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Una putita gringa (2)

en Sexo con maduros

U N A P U T I T A G R I N G A (2)

Hola, retomemos un poco el final del relato anterior. Nos quedamos en que uno de los tipos iba a castigar a Mona obligándola a retener sus mocos en su boca después de venirse y por todo el tiempo que el quisiera.

Y efectivamente, el tipo no tardo en venirse en la boquita de ella y además en cantidad considerable. Mona espero hasta que el hombre termino de venirse en su boca y luego retiro la verga de él conservando el semen en la boca pero sin tragarlo. Ella trato de vivir al máximo esta nueva experiencia, por lo que saboreo lenta y tranquilamente los mocos que tenia en su boquita mientras le sonreía al tipo que la estaba viendo fijamente para cuidar que ella no los tragara hasta que el se lo ordenara.

Los demás tipos también veían la acción mientras reían abiertamente, divertidos por la sumisión de ella. Y así estuvieron por varios minutos hasta que el tipo que le había llenado la boca de mocos a Mona, le ordeno levantarse y pararse frente a el, y tomándole la cara entre las manos y poniéndola muy cerca de la suya, le dijo:

A ver puta marrana, quiero que te tragues mis mocos pero poco a poco y que los saborees con deleite.

Mona lo hizo y lentamente a pequeñísimos sorbos se fue tragando los mocos que tenia en la boca poniendo cara de placer para poder satisfacer al tipo, y así continuò hasta que termino de tragar todo.

Muy bien -dijo el viejo abrazándola, besándola y agarrándole las nalgotas- eres una buena puta marrana y complaciente.

¿Si papacito? –pregunto ella repegandosele lo mas que podía hasta aplastar la verga de el contra su pubis- ¿te gusta, te gusta que sea una buena puta marrana y complaciente?.

Claro que me gusta, y también me gusta que aparte de ser una cerda, estés tan buenota y tengas unas nalgas tan ricas.

Son tuyas papacito –contesto ella- mis nalgas son para ti siempre que tu las quieras, soy tu puta marrana y tu solamente tienes que ordenarme cualquier cosa que quieras y de inmediato te obedeceré como una buena puta.

Que bueno que seas así de dócil y de piruja, pues de esta manera nos entendemos mejor y todos gozamos mas, ya habíamos traído aquí a otras putas, pero casi siempre habíamos tenido que obligarlas a que nos complacieran en todo, en cambio contigo, se ve que te gusta ser puta.

Adoro ser puta -contesto ella volviendo a besarlo en la sucia boca y metiéndole su lengüita todo lo que pudo.

El tipo se sintió complacido con el comentario de Mona y le agarro más fuerte las nalgas pegándose a su desnudo cuerpo mientras la besaba en la boca.

Los otros tipos que hasta esos momentos solo habían estado viendo la escena y divirtiéndose con la sumisión de Mona, reclamaron también su parte de la piruja que tenían a su disposición.

Ya suéltala cabron –dijo uno de ellos- que nosotros también tenemos verga y queremos que esta callejera nos ayude a sacarnos la leche.

De inmediato el viejo que tenia abrazada a Mona la soltó y ella se dirigió al sillón en donde estaban sentados los otros tres tipos, se hinco frente al que estaba en medio de los tres que era el tipo de la verga mas grande y le agarro el camote con sus manitas, las dos manos de ella no alcanzaban a abarcar todo el largo del pito de este viejo, se la sobo tiernamente y le agarro también sus huevotes `para darles masaje suavemente, hasta que el le ordeno:

A ver pinché puta cabrona, pon mi verga entre tus chiches y muevemela con tus pechotes para hacerme una chaqueta rusa.

Ella obedeció rápidamente y acercándose un poco mas, puso el pitote entre sus suaves chiches y comenzó a moverlas hacia arriba y hacia abajo para darle placer al viejo, y aprovechaba cada que salía la cabezota de la verga por entre sus pechos para darle unos besitos cariñosos y unas lamiditas con la lengua.

Que rica vergota –decía ella entre beso y beso que con placer le daba al pito- sabe muy bien, y que grande esta.

Pero los otros dos tipos también ya tenían la verga parada y no se iban a quedar tan tranquilos, por lo que se levantaron y se pusieron cada uno a los dos lados de ella y le acercaron sus pitos a la cara, ella tomo un pito con la boca y comenzó a mamarlo y luego mamo el otro, y así los fue alternando de manera que les diera placer a los tres pitotes, a uno con las chiches y a los otros dos con la boca.

