LOS BAREMOS DE VEROSKAYA

Después de pensárnoslo bastante, y ante la solicitud de algunos autores, hemos decidido explicar nuestro controvertido sistema de valoración que, en el fondo, lo único que hace es reflejar numéricamente las sensaciones que un relato nos ha dejado en base a unos criterios personales y a la importancia que tiene para nosotros cada uno de estos criterios.

En nuestra opinión todo lector a la hora de decidir si un relato es o de su agrado, en realidad emplea métodos cuantitativos, lo quiera o no, y eso por el mero hecho de tener que elegir entre varias opciones, lo que le obliga a decidir que es mejor o peor y esto ya es equiparable a cuantificar. El que nosotros los hayamos reflejado en lápiz y cuartilla seguramente responde a nuestra profesión en la que tanto los números cómo los informes escritos son de uso habitual.

Conocimos Todorelatos hace algo mas de dos meses y de una manera bastante peculiar como consecuencia de la compra de un ordenador a un amigo y el posterior descubrimiento de esta pagina en sus favoritos de Internet.

Conocíamos la página de Marqueze, pero las opciones que presentaba Todorelatos eran tan sugerentes que nos quedamos enganchados a esta Web.

Una de las cosas que más nos llamó agradablemente la atención fue el tema de las informaciones existentes sobre valoraciones. Una vez más, y por inevitable deformación profesional, empezamos a seguir la evolución estadística de algunos relatos del Top100 y de otros que íbamos leyendo, descubriendo, con bastante incredulidad, cómo algunos relatos que en nuestra opinión gozaban de notable calidad, sufrían valoraciones absolutamente negativas y sin explicación alguna por parte del lector.

Realmente fue ese hecho el que hizo que nos planteáramos la tarea de valorar los relatos y justificar dicha valoración en base a unos criterios concretos y personales y al grado de importancia de éstos para nosotros. Tal vez el empleo de números en las valoraciones pueda parecer un sistema frío pero podemos asegurar que en un 99% de los casos la impresión inicial del relato se ha confirmado plenamente con posterioridad con el uso de las cifras y en el 1% en que no ha sido así, la diferencia ha sido mínima y reconocemos que en esos casos hemos "retocado" ligeramente los números para reflejar esa impresión subjetiva inicial.

Alguien nos ha llamado su atención sobre la dificultad de que la valoración sea conjunta de dos personas. En realidad siempre tenemos una agradable, enriquecedora y hasta divertida tertulia sobre cada relato leído llegando, por regla general, a unos puntos de concordancia final, y en las escasas ocasiones en que no hemos llegado a ese acuerdo lo hemos puesto de manifiesto en el comentario escrito.

Lo que desde luego sí nos ha sorprendido han sido las repercusiones de nuestras valoraciones, y es que junto a mensajes de apoyo por parte de algunos autores, nos hemos encontrado con mensajes, menos, en los que se nos ha atacado con una dureza en ocasiones realmente insultante. Lo más curioso es que estas críticas, que aceptamos si se realizan en un tono adecuado, provienen de lectores y no de los propios autores.

Hasta el momento no hemos valorado ningún relato como "terrible" y muy pocos han sido los "malos" pero en este último caso también hemos tratado de justificar los motivos que nos han llevado a ello. Por lo general la mediocridad de un relato se intuye al poco de iniciar la lectura, pero cuando hemos empezado a leer un relato siempre lo hemos concluido, aunque solo sea por respeto al autor.

Con anterioridad hemos comentado que por lo general siempre ha habido una notable coincidencia entre nosotros dos en las apreciaciones generales sobre los relatos leídos. Sin embargo en la actualidad, y en base a todo lo expuesto anteriormente, tenemos un notable punto de discrepancia en cuanto a seguir comentando de esta manera nuestras valoraciones o abandonar el sistema y sustituirlo por el simple comentario general final con el que actualmente concluimos los mismos. De momento lo estamos manteniendo pero con bastantes dudas respecto al futuro.

