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El licor y sus penas

en Jovencit@s

EL LICOR Y SUS PENAS

Esto paso ase algunos años atrás cuando yo aun no cumplía los 25 años, me había separado ase poco y me fui el verano a casa de mis padres por unas semanas a pasar las penas, ellos viven en una pequeña localidad en la sexta región de mi chile, localidad llena de la paz, de largas arboledas y riachuelos que graciosos se enredan por entre la grandes casa de adobe, en esos momentos necesitaban eso, estar lejos de todo y de todos, recuerdo que esa noche salí con unos amigos a beber algunos tragos a un local aunque muy humilde estaba lleno del centralismo que en un lugar como ese se le puede dar a la única entretención que hay, con juegos de video, mesas de ping-pong y también mesas de pool, deporte que me llenaba a ratos, a ese lugar llegaba de todo y en todas las edades, una muchachita de apenas 16 o 17 años amiga de mis viejos y vecina de ellos también llegaba cada noche a aquel lugar, no fue difícil distinguirla con sus senos tan pronunciados, su hermosa figura y esas margaritas que se forman cada ves que sonreía, siempre al pasar dejaba en el aire esa exclamación en murmullos de los muchos que deseaban aquella fruta en pleno proceso de maduración pero que nadie se atrevía a tocar por lo arisca de su personalidad, al mirarla reconocí en ella las intenciones que tenia con migo claro que no por que yo fuera su príncipe azul sino mas bien por el echo de ser de santiago me daba un trecho ganado ante el resto pero yo de plano descarte la posibilidad pensando que era una chiquilla aun y que a mi me gustaban las mujeres, bueno asta ese momento era así.

Ya había bebido mas de la cuenta y me fui muy tarde eran casi las 2 de la madrugada y como estaba cerca de casa camine casi tambaleando pero no avance mas que unos metros y se colaron bajo mi brazo y quede muy acurrucado con ella Natalie era su nombre, de cabellos largos y castaños, con ojos color miel y una hermosa sonrisa, la mire y sin despreciar su servicio no dije nada, porque aunque muy borracho tenia nociones claras de lo que estaba haciendo.

Va malito, dijo ella con su juvenil voz.

No crees que ya es muy tarde para que andes sola en la calle, le responi algo altanero.

No, es verano y no es tan tarde, si quiere nos sentamos un poco a que se le pase lo mareado ¿quiere?, pregunto la chiquilla.

No vamos a casa quiero acostarme estoy ya cansado, respondí, y continuamos caminando asta el portal de la casa de mis viejos pensando yo que ella allí se despediría pero nada entro con migo a la casa cerro las puertas y me ayudo a tenderme en la cama, me saco los zapatos y el chaleco, echo esto yo me acomode para dormir pero la chiquilla comenzó a sacarme los pantalones yo me resistí al principio pues tan borracho no estaba pero ella dijo que me dejara que no me pusiera difícil que ella siempre lo hacia cuando sus hermanos mayores se pasaban de copas, no siendo esto para mi una verdadera razón para que ella me desvistiera me quede tranquilo para que siguiera con lo suyo incluso le ayude para que fuera todo mas rápido, pero luego me saco la camisa y me dejo solo en calzoncillos, yo estaba boca arriba y ella sentada en la cama a mi lado comenzó a decirme que su vida en aquel lugar era mas que aburrida y que muchas veces trabajaba en el campo solo para no aburrirse y que daría cualquier cosa para viajar a la capital pero sus padres no la dejarían viajar sola, esas mas menos fueron sus palabra asta que comenzó a acariciarme el pene por sobre la ropa.

Ya chiquilla que estas haciendo, dije sacándole la mano, esas son cosas de mujeres y tu aun eres una niña, no don Rolando ya no soy una niña y se saco la blusa y sostenes dejando expuestos ante mis ojos sus senos que se veían apetitoso.

Ya vistace que no soy de acero, le respondí tratando de salvar la situación pero mis palabras se perdían en la penunbra, sus caricias ya habían causado efecto y mi erección aunque no total en ese momento la asían dibujar mi verga por sobre la ropa.