 

En un momento dado, el tipo que estaba sentado, también se levanto y le puso la vergota en la boca, de manera que Mona se encontró con tres enormes camotes a los que tenia que atender con su delicada boquita, chupaba uno y movía con sus manitas los otros dos, las vergas se paseaban indiscriminadamente por toda su hermosa carita posándose en su frente, en sus orejas, en sus mejillas, en sus ojos, en su nariz y en su barbilla, y ella en esos momentos experimento otro orgasmo, el enésimo de la noche, y mamo las vergas con mas pasión si es que esto era posible, y hasta intentó meterse dos pitos juntos a la boca, pero desgraciadamente no le cabían y tuvo que conformarse con mamar uno por uno.

Cojanme por la boca –decía Mona- metanme sus vergotas en el hocico, vénganse en donde quieran, llénenme toda con sus riquísimos mocos, soy la puta de todos ustedes, hagan conmigo lo que quieran.

Y así estuvieron por un rato más, hasta que el de la verga grande dijo:

Ya estuvo bien de mamadas, vamos a pasarnos al colchón porque yo quiero meterle la verga por el culo a esta puta, se ve que lo tiene buenísimo.

No seas cabrón –dijo uno de los otros- con esa vergota que tienes le vas a desmadrar el culo, si se lo rasgas vamos a tener que llevarla a un medico, mejor tu se la metes por la panochita y nosotros se la clavamos por el culito.

Ni madres –contesto el tipo- este culito tiene que ser mío, mi verga tiene que probar este rico trasero de puta nalgona que tiene esta gringa, además tu ya deberías saber que las viejas tienen el culo muy elástico, les puede caber hasta un brazo completo y lo reciben perfectamente.

Mona había escuchado esta platica sin dejar de mamar las tres vergas, como ya habíamos dicho, a ella no le gustaba mucho el sexo anal, pero en esos momentos se encontraba tan caliente y con su mente tan lujuriosa, que le valió madres el tamaño de esa verga, si el tipo quería metérsela en el culo pues ella dejaría que se la metiera en su pequeño y delicado orificio trasero, esa noche ella se sentía capaz de hacer cualquier cosa, lo único que si no le hacia demasiada gracia era el hecho de que fueran a querer meterle un brazo en el ano, pues quizás eso si no lo soportaría, pero en medio de su calentura, pensó que ojalá le metieran cuando menos una mano.

Además –volvió a decir el tipo de la verga grande- primero la voy a preparar, pues tengo muchas ganas de besar, lamer, morder y comerme ese culito.

Si papacito –dijo Mona- haz lo que quieras con mi culito, chupamelo y bésamelo y después méteme tu vergota, tratame como la puta que soy.

Y diciendo y haciendo. Los viejos pasaron a Mona a uno de los colchones y la empinaron haciéndola parar sus nalguitas lo mas que podía y separándoselas ellos mismos con su manos, y de inmediato el tipo puso se cara mugrosa y barbuda entre las nalgas de ella y comenzó a lamerle y besarle el culo, y otro de los tipos no perdió el tiempo y se metió debajo de ella para clavarle su verga por la panocha, ella coopero de inmediato acomodándose para recibir el pito en su delicado coñito.

El coñito de Mona era suave y aterciopelado, se ajustaba perfectamente a la verga del viejo y la apretaba con una fuerte suavidad que hacia que al tipo casi se le pusieran los ojos en blanco por el placer recibido en su pitote, pues este pobre vagabundo mugroso nunca en su vida había tenido una panochita como la de Mona en su verga y naturalmente que se estaba aprovechando de eso y se solazaba metiendo y sacando su pitote en la cuevita de ella, a la vez que le manoseaba sus lindas nalgas tan blancas y tan lisitas que obviamente el tipo jamás había tocado unas nalgas ni siquiera parecidas a las de Mona.

Mientras el viejo que le chupaba el culo seguía con su labor y hacia estremecer a Mona por el placer proporcionado, a ella todavía le faltaba el otro de los tipos que no paraba de besarle, agarrarle y manosearle sus ricas chichotas, aprovechando también para darle cachondos y apretados besos de lengüita en su tierna boquita, pero entonces ya no se conformo con las chiches de ella y reclamo la boca de ella para su vergota, de manera que se hinco frente a Mona y le clavo la verga en la boca haciendo el clásico movimiento de cogersela por el hocico. Mona recibió en su boca el enorme pito del vagabundo y sin hacerle ningún gesto comenzó a mamarlo con verdadero deleite.

