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La vida de Eva (1: Primeras experiencias)

en Jovencit@s

PRIMERAS EXPERIENCIAS (La vida de Eva I)

Hola a tod@s!

Me llamo Eva y soy una mujer de 26 años, hace mucho tiempo que leo los relatos de esta página, y me excito maravillosamente con ellos, y por fin me he decidido a ir publicando aquí poco a poco las experiencias que he ido viviendo y que me han convertido en la mujer caliente y sensual (y por qué no decirlo, perversa provocadora, dominante y puta) que soy.

Antes de empezar os diré que formo parte de una "familia bien" de mi ciudad, es decir que soy una niña pija de papá, y desde que estoy casada una mujer objeto, por lo que siempre he tenido mucho tiempo libre para satisfacer mis fantasías y perversiones, mi mayor handicap es que mi familia (marido incluido) son miembros del Opus Dei, organización de la que yo formo parte también, porque tengo que seguir aparentando lo que no soy para poder permitirme todos mis caprichos, pero eso es algo de lo que ya os iré contando en sucesivos capítulos de la caliente historia de mi vida.

Comenzaré por el principio, mis primeras experiencias de tipo sexual fueron con 11 ó 12 años, por aquella época yo tenia una vecina, Cristina, que éramos amigas inseparables, íbamos juntas a todos los sitios, jugábamos siempre juntas, y juntas fuimos descubriendo todos los secretos de la vida, bueno, todos los secretos de la vida que se descubren a los 12 años. Cris tenía un primo, Felipe, de unos 14 años, y claro, las dos estábamos locamente enamoradas de su primo mayor, nos encantaba pasar el tiempo con él, y a él también le debía gustar pasarlo con nosotras, porque durante una temporada no se nos separaba de encima, siempre encontraba excusas en su casa para quedarse el fin de semana a dormir en casa de su prima y así pasar más tiempo cerca de nosotras, que encantadas fanfarroneábamos en el parque de nuestro primo mayor, de que nos defendería de los "acosos" de los niños de nuestra edad, etc.

Un día Cris me dijo que tenía que contarme un secreto, que espiaba a su primo mientras se duchaba y eso le encantaba, que tenía la "cosa" muy grande, y que duchándose se la tocaba y se le ponía más grande aún, y que debía de gustarle mucho porque no paraba de resoplar y jadear hasta que de repente paraba y se relajaba. Yo sabía que en mi casa no debía hablar de aquello con mis padres, que siempre habían sido muy raros con eso de la desnudez, no entendía yo porqué, el caso es que nunca me habían dejado verlos desnudos ni a ellos ni a ninguno de mis 4 hermanos mayores, cosa que en casa de Cris, no pasaba, ya que era bastante normal ver a cualquier persona de las que habitaban en esa casa medio desnudos por casa. Eso era otra de las cosas que me encantaba de la casa de Cris, y probablemente por lo que en mi casa siempre me estaban encima con que si tenia que cambiar de amistades, que si patatín, que si patatán. El caso, es que una tarde de sábado que los padres de Cris no estaban en casa porque habían salido a dar una vuelta Felipe (que estaba pasando la tarde allí con nosotras) dijo que se quería dar una ducha. Yo le dije:

¿Ahora? Con lo bien que lo estamos pasando

Pero enseguida Cris me cortó de un codazo e insistió en decirle a su primo que no se preocupara, que ya seguiríamos jugando después. Yo me di cuenta de que ella lo que quería era que la acompañase a espiar la ducha del guapo de su primo, y yo como iba a negarme a los deseos de mi amiga.

Así pues, esperamos a que se oyera el ruido de la ducha al correr y nos dirigimos hacia la puerta del baño que entreabrimos ligeramente y allí en plena ducha nos encontramos al bueno de Felipe, que se tocaba sus partes como un loco, cada vez mas rápido y jadeando más, yo miraba la tremenda cosa que tenía entre las manos aquel chico que tanto me gustaba y sentía un cosquilleo interior que no supe que significaba, pero que era agradable, y tenía muy claro que estaba directamente relacionado con aquella escena que estaba viendo. Solo apartaba la vista de aquello para mirar de vez en cuando a Cris, a la que también le debía estar gustando lo que veía porque notaba su respiración más entrecortada de lo habitual y eso hacia que se me pusieran los bellos de todo el cuerpo de punta, cuando nuestras miradas coincidían, un instante de perversión que no entendíamos cruzaba por ellas, que en seguida se trasformaba en una risita tonta acompañada de la siguiente expresión de Cris:

Shiiisshhhh. Calla que nos va a oír, y se va a dar cuenta.