Antes de explicar en que basamos nuestra valoración nos gustaría aclarar que, ante tanto relato y no demasiado tiempo para leer, somos necesariamente algo selectivos en las lecturas elegidas, aun con el riesgo de perdernos obras interesantes.

Algunas categorías las descartamos de antemano por su temática, así como buena parte de los relatos que no llegan a diez minutos de lectura. Hasta ahora no hemos entrado en la lectura de las series de relatos por la intemporalidad de su publicación, pero no lo descartamos en el futuro. Asimismo los relatos firmados anónimamente hemos decidido no valorarlos.

Nuestra valoración se basa en 5 criterios, cada uno de ellos con un distinto grado de importancia.

El primer criterio, al que llamamos empatía, es el más importante para nosotros, y consiste en la capacidad del autor de hacernos vivir la historia de su relato como si fuéramos nosotros los protagonistas. Hay varios aspectos que influyen a nuestro parecer en el logro de este objetivo. En primer lugar está la descripción física tanto de los personajes como de los lugares en los que se desarrolla la acción. Un autor nos comentó que no lo hacía para que no se pudiera reconocer a la protagonista, pero una somera descripción general (el resto corre en la imaginación del lector) ayuda bastante a involucrarse en la historia. Otro aspecto importante es la descripción de las propias situaciones que se relatan en la historia. En muchas ocasiones esta descripción se ciñe exclusivamente a las acciones que rodean las situaciones sexuales, pero incluso dentro de éstas siempre hay gestos y emociones colaterales que, bien descritas, colaboran a vivir la historia. Por último, y no menos importante, está el análisis del carácter y forma de pensar de los protagonistas. Hay autores que cuidan mucho este aspecto bien retrospectivamente o durante el desarrollo mismo de la historia, mientras que otros van directamente a los hechos sin que tengamos idea alguna de cómo son los personajes.

El segundo criterio en importancia es el argumento del relato. En este apartado lo fundamental para nosotros es que haya una trama y un desarrollo coherente de ésta, en el que las distintas situaciones estén bien engarzadas y respondan a un devenir lógico. Otros aspectos que tenemos en cuenta en este apartado son la originalidad del argumento y su credibilidad, y dentro de esta última valoramos negativamente las frecuentes exageraciones en materia sexual, muy excitantes pero irreales. Tampoco nos gusta demasiado la incorrecta elección de la categoría en la que el autor encuadra el relato.

El tercer criterio en importancia es la forma en que está escrito el relato. Por supuesto que en este apartado valoramos la ortografía y la acentuación, pero a lo que le damos más importancia es a la claridad y al ritmo narrativo, elementos que, bien llevados, hacen cómoda y agradable la lectura, y que en muchos casos vemos que se complica por un uso poco adecuado de la puntuación, en particular por el uso de la coma.

En una valoración, globalmente buena, hicimos una mención negativa en este aspecto y recibimos bastantes críticas de lectores de las que se desprendía haber cometido un sacrilegio por haber criticado al autor. Sin ánimo de querer ser arrogantes nos gustaría mostrar un mismo párrafo con dos formas distintas de puntuación.

Para nosotros el primer ejemplo es el correcto y es el que leemos con facilidad. El segundo en cambio nos obliga a parar y releer. Esto es una opinión personal, por supuesto que cada autor y lector puede tener un concepto distinto del nuestro en este sentido.

Un último aspecto que consideramos en la escritura, aunque menos importante, es el uso variado del vocabulario, sobretodo en las escenas más calientes, donde a veces la reiteración de términos es algo elevada.

Los dos últimos aspectos que consideramos en las valoraciones son la existencia de suspense y morbo en la historia. Estos dos apartados reconocemos que son los más subjetivos, sobretodo porque la propia definición de ambos elementos es muy personal y varía en cada individuo.