Eso perrita –dijo lleno de placer el tipo que la tenia ensartada por la boca- chupame rico la verga, pórtate como una real puta, llénamela toda de saliva porque tengo ganas de metértela yo también por el culo y debes dejármela bien lubricada para que te resbale rico en tu hoyito trasero, aunque claro que este cabron con su vergota ya te lo va a dejar preparado para recibir hasta una macana de policía.

Mona escucho esto y se estremeció de placer anticipado, en ese momento estaba decidida a hacer todo, cualquier cosa que los vagabundos quisieran hacer con ella, estaba hirviendo de lujuria y de placer sexual, estaba viviendo una de las mejores noches de su vida y recibiendo en su cuerpo muchos deleites desconocidos para ella por la cuestión de que los tipos que se la estaban cogiendo fueran unos parias, unos vagabundos mugrosos y además mucho mayores de edad que ella, dos de ellos tenían edad para ser su padre y los otros dos podrían ser su abuelo. Todo esto le daba un placer y una lujuria especial al hecho de estar sometida al capricho y deseos lujuriosos de esos tipos.

Naturalmente que Mona ya había estado antes en orgías en donde varios tipos se la cogían por todos lados, pero había sido con hombres conocidos de ella o de su esposo y más o menos de su misma edad, pero nunca había estado en una situación como la que estaba pasando esa noche.

Detén un poco las nalgas pinché puta –le dijo el que la tenia empinada y cogiéndole el culo para proceder a apuntarle con su vergota en su frágil y pequeño anito.

 

Le dio un par de manotazos en las nalgas diciéndole:

Prepara tu culo de puta para recibir mi verga y recíbela como si esta fuera la mejor verga que te ha entrado en tu cabron culito.

Esta es verdaderamente la mejor verga que me ha entrado en mi culito –dijo Mona sacándose por un momento de la boca la vergota que estaba mamando con placer.

Ahora si putita prepárate, llego la hora de que sientas lo que es una buena verga en tu ojete trasero.

Si papacito –contesto Mona- méteme tu vergota, clavasela en el culo a esta puta ofrecida y caliente, rompeme el culito con tu enorme pitote.

Y Mona se acomodo como pudo y se preparo para recibir en su culito el enorme instrumento del tipo, esto sin dejar de mamar la verga que tenia en la boca y sin dejar de recibir en su panocha la verga del otro tipo, a la vez que también recibía las mamadas y manoseos en las chiches por el tipo que se la cogia por el coñito y que estaba bajo de ella.

En ese momento sintió cuando le empezó a entrar la cabezota del pitote en su culo y se saco por unos momentos la verga que tenia en la boca para poder apretar los dientes por el dolor que de inmediato comenzó a experimentar en su culito por la invasión del tremendo pitote, y poco a poco sintió como le fue entrando toda la enorme verga del viejo invadiendo sus intestinos.

Así, así –decía Mona con el éxtasis de la calentura y de la sensualidad reflejados en su hermosa carita- metemela toda sin compasión, goza con el culo de tu puta.

El tipo se enardeció mas con estas palabras y sin piedad se la clavo hasta el fondo, hasta que solo sus huevotes quedaron fuera topándose con las nalgas de ella, y luego comenzó el bombeo, primero despacio para acostumbrar al orificio, y luego con mas rapidez hasta llegar a sacarle el pito casi por completo y volvérselo a meter de un solo y violento empujón.

Esta brutal cogida en su culito, hizo que Mona viera las estrellas y todas las constelaciones espaciales en su cabeza y que experimentara una sucesión de orgasmos ininterrumpidos que acabaron por dejarla casi sin fuerzas y siendo manejado su cuerpo por los tres tipos como si se tratara de una muñeca de trapo. Y después de media hora de embestidas en su culo y de mamar la verga del otro tipo, y de recibir en su panocha el otro pitote, el que se la estaba cogiendo por atrás se vino copiosamente inundándole todo el recto con sus mocos, para después sacar el pito aun caliente y casi humeante y desplazando al que estaba haciendo uso de su boquita, termino poniéndoselo en la cara de ella para que lo limpiara con la boca, y ella no se hizo del rogar, por lo que amorosamente tomo la vergota y comenzó a limpiarla con su lengua desde los huevos hasta la cabezota.