De repente Felipe empezó a ir más y más rápido en su forma de tocarse y sus jadeos ya eran casi escandalosos, yo incluso llegue a pensar que bajarían mis padres del piso de arriba para ver que era lo que nos pasaba para dar esos gritos, y solo el hecho de pensar en que mis padres me encontrasen en aquella situación me asusto, pero a la vez hizo que sin yo entender muy bien por que, el cosquilleo interno que sentía se hiciese más presente y más fuerte. Mientras todo eso pasaba por mi cabeza Felipe parecía que se la iba a arrancar de lo fuerte que se tocaba en la ducha y entre sus gemidos se distinguia claramente:

Ummm, sigue Evaaaaa, sigue, Evaaaa siiiiiiiiiiiii!!!!!

Al principio nos quedamos medio paradas con la boca abierta, y yo, me imagino que colorada, muerta de vergüenza. Fue Cris la primera en raccionar y riendo como una loca empezó a gritar:

A Felipe le gusta Eva, a Felipe le gusta Eva

Y yo a decirle:

Shiiisssshhhh, cállate que nos va a oír.

Pero ya no había nada que hacerle, en cuanto oyó la voz de su prima Felipe se giró y pregunto:

Pero, pero…… ¿Cuánto tiempo lleváis ahí?

El suficiente primito – dijo Cris.

Entonces el todavía colorado por la vergüenza, salió de la ducha, no se si quería cerrarnos la puerta en las narices o pegarle una bofetada a su prima, el caso es que no se dio cuenta de que salía de la ducha con aquella cosa todavía dura y con un liquido blancuzco que le caía hacia las piernas.

Las dos nos quedamos boquiabiertas mirando para aquella cosa, y el todavía muy enojado con nosotras grito:

-¿¿¿¿¿¡¡¡¡Pero se puede saber que miráis con esa cara de bobas???!!!!

A lo que nosotras que empezábamos a entender la situación y que cada vez respirábamos más agitadas y notábamos mayores cosquilleos en nuestro jovencito cuerpo (yo podia notar el pecho de Cris que estaba ya bastante desarrollado para sus 12 años recién cumplidos como se ponía duro contra mi espalda, y creo que a ella le gustaba la sensación, porque se rozaba instintivamente, y yo me dejaba hacer) lo miramos con cara de pillas y le dijimos:

Pues eso que llevas ahí primito, que no sabemos lo que es ni porque lo tocas tanto.

El se debió de sentir raro porque no esperaba esa respuesta y por fin reaccionó, nos explico que aquello era su polla, y que se le ponía dura cuando pensaba o miraba algo que le gustaba, como por ejemplo nosotras, y que cuando se le ponía dura le gustaba tocársela así porque le daba mucho gustito. Nos decía esto mientras con la mano se cogía su miembro todavía duro y empapado de semen y empezaba a masturbarse de nuevo, esta vez mirándonos directamente a nosotras y nosotras a él, ya sin ser a escondidas, y siguió explicándonos como cuando de tocársela ya no podía mas de gusto le salía aquel liquido blanco que veíamos y que parecía leche y se llamaba semen o lefa.

Aquella situación nos estaba poniendo de lo más nerviosas pero nos encantaba, no pude reprimirme y le pregunte:

¿Y que cosas ves o piensas cuando lo haces?

Nunca lo he hecho viendo nada aún, pero suelo pensar en vosotras dos, en vuestros culitos, en vuestras tetitas, e imagino vuestras braguitas. Eso me gusta mucho.

Mi excitación iba en aumento, no podía creer lo que estaba pasando, estaba madurando de golpe 3 ó 4 años en la misma tarde. Pero le dije:

- ¿Y te gustaría tocártela mientras miras mis braguitas?

Si, me encantaría.

Pues yo te las enseño si me lo pides pero con una condición.

¿Que condición? – Se apresuró a preguntar él que parecía dispuesto a todo.

Y girándome hacia Cris con cara de malévola dije:

Yo te enseño las braguitas si Cris te enseña sus tetitas

Cris se me quedó mirando sorprendida, como diciendo "pero tu estás loca", pero yo tenía muchas ganas de ver aquellas tetitas, que ya empezaban a ser de mujer (no como las mías que eran dos almendritas, casi dos pezoncitos un pelín hinchados nada más) y que tanto me habia gustado notaras duras en mi espalda apenas unos minutos antes, no sé todo esa situación me había trasformado en una niña nueva y muy pillina. Cris dijo que ni hablar, que ella no enseñaba nada, que le daba vergüenza. Y yo le dije:

¿Pero de que tienes vergüenza mujer, si somos tu mejor amiga y tu primo quienes mejor para hacer una cosa así? A de más, seguro que cuando Felipe dijo que pensaba en nuestras tetitas se refería a las tuyas que son las más bonitas y grandotas de las dos.