Por suspense nosotros entendemos la capacidad del relato de no dejarnos saber en absoluto lo que va a suceder en las líneas siguientes, o, aún sabiéndolo, estar en vilo sobre cómo va a suceder. En ambos casos el efecto que se produce es el de adelantarnos e imaginar lo que va a pasar antes de leerlo y es cuando entendemos que hay suspense en la narración. Si la lectura simplemente fluye sin más, creemos que no hay suspense.

Lo del morbo es aún más complicado. Para nosotros las situaciones morbosas se producen cuando aparece ese juego de lo "prohibido" bien socialmente o por los propios personajes y además es parte esencial del relato. Hay un relato en el que una mujer hace el amor con su amante, mientras el marido está borracho como una cuba en la misma casa. Se nos criticó que no consideráramos ese hecho cómo algo muy morboso, y, sin embargo, nuestra opinión sigue siendo que en semejante contexto el morbo no es esencial.

Expuesto los criterios subjetivos de valoración entramos en el tema de los baremos que no es sino una manera de cuantificar la importancia de cada criterio. Al más importante, la empatía, le damos un 5, al argumento un 4, a la escritura un 3, al suspense un 2 y al morbo un 1. Calificamos de 1 a 5 cada criterio, multiplicamos cada calificación por su propio baremo, lo sumamos todo y dividimos la cifra final por la suma de los baremos (15 = 5+4+3+2+1). La cifra resultante, una media ponderada, es la que determina la valoración final, y aquí tenemos que reconocer que nos costó ponernos un poco de acuerdo respecto al valor a partir del cual debíamos considerar el relato excelente; al final decidimos que si el relato cumplía lo máximo en los tres criterios principales y superaba el mínimo en alguno de los dos menos importantes ya merecía la consideración de excelente. Sería este caso

Empatía: 5

Argumento: 5

Escritura: 5

Suspense: 1

Morbo: 2

Cálculo de la cifra final: 5*5 + 5*4 + 5*3 + 1*2 + 2*1 = 64 dividido 15 = 4,27

Pusimos pues como valor mínimo para el excelente el 4,25. A partir de ahí surge el resto de la tabla: Bueno de 3,25 a 4,24. Normal de 2,25 a 3,24, Malo de 1,25 a 2,24 y Terrible de 1 a 1,24.

En algunas categorías, si llegamos a leerlas, el elemento del morbo no formará parte de la valoración y en ese caso el total se dividirá por 14 en lugar de 15. Esto nos ha pasado en un relato de la categoría de "Erotismo y amor" donde el morbo poco tiene que decir.

Asimismo somos conscientes de que para algunos relatos nuestro sistema de baremos no sirve, por lo que en estos casos utilizaremos, y ya lo hemos hecho en alguna ocasión, un comentario más tradicional.

Bueno pues hasta aquí la explicación que esperamos no haya aburrido demasiado al lector. Insistimos en que ésta es nuestra valoración personal, no somos críticos literarios ni nada que se le asemeje, al contrario, como ya hemos dicho, lo nuestro son los números. Si alguien se ha sentido molesto por nuestra forma de valorar pedimos disculpas desde aquí, insistiendo en que lo hacemos con toda nuestra mejor intención.

Concluimos agradeciendo a todos los autores sus trabajos y animándoles a seguir adelante, incluso si algunos resultados no han sido del todo satisfactorios, y recomendando a los lectores que valoren y comenten lo que leen.

Los autores son los que realmente se lo curran empleando su tiempo, esfuerzo e imaginación, para que luego los lectores nos sentemos cómoda y tranquilamente a disfrutar de unos minutos de lectura. ¿No parece lógico que los lectores compensemos ese esfuerzo ofreciendo una opinión razonada, aunque sea breve, de lo que nos pareció la obra leída?

Un fuerte abrazo para toda la comunidad de Todorelatos.

Vero y Oskar.