Y aun estaba Mona con su labor de limpieza de la vergota, cuando sintió en su ano otro pito, era el tipo al que se la había mamado, claro que este pito era mas pequeño y esto fue un alivio para ella, por lo que abrió mas su nalgas y dejo que el viejo le metiera su verga la cual entro fácilmente en su culo como pedro por su casa después de que este había sido horadado por el enorme camote del otro viejo.

Ella termino de limpiar la verga del viejo, y le dijo:

Que buena verga tienes papacito, esta enorme y bien gorda, que bueno que se la metiste a tu puta por el culo, me diste mucho placer con tu pitote papito lindo.

Que bueno que te gusta mi verga pinché puta marrana, pues la vas a tener siempre que tu quieras y siempre que a mi me den ganas de cogerme a una piruja callejera como tu.

Si papito –contesto ella- vas a poder cogerte a tu puta siempre que tu quieras, siempre que tu tengas ganas de coger yo voy a tener mis nalgas listas para dártelas, podrás metérmela por donde tu quieras y a la hora que tu quieras, esta vergota va a ser lo máximo para mi y se merece que le de mi culo y mi panocha y que la mame hasta que se venga en mi boca.

Pero también te van a coger mis amigos cuando ellos quieran.

Claro que si papacito, me podrán coger todos tus amigos, les voy a dar las nalgas a todos los cabrones que tu quieras.

Y el tipo que estaba debajo de ella, en ese momento metiéndole su verga en la cuevita de ella, comenzó a bombear con mas fuerza en la panochita por lo que ella se sintió de nueva cuenta invadida por dos vergas en sus dos orificios y su temperamento caliente de puta volvió a hacer explosión en su cerebro y se dispuso a gozar de esta nueva doble penetración diciéndoles a los tipos:

Ay cabrones, que manera tan rica de cogerme, que bien me meten sus vergas en mis hoyitos, así, háganlo duro, denle una buena ración de camote a esta puta, castiguen con sus vergotas a esta cerda ofrecida.

Y los tipos le dieron lo que quería, una muy buena ración de camote por sus dos orificios y por un rato bastante largo, lo que hizo que ella por su naturaleza caliente y su alma de puta, volviera a tener varios orgasmos, en ese momento ella ya había perdido la cuenta de los orgasmos vividos en esa noche, lo único que sabia era que esos cuatro vagabundos la habían hecho gozar con sus vergas como pocas veces en la vida había gozado.

Los tipos terminaron viniéndose en su panocha y en su culito y luego la pusieron a limpiarles sus vergas lo que ella hizo de inmediato y con mucho deleite, quedándose después tirada sobre el colchón casi desfallecida por el esfuerzo y por el inmenso placer experimentado.

Los tipos se sentaron en el sillón y en la silla y descansaron un poco mientras dejaban descansar también a Mona quien se había quedado casi dormida o desmayada y tirada boca abajo en el colchón, pero quizás inconscientemente había levantado sus nalguitas y las movía muy despacio como si tuviera una verga dentro de su coñito o como si estuviera pidiendo que le metieran una, y mientras le admiraban sus primorosas nalgotas que ella exponía a los ojos de los cuatro viejos sin ningún recato. Hasta que después de un rato, uno de los tipos la llamo cuando ella se encontraba ya dormida, vencida por el cansancio y por el placer recibido.

A ver puta, despierta y ven para acá.

La voz del viejo hizo que Mona saliera de su ensoñación y lentamente comenzó a levantarse del colchón, su hermoso cuerpo desnudo era un manjar para la vista de los tipos que prácticamente se la comían con los ojos, cosa que a ella le gustaba y mostraba abiertamente toda la desnudez de su cuerpo para que ellos pudieran verle a su gusto todas las partes de su cuerpo.

Siéntate aquí en mis piernas pinché puta nalgona –le dijo a Mona el tipo de la verga grande.

Ella obedeció y dócilmente se sentó en la piernas del viejo pasándole los brazos alrededor del cuello mientras el aprovechaba para manosearle abiertamente y a su gusto las nalgas y las chiches.

Eres una puta perra chichona –le dijo el viejo- ¿lo sabias?

Claro que si papacito precioso –contesto ella pegando sus delicados labios a los de el- claro que se que soy una puta chichona y me encanta en este momento ser una puta chichona y nalgona para ti.