Esto que tiene usted aquí se puede mirar, pregunto mientras alzaba los calzoncillos.

Yo me quede en silencio, excitado ya por lo que estaba pasando.

Y se pude tocar, volvió a preguntar mientras metía su mano por entre la ropa, esta calentito y se mueve dijo ella poniendo atención a mi verdugo que ya se alzaba como un garrote de acero.

Aun es tiempo para dejar asta aquí las cosas, le dije ya muy caliente, pero si tu sigues con este juego de veras terminarlo.

Esas cosas no me asustan dijo ella y se echo a la boca mi nabo, chupándolo como una desesperada.

Tranquila, esto se hace despacio, con calma y sin dudarlo me apodere de sus senos, duros, firmes y suaves, exquisitos, se subió a la cama y se sentó sobre mi para besarme en los labios y moverse vestida ella aun sobre mi verga.

No crees que debes sacarte toda la ropa, pregunte mirándola a los ojos.

Si, dijo ella e se puso de pie sobre la cama y se saco rápidamente los pantalones y los calzones dejándome una excelente vista de su vagina frente a mi, sus labios vaginales estaban serraditos y sus pelos era escasos y desordenados pero era un verdadero manjar, se arrodillo y comencé a penetrarla con suavidad, note en su cara una muestra de dolor que no duro mucho y luego descargo todo su cuerpo sobre mi para metérselo por completo, se movía desordenadamente y con fuerza como queriéndolo tener todo en un instante yo la tome de la cintura y comencé a darle un ritmo el que tomo rápidamente, solo miraba yo su rostro de niña pensando en medio de aquel placer el pecado que significaba robarle la virginidad borracho como estaba pero era el placer de tenerla mas grande que mi moral y la tome para voltearla y dejarla debajo, bese sus senos con suavidad y disfrute como un chiquillo de sus pezones pequeños y suaves baje por su vientre y le pase la lengua suavemente por entre sus labios vaginales, se estremeció con un suspiro arqueando su cuerpo, seguí luego con lo mismo solo unos instantes, jugando con mi lengua por su vagina asta que se derrumbo en un orgasmo muy placentero no la deje descansar y seguí lamiendo aquellos jugos de primeriza asta que me rogó que parara, luego la penetre esta vez con suavidad, se retorcía entre mis brazos mientras mi lanza abría aquella estreches con su dureza, mis movimientos siempre lentos pero firmes la hacían suspirar a cada estocada, sus pechos vibraban a cada movimiento lo mismo que sus cabellos revueltos sobre mi almohada, que exquisita sensación, yo ya estaba listo para acabar pero un rayo de cordura me hicieron detenerme y desclavarla para evitar algún problema embarazoso, que paso pregunto.

Ya estoy listo le dije jadeando.

Quieres que te la chupe sugirió ella.

Pero cuidado que si la chupas ahora tienes que hacerlo asta el final, advertí pero ella sin dudarlo se apodero de mi herramienta y comenzó a lamerla con entusiasmo, de arriba hacia abajo como si fuera un caramelo yo quería que se la metiera en la boca pero tampoco quería apurarla y solita beso la punta de mi lanza y se la metió en la boca solo la punta y su lengua jugueteaba recorriéndola por todas partes como un torbellino luego se la metió un poco mas asta que por fin la tenia asta la mitad y sus manos masajeaban el tronco como ordeñándolo, y me vine, acabe en su boca con chorros largos e interminables como asta ese momento no había acabado nunca, ella lo trago todo asta la ultima gota, no dejo que nada se perdiera luego se recostó a mi lado y me dormí, por la mañana ella ya no estaba y no estuve seguro de lo que había ocurrido asta que por la tarde me la encontré a orilla de rió solo mire sus senos a través del coqueto bikini que usaba y me di cuenta que no había sido un sueño que le había echo el amor a una niña o ella me lo izo a mi ya no estoy seguro.