto saco su verga de mi chochito y se aparto de mí, sin dejar de sacudirla, para lo cual yo ya me había puesto de rodillas sobre el suelo llevando mi boca a la punta de su polla y de pronto: "Ya viene, ya viene, toma, toma, aaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh", y fue así que sale el primer chorro de semen que me llega a las mejillas, cerca a la oreja, y los posteriores ya mas centrados entraron justo en la boca, y aunque no hubo mucha leche que tomar, para serles sincera, yo no desperdicie ninguna gota que de su polla ya flácida emanaba, y metiéndola en mi boca nuevamente, la empecé a limpiar todita para no quedarme con las ganas.

"Eres insaciable cariño"- y diciendo esto me levanto del suelo, me llevó a la cama y me dio un beso con lengua al que yo correspondí de la misma manera.

Yo me hice a un lado y se echo también sobre mi cama, me abrazo y puso mi cabeza sobre su pecho, y así nos quedamos dormidos, desnudos y con uno de sus dedos durmiendo dentro de mi hoyito, a escasos metros de la cama en la cual su mujer descansaba aún.

Al día siguiente, ya de mañana, nos ocupamos en trasladar a su mujer del dormitorio principal a uno pequeño que se encuentra en el primer nivel, contratamos luego a una enfermera particular con cama afuera, que la cuida por las mañanas y tardes haciéndole creer que yo era una de sus nietas que había venido a pasar las vacaciones con ellos, y que por las noches no era necesaria su presencia porque para eso yo dormía en uno de los cuartos contiguos.

Pero desde esa noche, yo había pasado de ser la "dama de compañía de la señora de la casa" a "dama de compañía del señor de la casa", y dormía plácidamente en el dormitorio principal de la casa en la misma cama con mi recién estrenado "abuelo", y a cambio de los "cuidados" que le daba, recibía un sueldo que enviaba a mi casa mensualmente, pero si quería comprarme algo, sólo debía pedírselo a Don Raúl, que gustoso me llevaba de compras y gastaba lo que fuera necesario para agradar y engreír a su "damita de compañía", sobretodo si se trataba de ir a comprar lencería, siempre trataba de que fuera la más fina.

Bueno espero que mi experiencia haya provocado el mismo gustito picaresco que sentí yo al momento de recordar y transcribir lo que me ocurrió, luego les contaré en otro relato como llegó a su fin mi trabajo de "dama de compañía", pero como fui dándome cuenta con el tiempo que una puede obtener algo más que el simple placer al momento de dejarse culear por un hombre.

Será hasta otra cariños mios.

Un beso donde mas les guste.mua aaaaaaccccccc ccckkkkkkkk kkkkkkkk