Para mí y como ya te dije antes, para quien yo quiera que te meta la verga en tus preciosas nalguitas.

Si mi amorcito, yo estoy para que me cojas tu y todos tus amigos y todos los que tu quieras que me cojan.

¿Le vas a dar las nalgas a quien yo te diga?

Si papito, mis nalgas son para quien tu digas.

Eso me gusta –dijo el tipo- porque quiero que regreses esta noche, hay dos tipos que quiero que te cojan por donde quieran, pero como supongo que hay alguien que te debe de estar esperando, no quiero retenerte desde ahora hasta la noche, pues no quiero que te busquen, quiero que te vayas y en la noche regreses por tu gusto a recibir tu ración de moronga, ¿estas de acuerdo puta marrana, regresaras?

Si papacito –contesto ella- si voy a regresar para que todos vuelvan a meterme la verga y me pongan como quieran.

De acuerdo puta asquerosa, pero por lo pronto quiero que me beses en la boca como si estuvieras enamorada de mí, quiero que tengas tu boca pegada a la mía y que no la separes ni para hablar, si tienes que hablar lo harás sin separar por completo tus labios de los míos, quiero que me limpies con tu lengua mis labios y el interior de mi boca, ¿entendiste pinché puta cabrona?

Si mi amorcito –contesto ella.

Y Mona pego su hermosa y delicada boquita a la mugrosa boca del viejo dándole apasionados besos, metiéndole su lengüita y recibiendo la de el para chuparsela amorosamente, y así empezaron a pasar los minutos sin que ella despegara su boquita de la asquerosa boca del viejo, limpiándole los dientes con su lengua y pasándosela por todos su agrietados labios, como si le estuviera dando masaje con su lengüita a toda la boca del tipo.

Mona no sabia que pensar, y mas bien no quería pensar nada en ese momento, le había dicho al viejo que regresaría esa noche por mas verga, pero ella no sabia si tendría la audacia de hacerlo pues es indudable que eso resultaría un tanto peligroso, pero ella no quería tomar la decisión en ese instante, ella solo quería gozar del momento sin tapujos y sin ningún tipo de inhibiciones, por lo que siguió besando al viejo mientras sentía las manos de este y de los otros tipos recorriendo su cuerpo.

Eran unos cabrones viejos insaciables (pensó ella) lo que tenían de mugrosos lo tenían de jariosos, morbosos, libidinosos y vergones y parecían no tener llenadera a pesar de avanzada edad, pero ella estaba feliz de que así fuera.

Uno de los tipos se había hincado junto a ella y le estaba metiendo todos los dedos de su mano en su panochita, y ella sentía como esta se ensanchaba para recibir los dedos del viejo y su calentura volvía a subir al máximo y sin dejar de besar en la boca al tipo que la tenia en sus piernas, abrió sus propias piernas lo mas que pudo para que pudieran manosearla mas a gusto hasta que sintió un dolor en su panochita y se dio cuenta de que la mano del tipo había entrado por completo, había desaparecido adentro de su coño.

El placer que sintió Mona fue intenso, se retorció sobre las piernas del tipo sin despegar su boquita de la boca de el, mientras todos seguían manoseándola.

Ay cabrones –dijo mona entre jadeos y con sus labios rozando los del viejo que la tenia sentada en sus piernas, dándole a beber su dulce aliento y bebiéndose a su vez el aliento rancio y apestoso de el- ¡que forma de tocarme¡ como me calientan con sus manotas de machos, y que rico se siente esa mano completamente metida en mi panocha, muevela corazón, mueve tus dedotes en mi panochita, haz gozar a tu puta, tratame como a una cerda piruja.

 

 

Ya no faltaba mucho tiempo para que amaneciera, quizás cosa de una hora y media, y a uno de los tipos se le ocurrió una ultima idea para humillar y degradar mas a la puta que tenían esa noche a su disposición, el tipo que le tenia la mano metida en la panocha, la saco poco a poco en medio de los jadeos de ella y dijo:

Ya se lo que vamos a hacer, como esta puta ya se tendrá que ir en un rato, y como todos nosotros queremos venirnos una vez mas, no debemos de dejarla ir sin antes darle su lechita del desayuno, hay que ponerla a chaquetear la verga de todos hasta que nos saque la leche para que se la tome, pero que primero la ponga en un vaso en donde se revuelvan los mocos de todos y después que se los tome juntos, ¿Qué les parece?