Que no, que yo paso, que me da vergüenza- decia Cris mientras con la mano empezaba a acariciarse inconscientemente el pecho.

Venga Cris por favor, solo un poquito, t juro que casi no miro, solo para que Eva me enseñe las braguitas, y a miro más a ella, de verdad – dijo Felipe

Me encantaba esa situación, un chico mayor al que le gustábamos, y a nosotras nos encantaba, nos suplicaba que le ayudáramos a pasárselo bien con su cuerpo, ese día fui consciente del poder que el cuerpo de una mujer puede ejercer sobre un hombre, y me juré aprovechar ese poder al máximo toda mi vida. Estaba deseando que todo aquello sucediera, así que jugué, mi última baza.

Vamos Cris, si seguro que t encanta verlo como se pone loquito mirándonos, recuerda que eras tú la que lo espiaba a él a escondidas, porque te gustaba ver como lo hacía, y la que me convenció a mi de que lo espiara también, y recuerda lo duros que se te pusieron los pechos mientras lo veias tocarte y como te rozabas en mi espalda

Le decía eso mientras ella me miraba con cara de odio, y dejaba de acariciarse los pechos que inconscientemente seguía acariciándose. Según dije eso, Felipe reaccionó y se abalanzó hacia ella quitándole la camiseta que llevaba puesta y diciendo

Así que t gustaba verme ehhh primita. Pues ahora quiero verte yo a ti.

Y dejó los pechitos de Cris al aire, mostrándonos sus pezoncitos que estaban completamente duros y saliditos, y dijo:

Mírala, si a ella también se le ponen duritas cositas si lo pasa bien, mírala como esta durita

Y yo la miraba, claro que la miraba, me fascinaban casi tanto aquellos pechos grandecitos que estaban duritos como la polla de Felipe, que se habia puesto más gorda y grande aún ahora que ya tenia a su prima en tetitas. Pero el no parecia avergonzarse ya de nada y dijo

A ver Evita, lo prometido es deuda, Cris ya nos enseño las tetitas, enseñanos tu ahora las braguitas.

Y yo ni corta ni perezosa, me quite la falda pichi, que llevaba puesta y me quede solo con lo blusa las braguitas, levantando bien la blusa, para que se vieran en todo detalle mis braguitas, y paseándome y luciéndome para exhibirme bien. Me encantaba aquel juego.

Y fue en ese momento con migo en braguitas y su prima en tetas en el baño cuando Felipe empezó a tocarse como un loco, más rápido de lo que le habíamos visto antes y en muy poco rato oímos como decía:

Me corro, me corroooo, ahhhhhhhh me corrroooooooo

Al tiempo que aquella leche blanca que el había llamado semen, salía disparada de su polla y ponía perdido todo el baño, estrellándose parte en una de las tetitas de Cris, no pude contenerme, y como si de un acto reflejo se tratara recogí aquel manjar con mi lengua del pecho de mi amiga, que se le puso más duro aún.

Después nos vestimos y fuimos cada uno a nuestras casas, yo por la noche no podía dormir, y no paraba de frotarme las piernas como para darme gustito en mi cosita, pensando en lo que había visto esa tarde. Mi hermana mayor, Marta que tenia 16 años en ese momento, y dormía en mi habitación, debió notar algo porque me preguntó que me pasaba, yo que confiaba plenamente en ella le conté lo sucedido aquella tarde, imaginándome que algo parecido le había pasado a ella cuando era más pequeña y que me ayudaria, pero lo unico que dijo fue:

¿Tu estás loca? Eso es un pecado muy gordo. Reza mucho esta noche para que te perdone Dios, y mañana ya verás que penitencia te pondrán Papá y Mamá.

Y efectivamente se lo contó a mis padres, que me riñeron muchísimo y me prohibieron volver a ver nunca más a Cris y su primo, y para ello decidieron meterme en un colegio interna, un colegio del Opus, por supuesto, pero les salió el tiro por la culata, porque fue en aquel colegio donde realmente comprendí lo poderoso que podía ser el sexo bien utilizado, donde realmente aprendí todo lo que tenía que aprender.

Pero eso ya es otra historia.

Espero que os haya gustado. Besos a tod@s