Eso esta muy bien –dijo el tipo que la tenia abrazada y besándole la boca, y sin despegarle los labios, le ordeno- ¿ya oíste pinché cerda? Tienes que sacarnos los mocos a todos, ¿con quien quieres empezar?

Empiezo contigo papacito –contesto ella entre balbuceos pues lo hizo sin quitar su dulce boquita de los labios del viejo- ¿Cómo quieres que le saque la lechita a tu vergota?

Primero que nada metetela en tu panochita, pero recuerda que no debes dejar de besarme hasta que yo te diga.

Si mi amor –contesto mona.

Y sin soltar de su boca los labios del tipo, se acomodo sobre su vergota y se la metió en su panochita en donde entro fácilmente tomando en cuenta que le acababan de sacar una mano completa y la habían dejado totalmente lubricada. Y de inmediato comenzó a cabalgar sobre la verga con movimientos violentos y fuertemente abrazada al viejo, durando esto solamente unos cuantos minutos porque aparentemente el tipo ya no necesitaba de mas alicientes para venirse, por lo que le dijo a otro de los hombres que trajera un vaso y este regreso con un vaso de vidrio de tamaño mediano, y el tipo separándose de Mona, le dijo:

Ya puta, ya me voy a venir, hincate frente a mi y mueveme la verga con las manos, pero pon el vaso y ten cuidado de que todos los mocos caigan dentro del vaso.

Si mi vida –contesto ella obedeciendo las ordenes del tipo y poniéndose a chaquetearle la verga con la mano derecha mientras que con la izquierda sostenía el vaso para meter la cabezota del pito en el mismo en cuanto este comenzara a venirse.

Y no tardo mucho, y se vino en gran cantidad a pesar de las venidas anteriores de la noche, todos los mocos cayeron en el vaso, y después de exprimirle hasta la ultima gota, le limpio amorosamente la verga con la boca. Y en seguida otro de los tipos la reclamo hincándola frente a el y ordenándole que le hiciera una cubana, ella de inmediato aprisiona lo verga del viejo entre sus adorables chiches y las movió proporcionándole un gran placer al pito del viejo logrando que también se viniera pronto echando los mocos en el mismo vaso, y así siguió con los otros dos también chupandoles y chaqueteandoles las vergas para que terminaran en el vaso.

Y cuando todos acabaron, el vaso ya estaba como a la mitad de mocos de los cuatro tipos, y entonces uno de ella dijo:

Ahora putita marrana te vas a comer los mocos de todos, pero quiero que lo hagas con una cuchara y deberás de saborearlos con placer, ¿entendiste pinché puta asquerosa?

Si papito –contesto ella tomando la cuchara que le extendió otro de los viejos.

Mona metió la cuchara en el vaso, revolvió los mocos de los cuatro tipos y comenzó a beberlos con la cuchara, a cada cucharada los saboreaba con verdadero deleite ante el regocijo, la curiosidad morbosa y las risas de los tipos, hasta que se los termino por completo limpiando el vaso con la cuchara y lamiendo la cuchara hasta dejarla limpia y recibiendo por esto un aplauso de los viejos.

Después de esto, Mona se comenzó a vestir rodeada de los cuatro tipos y después de despedirse besándolos a todos en la boca y asegurándoles que regresaría esa misma noche, salio de la casa y tomo un taxi que la conduciría a su hotel y a su esposo.

La aventura había terminado, y Mona estaba realmente satisfecha de la noche pasada con los cuatro viejos, y aunque lo mas seguro era que no regresaría esa noche como había prometido, si reconocía que esa había sido una de las mejores noches de su vida. Le habían dado bastante caña por todos sus orificios, la habían puesto en muchas posturas, y la habían tratado como la cerda puta que era y como le gustaba y la enardecía que la trataran. Su alma de puta estaba satisfecha.

 

Fin.

 

Espero y agradeceré todos sus comentarios, sobre todo de mujeres putitas de corazón de cualquier edad, contestare todos los correos que me hagan favor de mandar.

Doy las gracias a todas las personas que me escribieron para hacerme algún comentario, agradezco todas las críticas, menos las que no tienen ningún fundamento o que se hagan de forma anónima.

Nota: hubo personas que se quejaron de que las fotos no eran reales, al respecto puedo asegurarles que si son fotos reales de mi putita mona, pero cada quien esta en su derecho de creerlo o no.

Mi correo: viltol7@yahoo.com.mx